Llevaba ya dos horas sentado en el sofá leyendo los documentos que había recuperado del despacho. Todo lo que ponía era increíble. Las teorías de mi padre estaban meticulosamente estudiadas, las pequeñas pruebas que había realizado en su tiempo confirmaban varias de sus hipótesis... En definitiva, mi padre descubrió la manera de lograr un planeta nuevo para vivir, la Luna. Desde ese momento me propuse terminar el proyecto de mi padre y llevar a cabo todas sus ideas. Dediqué horas y horas de estudio y trabajo hasta que terminé.

En el año 2108 presenté la idea de poder vivir en la Luna a la agencia de ANP, antiguamente conocida como NASA. Al principio me rechazaron, pero fui presentándoles nuevos argumentos, nuevos estudios... y, al final, terminaron por ofrecerme la oportunidad. El presupuesto necesario para realizarlo era bastante ajustado, pero con esfuerzo y nuevas ideas conseguí adaptarme a él. Me asignaron un equipo con el que debería trabajar y explicarles todo, y el progreso hasta el día de hoy ha sido increíble.