27. Alivio y Disculpas
- Mierda! Idiota, por qué haces eso!? No sabes que eso duele mucho!?
Kokushibo gruñó enojado, sentado sobre el inodoro con la tapa cerrada, después de que Sanemi le pisara la entrepierna con su duro zapato en un gesto de "defensa".
Sanemi estaba de pie con los brazos cruzados en frente de él, con una expresión avergonzada y molesta al mismo tiempo.
- Es tu culpa, Alfa estúpido! Por qué intentaste meter tus dedos en mí!? Que asco! Entre Alfas no debemos llegar a algo tan íntimo!
Kokushibo se rió de forma sarcástica y levantó sus lentes de sol para mirar a Sanemi con su mejor expresión de ironía.
- Es en serio!? Pero acabamos de besarnos e incluso nos masturbamos juntos frotando nuestros-
- ES DIFERENTE!
Sanemi elevó la voz y se puso rojo a causa de la vergüenza, dándole la espalda a Kokushibo para no tener que cruzar miradas con él.
No sabía como había accedido en primer lugar a besar a Kokushibo y sentarse en su regazo para frotar sus miembros hasta eyacular, pero intentar meterle los dedos en el ano ya era demasiado! Eso se le podía hacer a los Omegas masculinos porque por ahí mantienen relaciones sexuales, pero no a un Alfa! Eso es simplemente una puñalada directa a su orgullo!
- Diferente, uh? Y cuál es la diferencia, según tú? Es correcto besar y lamer la boca de otro Alfa, teniendo su pene frotando el tuyo, pero llegar al coito es inadecuado? Creo que tus parámetros se adaptan solo a tu beneficio, y debo decir que eso es patético. Tanta vergüenza te da tener sexo anal? No eres el único que hace eso! No tienes nada de especial, sabes? A nadie le importa...
Kokushibo estaba decepcionado de no haber conseguido el coito. Necesitaba desestresarse después de todo el trabajo que llevaba ser el secretario del político Muzan Kibutsuji, pero el terco de Sanemi no era capaz de relajarse y entregar el culo. Era irritante...
Deseaba tanto ver a un Alfa como él gimiendo por tener un pene atravesando su ano, completamente bajo su control... Era una imagen mental muy caliente.
Kokushibo se acomodó la corbata y se preparó para el griterío el cual estaba seguro que Sanemi estaba a punto de arrojar contra él. Su lenguaje corporal era extremadamente fácil de adivinar a causa de su personalidad explosiva.
- Esperas que tenga sexo contigo en un baño público de un hospital, mientras mi hermano corre el riesgo de perder a su bebé!? Me dejé llevar por accidente, pero no pienso seguir así en un momento tan grave!
Kokushibo asintió en silencio y sacó su teléfono, mirando la pantalla sin ninguna preocupación.
- Entiendo... Así que el problema es la ubicación, uh? Qué te parece ir a un hotel después? Cuando tu hermano se mejore, por supuesto. Ahí podemos repetir los deliciosos besos que me diste, masturbarnos un poco y quizás... Tener sexo. Un buen sexo, por supuesto.
Kokushibo agarró del mentón a Sanemi y lo acercó a su cuerpo, plantando un beso mojado en su boca. Sanemi se sintió sofocado por los besos del Alfa e intentó apartarlo a manotazos.
- No voy a seguir tus planes sucios de tener relaciones sexuales en una habitación que miles de personas han usado para lo mismo! Imagina cuanto semen hay estancado en las sábanas! Tampoco me gustaría olfatear las feromonas de otras personas durante el sexo!
Kokushibo agarró de forma más dura el mentón de Sanemi y lo forzó a obedecer.
- Acaso te pregunté? Vamos a tener sexo, y no tienes una palabra que decir sobre eso. Cuando yo lo diga, vas a abrir las piernas y gemir para mí, maldita perra...
El Alfa mayor sonrió de forma burlesca cuando Sanemi tímidamente decidió asentir y sucumbir ante sus deseos sin atreverse a decir que no. Se sentía muy raro ser tratado como un objeto, cuando era él quien solía hacer eso en su lugar. En específico con Tomioka.
Cómo debió haberse sentido Giyuu en ese tiempo cuándo lo único de lo que le hablaba era aparearse?
Sanemi emitió un suspiro y decidió dejar de pensar en el tema, ya que no valía la pena atormentarse con un hecho que no podía cambiar.
- Uhm... Algún familiar de Genya Shinazugawa? Alguien...?
Una enfermera habló desde la sala de espera, a pesar de no haber visto a nadie alrededor. Le pareció algo bastante extraño, ya que recordaba a un hombre estar muy nervioso anteriormente por el estado de salud del paciente. No podía haberse ido como si nada, no?
Al escuchar la voz de la enfermera, Sanemi se puso tenso y se acomodó la ropa para salir del baño.
- Te acompaño, Shinazugawa?
- Qué!? Estás loco!? Si salimos juntos del baño, se va a malinterpretar y la enfermera podría imaginarse cualquier cosa!...
Kokushibo levantó una ceja e hizo una mueca.
- Qué podría imaginarse? Que nos masturbamos juntos? No estaría imaginando nada, porque si lo hicimos... Ouch! Idiota!
Sanemi pellizcó la mejilla de Kokushibo y le gruñó con irritación para que este dejara de hablar estupideces.
- No quiero que una enfermera sepa que me maaturbé en el baño de un hospital mientras mi hermanito está internado! Eso es poco digno, además de vulgar y con poca ética! Ahora limpia los rastros de semen... yo voy a salir a escuchar las noticias de mi hermanito...
Kokushibo gruñó un poco pero le hizo caso, con la idea en mente de que después le cobraría a Sanemi por todo lo que había hecho por él. Y no específicamente con dinero.
Sanemi tiró la cadena del inodoro para fingir que había estado en el baño haciendo sus necesidades, después abrió la llave del agua por unos seis segundos, y después salió del baño agitando las manos de forma despreocupada.
- Lamento el atraso, señorita... Cómo está mi hermano? Hay alguna novedad?
Sanemi no se puso tenso al ver que la enfermera se veía calmada. Su cara decía que no había pasado nada malo, así que podía sentirse tranquilo.
- Señor Shinazugawa, me alegra informarle que el paciente Genya Shinazugawa ya se encuentra estable. Él fue internado a causa de un posible riesgo de aborto espontáneo, pero por suerte no hubo ningún desprendimiento y el embarazo se está desarrollando con normalidad. El doctor ahora le está suministrando unos medicamentos para estabilizarse.
Sanemi sonrió de forma suave y asintió, secando el sudor de su frente.
- Ahhh... Es un alivio! Entonces el embarazo no corre ningún riesgo, cierto?
- Efectivamente, señor Shinazugawa. Los cigotos ya no corren ningún peligro dentro del útero, aunque hay que seguir teniendo cuidado, sí?
Sanemi se cruzó de brazos y asintió con un gesto de su cabeza, hasta que su cara de alivio desapareció al procesar las palabras de la enfermera.
- E-espere, señorita... qué dijo? Creo que no le escuché bien. Dijo cigoto, no?
La enfermera rió suavemente y negó con la cabeza, mostrando una impresión al interior del informe médico de Genya en la que se veía una ecografía. En la imagen se veían dos manchas redondeadas, una a cada costado del útero de Genya.
- Dije cigotos, señor Shinazugawa. El paciente Genya lleva a cabo un embarazo doble, y según la ecografía, son gemelos! Hay antecedentes familiares de gemelos? Quizás por parte del padre?
- Ugh... Vaya mierda!
Sanemi dio un manotazo de frustración hacia la pared, asustando a la enfermera. Ella se encogió de hombros algo nerviosa y miró hacia otro lado olvidando su pregunta.
Maldito enano de Muichiro y su genética! No le bastaba con preñar a su hermano, sino que puso dos de sus malditos bastardos al interior del vientre de Genya! Peor que eso? Los dos sobrevivieron a un casi aborto espontáneo!
Él apretó los dientes y los puños, gruñendo de irritación. Cómo ellos serían capaces de mantener no uno, sino dos cachorros?
No solo de manera monetaria, también la parte de crianza era esencial. Podrían un par de niños ser capaces de criar a dos bebés, sin siquiera haber terminado la Academia?
Bueno, ya no tenía la posibilidad de regañar a Genya otra vez. Por culpa de sus indeseados cachorros, ahora cualquier estrés y tristeza se transformaba en daño para sus hijos y el desarrollo correcto de su embarazo.
Por más que quisiera partirle una silla en su cabeza hueca, debía resignarse y cuidar a su hermanito.
- Yo... Cuándo puedo pasar a hablar con él?
- Puede ir ahora, señor Shinazugawa... Pero... El paciente Genya todavía sigue en una fase delicada, así que por favor no lo exponga a estrés o malos ratos...
- Sí, como sea...
Sanemi pasó por el lado de la enfermera y se dirigió hacia la habitación de Genya con una expresión un poco tensa. Debía saber controlarse para no causar que el Omega volviera a sufrir una descompensación.
Al ver a Genya a través de la pequeña ventana de la puerta de la habitación, empujó la puerta con suavidad y se hizo paso en la sala de recuperación de su hermanito.
Al verlo entrar, Genya apagó el teléfono entre sus manos y le miró con un poco de miedo. Acaso Sanemi vino a regañarle porque supo que iba a tener gemelos? Era lo más evidente...
Genya sentía miedo. Sentía que sus cachorros estaban en peligro a la presencia de Sanemi. Por suerte le había enviado un mensaje de texto a Muichiro tras haber despertado en el hospital. Se sentía muy inseguro sin su Alfa y necesitaba contención.
- Genya... uh... Te sientes bien?
Sanemi apretó los puños con nerviosismo y bajó la cabeza, a lo que Genya se quedó estático unos segundos por la sorpresa y después asintió.
- Ah... Si, si. Estoy...estoy mejor... Gracias por preguntar...
Genya se acarició la panza por instinto, y Sanemi se guardó las ganas de regañarlo y humillarlo nuevamente por el asunto.
- Tus bebés están sanos, no? Eso es... uhm... bueno... Sabes que tienes gemelos, cierto?
Genya asintió nuevamente y sonrió, acariciando con afecto ambos costados de su barriga para darle amor a ambos bebés.
- Sí, lo sé... Realmente desde el comienzo creí que eran gemelos. Como Muichiro y su hermano son gemelos, la posibilidad de que mi embarazo fuera de dos o más cachorros era lo más esperable... Estoy realmente emocionado por ver crecer a estas dulces bendiciones!
El Omega sonrió con emoción y sus mejillas de pusieron rojitas, a lo que Sanemi rodó los ojos y se mordió el labio para retener su comentario fuera de lugar. Finalmente lo suavizó, pero no pudo evitar decirlo.
- Me alegro, pero no es una "bendición" porque no quedaste embarazado por... El espíritu Santo, sabes? Te preñaste por-
- Sé muy bien como me preñé, hermano... No necesito que me lo recuerdes...
Genya gruñó a la defensiva y protegió a sus cachorros con las manos.
- Sí, sí...ugh... Lo siento, Genya. No puedo evitar decir esas cosas, pero realmente estaba preocupado por tí...
- Qué?
Genya emitió un ronroneo al escuchar sobre la existencia de una preocupación hacia él por parte de su hermano. Era eso cierto? Sanemi le quería aunque fuera un poco, para preocuparse por él? No pudo evitar liberar un maullido y sonreír de emoción.
- Estabas... Preocupado por mí? De verdad?
- Sí... Me asusté mucho cuando te desmayaste... Lo siento si te he tratado mal durante el comienzo de tu embarazo... yo... bueno... Mis preocupaciones me agobiaron y reaccioné de forma negativa en vez de apoyarte en estos duros momentos de cambios... Lo siento, Genya. Debo ser un hermano en el que puedas confiar, y quiero volverme eso para tí. Podrías darme una... Oportunidad? Prometo ser un buen tío para tus bebés...
Él alzó la mano para acariciar el vientre todavía plano de Genya y el Omega se sobresaltó, teniendo el pulso de su corazón casi al 1000. Siempre había querido caricias en la pancita por parte de su hermano mayor!
Al sentir la mano tibia y suave de su hermano sobre su piel, él maulló de felicidad y se acurrucó en la cama ronroneando.
- Dos bebés, uh? Ahora es fácil para tí cargarlos, pero después vas a parecer una sandía con piernas de lo redondo que vas a ponerte. Vas a olvidarte por unos meses como se ven tus pies bajo a tí!
Genya sonrió tímidamente, imaginándose con dificultades para caminar con una enorme panza. Iba a ser una etapa difícil de superar para su cuerpo, pero al menos para él valdría la pena porque deseaba más que a nada tener a sus cachorros.
Su instinto maternal era muy fuerte.
- Espero con ansias mi pancita grande para sentir las pataditas de mis hijos...
Sanemi se rió un poco en un gesto de burla por la inocencia de Genya.
- He escuchado de personas embarazadas que no pueden dormir a causa de los movimientos de los cachorros en el vientre. Te advierto que los síntomas van a ser intensos, así que no esperes un embarazo adolescente romantizado y perfecto.
Iba a darle unas palmadas en el vientre de Genya, cuando Muichiro apareció en la habitación emitiendo un gruñido y apartó a Sanemi de la barriga del Omega.
Muichiro le miró con ira y después besó la piel del vientre de Genya, a lo que él emitió ronroneos y maullidos de felicidad.
- No toques a mi Genya, por favor...
Después el Alfa menor miró a Genya con un gesto dulce y le dio besos en los labios, para después acariciarle la cabeza en forma de recompensa por ser un buen Omega.
- Genya, estás bien?... Cómo están nuestros preciosos cachorros en tu interior?
- Ya estoy bien, Alfa... El doctor me dijo que los cachorros están bien! Mira, tengo unas fotos...
Sanemi miró con algo de disgusto los comportamientos de pareja de ambos jóvenes, en especial la falta de respeto que le tenía Muichiro desde que creyó tener ese derecho por haber preñado a su hermanito. Que eso pasara no significa que ya no sea su profesor!
Sanemi salió de la habitación tras dejar a Genya acompañado, para después ver a Kokushibo esperándolo en la sala de espera con los brazos cruzados. Su mirada era algo intimidante, por lo que le dio algo de miedo acercarse.
- Kokushibo? Todavía sigues aquí? Pensé que te irías cuando yo entrara a ver a mi hermanito...
El Alfa mayor ladeó la cabeza en un gesto de insatisfacción y bajó un poco sus lentes de sol para verlo a los ojos.
- Pensé en marcharme, pero creo que ya he hecho mucho por tí. Quería cobrarte por mis servicios... Ahora sabrás que no hago nada gratis.
Vaya hijo de perra. En serio iba a cobrarle? Que desgraciado... Al parecer no todos hacían buenas acciones solo porque si.
Sanemi sacó su billetera y miró al Alfa con molestia esperando a que este hablara.
- Cuanto dinero quieres, uh? Cuanto combustible hice que gastaras de tu vehículo para traernos aquí?
- Me estás malinterpretando... No quiero tu estúpido dinero. Algo como eso no me hace falta...
- Entonces...? Qué mierda quieres?
Kokushibo repentinamente le agarró con brusquedad por el cuello de la camisa y le obligó a acercarse. Sanemi se estremeció con nervios al sentir la respiración del Alfa tan cerca de su oído. Esa voz tan grave... Le hizo sentir cosquilleos en el cuerpo.
- Quiero que me pagues con sexo, Shinazugawa... Me he encaprichado contigo por alguna estúpida razón, y no voy a dejarte ir... Vas a ser mi maldita perra, pedazo de Alfa de cuarta...
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Hola a todos!! Cómo están?
Aquí estamos con una nueva actualización jsksks. Prometo que después de esto voy a actualizar Inconcebible :D.
Qué les pareció este capítulo? Espero que les haya gustado!!
Opiniones? Ideas? Como siempre, todo recibido con gusto ^^
Siguiendo la tradición de agregar preguntitas en los capítulos, les gusta coleccionar cosas? Y si es así, qué les apasiona coleccionar? Lo que sea jsjs.
A mí me gusta coleccionar libros y figuras xd.
Antes de despedirme, quería hacer mención a un tema importante del que quería disculparme con parte de la audiencia. Sé que la mayoría comenzaron leyendo esta historia por ser inicialmente Sanegiyuu, así que lamento haber decepcionado con el desarrollo de la historia a los que querían que siguiera así. Quise seguir las preferencias de la mayoría de la audiencia, así que lamento haber pasado por alto a quienes preferían que siguiera siendo Sanegiyuu.
Perdón :"d
Sin nada más que decir, muchas gracias por haber leído este capítulo hasta el final!! Los quiero muchísimo, y agradezco a todos los que han seguido mi historia hasta aquí!! 🥰🥰 Los amo, bye byeeeee!!
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