Un trato

(Tanjirou)

Ni siquiera tengo la fuerza para levantarme. Solo observo la ventana, el enorme ventanal que ilumina mi habitación. Desearía que no tuviera uno.

Sin pensarlo, me levanté y cerré las persianas, para evitar que la luz entrara. Me era de cierto modo molesta.

Me volví a recostar. Creo que estoy tan cansado de vivir así que ya no se que hacer.

Me gire, dando la espalda a la puerta. Pero cuando quería estar solo, está se abrió. O al menos eso pensé.

-¿Joven amo?.

-¿Que deseas?- la voz es femenina. Quizás sea una de las sirvientas.

-Bueno, quiero decirle que lo esperan abajo.

-No quiero ver a nadie.

-Pero....es importante- pronunció con vos temblorosa.

Medite un minuto. Si atiendo eso tan "importante" me darán en paz.
Lastimosamente me levanté y me dirigí a cambiar mi ropa por una más presentable que solo la pijama.

La sirvienta salió y me dispuse a ver qué me pondría. Todo ese closet para una sola persona que demasiado.
Trajes, sacos, zapatos, corbatas, etc, etc.

Un suspiro cansado salió. Tome lo que mi mano tocó y me lo puse. Baje a la sala principal y ahí estaba un par de hombres con trajes, se para que están aquí. Por lo que dejaron mis padres adoptivos.

-¡Señor!- exclamo el mayordomo.

-¿Puedo preguntarles qué hacen aquí?- dije en tono molesto y con el ceño fruncido.

Ellos colocaron su mejor sonrisa y comenzaron a hablar.

-¿Le molestaría que tomarnos asiento?.

-No, por qué ustedes se irán de aquí de inmediato.

-Esta bien.

Esa tonta sonrisa, es solo una falsedad más de estos tipos. No pueden ocultar sus verdaderas intenciones frente a mi, son como un libro abierto.

-Hemos venido para decirle que las ganancias que están en la fábrica de tela....no son tan buenas que digamos.
Estamos dispuestos a hacer un trato con usted sobre eso....

-¡Escuchen bien ustedes dos!- exclame -mis padres dejaron eso para mí. Queda bajo mi cuidado esa fábrica y si por alguna razón las ganancias están por debajo de lo que esperábamos yo me quedaré con mis bajas ganancias, no ustedes. Ya me tienen harto con sus insistencias que son totalmente inútiles para mí.
Si me entero que hacen algo para hundir ese lugar. Su empresa estará en bancarrota en medio mes si yo quisiera. Así que larguense de mi hogar, por qué mi tiempo es valioso.

Detecte un olor a odio y envidia provenientes de ellos. Y un poco de miedo.

Mientras los sirvientes hechaban de mi casa a esos contratistas. Decidí tomar el desayuno.

-Que bueno que ya está de buen humor amo.

-Eso tipos arruinaron mi mañana. Además falte a la escuela no por que hiciera un berrinche, si no por que tengo que ver asuntos privados de mis padres.

-Entiendo.

Estos asuntos me tienen de un lugar a otro. Si tan solo dejara de comportarme como una simple persona seria más fácil, pero no, el seguir fingiendo me traerá cosas buenas; como lo son está casa y tanto dinero que podría cubrir mis errores.

Los tiempos han cambiado, el dinero lo es todo en esta era. Sin dinero no eres nada, te tratan como un sucio bueno para nada.
Lo único que me salvó fue esas dos personas.
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Me encontraba vagando por la ciudad en busca de un asilo. Pero todo el mundo me ignoraba por completo, por ser un pobre chico vagabundo de ropas sucias.
Hasta que me encontré con una pareja que me tendió la mano en esa ocasión. 
Esas personas eran de dinero, me adoptaron e incluso antes de morir me dejaron sus bienes materiales y demas. Pero no sentía amor por ellos, no me volvería a encariñar con alguien si es que quisiera sentir el mismo dolor de antes.

Pero jamás deje que cualquiera tuviera lo que me dejaron. Pues estoy seguro que trabajaron duro para tener tales empresas de tela y seda.

Ahora me hago responsable de todo lo que dejaron. Me consideran un niño jenio por manejar eso a tan corta edad.
Si tan solo supieran que tengo más de un dos siglos de vida.

Me quedé como un niño de 15 años, cuando me volvieron demonio. No sé el por qué, pero le veo el lado bueno, así me puedo mezclar entre los demás.
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-¿Ya se fueron?- pregunté.

-Si amo. De hecho les dije que nunca volvieran.

-Quiero que cualquier persona que vea a esos tipos merodeando mi hogar o la fábrica háganmelo saber.

-Entendido.

Me fui de la sala principal para ir al comedor. Dónde el desayuno estaba listo, me senté en la silla y comencé a comer.

-¿Ahora que trabajo tengo para hoy?.

El mayordomo me entrego una montaña de papeles. La examine de arriba a bajo, jamás creí que fuera tanto.

-Esto es todo lo que tiene para el día de hoy.

-¡¿Todo esto?!- señalé.

-Si. Tiene que tener listo esos papeles antes del anochecer.

Me arrepiento de haber preguntado. Tome un sorbo de el jugo y después suspire.

-Por favor llévalo a mi habitación.

-Si señor.

Me levanté y camine fuera del comedor. Subí las escaleras y al estar frente a la puerta de mi habitación ví como dejaban todo el trabajo pendiente.

-Listo señor.

-Quiero que traigan el desayuno a mi habitación y después de eso no quiero que me molesten.

-Si.

De solo ver todo lo que tenía que hacer me daba miedo el sentarme y ni volver a levantarme.
Fue así como comencé mi trabajo.

(Yoshiteru)

-¿Hoy no llego el chico pelirrojo?.

-No.

-Ok.

Un aire de interés note en Touko. Me acerque más a ella para analizarla.
Pero solo conseguí que ella se molestará por mirarla de ese modo.

-¿Que estás mirando?.

-¿Por qué tanto interes en ese chico?.

-Por nada, solo pregunte.

-Si claro.

Ella noto mi sarcasmo y ella reaccionó violentamente.

-¡Ya te dije que no tengo interés en el?.

-Si lo niegas es por qué es cierto.

Ella guardo silencio y miro a otra parte.
Entonces si es cierto. Ella está enamorada de ese niño rico, ¿Que le atraerá?.

-Perdon Touko, es solo que me molesta ese mocoso.

-¡Pues si te molesta deja de hablar a sus espaldas!.

-Deja de gritarme, ya pedí perdón.

Después de eso, ella me terminó ignorando todo el día.

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