El último Cazador
Ella se quedó atónita ante mi acto. Lograba percibir las lágrimas en sus ojos, pero su celo estaba fruncido.
- Déjame ir, por favor. No sé de lo que me hablas.
- Si no eres desobediente y no haces ningún ruido te dejaremos ir sin ningún rasguñó. Pero.....si al escapar dices algo, me enargaré de buscarte a ti y tu familia.
Debía de persuadirla. Pero por alguna razón comenzaba a perder el interés en ella.
Decidí olvidar todo eso y dejé que las dos hermanas mayores se quedarán vigilando.
Kanao me siguió preguntando que haría con ella.
- Se que no es de mi incumbencia, pero ¿Que le hará? Señor.
- La volveré una demonio, pero solo la torturar un poco antes de convertirla.
- Me parece algo apropiado.
⚡🔥⚡🔥⚡🔥
Touko desapareció, no está por ningún lado. Decidí contarle a mi madre y ella de inmediato llamo a la policía.
Cuando llegaron aquí, a todas las personas que ese encontraban aquí se marcharon dejando solo a mi mamá y a mi.
- ¿Dónde está mi hija?.
- No lo sabemos aún, pero no hay ninguna pista sobre ella.
Mi madre estaba aturdida con todo. No logro decir ni una palabra más. Yo comencé a responder todas las preguntas que me hacían para dejar tranquila a mi mamá.
- ¿Tu eres su hermano mayor, no es así?.
- Si señor.
- Te haré una serie de preguntas, ¿Está bien?- pregunto con seguridad
- Está bien.
- ¿Estuviste con ella antes de desaparecer?.
-Siempre estuve con ella. Pero despareció en un abrir y cerrar de ojos.
- ¿Sabes e algún lugar al que fue durante ese transcurso de tiempo en que desapareció?.
- No, ella jamás me dejaría solo en el templo.
- Esta bien, un par de preguntas más. ¿Que estaban haciendo ustedes adentro?.
- Realizamos una danza cada año para conmemorar a nuestros ancestros.
- ¿ Podrías darme sus características?.
- Si, ella tiene el cabello largo de color oscuro, tiene ojos rosas y portaba ropa de color rojo y blanco.
- Gracias, esta información será muy útil para nosotros. Mientras, lleva a tu madre a descansar.
Obedecí, tome nuestras cosas y los policías nos llevaron a casa. Al llegar les agradecí a los agentes; lleve a mi mamá de la mano al interior de la casa.
La lleve a la sala y la dejé descansar un poco.
- ¿Te encuentras bien mamá?.
- ¿Bien? ¡¿Bien??. Cómo piensas que estaré bien si ti hermana desapareció.
Temblé ante sus gritos. Estaba preocupada. Muy preocupada.
Mi madre se dió cuenta de su error y con un tomo triste hablo.
- Lo siento - dijo con calma - es solo que....me encuentra muy cansada. ¿Podrías traer algo de agua?.
- Si.
Me levanté del sofá y me marche a la cosina, dónde fui a una de las estanterías tomando un vaso de cristal. Lo llene de agua y se lo lleve a mi madre que seguía sentada en sillón.
- Aquí está.
- Gracias- ella tomo un pequeño sorbo y después suspiro - perdón por causarte problemas.
- Está bien, necesitas descansar un poco. Ve a dormir temprano mamá.
- Pero necesito esperar alguna llamada.
- Esa llamada tardará, así que puedes aprovechar en dormir. Yo me quedaré aquí viendo tele o jugando vídeojuegos.
- Estás atento ¿Bien?.
- Si, tranquila.
El quedarme en el lugar de mi mamá era estresante. Pensaba que lo llevaría todo bien, pero resultó que no.
Estaba angustiado esperando la dichosa llamada, hasta que me desespere.
- Esa llamada nunca se dará. No hasta las 48.
Decidí tomar casetas en el asunto y decidí buscar alguna espada en la bodega. Encontré una de funda blanca, la guarda era extraña pues no combinaba con los colores de la espada. Una guarda negra circular.
La hoja era morada, tenía un color hermoso. Pero por desgracia no encontré la del bisabuelo.
- Está espada era de la bisabuela. Está muy bien cuidada.
Después de admirarla un rato, decidí colocarme el uniforme de mi bisauelo. Pero me di cuenta que era muy pequeño, me lo quité y me dirijí a mi habitación en silencio, me coloque mi uniforme de educación física.
Acomode la espada y salí de mi hogar para buscar en los alrededores. Tal vez no tenga la condición de los cazadores de demonios pero lo intentaré.
Camine silenciosamente por la vereda totalmente oscurecida por la noche. Apenas las luces alumbraban el camino, debía de ser cuidadoso o en cualquier momento podrían robarme mis cosas.
- Mi señor me había dicho que los cazadores ya no existían- pronunció una voz joven.
Al girarme una chica de ojos lilas y mirada afilada como la de un gato. Tenía una falda oscura con una camiseta blanca y un chaleco gris, unos zapatos con unas calceta blancas. Era una estudiante.
- ¿Que haces aquí?.
- He venido para acabar contigo.
- Es muy común eso.....¡¿Que?!.
La chica se abalanzó sobre mi logrando ver sus manos, que se adornaban con unas afiladas uñas largas. Yo por reflejo saque la espada y me protejí.
- ¡¡¿Que haces?!!.
- ¡Te asesinare y después te comeré!.
- Eres una chica muy hermosa, pero esos no son modales.
- !Cállate Agatusma Zenitsu!.
¿Qué? ¿Cómo conoce el nombre de mi bisabuelo?.
- ¿De dónde sacaste ese nombre?.
- Mi señor lo dijo.
¡Muzan sigue vivo!. Esto es un problema muy grande, si sigue vivo. Comenzará una matanza en toda la ciudad.
La chica demonio seguía atacando mientras que yo con miedo evitaba los cortes que resonaban con el viento del lugar.
- Si que eres ágil, pero no puedes hacer ninguna postura. Que patético.
- ¡Deja de confundirme!.
- De que serviría explicarte, si morirás de todos modos.
¿Que se supone que haga?
Recordé lo que leí en los escritos, cortar la cabeza a los demonios marcará la muerte de estos, aunque algunas cosas no son tan ciertas.
Le debo cortar el cuello a esa chica, que lastima. Ella es muy hermosa.
- ¡Deja de soñar!.
La chica me tomo de la chaqueta y me arrojo por los aires. Después ella salto a gran altura y me tomo del cuello.
- Este será tu fin, mocoso.
- Está bien, solo déjame decir mis últimas palabras.
- Cres que te dejare hacerlo.
Mis ojos se abrieron, pensaba que funcionaria eso. Me equivoqué por completo, al caer al suelo ella trato de estrellarme contra el piso para asesinarme en el proceso.
Pero en un movimiento me quite su mano de mi cuello y me sujete de lo que alcance. Las lámparas que eran muy grandes.
La chica cayó y me miro con furia. La hice enojar.
- Me dejare de juegos.
- ¡¿Al menos dame tu nombre no?!,- exclame desde las alturas.
- No lo haré. Creo que deje mis modales por un cazador inexperto como tú. Pensaba que tú eras el cazador que controlaba solo una postura.
Esta chica dice cosas sin sentido alguno.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top