Desde hace una semana cada noche, Jimin había comenzado a tener unos muy raros y acalorados sueños húmedos. Al principio se había avergonzado demasiado debido a la persona que era protagonista en dichos sueños, pues era nada más y nada menos que Jeon Jungkook.
Su lobo aullaba gustoso con tan sólo pensar en ese bonito omega de ojos cafés haciéndole cosas para nada decentes. Cada vez que lo veía, chillaba queriendo estar en sus brazos siendo mimado y querido.
No es un omega, Jimin...
Su lobo vivía repitiéndole lo mismo cada vez que él lo reprendía por querer llamar la atención del otro omega. Y eso lo tenía demasiado confundido.
¿A qué se refería con "no es un omega"?
Si no es un omega, entonces... ¿qué es?
Muchas veces divagó exhaustivamente en sus pensamientos intentando descifrar lo que su omega le decía. Incluso, llegó a pensar en que tal vez Jungkook no era un omega, sino un beta. El castaño no tenía olor, no parecía ser sumiso y tampoco tenía esa aura delicada y suave con la que los omegas contaban. Pero eso no tenía sentido, porque si el chico fuera un beta no lo habrían aceptado en la academia.
Todo era muy extraño.
No quería quebrarse la cabeza pensando en tonterías y maquinando cosas extrañas, pero no podía evitarlo aunque quisiera, no cuando su mejor amigo también había estado comportándose raro. Desde que habían ido a la casa de los Jeon, el chico no quería verlo ni a los ojos, frecuentemente lo ignoraba o se la pasaba todo el tiempo con Hoseok.
Jimin ya lo estaba extrañando.
—Tal vez se aburrió de mí —susurró decaído—. Tal y como me lo advirtió Seulgi.
Sus pequeños ojos se cristalizaron luego de pensar en que Taehyung podría estar aburrido de su amistad. Estuvo a punto de soltar la primera lágrima, pero no lo hizo. En su lugar, se maldijo internamente por siquiera pensar en tales barbaridades y desconfiar de la amistad que habían tenido por años.
—Tal vez sería bueno ir a caminar —dijo, levantándose de la cama. Ya eran alrededor de las cinco de la tarde y no había visto a Hoseok en todo el día más que en su clase teórica y práctica—. Debería de ir a buscar a Jungkook hyung.
Lo último lo hizo sonrojarse al recordar todos los sueños que había tenido con el más alto. Jimin estaba comenzando a creer que estaba demasiado necesitado por querer tener novio.
A él no le importaba mucho sobre las leyes que regían el estar con uno de tu misma "categoría", pero la sociedad puede ser muy cruel con respecto al tema. Por mucho que su estómago se revolviera cuando estaba con Jungkook, no podía ni siquiera pensar en estar con un omega.
—Taemin es una buena opción para mí... —murmuró para sí mismo—. Es un poco tonto y despistado, pero tiene buen corazón —su lobo gruñó molesto en su interior—. Ya, no te pongas así. Solo estaba bromeando. Jamás estaría con Taemin, además creo que a Yugyeom le llamó la atención.
Ese era el problema que se generaba cada vez que se profundizaba en sus pensamientos. Siempre terminaba diciendo o pensando en alguna estupidez o terminaba peleando con su lobo.
Suspiró. Los pasillos estaban casi desolados, sólo pasaba uno que otro omega provenientes del comedor. Al parecer, a muchos ahí les gustaba cenar temprano.
Vagó minutos enteros por todo el lugar sin dirección alguna. Sus cavilaciones lo estaban asfixiando de la peor forma, creando un hueco negro en su corazón lleno de confusión y desesperación.
Necesitaba a Jungkook. Específicamente, un abrazo de este.
No sabe cuánto tiempo había pasado, pero se sorprendió cuando vio esa área más desolada que nunca, por lo que sabía donde se encontraba ahora mismo, eran las bodegas de la academia. Solo una vez había estado en ese lugar y fue hace unos días cuando la señora Shin les dio un pequeño recorrido por las instalaciones.
Se preparó para emprender camino hacia el dormitorio de Jungkook, pero unos ruidos extraños provenientes del aula de su costado hicieron que detuviera su caminar. Se escuchaba un sonido similar a cuando rozabas la ropa con ropa, acompañado de unos chasquidos y pequeños jadeos de alguien.
Jimin torció su boca un poco confundido. ¿Qué era eso?
Bien decía su padre que la curiosidad no era buena, pero a Jimin en ese momento no le importó. Estaba aburrido, así que quería saber que pasaba ahí adentro. Quizás sólo eran ratas.
Lentamente se acercó a la puerta color caoba, abriéndola despacio para no generar ruido. Hasta que la abrió por completo, quedándose helado en su sitio.
—Mhm... Hobi..
Jimin abrió sus ojos y boca sorprendido al ver a Hoseok junto a Taehyung besándose como si la vida se les fuera acabar ese mismo día.
—Shh... No seas tan ruidoso, bebé. Alguien nos puede descubrir —rió bajito, mientras volvía a arremeter contra los labios del castaño.
Su mejor amigo se encontraba sentado encima de un rectangular taburete viejo, mientras Hoseok se encontraba entre sus piernas, apresándo la cintura del castaño con sus manos.
El rubio comenzó a boquear sin saber qué hacer en esa situación. No sabía si salir corriendo, esconderse, o gritar y regañar a su mejor amigo por estar besando a otro omega.
—¡Santos Michis! —gritó aterrorizado, decidiéndose por la última opción—. ¡Taehyung!
Tanto Taehyung como Hoseok pegaron un brinco en su lugar, separándose inmediatamente como si sus cuerpos se hubieran quemado por estar juntos.
El castaño lo miró con sus ojos llenos de sorpresa y terror.
—Ji-Jiminie —habló entrecortadamente—. No-No es lo que parece...
—Sí, no-nosotros... —intentó decir Hoseok, pero no hallaba nada con que excusarse.
Ambos tenían sus labios rojos e hinchados, sus cabellos estaban alborotados y sus ropas desordenadas. Había que ser tonto para querer mentir cuando se notaba a la perfección lo que habían estado haciendo.
—Ustedes... U-Ustedes... ¿Cómo? —Jimin tampoco sabía que decir o preguntar—. ¿Desde cuando? —intentó saber. Apenas llevaban conociendo a esos chicos dos casi dos semanas.
—Este fue el primer beso que nos hemos dado... —dijo Taehyung, con sus mejillas coloreadas de un tono rojo suave.
Jimin se dio la vuelta por un momento, pasando sus dos manos sobre su rostro.
—Esto no puede ser verdad —negó—. Ustedes son omegas, o-me-gas — recalcó.
Taehyung vio de reojo a Hoseok queriendo reír en ese momento, pero no lo hizo, ya que no era el momento adecuado. No era para nada agradable ver a Jimin enojado.
—Pero... Taehyungie me gusta —confesó Hoseok, sorprendiendo a los dos omegas—. Puede parecer precipitado, pero mi lobo lo quiere.
Taehyung hizo una mueca ladeada procurando no chillar de la felicidad. Su pequeño corazón había comenzado a latir furiosamente, y su lobo corría con euforia en su interior.
Por otro lado, el de labios gruesos se quedó callado por unos momentos. Todo el enojo y la preocupación se esfumó al escuchar tan sinceras palabras salir del omega.
¿Cómo podía tomarlo tan a la ligera? ¿No le daba miedo ser criticado?
—La academia no lo permitirá —habló Jimin preocupado, pensando en el bien de su amigo.
Taehyung contuvo la respiración. —Me importa un bledo lo que digan ellos, Jimin...
Y no era mentira, aunque Hoseok realmente fuese un omega, a él en ningún momento le hubiese importado estar con él.
—Bien, yo... Ustedes... —comenzó a decir, suspirando al final—. Sólo... Sólo mantengan esto en secreto, ¿si? —pidió mirándolos con preocupación—. Saben que podrían ser expulsados si alguien se llega a enterar. Recuerden cualquier tipo de relación que no sea de amistad, está prohibida entre omegas.
—No te preocupes, Jiminie —le sonrió Hoseok—. Lo tenemos en cuenta.
—Pero, por favor, no se anden besuqueando en cualquier parte. Ya saben que los pueden des cubrir.
Jimin los analizó por unos segundos antes de darse la vuelta para salir de ahí. Tenía muchas preguntas y muchos consejos que dar, pero el aroma de Taehyung lleno de excitación lo estaba mareando, por lo que decidió que buscaría otro momento para hablar.
Aún estaba sorprendido por lo que acababa de ver. No podía salir de su shock.
A su mente sólo vino una imagen del hermoso omega castaño y él. Un sonrojo se instaló en sus abultadas mejillas. ¿Por qué estaba pensando de esa manera?
A veces tu propia mente te puede traicionar, así como a Jimin, que un sólo pensamiento llegó a él antes de comenzar el recorrido que lo llevaría hasta el más alto.
Si Taehyung podía besar a Hoseok, ¿por qué el no podía besar a Jungkook también?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top