Trabajo y eskuela.

Después de aquella cita que habían tenido con Dib para tomar una malteada, decidieron dar otra pequeña caminata, nuevamente GIR recogía pequeños papeles publicitarios, mayormente de empleo, mientras tanto, Zim se dedicaba a caminar pacíficamente, teniendo la vista perdida frente a él.

Tropezó rápidamente con GIR, cosa que le hizo detenerse, un poco molesto por la repentina parada del robot.

-GIR ¿Que haces? Camina- ordenó el Irken, pero fue completamente ignorado por su ayudante, cuando estaba por reprenderle, GIR extendió su bracito, señalado con su dedo índice a un local de pasteles con un enorme letrero luminoso donde se solicitaban camareros.

—¿Qué?—preguntó aún confuso al robot, quien finalmente volteo a verle con un brillo de ilusión.

—Es parecido a Comidortia Zim tal vez se quedó mucho mas confundido, volteo a ver el local, curioso por ver como era por dentro, eso lo descubrió rápido pues el menor tomó su mano, tirando con emoción de esta para entrar al local.

—Bienvenidos a pasteles Ocre ¿en que le podemos ayudar?— recibió con júbilo una mujer de edad avanzada, regordeta y con delantal, su voz era dulce y acogedora, su cabello era rizado y platinado, sus ojos estaban entreabiertos y eran recubiertos por unas tupidas pestañas.

—De momento nada... Bueno, entramos por curiosidad, el cartel de "se busca" es muy llamativo y a mi inferior hermano menor le llamó mucho la atención.— la señora simplemente río suavemente, viendo con ternura como es que GIR se pegaba a una de las vitrinas de pasteles, casi saboreandolos -¿Y porque Ocre?- preguntó Zim, acercándose igualmente a las vitrinas, curioso y un poco hambriento al ver aquellos postres.

—Oh, porque esa es nuestra especialidad, hacemos pasteles con colores raros, dorado, plateado pero, la fórmula mas suave y rica es la Ocre— de forma amable, la mujer tomó una prueba de aquel pastel, era muy llamativo por el color tan brillante, el merengue era un tono mas abajo pero, igualmente era brillante, GIR tomó su parte y Zim la que le correspondía, comiendoselas de un bocado y quedando anonadados por lo realmente buena que estaba.

—¿Que les parece chicos?—

—¡Esta buenísima! ¡Me llevaré 5 pasteles!—

La mujer río, dándole otra muestra gratis a GIR, mientras tanto, Zim observaba curioso lo poco que se podía de la cocina de donde salían aromas que le dejaban con el estómago deseoso de probar cada bocado

El local no era la gran cosa, tenía en su mayoría mesitas, una zona de descanso que consistía en unos sillones de cuero, una mesita de café y una puerta hacia los baños, también había una extraña máquina que reconocía como "cafetera" y una barra de sandwiches, el color en casi todo el local eran rosas y amarillos.

-¿Te interesa el empleo?-

-¡Si amo! ¡Diga que si, por favor!-

El irken lo pensó un momento, tal vez sería algo que les pueda distraer, tenían mucho tiempo en casa y estaba seguro que tendría ganancias por aquello.

—Supongo que si ¿Que se supone que debo hacer?—

Ohh, es sencillo, serás solamente el mesero, atenderás a las personas que vengas, te puedes quedar con las propinas y también puedes traer a tu adorable hermanito para que te ayude, pueden comer aquí si les apetece, para empleados es gratis—

GIR parecía a punto de explotar de la alegría, mientras tanto Zim terminaba de llenar sus datos, percatandose de que era el único para postularse en ese trabajo.

—¿Cuando empiezo con mis labores?— preguntó Zim a la mujer que estaba guardado la tabla donde el alienígena había anotado sus datos.

—Mañana querido, será el debut por la remodelación de la tienda, estoy segura que harás un maravilloso trabajo—

—Seguro que si, soy fantástico en los locales de comida.—

Después de una pequeña y animada despedida, salieron del local, Zim había decidido comprar un pastel a GIR para que este se quedara en paz un buen rato.

No tuvieron que caminar demasiado para llegar a casa, de habían detenido a hacer unas cuantas compras, entre ellas, una mochila y útiles escolares.

❄•❄

—¿Esta seguro de esto, amo?—

—Estoy muy seguro GIR, si me centro en la eskuela, podré aprender sobre el comportamiento de los estúpidos humanos, sus básicos conocimientos y podré camuflarme a la perfección... ¡Soy un genio!—

—... Claro ¿Ya se fue a registrar a la eskuela?—

—Todavía no, necesito hacer algo para ocultar el PAK y llenarme de conocimientos antes de ir.—

GIR decidió no decir nada más, Zim se había encargado de comprar bastantes cosas para la eskuela, se aseguraría de aprender para que servía cada cosa, para evitar distracciones, también se había hecho de varios cuentos con dibujos y libros para colorear para GIR.

Se había pasado alrededor de 2 días leyendo sobre la psicología humana, era mucho más complejo, y más el tener que traducirlo, aprendió a escribir, leer, aprendió la lógica humana sobre el "si no lo veo, no lo creo" y las miles de teorías conspirativas, estas le habían dejado prendado al igual que la historia de la humanidad y la ciencia.

La capacidad de un Irken para leer era impresionante, se debía a su rápida comprensión, aunque Zim era uno defectuoso, tenía esa habilidad.

Se encontraba frente al espejo, su disfraz estaba hecho nuevamente sin embargo, solo portaba una camisa azúl marino, acompañada de una Bermuda caqui.

—Sonrisa amistosa...

Leyó de uno de los libros que tenía en una de sus manos, era extraño, verse en el espejo intentando sonreír de una manera no malévola o triunfal, era algo a lo que no estaba acostumbrado.

Curvó suavemente sus labios, intentando no fruncir el ceño o no hacerlo de una manera evidentemente falsa.

—Creo... Creo que no tengo esa habilidad todavía...— murmuró, cerrando el libro y colocándolo en una de las estanterías.

—¡Ya casi es hora!— GIR bajó corriendo, acomodándose las gafas y la peluca, Zim había decidido llevarse consigo a la eskuela al pequeño robot, obviamente, unos grados más abajo que él.

El irken cambio su ropa a unos pantalones negros de mezclilla, una camisa de manga larga color vinotinto y unos zapatos negros, quería adaptarse al estilo que GIR le había dado con el maquillaje.

Su PAK había sido escondida en la camisa y el suéter que se puso después, dejándolo lo suficientemente holgado para que lo cubriera.

—¡Maravilloso!— exclamó Zim al ver que sus disfraces estaban completos, salieron de la casa, caminando por las calles apenas iluminadas por las farolas de la ciudad en dirección a la eskuela.

❄•❄

—Cállate Dib.— no era que le desagradaran las ideas conspiranoicas de su hermano, más bien lo odiaba a él, aquellos dos meses que Zim se había ido, estaba mucho mas insoportable que de costumbre y el haberse creado un amigo imaginario había ayudado muy poco.

—¡Pero es verdad, te juro que existe!—

—Claro...— concluyó la conversación, sacando su consola de videojuegos para evitar completamente cualquier contacto con Dib, eso hizo suspirar a su hermano mayor, dejando el tema de lado.

Al llegar no pudo evitar voltear a varios sitios en busca del chico que había visto un par de días.

—¡Allí!— antes de que Gaz levantara la mirada, fue arrastrada por Dib donde llegaba GIR y Zim, quienes iban distraídos, discutiendo por la consola de videojuegos que GIR se negaba a dejar.

—¡No te voy a dejar esta mugre consola en clases!—

Gaz finalmente levantó la mirada, había jurado que escuchó claramente a Zim, pero frente a ella habla una escena de berrinche, basada en Gir gritoneando y retorciéndose para que el Irken cediera.

—¡Suficiente! Aquí esta tu estúpida consola, pero tienes mi palabra que si la pierdes no vas a tener otra—

—¡Si!— tomó la consola entre sus manos, quedando en silencio para seguir con su partida, sin percatarse de que los Hermanos membrana se acercaban para saludarlos, un Dib muy emocionado y una Gaz curiosa al ver la extraña consola de el "hermano" menor de quien suponía era Spork por la emoción de su hermano.

—¡Hey Spork saludó el de gafas al conocido, quien acomodaba unas cuantas cosas Dentro de la mochila de Dib.

—¿Eh? Oh si, hola— no puso mucha dedicación a su saludo, pues tenía pequeños problemas para meter la lonchera de GIR en su mochila, al menos agradecía que la consola lo mantenía quieto.

—¿Necesitas ayuda?— se acercó junto a su "amigo" acomodando un par de cosas para que entrara la lonchera, logrando el cometido y, finalmente, cerrando la mochila.

Zim y Dib habían entrado ya a su aula, platicando muy vagamente sobre cómo había ido su día, aunque realmente Zim no tenía mucha intención de interactuar.

❄•❄

Ya era hora de receso, Zim se había dedicado a sacar su lonchera con la excusa de que era alérgico a muchas cosas y su "padre" solía comprarle cosas para preparar cada día. Mientras tanto, GIR y Gaz se encontraban en la misma mesa, aún jugando, aunque la peli morado se había guardado cualquier comentario sobre la consola de GIR, de hecho y a pesar de que este estaba en el mismo salón que ella no sabía su nombre.

—Oye.—

No hubo respuesta del menor, quien estaba comiendo y jugando a la vez.

—Niño.—

Y seguía sin una respuesta, eso la exasperó un poco.

—¡Tarado!—

Finalmente, GIR levantó la vista, sonriendo bobamente al ver a Gaz, no era secreto (o al menos para Zim) que la chica le tenía un poco más idiota de lo que ya era.

—¿Que juegas?—

La de ojos rasgados se acomodó mejor a lado de GIR, quien le ofreció la consola.

—Cazador de Cerdos Zombies III

—¿Ya tienes el III? Debes estar bromeando—

Pero no, la consola era de muy alta calidad como para ser una estafa, quedó realmente atónita al momento en el que el robot le ofreció la consola.

—Mi amo lo consiguió ayer que nos estábamos arreglando para la eskuela ¡Puedes jugar con él si quieres!—

Gaz observó la consola, realmente sorprendida ¿Quien prestaba a cualquiera una consola que apenas y se había estrenado?

—Yo... Gracias...—

•∆•

-w- yo si shippeo a la Gaz con el Gir jsjsjjs

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