Capítulo 4



Narra Gulf:

Me sentí tan feliz cuando leí el nombre de mi alfa, porque es mío; pero me sentí triste al ver su historia. Lo curioso para mí es que ese fue el omega que yo vi que se llevaron, y aunque hubiera intervenido, no podía hacer nada contra la fuerza de ese alfa, así que tengo sentimientos encontrados.

Por una parte, me siento muy mal por lo que él tuvo que pasar, dejar su vida, su trabajo, su familia y todo porque le robaron su tesoro. Por la otra, estoy feliz, si yo hubiese intervenido, ese omega se estaría casando con mi alfa destinado justo ahora, dejándome solo para siempre.

También hay una tercera cosa que me inquieta, Lhong me dio el nombre de su alfa y aunque no es el de Mew, ahí hay gato encerrado. Me refiero a que el nombre que me dio parece más el de un omega; pero no quiero pensar mal de mi mejor amigo, mejor esperaré respuestas de su parte.

- ¡Quítate de encima! No comprendes el peligro que corremos.

- No me importa, eres mi alfa destinado... ¿Te queda claro? ¡Eres mío Mew Suppasit!

- ¿Qué pasará cuando tengamos que dar explicaciones de nuestros actos?

- Nadie me separará de ti, eso es seguro. - Mew había cubierto su nariz y boca con su mano.

- ¿Eres consiente de que tu aroma me hace añorar dejarte embarazado?

- Hazlo... Ya te lo dije, no me opondré.

- Gulf, no seas tan sin vergüenza para contestar... Mejor dime, ¿alguien más sabe sobre mi presencia?

- Más vale que no, porque tú estás reservado para mí.

Mew sonríe cada vez que le contesto, le parece muy divertido haber encontrado a alguien como yo; pero es verdad, no me lo quitarán. Finalmente comprendo que él considera que aún no debe tocarme, así que le pido que contenga la respiración y cuando lo hace quité su mano para besarlo.

- Gulf...

- ¡Está bien! No pasa nada

No sé si él alguna vez ha besado a otra persona, porque se puso muy nervioso y en realidad lo comprendo porque yo estoy igual. Llegué hasta sus labios, cerramos nuestros ojos y fue cuando nos fundimos en un beso tortuoso, prácticamente devorándonos con deseo.

Mew pone sus inmensas manos en mi cintura para poder llevarme más cerca de su cuerpo y el beso se vuelve un poco más delicado. Mi primer beso es con mi alfa y eso nadie podrá cambiarlo; pero lo interrumpí cuando su lengua se adentró en mi boca y me sorprendió.

- ¿Qué haces? - Pregunté tocando mis labios.

- Una vez me dijeron que no era beso si no metía mi lengua... Pero si no te gustó...

Ya no lo dejé terminar, porque honestamente el beso estaba bien; sin embargo al meter su lengua en mi boca, fue aún más caliente. Mew perdió el control a medida que el beso se fue intensificando y me lanzó de nuevo sobre los almohadones, lo que me hizo sentir suyo.

- ¡Mew!...

Fue lo único que logré sollozar antes de que él se viniera sobre mí para volver besarme con rudeza y mucha pasión. Levanta mi camisa y me puse en disposición de que me la quitara, después sus labios recorrieron mi torso de forma lenta y lujuriosa, se acerca para morderme y...

Tok Tok Tok...

- ¡Gulf!... ¡Oye, despierta! Llegaremos tarde a la clase nocturna. - Rápidamente puse la mascarilla de Mew.

- ¿Qué haces? - Me dice sonriendo.

- No puedes oler a otro omega, nadie te alejará de mí.

- Eres demasiado posesivo con algo que aún no es tuyo.

- Muy pronto lo será, ya me voy...

- ¿Adónde vas sin camisa? ¡Póntela!

Agarré la camisa, pero no me la puse, ya que a él también le afecta, quiero ver que es capaz de hacer para que yo le obedezca. Para mi sorpresa, me lllevó con fuerza a sus brazos y me puso la camisa en contra de mi voluntad, me pareció divertido y ahora sé que no me equivoqué con mi alfa.

Finalmente salgo del refugio sin dejar que Lhong entre o que sienta el olor de Mew, que por cierto es muy varonil. Él iba queriendo tocar mis labios, diciendo que estaban rojos e inflamados, cosa que no me sorprende después de tremendo beso que nos dimos con Mew.

Narra Mew:

Gulf es un omega hermoso, incluso puedo decir que me atrae mucho más que NuNew y eso me hace creer que es mi destinado. Siento a este omega tan mío, que cuando vi a su amigo tratando de tocar sus labios, quise salir de ese bello refugio para golpearlo y gritarle que Gulf me pertenece.

- ¿En qué piensas Mew?

- Tío, ¿qué posibilidad hay de casarme con un omega de este pueblo?

- Siendo honestos, ninguna.

- ¿Ninguna? ¿En verdad? ¿Por qué?

- Ye te expliqué que son los padres quienes van a la ciudad para conocer a los alfas.

No puedo creer que la única forma de tener a Gulf solo para mí, es que sus padres me escojan y no quiero eso. Quiero hacer las cosas bien, pero si no me dejan opción, tomaré lo que me pertenece así como lo hizo Zee, porque igual que él, yo tampoco estoy dispuesto a perder a mi omega, no de nuevo.

- Tengo que presentarme con sus padres. - Susurré.

- ¿Con los padres de quién?

- Nada tío, no me prestes atención, mejor seguiré limpiando.

Continué con mis labores, limpié todo, este trabajo no es digno de un alfa; pero lo haré con felicidad si eso me mantiene cerca de él. Antes, lloraba todo el tiempo por mi decepción con lo de mi ex, y desde que Gulf se cruzó en mi camino, sonrío aunque me pasen cosas malas.

Me gusta estar en el refugio de Gulf, aunque debo admitir que tengo miedo porque él no toma sus supresores y lo tomaré si no me controlo. Honestamente, quiero conocerlo, saber todo sobre mi hermoso omega, pero también quiero hacerlo mío de una vez por todas.

- ¡No espera! - Me hice a un lado cuando quiso quitarme la mascarilla.

- ¿Por qué no quieres quitártela hoy? - Me reclama con un puchero.

- Empiezo porque el otro día no me la quité voluntariamente y en segundo, al menos permíteme conocerte.

- ¿No te la quitarás?

- ¿Tomaste tus supresores?

- No.

- Pues tampoco me quitaré la mascarilla.

Hubo una pequeña discusión en ese lugar, Gulf quiso quitarme la mascarilla en un par de ocasiones y terminamos jugando. Al final, me acosté con él sobre mi pecho, acariciaba su cabello mientras él absorbía mi olor una y otra vez, incluso presionaba mis brazos diciendo que los alfas somos fuertes.

- Gulf, quiero venir todos lo días, reunirme contigo y hablar sobre nosotros...

- Pero... - Me contesta un poco molesto.

- No lo haré, a menos que tomes tus supresores; no quiero que me provoques, hasta que me sienta listo para tomarte como mío.

Gulf sonrió ampliamente, me abrazó con todas sus fuerzas y con algunas lágrimas asomándose en esos preciosos ojos que tiene, prometió tomar sus supresores para que pueda mantenerme tranquilo mientras estamos juntos y me alegra que nuestros corazones estén en sintonía.

Esa tarde hablamos de todo sobre él, tuve la oportunidad de conocer mucho de su infancia y cómo construyó este refugio. También me contó que sus padres son muy estrictos y aunque él quisiera tenerme como su alfa, sería casi imposible que me aceptaran si ellos no me escogen.

- Pero, yo te quiero para mí...

- Tú ya eres mío Mew. Y ya debo irme, tengo clases en una hora.

- No, no te dejaré ir. - Lo abracé muy fuerte.

- ¡Me asfixias!... Y no puedo quedarme, Lhong pasará por mí.

- Entonces contéstame, ¿quién es el chico de la fotografía?

- Ese es Lhong, vino el otro día y es mi mejor amigo desde los doce años, cuando sus padres lo trajeron al pueblo.

- Él no se llama Lhong y mucho menos es un omega...

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