Capitulo 3: ¿!Que soy qué!?
-¿Quien se encuentra del otro? Es casi imposible que alguien venga hasta aquí.- pensó (T/N) serio.
¡Buuuuum!
Llamaron otra vez. Dudley se despertó de golpe. La mente de (T/N) comenzó a trabajar activamente pensando en una estrategia para contra atacar y repeler cualquier cosa en caso de ser necesario.
-¿Dónde está el cañón? -preguntó Dudley estúpidamente mientras se levantaba.
Se oyó un crujido detrás de ellos y tío Vernon apareció en la habitación. Llevaba un rifle en las manos: ya sabían lo que contenía el paquete alargado que había llevado.
-¿Quién está ahí? ¡Le advierto que estoy armado!.- grito Vernon serio a la vez que preparaba su arma.
Un silencio se hizo presente durante varios segundos hasta que la puerta fue empujada con tal fuerza que se salió de las bisagras y, con un golpe sordo, aterrizó en el suelo.
Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por una larga maraña de pelo y una barba desaliñada, pero podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera.
El gigante se escurrió hacia el interior de la cabaña agachándose para que su cabeza sólo rozara el techo. Se agachó, tomo la puerta y, sin esfuerzo, volvió a ponerla en su lugar. El ruido de la tormenta se apagó un poco. Se volvió para mirarlos.
-Podríamos preparar una taza de té, ¿verdad? No ha sido un viaje fácil.- dijo el desconocido un poco aliviado por el fin de su viaje.
Acto seguido se desparramó en el sofá donde Dudley estaba petrificado de miedo.
-Levántate, bola de grasa -dijo el desconocido un poco molesto.
Dudley chillo y corrió a esconderse detrás de su madre, que estaba agazapada, aterrorizada, detrás de tío Vernon.-
-¡Ah! ¡Aquí está (T/N)! -dijo el gigante alegremente.
(T/N) levantó la vista ante el rostro, feroz, salvaje y peludo, y vio que los ojos negros le sonreían arrugados.
-La última vez que te vi eras sólo una criatura. Te pareces mucho a tu padre, pero tienes los ojos de tu madre.- dijo el desconocido aún alegre.
Tío Vernon dejó escapar un curioso sonido.
-¡Le exijo que se vaya enseguida, señor!. ¡Esto es allanamiento de morada!.-grito Vernon enojado.
-Bah, cierra la boca, Dursley, grandísimo majadero -dijo el gigante molesto y sin prestarle mucha atención.
Al ver que Vernon no dejaba de apuntarle con su rifle el desconocido se estiró,le arrebató el rifle al tío Vernon, lo retorció como si fuera de goma y lo arrojó a un rincón de la habitación.
Tío Vernon hizo otro ruido extraño, como un ratón al pisarlo.
-De momento no parece una amenaza, es más me agrada pero aun así no debo bajar la guardia.- pensó (T/N) serio a la vez que veía fijamente al gigante.
-De todos modos, (T/N) te deseo un muy feliz cumpleaños. Tengo algo aquí. Tal vez me he sentado encima en algún momento, pero tiene buen sabor.-dijo el gigante más tranquilo, dando la espalda a los Dursley.
Del bolsillo interior de su abrigo negro sacó una caja algo aplastada. (T/N) la abrió con dedos temblorosos. En el interior había un gran pastel de chocolate pegajoso, con «Feliz Cumpleaños, (T/N)» escrito en verde.
(T/N) miró al gigante. Iba a darle las gracias, pero las palabras se perdieron en su garganta y, en lugar de eso, dijo:
-¿Quién es usted?.- dijo (T/N) bastante curioso y algo serio
El gigante rió entre dientes.
-Es cierto, no me he presentado. Soy Rubeus Hagrid, Guardián de las Llaves y Terrenos de Hogwarts.- dijo Hagrid alegremente.
Extendió una mano gigantesca y sacudió todo el brazo de (T/N)
-¿Qué tal ese té, entonces? Aunque no diría que no si tienen algo más fuerte.-dijo Hagrid animadamente y frotándose las manos.
Sus ojos se clavaron en el hogar apagado, con las bolsas de patatas fritas arrugadas, y dejó escapar una risa despectiva. Se inclinó ante la chimenea. Los demás no podían ver qué estaba haciendo, pero, cuando un momento después se dio la vuelta, había un fuego encendido, que inundó de luz parpadeante toda la húmeda cabaña. (T/N) sintió que el calor lo cubría como si estuviera metido en un baño caliente.
El gigante volvió a sentarse en el sofá, que se hundió bajo su peso, y comenzó a sacar toda clase de cosas de los bolsillos de su abrigo: un hervidor de cobre, un paquete de salchichas, un atizador, una tetera, varias tazas agrietadas y una botella de un líquido color ámbar, de la que tomó un trago antes de empezar a preparar el té. Muy pronto, la cabaña estaba llena del aroma de las salchichas chisporroteantes. Nadie dijo una palabra mientras el gigante trabajaba, pero cuando sacó del atizador las primeras seis salchichas grasientas, Jugosas y ligeramente quemadas, Dudley comenzó a impacientarse por lo que tío Vernon le dijo en tono cortante:
-No toques nada que el te dé, Dudley.- dijo Vernon serio.
El gigante lanzó una risa sombría.
-Ese gordo pastel que es su hijo no necesita engordar más, Dursley, no se preocupe.-dijo Hagrid con burla.
Le sirvió las salchichas a (T/N), el cual estaba tan hambriento que pensó que nunca había probado algo tan maravilloso, pero todavía no podía quitarle los ojos de encima al gigante. Por último, como nadie parecía dispuesto a explicar nada, dijo:
-Lo siento, pero todavía sigo sin saber quién es usted.- dijo (T/N) un poco confundido.
El gigante tomó un sorbo de té y se secó la boca con el dorso de la mano.
-Llámame Hagrid. Todos lo hacen. Y como te he dicho, soy el Guardián de las Llaves de Hogwarts. Ya lo sabrás todo sobre Hogwarts, por supuesto.- dijo Hagrid tranquilamente.
-Pues... yo no.. tengo idea de lo que me estás diciendo.- dijo (T/N) un poco apenado.
-¿Que mierda es Hogwarts?.- pensó (T/N) bastante confundido mientras un sin fin de cosas pasaban por su cabeza.
Hagrid parecía impresionado por lo que (T/N) le había dicho así que no tardó mucho en hablar.
-No tengo ni idea de cómo termine en esta situación mucho menos sé de qué me está hablando.-pensó (T/N) serio y algo confundido.
-Lo lamento.-dijo rápidamente (T/N) un poco apenado.
-¿Lo lamento?.-preguntó Hagrid enojado volviéndose a mirar a los Dursley, que retrocedieron hasta quedar ocultos por las sombras.
(T/N) siguió la mirada de Hagrid hasta los Dursley lo que le hizo saber que algo andaba bastante mal pero no sabía con exactitud que.
-¡Ellos son los que tienen que disculparse! Sabía que no estabas recibiendo las cartas, pero nunca pensé que no supieras nada de Hogwarts. ¿Nunca te has preguntado dónde lo habían aprendido todo tus padres?.- pregunto Hagrid enojado y sorprendido.
-¿Aprender que?.-preguntó (T/N) curioso con un leve apice de seriedad e interés.
-¿EL QUÉ? Espera un segundo!.- bramó Hagrid enojado.
Se puso de pie de un salto. En su furia parecía llenar toda la habitación. Los Dursley estaban agazapados contra la pared.
-¿Me van a decir que este muchacho, este muchacho!, no sabe nada... sobre NADA?.- pregunto Hagrid muy enojado.
(T/N) pensó que aquello iba demasiado lejos. Después de todo, había ido a la escuela y sus notas no eran tan malas.
-Sé algunas cosas cosas básicas como sumar y restar y todo eso entre algunas otras.- dijo (T/N)un poco calmado.
-Ademas de ser un excelente tirador, claro, pero no le puedo decir eso.- pensó (T/N) orgulloso de si mismo por sus habilidades para usar armas de fuego.
Pero Hagrid simplemente agitó la mano.
-Me refiero a nuestro mundo. Tu mundo. Mi mundo. El mundo de tus padres.- dijo Hagrid un poco frustrado y desesperado.
-¿Qué mundo? El único mundo que conozco es este.- dijo (T/N) aún calmado pero bastante curioso.
-Y el purgatorio, pero tampoco puedo decirle eso.- pensó (T/N) ligeramente divertido por ese hecho.
Parecía que Hagrid fuera a estallar debido a la gran ira que sentía.
-iDURSLEY!.- grito enojado.
Tío Vernon, que estaba muy pálido, susurró algo que sonaba como mimblewimble. Hagrid, enfurecido, contempló a (T/N).
-Pero tú tienes que saber algo sobre tu madre y tu padre. Quiero decir, son famosos. Tú eres famoso.- dijo Hagrid algo esperanzado.
-¿Cómo? ¿Mi... mi madre y mi padre.. eran famosos? ¿En serio?.- pregunto (T/N) muy sorprendido.
-Joder este mundo me sorprende cada vez más.- pensó (T/N) con cierto asombro.
-No sabías... no sabías...¿De verdad no sabes?.-dijo Hagrid muy sorprendido, se pasó los dedos por el pelo y le clavo una mirada de asombro.
(T/N) solo lo miro fijamente sin saber que respuesta otorgarle a Hagrid.
-¿De verdad no sabes quién eres?.- pregunto Hagrid aún sorprendido.
De pronto, tío Vernon recuperó la voz y algo de valentía
-¡Deténgase! ¡Deténgase ahora mismo, señor! ¡Le prohíbo que le diga nada al muchacho!.- dijo Vernon enojado.
Un hombre más valiente que Vernon Dursley se habría acobardado ante la mirada furiosa que le dirigió Hagrid. Cuando éste habló, cada sílaba temblaba de rabia.
-¿No se lo ha dicho? ¿No le ha hablado sobre el contenido de la carta que Dumbledore le dejó? ¡Yo estaba allí! ¡Vi que Dumbledore la dejaba, Dursley! ¿Y se la ha ocultado durante todos estos años?.-dijo Hagrid furioso.
-¿Qué es lo que me han ocultado? -dijo (T/N( en tono curioso y anhelante.
-¡DETÉNGASE! ¡SE LO PROHÍBO!.-rugió tío Vernon aterrado pero tratando de sonar confiado.
Tia Petunia dejó escapar un gemido de horror.
-Voy a romperles la cabeza -dijo Hagrid enojado.
-Escucha (T/N), eres un mago.- dijo Hagrid un poco serio.
Se produjo un silencio en la cabaña. Sólo podía oírse el mar y el silbido del viento.
-¿Que soy un qué? -dijo (T/N) con voz entrecortada.
-¿Mago? ¿Acaso existe la magia en este lugar? No, no puede ser real pero... Tampoco puedo decir que en esta segunda oportunidad no han pasado cosas raras. Carajo, cada día aquí se vuelve mas raro que el anterior. Esto solo se pone más interesante.- pensó (T/N) bastante confundido y tratando de razonar las cosas.
-Un mago. Muy bueno, debo añadir, en cuanto te hayas entrenado un poco. Con unos padres como los tuyos, ¿qué otra cosa podías ser?.- respondió Hagrid serio sentándose otra vez en el sofá, que crujió y se hundió.
Debido a las palabras de Hagrid (T/N) salió de sus pensamientos para después volvió a mirarlo.
-Y creo que ya es hora de que leas la carta.- dijo Hagrid un poco más calmado.
(T/N) extendió una mano para tomar, finalmente, el sobre amarillento, dirigido, con tinta verde esmeralda, al «Señor (T/N). Potter, El Suelo, Cabaña en la Roca, El Mar». Sacó la carta y leyó:
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA
Director: Albus Dumbledore (Orden de Merlin, Primera Clase, Gran Hechicero, Jefe de Magos, Jefe Supremo, Confederación Internacional de Magos).
Querido señor Potter:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de un lugar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Le adjuntamos la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su búho antes del 31 de julio. Muy cordialmente, Minerva McGonagall Directora adjunta.
Las preguntas estallaron en la cabeza de (T/N) como fuegos artificiales, y no sabía por cuál empezar. Después de unos minutos, tartamudeó:
-¿Qué quiere decir eso de que esperan mi búho?.- dijo (T/N) confundido.
-Gorgonas galopantes, ahora me acuerdo.-dijo Hagrid de repente, golpeándose la frente con tanta fuerza como para derribar un caballo.
De otro bolsillo sacó un búho (un búho de verdad, vivo y con las plumas algo erizadas), una gran pluma y un rollo de pergamino. Con la lengua entre los dientes, escribió una nota que (T/N) pudo leer al revés.
Querido señor Dumbledore:
He entregado a (T/N) su carta. Lo llevo mañana a comprar sus cosas. El tiempo es horrible. Espero que usted esté bien.
Atte: Hagrid
Hagrid enrolló la nota y se la dio al búho, que la tomo con el pico. Después fue hasta la puerta y lanzó al búho en la tormenta. Entonces volvió y se sentó, como si aquello fuera tan normal como hablar por teléfono.
(T/N) se dio cuenta de que tenía la boca abierta y la cerró rápidamente.
-¿Por dónde iba? -dijo Hagrid.
Pero en aquel momento tío Vernon, todavía con el rostro color ceniza pero muy enfadado, se acercó a la chimenea.
-Él no irá -dijo Vernon enojado.
Hagrid gruñó enojado.
-Me gustaría ver a un gran muggle como usted deteniéndolo.-dijo Hagrid una ves más con burla.
¿Un qué? -preguntó (T/N) interesado.
-Un muggle. Es como llamamos a la gente «no mágica>> como ellos. Y tuviste la mala suerte de crecer en una familia de los más grandes muggles que haya visto.- dijo Hagrid un poco serio
-Cuando lo adoptamos, juramos que íbamos a detener toda esa porquería. Juramos que íbamos a sacarla de él! ¡Un mago, nada menos!.- dijo Vernon enojado.
-¿Ustedes lo sabían?-¿Ustedes sabian que yo era... un mago?.-preguntó (T/N) sorprendido y algo molesto.
-¡Saber!.-chilló de pronto tía Petunia-.
-¡Saber! ¡Por supuesto que lo sabíamos! ¿Cómo no ibas a serlo, siendo lo que era mi condenada hermana? Oh, ella recibió una carta como ésta de ese... ese colegio, y desapareció, y volvía a casa para las vacaciones con los bolsillos llenos de ranas, y convertía las tazas de té en ratas. Yo era la única que la veía tal como era: ¡una monstruosidad! Pero para mi madre y mi padre, oh, no, para ellos era «Lily hizo esto>> y «Lily hizo aquello», ¡Estaban orgullosos de tener una bruja en la familia!.-dijo Petunia muy enojada.
Se detuvo para respirar profundamente y luego continuó. Parecía que hacia años que deseaba decir todo aquello.
-Luego conoció a ese Potter en el colegio y se fueron y se casaron y te tuvieron a ti, y por supuesto que yo sabía que ibas a ser igual, igual de raro, igual de... de anormal. ¡Y luego, como si fuera poco, hubo esa explosión y nosotros tuvimos que quedarnos contigo!.- dijo Petunia aún bastante enojada.
(T/N) se había puesto muy pálido. Tan pronto como recuperó la voz, preguntó:
-¿Explosión? ¡Me dijeron que habían muerto en un accidente de coche!.- grito (T/N) enojado.
-¿ACCIDENTE DE COCHE?.-rugió Hagrid dando un salto, tan enfadado que los Dursley volvieron al rincón.
-¿Cómo iban a poder morir Lily y
James Potter en un accidente de coche? ¡Eso es un ultraje! ¡Un escándalo! ¡Que (T/N) Potter no conozca su propia historia, cuando todos los chicos de nuestro mundo conocen su nombre!.- gritó Hagrid enojado.
El lugar quedó en silencio durante unos segundos, (T/N) se encontraba mirando al suelo hasta que de pronto alzó la vista y miro a sus tíos dedicándoles una mirada tan fría que por unos momentos pensaron que morirían.
-Ahora entiendo todo, tu problema Petunia no es que tengas miedo a la magia, no. Tu problema es que tu hermana, mi madre si tuvo aquellas grandes habilidades y tu no. Todo el tiempo tuviste celos de ella pero los disfrazaste de miedo y desagrado. Pero siempre muy en el fondo pensabas en que debiste ser tu la que tuviera esas aptitudes y muy en el fondo sientes el deseo y la fantasía de que las cartas que yo he estado recibiendo llevaran el nombre de tu hijo.- dijo (T/N) serio y enojado.
Las palabras de (T/N) lograron golpear Fuertemente a Petunia la cual no pudo evitar derramar varias lágrimas mientras veía su sobrino y lo peor de todo es que tenía toda la razón, el hecho por el que también se la había pasado haciendo de la vida de su sobrino un infierno es por qué también sentía celos de el, de su poder además de que el fuera mejor que su hijo normal.
Cuando (T/N) decidió que el silencio del lugar había durado demasiado volvió a hablar.
-Pero ¿por qué? ¿Qué sucedió?.-preguntó (T/N) con tono de apremio.
La furia se desvaneció del rostro de Hagrid. De pronto parecía nervioso.
-Nunca habría esperado algo así -dijo en voz baja y con aire preocupado. Cuando Dumbledore me dijo que podía tener problemas para recogerte, no tenía ni idea de cuánto ignorabas. Ah, (T/N), no sé si soy la persona apropiada para decírtelo, pero alguien debe hacerlo. No puedes ir a Hogwarts sin saberlo.- dijo Hagrid un poco serio.
Luego de hablar le lanzó una mirada despectiva a los Dursley.
-Bueno, es mejor que sepas todo lo que yo puedo decirte... porque no puedo decírtelo todo. Es un gran misterio, al menos una parte.- dijo Hagrid aún un poco serio.
Se sentó, miró fijamente al fuego durante unos instantes y luego continuo.
-Comienza, supongo, con.... con una persona llamada... Pero es increíble que no sepas su nombre, todos en nuestro mundo lo saben.- dijo Hagrid algo nervioso.
-¿Quién es Hagrid.- pregunto (T/N) curioso.
-Bueno... no me gusta decir el nombre si puedo evitarlo. Nadie lo dice.-dijo Hagrid nervioso.
-¿Por qué no?.- pregunto (T/N) con mucha más curiosidad.
-Gárgolas galopantes, (T/N), la gente todavía tiene miedo. Vaya, esto es difícil. Mira, estaba ese mago que se volvió... malo. Tan malo como te puedas imaginar. Peor. Peor que peor. Su nombre era.- dijo Hagrid aún más nervioso.
Hagrid tragó, pero no le salía la voz.
-¿Puedes escribirlo?.-sugirió (T/N) tranquilamente.
-No... no sé cómo se escribe. Está bien... Voldemort. -Hagrid se estremeció-. No me lo hagas repetir. De todos modos, este... este mago, hace unos veinte años, comenzó a buscar seguidores. Y los consiguió; algunos le tenían miedo, otros sólo querían un poco de su poder, porque él iba consiguiendo poder. Eran días negros, (T/N). No se sabía en quién confiar, uno no se animaba a hacerse amigo de magos o brujas desconocidos... Sucedían cosas terribles. Se estaba apoderando de todo. Por supuesto, algunos se le opusieron y él los mató. De manera horrible. Uno de los pocos lugares que permanecieron seguros era Hogwarts. Hay que considerar que Dumbledore era el único al que Quien-tú sabes temía. No se atrevía a apoderarse del colegio, no entonces, al menos. Ahora bien, tu madre y tu padre eran la mejor bruja y el mejor mago que yo he conocido nunca. ¡En su época de Hogwarts eran los primeros! Supongo que el misterio es por qué Quien-tu-sabes nunca había tratado de ponerlos de su parte... Probablemente sabía que estaban demasiado cerca de Dumbledore para querer tener algo que ver con el Lado Oscuro, tal vez pensó que podía persuadirlos... O quizá simplemente quería quitarlos de en medio. Lo que todos saben es que apareció en el pueblo donde vivían, el día de Halloween, hace diez años. Tú tenías un año. Fue a su casa y... y...
De pronto, Hagrid sacó un pañuelo muy sucio y se sonó la nariz con un sonido como el de una corneta.
-Lo siento. Pero es tan triste... pensar que tu madre y tu padre, las mejores personas que podrías encontrar en el mundo... En fin.. Quien-tu-sabes los mató. Y entonces... y ése es el verdadero misterio del asunto... también trató de matarte a ti. Supongo que quería hacer un trabajo limpio, o tal vez, para entonces, disfrutaba matando. Pero no pudo hacerlo. ¿Nunca te has preguntado cómo te hiciste esa marca en la frente? No es un corte común. Sucedió cuando una poderosa maldición diabólica te tocó; terminó con tu madre, tu padre e incluso la casa, pero no funcionó contigo, y por eso eres famoso, (T/N). Nadie a quien él hubiera decidido matar sobrevivió, nadie excepto tú, y eso que acabó con algunos de los mejores magos y brujas de su tiempo (los McKinnon, los Bones, los Prewett...) y tú eras muy pequeño. Pero sobreviviste.- dijo Hagrid un poco serio a la ves que sentía varias emociones.
Algo muy doloroso estaba sucediendo en la mente de (T/N). Mientras Hagrid iba terminando la historia, vio otra vez la cegadora luz verde, con más claridad de lo que la había recordado antes, y por primera vez en su vida se acordó de algo más, se acordó de una risa cruel, aguda y fría.
Hagrid lo miraba con tristeza.
-Yo mismo te saqué de la casa en ruinas, por orden de Dumbledore. Y te llevé con esta gente.- dijo Hagrid algo triste.
-Una sarta de disparates -dijo tío Vernon molesto y con burla.
(T/N) dio un respingo. Casi había olvidado que los Dursley estaban allí. Tio Vernon parecía haber recuperado su valor. Miraba con rabia a Hagrid y tenía los puños apretados.
-Ahora escucha esto, chico -gruñó-: acepto que hay algo extraño en ti, probablemente nada que no hubiera curado una buena paliza. Y todo eso sobre tus padres, bien, eran raros, no lo niego, y, en mi opinión, el mundo está mejor sin ellos... Recibieron lo que buscaban, al mezclarse con esos brujos... Es lo que yo esperaba: siempre supe que iban a terminar mal.- dijo Vernon serio y enojado
Pero en aquel momento Hagrid se levantó del sofá y sacó de su abrigo un paraguas rosado. Apuntándolo hacia tío Vernon, como con una espada, dijo:
-Se lo advierto, Dursley, se lo advierto, una palabra más y...
Pero antes de que pudiera decir algo más un ruido bastante fuerte se hizo presente en el lugar, dicho ruido aturdió a todos menos a (T/N). Cuando todos se recuperaron vieron a (T/N) el cual tenía su arma en la mano.
-En mi opinión tú no tienes derecho alguno a opinar sobre ellos.- dijo (T/N) enojado.
Ante el peligro de ser alanceado con la punta de un paraguas empuñado por un gigante barbudo y el hecho de ser apuntando con un arma cargada, el valor de tío Vernon desapareció otra vez. Se aplastó contra la pared y permaneció en silencio.
-Así está mejor.-dijo Hagrid, respirando con dificultad y sentándose otra vez en el sofá, que aquella vez se aplastó hasta el suelo.
(T/N), entretanto guardo su arma, todavía tenía preguntas que hacer, cientos de ellas.
-Pero ¿qué sucedió con Vol... perdón, quiero decir con Quien-usted-sabe?.- pregunto (T/N) un poco serio.
-Buena pregunta, (T/N). Desapareció. Se esfumó. La misma noche que trató de matarte. Eso te hizo aún más famoso. Ése es el mayor misterio, ¿sabes?... Se estaba volviendo más y más poderoso... ¿Por qué se fue? Algunos dicen que murió. Tonterías, en mi opinión. No creo que le quede lo suficiente de humano para morir. Otros dicen que todavía está por ahí, esperando el momento, pero no lo creo. La gente que estaba de su lado volvió con nosotros. Algunos salieron como de un trance. No creen que pudieran volver a hacerlo si él regresara. »La mayor parte de nosotros cree que todavía está en alguna parte, pero que perdió sus poderes. Que está demasiado débil para seguir adelante. Porque algo relacionado contigo, (T/N), acabó con él. Algo sucedió aquella noche con lo que él no contaba, no sé qué fue, nadie lo sabe... pero algo relacionado contigo lo confundió.- dijo Hagrid con relativa calma.
Hagrid miró a (T/N) con afecto y respeto brillando en sus ojos, pero (T/N), en lugar de sentirse complacido y orgulloso, estaba casi seguro de que había una terrible equivocación. ¿Un mago? ¿Él? ¿Cómo era posible? Había estado la mayor parte de su vida bajo los golpes de Dudley y el miedo que le inspiraban tía Petunia y tío Vernon. Si realmente era un mago, ¿por qué no se habían convertido en sapos llenos de verrugas cada vez que habían intentado encerrarlo en la alacena? Si alguna vez derrotó al más grande brujo del mundo, ¿cómo es que Dudley casi siempre podía pegarle patadas como a una pelota?
-Hagrid, creo que está equivocado. No creo que yo pueda ser un mago. No conozco nada sobre la magia, yo de momento solo he tenido mi pistola como defensa y tampoco es que pueda usarla libremente.- dijo (T/N) un poco serio.
Para su sorpresa, Hagrid se rió entre dientes.
-No eres un mago, ¿eh? ¿Nunca haces que sucedan cosas cuando estás asustado o enfadado?.- dijo Hagrid tranquilamente.
(T/N( contempló el fuego. Si pensaba en ello... todas las cosas raras que habían hecho que sus tíos se enfadaran con él habían sucedido cuando él, (T/N), estaba molesto o enfadado: perseguido por la banda de Dudley, de golpe se había encontrado fuera de su alcance; temeroso de ir al colegio con aquel ridículo corte de pelo, se las había arreglado para hacerlo crecer de nuevo... y la última vez que Dudley le pegó, ¿no se vengo de él, aunque sin darse cuenta de que estaba haciéndolo? ¿No le había soltado encima una boa constrictor?
(T/N) miró de nuevo a Hagrid, sonriendo, y vio que el gigante lo miraba radiante.
-
¿Te das cuenta?. Con que (T/N) Potter no es un mago... Ya verás, serás muy famoso en Hogwarts.- dijo Hagrid un poco más alegre.
Pero tio Vernon no iba a rendirse sin luchar.
-¿No le hemos dicho que no irá? -dijo entre dientes-. Irá al instituto Stonewall y nos dará las gracias por ello. Ya he leído esas cartas y necesitará toda clase de porquerías: libros de hechizos, varitas y otras cosas estúpidas.- dijo Vernon con gran ira.
-Si él quiere ir irá, un gran muggle como usted no lo detendrá -gruñó Hagrid-. ¡Detener al hijo de Lily y James Potter para que no vaya a Hogwarts! Está loco. Su nombre está apuntado casi desde que nació. Irá al mejor colegio de magia del mundo. Siete años allí y no se conocerá a sí mismo. Estará con jóvenes de su misma clase, para variar, y con el más grande director que Hogwarts haya tenido: Albus Dumbled...
Hagrid no fue capaz de concluir su oración gracias a tío Vernon.
-¡NO VOY A PAGAR PARA QUE UN CHIFLADO VIEJO TONTO LE ENSEÑE TRUCOS DE MAGIA! -gritó tío Vernon enojado.
Pero aquella vez había ido demasiado lejos. Hagrid empuñó su paraguas y lo blandió sobre su cabeza.
-¡NUNCA... -bramó- INSULTE-A-ALBUS DUMBLEDORE-EN-MI-PRESENCIA!.- dijo Hagrid enojado.
Bajó el paraguas, que silbó en el aire, para apuntar a Dudley. Se produjo un relámpago de luz violeta, un sonido como de un petardo, un agudo chillido y, al momento siguiente, Dudley bailaba con las manos en su gordo trasero mientras gemía de dolor. Cuando les dio la espalda, (T/N) vio una rizada cola de cerdo que salía a través de un agujero en los pantalones.
Tío Vernon rugió. Empujó a tía Petunia y a Dudley a la otra habitación, lanzó una última mirada aterrorizada a Hagrid y cerró con fuerza la puerta tras ellos.
Y así se quedaron en silencio durante varios segundos hasta que la puerta fue abierta de nuevo por Petunia la cual camino lentamente hasta (T/N) para después agacharse hasta quedar a la altura de (T/N) y luego para sorpresa de el lo abrazo con fuerza.
Ahora soltando algunas lágrimas y sollozando Petunia comenzó a hablar.
-Tu tienes toda la razón, me duele admitirlo pero es cierto. Quizá si hubiera logrado aceptarlo antes hubiera Sido alguien mejor para ti pero lo hecho, hecho está así que solo me queda decirte que vallas Hogwarts y tengas la mejor de la suertes. Ve por ellos mi pequeño cazador.- dijo Petunia triste.
Sin decir nada más se levantó y regreso corriendo hasta la habitación para después azotar la puerta.
(T/N) se quedó mudo de la sorpresa que le había provocado todo lo que acababa de vivir.
Mientras tanto Hagrid miró su paraguas y se tiró de la barba.
-No debería enfadarme, pero a lo mejor no ha funcionado. Quise convertirlo en un cerdo, pero supongo que ya se parece mucho a un cerdo y no había mucho por hacer.- dijo Hagrid con Algo de burla y pesar.
Miró de reojo a (T/N), bajo sus cejas pobladas.
-Te agradecería que no le mencionaras esto a nadie de Hogwarts. Yo... bien, no me está permitido hacer magia, hablando estrictamente. Conseguí permiso para hacer un poquito, para que te llegaran las cartas y todo eso... Era una de las razones por las que quería este trabajo.- dijo Hagrid un poco más calmado.
-¿Por qué no le está permitido hacer magia? -pregunto (T/N) curioso.
-Bueno... yo fui también a Hogwarts y, si he de ser franco, me expulsaron. En el tercer año. Me rompieron la varita en dos y todo eso. Pero Dumbledore dejó que me quedara como guardabosques. Es un gran hombre.- dijo Hagrid más alegremente.
-¿Por qué lo expulsaron?.- pregunto (T/N) entre curioso y confundido.
-Se está haciendo tarde y tenemos muchas cosas que hacer mañana -dijo Hagrid alzando la voz-. Tenemos que ir a la ciudad y conseguirte los libros y todo lo demás.- dijo Hagrid alegremente.
Tras haber dicho esas últimas palabras Se quitó el grueso abrigo negro y se lo entregó a (T/N).
-Puedes taparte con esto dijo. No te preocupes si algo se agita. Creo que todavía tengo lirones en un bolsillo.- dijo Hagrid tranquilamente.
Fin del capitulo 3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top