Parte 6

Capitulo 6: En el templo

Después de que Nanami se hubiera desvanecido dentro del espejo Tomoe se levanto y grito su nombre hasta que comprendió que su maestra no iba a responderle.
Usando una gran cantidad de energía, que en su condición actual no era del todo recomendable, salió del espejo, encontrándose a Mikage cómodamente estirado bebiendo sake en una copa.

Tras sus redondas gafas el antiguo maestro de Tomoe no parecía sorprendido por la salida del espejo del familiar y se limito a extender una nueva copa hacia él.

Con un movimiento seco Tomoe la rechazo y se sentó en el suelo con la respiración agitada, sentía los parpados pesados, al igual que el resto de su cuerpo, que parecía roca dura. Sus extremidades chirriaron en protesta cuando cruzo las piernas.

-Mikage...¿Dónde...dónde está Nanami?-Por su mente pasaron las imágenes de la diosa de la tierra dentro del espejo, sus ojos rojos, el temblor de su voz y sus palabras...¿Acaso de verdad pensaba que se iba a creer que había venido a despedirse de él?
Nanami no era esa clase de persona.

Mikage tomo un largo trago antes de responder.

-Desapareció después de que fueras encerrado en el espejo-Sus ojos se suavizaron a medida que veía el terror en los ojos de Tomoe. Se apresuro a responder-Al parecer se marcho con Mizuki al templo Yonomori. Aun no han vuelto.

-¿Q-qué?-Cuando empezó a toser, Mikage lo arropo con una manta, sabia de la condición del familiar. Haber salido del espejo no había sido buena idea y conocer el paradero de su maestra tampoco. Tomoe no iba a ser capaz de resistir mucho más tiempo.

"Nanami-san...tú tienes el poder de cambiar el presente...Ojala mis predicciones sean correctas...Que no sea un error haber dejado a Tomoe en tus manos..."

-Mikage-La voz de Tomoe le devolvió momentáneamente a la realidad, disipando esos pensamientos que se habían formado en su mente, su mirada se poso en el familiar. Su voz había recuperado su tono normal-La maldición...

-Ya no está...-Concluyo el antiguo dios observando cómo las marcas que surcaban el cuerpo del zorro habían desaparecido. Comprobó rápidamente que la marca del pecho también hubiera desaparecido y ambos se miraron un par de segundos.

-¿Qué ha pasado?-Tomoe observaba incrédulo a su anterior maestro, su maldición...el dolor punzante que sentía hacia unos minutos...Movió sus brazos y sus piernas notando la flexibilidad natural de sus miembros...¿Había vuelto a la normalidad?

"Lo conseguiste, Nanami-san..."

Mikage observo con una sonrisa oculta bajo su sombrero como Tomoe se levantaba y rápidamente buscaba con la mirada a los guardianes del templo, Onikiri y Kotetsu y mientras lo hacia su mirada se volvió melancólica. Aquella sonrisa que adornaba los labios del demonio zorro no iba a durar mucho.

-Mikage, me marcho-Anunció Tomoe y ante la afirmación con la cabeza que le dedico Mikage. Salió del templo en busca de su maestra.

-Dioses...cuidad de Nanami-san y de Tomoe...Dejad que estén juntos. No permitáis que ocurra lo mismo que en el pasado-Con aquel deseo en su mente, el antiguo dios de la tierra se sirvió otra copa de sake.

Mientras, ajeno a la recuperación de Tomoe o de las palabras de Mikage, el segundo familiar del templo Mikage, Mizuki se encontraba junto al cuerpo de Nanami.
Desde hacia varios minutos que daba vueltas a su alrededor preocupado por la palidez y rigidez del cuerpo de la diosa. Sin embargo no podía despertarla así como así, podría alterar el espacio donde se encontraba su alma, por lo que para tranquilizarse la cubrió con una manta para darle calor.

Mizuki se sentía un inútil, no había podido ayudar el mismo a Tomoe y tampoco podía hacer nada por su maestra en aquellos momentos...Pese a ello, confiaba en Nanami, ella le había prometido que iba a volver y como buen familiar que era seguiría a su lado pasara lo que pasara. Por su mente pasaron los recuerdos de su antigua maestra. Nanami no lo iba a abandonar como lo había hecho su anterior maestra...¿Verdad?

-Nanami-chan...-Su mano acaricio los nudillos de la joven diosa y sus ojos se agrandaron al notar que no tenia pulso-¿N-Nanami-chan?-Rápidamente le tomo el pulso en la muñeca y un sollozo salió de su garganta a medida que soltaba su mano y daba unos pasos temblorosos hacia atrás.

NO...Aquello no podía estale pasando...NO otra vez...

El ruido de una puerta corriéndose y unos pasos sobre el tatami lo hicieron voltearse.
Tomoe, con la mirada perdida, lo observaba en la entrada de la habitación, una de sus manos apoyada en el marco de la puerta.

-Tomoe-kun...-Lentamente se fue levantando, gruesas lágrimas caían de sus ojos esmeraldas y con lentos pasos, se acerco al zorro cogiéndolo de las solapas del kimono-¡¿Q-que has hecho?¡

-¿Qué pasa?-Tomoe observaba sorprendido las lágrimas del familiar serpiente, sus manos temblorosas sujetando sus solapas. Sus ojos se posaron en el fondo de la habitación, en el cuerpo de Nanami tapado por una manta-Nanami, ¿Qué?...

Mizuki tiro de él, levantándolo en el aire unos segundos, sus ojos transformados en finas líneas lo miraban con ganas de matarlo.
Le dio un puñetazo en la mejilla, haciendo que Tomoe se golpeara contra el suelo. Con una mano sobre la mejilla adolorida se quedo observando a Mizuki. ¿Qué estaba pasando?

-¡¿Por qué?¡-Estalló Mizuki sin poder contenerse-¡¿Por qué mataste a Nanami?¡-Más lágrimas corrieron por sus mejillas y soltó varias maldiciones mientras se sorbía las lágrimas.

Tomoe poso sus ojos en el cuerpo de Nanami, no se movía...Con pasos apresurados llego hasta donde estaba la joven, su mano le rozo la mejilla; la sintió fría al tacto. Le movió el hombro varias veces pero los ojos castaños de Nanami no se abrieron.

-¿N-Na-Nanami?-Provo de nuevo, la sujeto entre sus brazos y la zarandeo suavemente un par de veces, obteniendo el mismo resultado; Nanami no respiraba-¡Nanami! No hagas el tonto...!Despierta¡

-Nanami-chan no va a despertar...-Susurro Mizuki, cabizbajo, mirando a ambos desde una distancia prudente.

-No puede ser-Musitó Tomoe observando a Nanami, su rostro pacíficamente dormido...sus mejillas pálidas, sin vida...Sus labios cerrados...sin respirar...-Nanami no esta...

-Muerta-Concluyo Mizuki y Tomoe lo miro, sus cuerdas vocales paralizadas, ninguna palabra salía de sus labios.
Volvió a mirar a Nanami, escuchando las palabras de Mizuki en su cabeza.

"Muerta...Nanami estaba muerta..."

Entonces recordó cuando Nanami había aparecido en el espejo y le había dicho que se iba a despedir de él.
Su boca se abrió, sin pronunciar palabra.

Ahora todo tenía sentido. La aparición de Nanami, sus palabras..., la desaparición de su maldición...

Nanami había dado su vida por quitarle su maldición...

Había muerto...

Igual que Yukiji...

Por él...


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