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Era un nuevo dia y Sam aún se encontraba preocupado por su amigo, pero afortunadamente su relación con el fornido vampiro ya iba mejorando, no podía decir que ya eran amigos pero en las reuniones con la manadas se comportaban medianamente bien.
Papá: chicos necesito que me alcancen esa lata por favor.
Pidió mi padre mientras señalaba la lata la cual se encontraba en uno de los estantes, mi hermano Bobby se levantó de su asiento dejando asentado junto a el su laptop y con una gran sonrisa ayudó a mi padre a bajar aquella lata.
Papá: gracias cariño, por cierto chicos hoy vienen sus abuelos.
Bobby: mis abuelos John y María? O los de mi padre, los abuelos Rafael y Valentina?
Padre: vendrán los dos hijo.
Respondió mi padre apenas llegando a la sala, mis abuelos eran personas las cuales no se les notaba tanto la edad como a mis padres, mi abuela María era una simpática y divertida mujer que nos regalaba dulces apenas llegaba, por otro lado su esposo el abuelo John era un barbudo el cual intentaba ocultar sus canas, pero a pesar de ello siempre se mostraba alegre en todo momento, que al contrario los abuelos Rafael y Valentina eran personas más tranquilas y amables, siempre consintiendo a sus sobrinos.
Había pasado un par de horas las cuales los integrantes de la familia se habían arreglado para su visita, los primeros en llegar fueron los abuelos Valentina y Rafael quieres habían traído un delicioso pastel.
Rafael: Hola mis nietos como han estado?
Gerardo: muy bien abuelo tu como te encuentras? Ya has pasdo el nivel 30?
Bueno algo que tenían en común ellos dos era que les encantaba los videojuegos por lo cual tanto su hermanito como su abuelo competían por quien había pasado el nivel de varios juegos, el no sabía que apostaban pero siempre era divertido ver a su hermano frustrado intentando pasar un nivel.
Valentina: Pero mira que guapo ya te has puesto cariño, te pareces mucho a tu padre Cristian.
Bobby: gracias abuela, tu te vez tan bella como siempre.
Mientras que la charla era tranquila y amena alguien había tocado la puerta por lo cual yo me levanté de mi asiento y me dirigí hacia la puerta, de seguro serían mis otros abuelos.
Y tenía toda la razón allí se encontraban mis abuelos pero lo que daba risa esque mi abuelo Jhon tuviera el cabello rosado, no pude evitar soltar una carcajada ya que al ver sus cejas estas también estaban pintadas de un rosa chillón, aún se preguntaba como es que su abuelo pudo soportar tantos años a su abuela de todas las bromas que le hacía, y no solo a su abuelo también había sido víctima de una de ellas.
Hace 8 años...
Sam: 10 años, Bobby: 9 años, Gerardo: 7 años.
Papá: hijo podrías pasarme mis zapatos por favor?
Cristian padre de los chicos se encontraba embarazado de su cuarto hijo, hoy iría la hospital para un chequeo mientras tanto su madre se quedaría cuidando a sus hijos.
La mujer con una gran sonrisa se despidió de su hijo y se quedó cuidando a sus nietos, el más pequeños de ellos le dijo a la encantadora mujer que tenía un poco de hambre por lo que está se levantó de su asiento buscando algo para prepararles.
La mujer encontró la manera perfecta de hacer una pequeña broma a sus nietos justo a lado de la mesa se encontraba un cesto lleno de ropa la mujer preparo rápidamente unos sándwiches y tomó algunas prendas de los niños, un par de hilos y una aguja.
Horas después la mujer le ordenó a los menores bañarse entregandole las ropas que ella misma había hecho momentos antes, como los tres niños eran pequeños juntos se metieron al baño y como cualquier niño jugaron y se divirtieron con el agua y la espuma del lugar.
Pero sólo faltó unos minutos para que al momento de salir veían la ropa que su cálida abuela les había dado.
Ahora mismo la pelirroja reía y tomaba fotos a sus avergonzados nietos los cuales el más grande de ellos tenía un disfraz de elefante, Bobby por otro lado tenía un tutu rosa con mallas color pálido y una camiseta negra ajustada, y por último el tierno y pequeño niño quien reía y jugaba con su ropa, ya que este estaba disfrazado de un gran y atemorizante hombre lobo o por lo menos eso es lo que el pensaba.
La mujer al tomar aquellas fotos a lo largo de los años las mando a ponerlos en cuadros, por lo que ahora cada vez que iban a su casa no podía evitar pasar vergüenza al ver aquellas fotografías.
Estaba tan metido en sus pensamientos cuando no escucho la voz de alguien llamar a la puerta, pero no fue una persona muy querida por la familia, es más aquella persona era odiada por su familia si... ella era un completo caso...
Diosa Luna... dame fuerzas... pensó con un rostro de asco el moreno al ver entrar a la chica...
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