Parte 9
Capitulo 9: El Sueño de Tomoe
Después de que Nanami se hubiera ido y después de que Mizuki le hubiera explicado a Tomoe lo que había pasado cuando llego al templo Yonomori para ver el cuerpo de Nanami, ambos se retiraron al porche para charlar mientras bebían sake.
-Estaba tan preocupado-Se lamentaba el familiar ante un Tomoe que removía su té como poseído. Llevaba 10 minutos sin parpadear-Tomoe-kun, ¡Tomoe-kun!
-¿Qué?-Volvió a la realidad y atendió a lo grititos que daba Mizuki. Cuando se pudo librar del familiar serpiente se fue a dar un baño caliente. Por su mente pasaban los hechos ocurridos con la nueva Nanami. ¿Qué había pasado? ¿No estaba muerta? ¿Por qué no los recordaba? ¿Y qué había pasado con su marca de diosa de la tierra?
Recostó la cabeza contra la cerámica fría de la bañera, apartándose unos mechones mojados de la frente cerró los ojos, intentando relajar su cuerpo.
-Familiar-zorro-sama-Una voz sonó en su cabeza y cuando abrió los ojos se encontraba frente a una pequeña persona vestida con un kimono negro. La pitonisa.
-¿Qué haces aquí?-Pregunto, colocándose en posición defensiva.
-No temas, he venido para hablarte de Nanami.
-¿Nanami?-Exclamo y se acerco a donde estaba ella-¿Qué pasa con Nanami? ¿Y cómo es que la conoces?
-Tu diosa de la tierra vino a verme al pasado para buscar una solución para la maldición que te poseía-Relato la pitonisa y lo señalo con su blanca mano-Hice un pacto con ella. Su vida humana por la tuya.
Tomoe abrió mucho los ojos al escuchar aquello. Entonces era verdad, Nanami había dado su vida por él.
-!Devuélvenos a la Nanami de antes¡-Suplico-Te daré mi vida si es necesario....Solo...solo quiero que vuelva y que todo vuelva a ser como antes...
-Familiar zorro cálmate-Le dijo la pitonisa-No te preocupes. La Nanami que conociste esta mañana es la misma que has conocido siempre. Te explicaré. Cuando Nanami llego a mi templo supe a lo que venía y ella poseía un poder muy grande. Nanami dio la mitad de sus poderes como diosa para revertir tu maldición.
Tomoe trago duro escuchando cuidadosamente sus palabras.
-Pero yo vi...el cuerpo de Nanami...
-Sí, lo sé. Pero aquello fue un estado temporal.
-Entonces...¿Cómo volverá a ser la antigua Nanami?-Se atrevió a preguntar. La pitonisa le dedico una mirada.
-Nanami sigue teniendo en su interior la marca de la diosa de la tierra. Lo único que tienes que hacer es volver a hacer un contrato con ella.
-¿Entonces volverá a ser la de antes?-Aun quedaba una esperanza.
-Así es.
Tomoe dio un suspiro. Más calmado al saber que Nanami iba a volver. Ahora solo tenía que hacer un contrato con ella. Genial.
Pero aun no entendía algo.
-¿Pero por qué le has impuesto ese tipo de trato a Nanami?
-En un principio iba a tomar su vida. Pero al intentar hacerlo su cuerpo rechazo el ritual, como si algo la atara a la vida. Al saberlo y a pesar de que ella había aceptado el trato decidimos utilizar su gran poder para revertir la maldición. Al conseguirlo tuvimos que borrar parte de su memoria temporalmente. Por ello su cuerpo humano murió durante unos meses.
Al enterarse de todo lo ocurrido así como de lo que había hecho por él suspiro aliviado. La pitonisa lo noto.
-Has cambiado Familiar zorro-Tomoe dirigió su mirada hacia ella- Cuando viniste a pedirme ayuda para convertirse en humano tenias otra mirada. Y cuando has suplicado por su vida tu tono de voz era sincero. Sé que estabas dispuesto a dar tu vida por Nanami. ¿Esa chica te gusta verdad?
-Si, en verdad me gusta Nanami.
La pitonisa sonrió, suavizando sus ojos y extendió la mano hacia Tomoe.
-Ahora regresa a tu templo y espera la llegada de tu maestra. Sabrás que hacer cuando llegue su momento-Su voz fue perdiendo fuerza y una espesa niebla deslumbro a Tomoe para despertarse a continuación en la bañera. Había vuelto al templo.
Lentamente salió de la bañera y se vistió, sus movimientos ralentizados mientras repasaba todo lo que había dicho la pitonisa y pensando a que se refería con el momento oportuno.
Mizuki asomó la cabeza desde su habitación al verlo pasar sin reparar en él y meterse en su cuarto con un movimiento rápido.
-Tomoe-kun ha estado mucho tiempo en el baño...sospechoso...-Se dijo para sí mismo pero decidió que se lo preguntaría por la mañana ya que el familiar se solía encontrar de mejor humor por las mañanas y él no quería recibir un golpe por su parte por preguntar cosas que no debía. Con un suspiro se metió en su habitación.
A la mañana siguiente cumpliendo con su horario Tomoe fue a recoger las ofrendas y al volver se encontró con Mizuki entablando conversación con Nanami, ambos sonrientes.
Tomoe se acerco lentamente observando el conjunto que llevaba la joven y como se había recogido el pelo en un moño con su horquilla. Unos mechones se le habían soltado, dándole un toque rebelde y desordenado. Hoy no se había puesto medias y llevaba un suéter de cuello alto amarillo junto con una minifalda roja con un adorno en negro en un lateral.
Sus ojos se encontraron y levantando la mano lo saludo.
-Buenos días, Tomoe-Dijo sonriente. Tomoe se les acerco y la saludo neutralmente, queriéndose dar golpes por comportarse así frente a ella.
-Has vuelto.
-Si, Mizuki me estaba diciendo que me invitaba a comer...si no es molestia...
Mizuki le hizo señas por detrás de la cabeza de Nanami para que aceptara sin decir ninguna estupidez y por un momento Tomoe estuvo a punto de reírse por las pintas de Mizuki.
-Quédate, nos gustaría mucho que comieras con nosotros-Dijo lentamente devolviéndole la sonrisa a Nanami.
Después de aquello acompañaron a Nanami al interior del templo, enseñándole los alrededores y mientras Mizuki desaparecía, quizá para darles más intimidad a ambos. Se escondió detrás de un árbol para vigilarlos.
-Este sitio es precioso, Tomoe-Comento mientras caminaban cerca del bosque cercano al templo. Tomoe asintió mientras le señalaba varios tipos de arboles y le comentaba alguna que otra historia sobre lo que habían hecho anteriormente; teniendo en cuenta de no nombrar que ella también las había vivido.
-¿Qué haces?-Pregunto al ver que Nanami estiraba la mano hacia sus orejas y las acariciaba suavemente. Sus ojos curiosos y sus rostros demasiado cerca.
-¿Eres un demonio zorro verdad?-Dijo acariciando sus peludas orejas más suavemente-Son muy suaves...
-Nanami...-Ella paro y se quedaron mirándose, las mejillas de Nanami se empezaron a sonrojar a medida que notaba el rostro del familiar acercándose.
-Tomoe...
Sus manos, aun sobre sus orejas se movieron hacia su cabello, enterrándose entre aquellos mechones plateados suaves como el terciopelo.
Estaban tan cerca...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top