III. Primeras impresiones (parte 2)

Tras la presentación de Lincoln un pequeño silencio se formó, las hermanas Loud estaban sorprendidas, Rachelle reía por lo bajo al ver cómo su hijo se decidió por una presentación tan formal y mecánica, aunque lo entendía también, después de todo se encontraba algo nervioso, cosa pudo notar gracias al casi imperceptible tiritar de su brazo, lo que la hizo pensar que el brazo que mantenía en la espalda lo estaba apretando con suma fuerza precisamente por esté motivo.

Tanto Rita como su esposo solo quedaron embelesados por tal muestra de modales y vocabulario al dirigirse a todos, era un joven tan bello como refinado pensaron ambos.

Rompiendo el ambiente Lola, con una vestimenta bastante informal impropia en ella se le acercó, pero lo hizo con un caminar que Lincoln fácilmente reconoció como el de una dama con clase, sus manos rectas, pero tiesas, su movimiento de cadera el cual destaca su paso mas no su figura gritaba "mirenme, aquí estoy, caminando hacía ustedes". Esto sumando a su mentón en alto y sonrisa perfecta sin llegar a mostrar arrogancia o soberbia le dió la impresión que a diferencia del resto, ella parecía haber sido educada para formar parte de la realeza, igual que una joven la cual conocía bastante bien al ser buenos amigos, pero con quién, al igual que con el resto, había perdido contacto.

Ya sea por costumbre, instinto o inercia Lincoln se inclinó más para remarcar la reverencia a su vez que Lola había alzado su mano, siendo rápidamente tomada con delicadeza por el chico quien la guío hasta sus labios para besarla.

— Mí nombre es Lola Loud. Y es un verdadero placer tenerte aquí Lincoln — se presentó la joven rubia usando todas sus fuerzas para no caer desmayada por la propia escena que estaba viviendo; era como una telenovela, no, más bien como una película romántica, no pudo evitar imaginar al joven frente a ella no con una vulgar chaqueta con capucha, sino con un uniforme blanco lleno de medallas y portando una espada como un verdadero caballero.

— Como dije, mí nombre es Lincoln Edevane, y el placer es todo mío, no todo los días se está frente a alguien tan bella — sonrió gentilmente a lo que Lola casi sufre un paro cardíaco por como se le aceleró el corazón. No obstante, ya preparada para situaciones en las que sus emociones le pudieran jugar en contra se aclaró la garganta mientras tapaba su boca con el puño y volvió con las demás, sin embargo, se colocó más atrás del resto ya que necesitaba sujetarse a algo, definitivamente eso fue más estimulante de lo que alguna vez podría haber imaginado.

Pero no fue la única encantada, puesto que más de una quiso recibir tal saludo, trato y cortesía. Sobre todo Lori, siempre había sido muy amorosa con Bobby, eran muy tiernos entre ellos, pero por algún motivo esto lo sintió diferente, no se dijo ningún apodo, no se hizo ningún gesto especial o propio de parejas, y aún así, le pareció casi un momento mágico.

La siguiente en presentarse fue a quien ojos de Lincoln, era claramente la gemela de la chica y, sin embargo, parecía ser su opuesto.

— Mí nombre es Lana Loud y como Lola tengo diez años, un gusto — saludo con simpleza estrechando la mano de la mujer y luego la de Lincoln.

— Es un gusto Lana — saludó sonriente Rachelle a su sobrina.

— Vaya, eres tan linda como tú gemela, me gustan tus coletas y tú gorra — señaló con gentileza ya que en verdad estaba sorprendido, era la primera vez que veía gemelas, por lo que imaginaba que el tener peinados diferentes era algo importante para diferenciarse.

Sus palabras sorprendieron a más de una, pero sin duda a quienes más sorprendió fue a Lola y Lana las cuales no esperaban tal comentario. Ambas, aunque mantuvieran rivalidad y una que otra pelea en realidad se habían vuelto muy unidas luego de algunos incidentes, por tanto eran más protectoras con la otra, más aún con sus sentimientos, por lo que enseguida reaccionaron a tales palabras, Lana atónita y Lola juzgando sí hablaba en serio, pero como Lana era quien estaba frente a esté no pudo evitar bacilar entre palabras, absorta en su mirada tan honesta y sonrisa genuina que le ofrecía.

— ¿E-eh? Tú... ¿Tú crees que soy linda? — preguntó solo para confirmar que había oído bien.

— Claro, Lola es toda una dama, pero tú tienes un encanto y belleza natural que es igual o mejor — acercándose un poco a su rostro puso en alerta a alguna de sus hermanas, mientras que Lana solo se puso muy nerviosa al tenerlo aún más cerca.

En eso, el joven limpia una mancha que la joven tenía un poco por debajo de su mejilla. Cuando se la quitó sacó un pañuelo para limpiarse la mano.

— Y por lo que veo te gusta la mecánica, ¿No? —

— ¿Ta-también te gusta? — se tropezó en sus palabras con emoción al preguntar.

— ¿Honestamente? No, no sé mucho de eso la verdad, pero me gustan las carreras, por eso supe que lo que tenías era aceite de motor —

— Oh, claro... Ya veo... — respondió un poco más desanimada, pero aún así contenta.

— ¿Sabes reparar autos o cosas así? —

— Sé reparar muchas cosas, incluso también reparo las tuberías de la casa — se jacto muy orgullosa mientras posaba sus manos en la cintura, esto dejando tanto a Lincoln como Rachelle sorprendidos.

— ¡Aaw~! Además de linda es muy lista — alabó Rachelle abrazando a la pequeña mientras la levantaba.

— ¿Li-lista? — cuestionó con dificultad al estar suspendida en el aire siendo apretada por la mujer.

— Claro, no cualquiera podría reparar tuberías o un auto, más a tú edad, sin duda eres tan increíble como linda Lana — apoyó el comentario de su madre mientras asentía con una gran sonrisa que ruborizó un poco a la chica, sintiendo una enorme felicidad por ser reconocida de esta manera.

Lola en silencio sonrió cerrando los ojos con aprobación, como la excelente competidora de concursos de belleza que era, le era sumamente sencillo ver sí alguien decía o no la verdad, y podía decir que ambos fueron honestos con sus declaraciones, en definitiva ahora les veía con gran cariño y aprecio.

Luego de eso Rachelle soltó a Lana y la siguiente hermana iba a presentarse aclarando antes su garganta, pero antes que pudiera hacerlo; Lincoln la interrumpió.

— No es necesario, Lisa Loud. La joven promesa de diversas áreas científicas, una prodigio en muchos campos los cuales muy pocos se atreven a indagar. Leí tú último trabajo, absurdo el que no fuese aceptado, pero debo decir que es un honor conocerte en persona, jamás creí que fuéramos familia — le tendió la mano mostrando por primera vez una chispa de emoción que no había mostrado por el resto, lo cual les produjo un mal sabor de boca a más de una, aunque no entendían bien el por qué.

— Interesante — se acomodó los anteojos antes de estrechar su mano — No imaginé que mí trabajo sería tan reconocido y valorado, sobre todo luego de las críticas que tuvo —

— Injustificadas cuánto menos y envidiosas en el peor de los casos, tú broma con los compuestos químicos para formar la palabra "cabron" usando únicamente sus números atómicos para disimularlo más no tiene precio, así como el párrafo donde desafiaste sus postulaciones comparando su utilidad con la de algunas postulaciones matemáticas arcaicas jajaja grandioso — no pudo evitar reír un poco al recordarlo, le había parecido un trabajo sobre saliente en todo sentido, pero cuando su trabajo fue rechazado decidió que sí algo de ese calibre no era reconocido, entonces no valía la pena reconocerlos como un conglomerado de laboratorios bioquímicos serio.

— Gracias, es bueno saber que mí trabajo no solo fue apreciado, sino también comprendido — expresó con suma gratitud la chica, no estaba segura sí le habían ayudado a comprender lo, pero al ver de reojo como su madre parecía completamente ajena o confundida de lo que decían; decidió darle el beneficio de la duda, sí era listo en ese caso era gratificante el tener con quien más hablar aparte de sus amigas obviamente.

En eso, el pantalón de Lincoln fue jalado un poco para llamar su atención, al voltear notó que era una de las hermanas Loud, la más pequeña de las mismas.

— Ahm... Disculpa... — comenzó a jugar con los dedos un poco nerviosa — Sí... Sí no importa... ¿Te gustaría ser mí hermano? — preguntó colocando una cara tan dulce y suplicante que por un instante Lincoln bufó apartando la mirada por tanta ternura, era como tener un subidón de azúcar instantáneo directo en las venas, nunca había visto alguien tan adorable, ni siquiera pudo procesar la pregunta que se le hizo.

— Di-disculpa... ¿Qué dijiste? —

— Sí... ¿Sí quieres ser mí nuevo hermano mayor? — preguntó nuevamente de forma adorable algo que incluso a Rachelle y las hermanas de la pequeña casi hizo colapsar.

Llevando su mano a cabeza de la niña con gentileza la posó y acarició con suavidad dándole una sonrisa.

— Claro que sí... Hermanita —

La niña, que no cabía en su emoción comenzó a dar pequeños brincos mientras repetía que por fin, tenía un hermano mayor, cuando terminó se lanzo a él siendo rápidamente atrapada y abrazada por esté.

— ¡Sí, sí, sí! Tengo un hermano mayor, ¡Tengo un hermano mayor! jajaja ¡Viva! — la chica en sus brazos acercó la mejilla a la suya para frotarla tiernamente, haciendo que esté sonría divertido por tal emoción.

Justo en ese instante Rachelle desde el costado abrazó a ambos con mucha fuerza.

— ¡Aaaawww! Es la cosita más tierna de todo el mundo, que linda~ uhm... ¿Cómo te llamas pequeña? — parando brevemente el estrujón que les daba, la mujer le preguntó con una pequeña sonrisa.

— Soy Lily Loud y tengo siete años — sonrió devuelta la pequeña.

— ¡Ay eres tan tierna! — volvió a exclamar la mujer tratando de apretar más el abrazo hasta que Lincoln se puso muy rojo, aunque no precisamente por la falta de aire.

— ¡Mamá! Te pedí que no hicieras una escena así — susurró tras su exclamación.

— Ay sí, perdón — se disculpo soltando a ambos.

Luego de eso Lincoln iba a pedir que le indicaran donde van a hospedarse, pero al examinar la casa se percató de todas las decoraciones que habían, en un inicio no lo notó dado el conmovedor encuentro que tuvo su madre y luego por el shock de ver todas las hijas que tenía está, pero ahora habiendo acabado las presentaciones pudo examinar mejor el lugar.

— Vaya, es una preciosa decoración... — en eso ve el cartel de bienvenida lo cual le hizo sonreír por lo bajo un tanto conmovido — ... Para nuestra llegada... — girando sé a todas les dedica una sincera sonrisa llena de gratitud mostrando sus colmillos, acompañado de un movimiento de cabeza que hizo ruborizar a más de una.

Rachelle por su parte también camino un poco adentrándose en la sala, quedándose fascinada por el ambiente festivo y divertido que le producía el lugar, totalmente diferente a las elegantes fiestas aburridas a las que estaba acostumbrada, dónde la única decoración destacable era o una estatua de mármol del anfitrión o una estatua de hielo de algún animal, aunque esto último sí le encantaba, recordaba como una vez vio una de un cisne gigante y ella se la quería llevar a casa, aunque su marido le dijo que eso era imposible, de hecho cuando se fueron ella armó todo un berrinche agitando los brazos para exigir que le dejarán llevarse la estatua, aunque eventualmente luego su marido le consiguió varias para que pudiera contemplar en casa. Incluso recuerda quedarse pegada a la primera que vio por abrazarla, ganándose las risas de su esposo antes de que la ayudase.

— ¡Es maravilloso! Me encantan los globos y las serpentinas y los adornos... —

— ¡Y el confeti! Jajajajaja — interrumpió Luan con un pequeño cono de confeti en sus manos que soltó cerca de la mujer, quien se sintió más que contenta al ver todo el confeti volar a su alrededor.

— ¡Sí, adoro el confeti! Jajajaja — sonrió muy contenta.

— Y no me olvide de tí, aunque para tí tengo mí versión Cañón-feti jumbo jajaja — se rió Luan mostrando que tenía oculto un verdadero cañón de confeti el cual apuntaba a Lincoln, dejándolo con los ojos muy abiertos y a la familia muy alarmada al ver como está jalaba la cuerda antes que pudieran detenerla. El chico, pasmado solo atino a cerrar los ojos antes del impacto, convirtiéndose ahora en más confeti que persona.

Luan reía felizmente por el ahora monte de confeti en el que se había convertido.

— Creo que pasó de "Lincoln" a "Lin-Con-Feti" jajajajaja — acercándose a la pequeña montaña le da unos ligeros codazos — ¿Entiendes, entiendes? Jajaja — preguntó la chica aún riendo.

Rachelle por un momento se tapó la boca con sorpresa por tal acción, le pareció divertida, pero no estaba segura de que su hijo lo tomase igual. Fue un instante muy tenso, incluso Luan dejó de reír. Ahí fue cuando comenzó a preocuparse, volviendo a llamarlo un poco, pero de nuevo no hubo respuesta, dejándola ahora un poco más tensa y nerviosa, por lo que sujetó la montaña para sacudirle todo el confeti hasta que lo vio ahí, siendo sujetado por ella aún con los ojos cerrados.

— ¿Lincoln? ¡¿Lincoln?! — preguntó genuinamente preocupada la chica al ver que esté no respondía, la familia también comenzaba a preocuparse hasta que de la nada; esté gritó alzando los brazos asustando a la chica quien cayó sentada.

— Jajajajaja debiste ver tú cara — se burló un poco el chico limpiándose una lágrima del ojo.

La chica por un momento quedó en shock hasta que las palabras llegaron a ella y enseguida frunció el ceño aunque mantuvo su sonrisa.

— Muy gracioso, pero no fue cosa risa, creí que te había lastimado — se quejó.

— Jajaja bueno, que sea una lección, una broma es graciosa a menos que pueda herir a alguien — le tiende la mano para ayudarla a levantarse mientras mantiene su sonrisa a lo que está, un poco ruborizada por como se veía aún con un poco de confeti en él, bañado además por la luz natural de la sala y sus brillantes ojos que deslumbraban como su sonrisa, lentamente tomó su mano para luego ser jalada hacia arriba, pero en eso tropezó un momento haciendo que se acerque más de la cuenta y él la sujete por la cintura.

Luan se hallaba embelesada a la vez que cautivada por el momento, él inmediatamente se apartó luego de ver que ella recobró el equilibrio, pero la chica aún repasaba en su mente aquel instante.

— Bueno, dejando de lado las bromas de fuego pesado... — ante el juego de palabras Luan salió de su ensoñación para empezar a reír — Como dije, es una muy bella decoración, se los agradezco — ante sus palabras todos sonrieron más calmados, por un momento temieron que le hubiera pasado algo o se hubiese molestado con Luan, sí bien sus bromas ya no eran tan pesadas como antes, aún el día de las bromas y una que otra vez; se le escapaba una broma pesada o un tanto peligrosa.

Luego de eso todos comenzaron a disfrutar finalmente de la llegada de los dos miembros de la familia, Rita los llevó al ático para que dejen sus cosas y luego celebraron en la sala, comiendo, platicando o escuchando la música de Luna.

Mientras esto ocurría Rita y Rachelle platicaban mayormente entre ellas, contándose algunas anécdotas, recordando viejas aventuras o lindos momentos que pasaron juntas. Por otro lado Lincoln rápidamente encajó bien con Liberty y Lily con quienes jugó videojuegos que no conocía, lo cual aunque en un inicio lo puso en desventaja, no tardó en tomar la delantera, dando un total de:

Lincoln:
4 Derrotas // 9 Victorias

Liberty:
5 Derrotas // 6 Victorias

Lily:
6 Derrotas // 7 Victorias

— ¡No es justo! Tú ayudas a Lily — cruzándose de brazos, Liberty hizo un puchero inflando sus mejillas, se veía tan tierna que Lincoln pensó por un momento que era su madre mientras se reía.

— Eso no tuvo nada que ver, soy muy buena yo solita — se jacto con el mando en la mano muy orgullosa.

— ¿O en serio? Entonces no te importará bajarte y jugar sin mí, ¿No? — sugirió Lincoln ya que la pequeña se encontraba sentada sobre su regazo, pero está volteando a mirarle colocó ojitos de cachorro comenzando a hacer resonar su nariz.

— Pero... Soy más buena contigo hermanito — declaró mandando sus palabras como una flecha al corazón del albino que no podía creer lo tierna que podía llegar a ser.

— ¡Lincoln, Lincoln, Lincoln! — se acercó gritando su nombre Lana hasta estar parada frente a él muy emocionada.

— ¿Pasa algo? — preguntó alzando una ceja al darse cuenta que está solo sonreía sin proseguir.

— ¿De verdad te gusta jugar con lodo y ser un monstruo de barro? —

— ¿Monstruo de barro? — reiteró Liberty curiosa.

— Ay no puede... ¡Mamá, no le cuentes esas cosas a tía Rita! — se quejó avergonzado desde la distancia.

— Ay, pero cariño, eras tan lindo y luego te ponías como un perrito para sacudirte todo el lodo en la sala o entrabas a la cocina exigiendo chocolate porque era lo que decías que comía tú especie jajajaja — desestimó su queja entre risas haciendo que Luan que estaba cerca de ría.

— Dios, ¿Por qué? — se llevó el mando a la cara intentando cubrir su vergüenza, Liberty le dió unas palmaditas en el hombro en señal de apoyo.

— ¡¿De verdad hacías eso?! ¡Asombroso! ¿Qué te parece sí jugamos en el lodo? Sabes, hay muy buenos charcos en el patio — preguntó muy entusiasmada Lana a lo que esté en definitiva se iba a negar, pero al ver su mirada tan ilusionada no quería romperle el corazón.

— Ah~ ¿Qué tal más tarde? Cómo... ¿Después de almorzar? -—

— ¡Sí! ¡Muy bien! ¡Wuju! — se fue celebrando la pequeña muy emocionada por tener finalmente un compañero de juegos.

— ¿En verdad jugaras en el lodo con ella? — cuestionó un poco escéptica Liberty.

— Bueno, hace años que no lo hago, supongo que podría ser divertido además, estaba tan emocionada, ¿Cómo podría decirle que no? — le sonrió con ternura haciendo que está un poco roja mirase al frente.

— Sí-sí... Se-seguro... Ahm... Y... ¿Qué más te gusta hacer? Di-digo a penas mencionaste videojuegos solo hemos jugado así que... — tropezando sé un poco al hablar le pregunto sintiéndose algo agitada, no era mucho de hablar con chicos, por lo que el tener a uno tan cerca y que a sus ojos, fuera tan lindo era una experiencia para la que no estaba preparada.

— Bueno... También me gustan los cómics, aunque hace mucho que no leo... También andar en patineta... Aunque hace más de un año que no lo hago... Me gusta la música, pero... —

— ¿Hace mucho no escuchas? —

— ... Sí... — ante la respuesta tanto Liberty como Lily se miraron un tanto preocupadas por esto, parecía que le gustaban muchas cosas divertidas y aún así, hace mucho que no hacía alguna de estás.

— Hey Lincoln, ¿Qué música te gusta? Yo puedo tocar todo tipo de Rock — habló Luna quien al escucharlo se acercó.

— Bueno, también el Rock, es solo que... Ah~ me he dedicado por mucho tiempo a mí trabajo... — estás palabras dejaron muy desconcertadas a las Loud, no entendiendo a qué se refería puesto que se supone tenía la edad de Lucy y Lynn, pero antes que pudieran profundizar más en el tema, el señor Lynn llamó para que todos pasaran a sentarse. Al ser una ocasión tan especial todos se encontraban en la misma mesa que, con ayuda de Lana habían logrado ampliar un poco, pero aún estaban un poco apretados a pesar de que para mala suerte de los Loud, su padre y esposo debía de marcharse por lo que no podría comer con ellos ya que al parecer en la oficina necesitaban que todos los empleados que pudieran asistir fueran lo antes posible.

Mientras todos degustaban los platos preparados por el esposo de Rita que debió ausentarse, Rachelle no podía evitar el mirar un poco la comida con desánimo, no porque hubiera comido antes en la pastelería, o por haber comido varios de los bocadillos, galletas y frituras que prepararon, sino porque solo quería comer la comida que preparaba su hijo.

— Y dime Lincoln, ¿Cómo te va en los estudios? — preguntó Rita para hacer plática.

— Bueno, aunque en realidad bajo las normas educacionales estándar sigo cursando la secundaria; yo ya poseo tres títulos universitarios. En ingeniería biomédica, bacteriología y farmacología aunque también tengo algunos conocimientos generales de otras áreas; esas son mis especialidades — la familia entera quedó en silencio ante tal declaración casual, como sí hablará del clima, incluso Lisa se encontraba tan impactada como intrigada.

— No entendí la mitad de las cosas que dijiste hermanito — sentada a su lado, Lily negó honestamente con la cabeza.

— Jajaja básicamente que aún estoy cursando la secundaria, pero poseo títulos que me acreditan como científico farmacéutico o químico sencillamente — le explicó aunque está aún no entendió del todo, pero como le pareció algo increíble por la reacción de las demás sonrió.

— Y no olvides que también eres un gran líder empresarial osito~ — agregó la madre con alegría — Después de todo aunque yo soy la cara visible de "Orna de Balor", en realidad es mí tierno osito polar quien dirige y administra todo — comentó con gran orgullo posando sus manos juntas en su mejilla mientras se movía en su sitio al lado de Rita.

— Mamá. Me das demasiado crédito, sin tí, el conglomerado de papá no hubiera sobrevivido — respondió mientras bebía un poco del jugo que se le había servido sin darle importancia a lo dicho.

La familia Loud por su parte aún se encontraba pasmada, no podían creer lo que estaban oyendo, pensaron que era una broma, por lo que Luan iba a reír y decir algo, pero Lisa en ese momento dejó caer su tenedor en el plato exhalando con gran sorpresa.

— ¡Aaaaaaaah! Por las mentes más brillantes del mundo, ¿Cómo no lo noté? Eres Edevane, líder del conglomerado de laboratorios Orna de Balor —

— También nos hemos expandido en otras áreas — comentó con simpleza.

— No puedo creer que tú estés aquí, comiendo con nosotras — exclamó emocionada sujetando sé la cabeza, sin embargo, su comentario fue mal recibido por Lincoln.

— No entiendo a qué te refieres, puedo comer dónde lo desee... —

— Ahm... Lincoln... — trató de llamar a su hijo ya que sabía lo que podría pasar.

— ¿O crees qué necesito tragar caviar con trufas blancas y cortes de sandía Densuke Black servidos en bandejas de plata con estúpidos tenedores de oro? — a medida que hablaba su voz se alzaba con más y más molestia, cuando estaba por pararse, su madre lo hizo primero.

— ¡Lincoln! — llamó la mujer haciendo que esté se calme, pero aún tenso se puso de pie.

— Disculpen. Debo usar el baño — tras retirarse dejo un incómodo ambiente en la mesa, a lo que su madre exhaló apenada.

— Lisa, sé que no fue tú intención, pero por favor no vuelvas a decir cosas así. Verás, al padre de Lincoln siempre lo miraron mal o se reían de él a sus espaldas por llevar una vida más sencilla cuando decidimos vivir en un pequeño pueblo. No solo eso, una vez el hijo de un alto funcionario público desprestigio el trabajo de mí amado y... Derramó el vino sobre su cabeza, Lincoln jamás pudo superar la rabia e impotencia que sintió al ver a su padre humillado en aquella fiesta — contó la madre esperando que se entendiera su punto.

— Eso es horrible, ¿Cómo pudo hacerle eso al papá de mí hermanito? ¡Debió ser un bruto! — se quejó Lily muy enfadada e indignada.

— Lo fue pequeña, pero debido al cargo de su padre y el mismo que poseía ese chico no podíamos hacer nada al respecto, a Lincoln nunca le ha gustado ser tratado diferente porque él junto con nosotros había vivido mayormente una vida simple, alegre y llena de amor, siempre lo criamos para que fuera una gran persona, no solo un gran profesional, porque muchas veces estos no poseen modales o empatía —

— Yo... Ahora comprendo porque Orna no brindó los fondos, seguramente cuando vio que rechazaron mí trabajo... —

— Decidí que sí no podían ver el valor de tus palabras entonces no valía la pena invertir en ellos, sí — terminó la frase Lincoln que había vuelto.

— Yo... —

— No te disculpes Lisa, yo me exalte por nada, y por eso les ofrezco una disculpa. Amargar la comida en familia es lo que menos quisiera haber hecho, lo lamento — agachó la cabeza con una expresión de arrepentimiento, pero en eso Lily toma su mano y le da una cálida sonrisa.

— A mí también me caen mal las personas así, tengo una compañera que se cree la gran cosa porque su padre es el jefe de no sé qué, pero en realidad es muy molesta — defendió su comportamiento haciendo que esté diera una leve sonrisa y de su otro lado Liberty posó la mano en su hombro.

— Es increíble que seas tan listo y debe de ser difícil hablar de esas cosas, pero no tienes que preocuparte por ello, ahora estamos comiendo todos juntos en familia — apoyó.

— ¡Y eso es lo que importa! — terminó de decir la pequeña.

Luego él miró a todas quienes dieron la razón, apoyando o asintiendo a su manera haciéndole sentir mucho mejor.

Después de eso decidieron dejar ese tipo de preguntas de lado para centrarse en lo que era verdaderamente importante, lo que a cada una le gustaba y le apasionaba, así fue que todas hablaron con entusiasmo sobre las cosas que les gustaba además de unas cuantas historias, aunque estás a veces eran seguidas por otras graciosas de Rachelle sobre su hijo, haciendo que esté quiera que se lo trague la tierra, siendo consolado por Lily y Liberty.

Al final el almuerzo había durado poco más de una hora, aunque cuando las Loud vieron los postres que habían traído Rachelle y su hijo, estos no duraron ni dos minutos sobre la mesa, ocasionando la risa de todos.

Luego tanto Rachelle como Lincoln fueron al ático, esto por un momento puso triste a Lana quien pensó, estaba molesto por lo ocurrido durante el almuerzo y ya no jugaría con ella, pero esté al percibir su tristeza acarició su cabeza moviendo un poco su gorra.

— Bajaré enseguida, solo quiero ayudar a mamá para desempacar, créeme, es lista, pero un poco torpe — le guiñó el ojo sacando la lengua haciéndola reír, por lo que asintiendo dijo que iría a su cuarto a buscar unas cosas.

Una vez en el ático Lincoln presto mayor atención a lo que anteriormente no hizo, en el ático había únicamente una cama.

— ¿No es lindo cariño? Me recuerda al ático de nuestra antigua casa, uh, ¿Recuerdas cuándo tú, las chicas y yo hicimos un fuerte con las cajas? Fue tan divertido — exclamó sonriente mientras tarareaba moviendo algunas cosas para simular una mesita de noche, un tocador e incluso levantando una grande colocando otras pequeñas dentro; un ropero — Ta-dah~ — habló orgullosa mostrando su ropero de cartón. Sin embargo, su hijo aún tenía fija la vista en el colchón.

— No puedo creerlo... Imagino no me dejarás... —

— Nop —

— Pero que tal sí... —

— Nop —

— Pero esto... —

— Vamos cariño, anoche dormimos juntos, ¿No quieres dormir junto a mami? — preguntó colocándose detrás de él y susurrándole al oído.

— ¿Segura qué para empezar ese es el comportamiento de una madre? — cuestionó arqueando una ceja.

— Que grosero — inflo sus mejillas tiernamente.

— Ayer lo hicimos porque estabas que te morías del miedo... —

— ¡No es cierto! —

— ... Pero esto es... Diferente, y será cada noche — ignorando la obvia mentira de su madre el chico continuó, colocándose cada vez más rojo al pensar en ello.

Por otra parte, al momento de ellos subir al ático, Lori solicitó una reunión hermanas para saber las opiniones hasta ahora y el como debían de proseguir.

— ¿Podemos darnos prisa? El día avanza y el lodo se seca — se quejó Lana.

— Esto es importante Lana... ¿Para qué la mochila? — preguntó Lori al darse cuenta que cargaba un bolso.

— Oh, quiero mostrarle las herramientas que uso normalmente, quizás no sepa de mecánica o esas cosas, pero tal vez pueda convencerlo de aprender — sonrió ansiosa de ir con él.

Lola en ese momento iba a reprocharle su actitud, pero al recordar las palabras de Rachelle apretó los labios, era claro que Lincoln era una persona con clase, elegante, amable, educado, pero aún así estaba claro que esa vida, a diario, le había dejado secuelas las cuales ella jamás abría imaginado.

— Bueno, ¿Para qué estamos aquí? — preguntó Liberty también queriendo que Lana jugará pronto con Lincoln para luego tenerlo para ella sola, aunque al pensar en esto rápidamente se corrigió a sí misma, incluyendo a Lily en el plan, aunque pensar en pasar algo de tiempo a solas con él no le desagradaba y, la tenue sonrisa que se le formó era prueba de ello.

— Bien. Es claro que la hermana de mamá es una buena mujer y muy amable también, pero quiero que hablemos del elefante en la habitación... —

— ¿Tenemos un elefante? No lo ví — se preguntó Leni pensativa.

— ¡Leni! Literalmente estoy hablando de Lincoln —

— Ay Lori, pero él no es un elefante, ¿Verdad? Y sí fuera, sería uno muy lindo — se dijo a sí misma esto último al recordar cómo la felicitó por su decoración cuando entre pláticas, ella le dijo ser la responsable.

Lori, la cual no había escuchado lo último solo dió unas palmaditas en la cabeza con condescendencia para luego mirar a sus hermanas y pedir sus opiniones.

— Creo que estás exagerando, es claro que él no representa ninguna amenaza para nosotras y en cualquier caso, también tú"expresión" está mal utilizada — la primera en defenderlo fue Lisa para sopresa de Lori que esperaba en caso de que las demás pensaran en eso, fuera ella quien se mantuviera al menos neutral.

Lisa había tras su tropiezo le pidió al menos platicarle un poco sobre sus trabajos, cosa que él a diferencia de lo que esperaba; hizo gustoso, teniendo la oportunidad de comprobar algunas hipótesis que en su momento no pudo o tuvo que dejar lado, aclarando algunas de sus dudas y dejándola fascinada por su jovialidad a la hora de tomar asuntos científicos como cosas cotidianas, no era que no aprecia sé o no tomará las cosas serias como lo que eran, asuntos serios, sino que la forma que tenía de expresarlo era tal, que le casi ni se percataba del hecho que estaban discutiendo compuestos y enlaces químicos así como compuestos o soluciones salinas.

— No lo sé sis, es algo raro, pero no me parece un mal chico, aunque sí parece algo estresado — dió su opinión Luna la cual de brazos cruzados y apoyada contra la pared le parecía genial los gustos musicales de su tía y primo, pero que siendo tan joven dirija tantas cosas parecían haberle afectado, al menos eso sentía.

— Yo creo que aunque su cabello es más plateado sin duda se lleva el oro jajajaja ¿Entienden? Parece que no le gusta reír frente a los demás, pero igual le saque unas cuando risas jajajaja — expresó su opinión Luan alegre por como resultó todo, era de entre todas una de las que más nerviosa e impaciente estaba, no sabía cómo se tomarían su actitud o la que estos tendrían, pero por lo visto ambos tenían sentido del humor, y sacar a flote el de Lincoln por alguna razón le era satisfactorio, no podía dejar de pensar en su risa.

— ¿Lo ves Lori? Lincoln es asombroso y ah~... Un sueño — ve que todas se le quedan mirando — Digo, ya saben porque el sueño de Lily era que fuera su nuevo hermano y él aceptó como sí nada, no cualquiera hace eso y también es muy amable, simpático, lindo, considerado, educado... — fue explicando y detallando Liberty hasta ser interrumpida.

— ¿Lindo? — cuestionó Lori alzando una ceja.

— ¿Dije lindo? Ah, bueno ya sabes, lindo de ser lindo con nosotras, no lindo de que sea lindo aunque bueno, feo no es y sus ojos... —

— Y su cabello... — apoyó Leni.

— Y sus ojos — continuó Lola.

— Y sus colmillos — ante esté último comentario todas gritaron exaltadas del susto, más de una dando un salto del susto.

— ¡Demonios Lucy! — se quejó Lola.

— Agh. Literalmente sentí que mí corazón salía de mí pecho por un segundo —

— Había oído de poner el corazón en tus palabras, pero él mío casi llega a la garganta jajajajaja — todas gimieron con desagrado ante aquel mal chiste.

— ... Suspiro... El punto es que Lincoln es buena persona, y estoy segura de que no nos hará daño — defendió.

— Eso no lo sabes — replicó Lori.

— ¡¿Por qué te desagrada tanto mí hermano? Él es muy genial, y asombroso y bueno y... ¡Y genial! — se quejó Lily ya fastidiada por la actitud de Lori.

— Alguien tiene que ser la responsable aquí — argumentó la adolescente.

— ¡Pues más pareces la paranoica! — respondió enojada la pequeña.

Lori en eso se molestó bastante, pero antes que llegará a más, todas se separaron para detenerlas de hacer algo más.

— Hey sis, recuerda que tenemos visitas. No hagas líos innecesarios — pidió Luna tratando de detener a su hermana junto a Leni, Luan y Liberty.

— ¿"Líos"? ¿Crees qué yo solo estoy armando "líos" innecesarios? — se quejó a lo que Luna se maldijo pensando que debió de quedarse con la boca cerrada.

— ¡Sí lo haces, porque siempre lo haces! — apoyó Lily que era detenida por Lisa, Lola y Lana.

En ese momento las chicas escuchan algo caerse con fuerza en el pasillo por lo que rápidamente todas abrieron la puerta para ver, allí se encontraron con que la puerta del ático estaba abierta y ahora en suelo se encontraba medio sentado Lincoln sobándose la cabeza.

— ¡Hermanito! — alterada Lily se apretó las mejillas antes de correr a ayudarlo — ¿Te encuentras bien? —

— ¡Osito, ¿Te encuentras bien?! — preguntó igualmente alterada la mujer que por el susto quería bajar rápido, pero en eso se tropezó debido a su vestido y cayó.

— ¡Cuidado! — exclamó apartando a Lily de un tirón mientras era impactado de frente por su madre, podría haberse movido, pero de hacerlo está abría chocado de boca contra el suelo así que prefirió amortiguar la caída aunque en definitiva le dolió, pero al haber sido una caída de frente los dos quedaron, para sorpresa del otro, besándose, debido al ángulo ninguna de las Loud que seguían en la puerta de Lori pudo notarlo, solo Lily.

Lincoln inmediatamente apartó a su madre tomándola de los hombros y mirando a otro lado le preguntó sí estaba bien, está aún un poco sorprendida por lo ocurrido posó sus dedos índice y medio en los labios.

— Ajá — fue su corta y simple respuesta.

— Tía, Lincoln, ¿Están bien? — Leni preguntó acercándose a los dos, siendo seguida por el resto.

Los dos algo rojos asintieron mientras se colocaban de pie.

— Solo no estoy acostumbrado a... Ya saben, estar en un ático — esto lo aceptaron fácilmente ya que les contaron que ellos vivían en un edificio de Nueva York. Por lo que su rubor probablemente de vergüenza era comprensible.

— Sí, y creo que será mejor que me cambie mí vestido, me encanta, pero es fácil tropezar me con él — en eso tuvo que estar de acuerdo Lola, con el tiempo aprendió al menos a no llevar siempre vestido en casa, ya que en más de una ocasión había tropezado por las escaleras y no quería correr más el riesgo de dañar su bello rostro.

— Lincoln... Sí te duele mucho podríamos... — sobándose el hombro un poco preocupada habló la joven rubia de coletas.

— Oh, nada de eso jajaja soy más duro de lo que crees, después de todo vencí a tú hermana Lynn en las vencidas tres veces, ¿No? — le sonrió a Lana para hacerle saber que aún quería jugar en el lodo con ella, Lynn por su parte bufó en silencio de brazos cruzados, él había comentado que a pesar de abandonar los deportes y disciplinas que practicaba; aún sostenía una firme rutina de ejercicios en la mañana no solo para mantenerse en forma, sino también por temas de salud ya que salía realmente poco.

La joven deportista al oír todo aquello se burló y como él vio que Lily quería defenderlo, pero no deseaba que las dos discutieran le propuso un juego de vencidas al mejor de cinco, pero ella inmediatamente perdió los primeros tres asaltos.

Una vez en el patio los dos comenzaron su guerra de lodo. Una verdadera cacería entre ambos, los dos la presa del otro, Lana hizo el primer movimiento contra el árbol con el que se cubría Lincoln, pero ninguno de sus lanzamientos le impacto, luego esté dió un salto tirándole dos bolas de lodo que la pequeña logró esquivar y al caer el chico rodó hasta refugiarse tras la casa del perro, pero no se percató que Lana ya tenía dos bolas de lodo en sus manos y saltó al techo de la misma.

— ¡Jajajajaja! Atrapado — gritó para acto seguido tirar ambas.

Pero cuando miró, él no se encontraba allí y entonces desde los arbustos frente a ella se alzó Lincoln que le tiró una que le impacto en el pecho haciéndola caer del otro lado de la casa del perro.

— Jajajaja buen intento Lana, pero debes estar más atenta a tú entorno, saber cómo aprovecharlo a tú favor — explicó con orgullo Lincoln al recordar sus días jugando en el bosque con sus amigas.

Sin embargo, nadie le respondió.

— ¿Lana? — llamó, pero nuevamente no recibió respuesta, por lo que un poco preocupado de que se golpeara la cabeza al caer se acercó para verla — Lana estás... —

Antes de poder acabar recibió una bola de lodo que le embarró por completo la cara.

— Jajajajajaja caíste en ese viejo truco — se burló la niña mientras volvía a tomar distancia.

— Chica lista — alabó luego de remover el lodo con su brazo y sonreír.

Ambos siguieron lanzándose lodo corriendo de un lado al otro durante mucho tiempo, riendo, tirándose al pasto o revolcándose en los charcos, incluso Lincoln se cubrió de lodo para mostrarle como el "Dino-lodo Maximus" que comenzó a perseguir la mientras está reía y cuando la alcanzó debido a que se tropezó; comenzó a caerle cosquillas.

Al final ambos quedaron viendo el cielo un poco agitados.

— Vaya... Nunca me había divertido así con nadie — admitió Lana tratando de calmar su agitada voz.

— En mí caso han pasado años — confesó Lincoln en la misma situación de la pequeña rubia que en ese momento se giró para ver cómo esté seguía mirando el cielo.

— Crees... ¿Crees qué podamos repetirlo? — preguntó un poco tímida moviendo su vista por todos lados debido a los nervios.

En eso él volteó su vista para sonreír.

— Seguro que sí, pero ahora será mejor tomar una ducha — comentó para luego de un salto ponerse de pie.

— ¡Wau! Increíble — exclamó para tratar de imitarlo, pero falló.

— Jajajaja es un poco difícil, a mí me costó aprenderlo. Déjame ayudarte — ofreció colocándose frente a ella y dándole instrucciones simples para que pueda hacerlo, pero cuando parecía iba a lograrlo se fue de espaldas mientras agitaba los brazos, no obstante antes de volver al césped Lincoln alcanzó a sujetarla de la mano y la impulso hacía él.

Está acción la dejó levemente ruborizada, debido a la diferencia de altura quedó en su pecho, pero aún así para ella de alguna forma esto se sentía bien, muy bien.

— Vamos, sí quieres puedes ducharte primero. Yo iré después — sugirió mientras caminaba a la puerta.

— Aaaaaw no quiero bañarme — sé quejó colocándose rápidamente a su lado.

— Jeje es importante mantener una buena higiene, ¿Qué sucede sí te enfermas? Sería una lastima que no pudiéramos jugar juntos porque estás en cama — comentó sonriente al abrir la puerta y permitirle que entre primero.

La joven al oír tales palabras pudo sentir como su rubor creció, así como una sensación extraña en su pecho, algo distinto, algo que jamás había sentido. Esto incrementó todavía más cuando lo vió como le abrió la puerta y esperaba que entrará primero, jamás creyó que alguien tendría ese nivel de cortesía con ella, menos aún luego de una batalla de lodo tan feroz como la que tuvieron.

— Ti-tienes razón, iré a bañarme — asintió cabizbaja para que no notará su rostro y rápidamente se marchó, él solo se quedó observando como ella se alejo rápidamente con la cabeza gacha.

— Vaya, parece que en serio no le gustan los baños, pero la limpieza es como el orden, aburrido de realizar, pero necesarios para el bienestar — comentó para sí mismo aquella frase que su madre le había enseñado de pequeño cuando había que hacer el aseo en el hogar, ahora que era mayor se preguntaba sí esa frase era en serio o solo quería una excusa para que la ayudará, después de todo ahora era él quien debía de presionarla para que mantuviera el orden al menos en su habitación, aunque al recordar su laboratorio tuvo que retirar sus críticas, los dos eran iguales.

Al anochecer.

El señor Lynn había regresado y preparado la cena para todos, la plática fue mucho más amena ya que solo se comentó el día y algunas cosas de la ciudad para estar más familiarizados con el lugar, por supuesto más de una dió sus sugerencias o expuso los que eran sus lugares favoritos, algo que tanto Lincoln como Rachelle anotaban mentalmente para en un futuro visitarlos.

Luego de una agradable cena todas se fueron a sus respectivas habitaciones y los invitados volvieron al ático, los dos sentados en los bordes opuestos de la cama, sin querer mirar al otro.

— Y... ¿Quieres platicar lo qué pasó osito? Digo, yo no estoy molesta ni... Disgustada con lo que pasó — admitió e intentó no hacer sentir mal a su hijo, honestamente ella no estaba del todo segura de como debía de sentirse al respecto. Por lo que basándose en lo que diga su hijo, ella simplemente le seguiría la corriente sin objeciones, olvidarlo, discutirlo, ignorarlo e incluso por un fugaz momento le pasó por la mente la idea de repetirlo, pero rápidamente la negó con la cabeza.

Lincoln por su lado permaneció en silencio mirándose las manos, jugando con sus dedos mientras trataba de pensar qué decir ahora mismo.

— Mamá... Tú... ¿Qué fue lo que sentiste? — Lincoln tenía un secreto, uno muy guardado en lo más profundo de su corazón y este era su enamoramiento por una de sus dos amigas antes de que está se mudará. Ese era para él la definición de amor verdadero, uno eterno que jamás cambiará sin importar sí se está o no con la otra persona, aún sí ya tenía a alguien más él solo le desearía felicidad pues eso fue lo que ella le dió, pero, de ser así, de ella tener a alguien más significaba que él también debería de tenerlo, que tenía que construir una nueva relación, pero la pregunta era con quién, su otra amiga de la infancia se mudo a los Estados Unidos, técnicamente podría buscarla, pero sería como buscar una aguja en un pajar, también estaba la chica rubia con la que siempre hablaba y con quien se entendía bastante bien, pero ella era grandiosa, seguramente ya tenía a alguien.

La pregunta de Lincoln, aunque parecía dirigida a su madre también iba dirigida hacía él, no solo porque desde que comenzó su auto confinamiento no había interactuado casi con otras mujeres, sino porque además, sentía que desde hace algún tiempo su madre de alguna forma lo estaba provocando, no tenía idea de sí solo era su imaginación o no, pero quiso atribuirlo a sus hormonas alborotadas, a una simple fantasía absolutamente imaginaria que no tenía nada que ver con la realidad, su madre era muy inocente, muy cálida, muy tierna, era imposible que hiciera o sintiera algo así por su hijo.

— Me gustó — confesó sin rodeos la mujer para sorpresa de Lincoln que se giró rápidamente y notó como está con el puño en su pecho ya le miraba.

— ¿Qué dices? — preguntó pasmado.

— Digo lo que siento osito, yo... Ya no puedo seguir con esto más tiempo, yo... Te amo — las palabras de Rachelle dejaron estupefacto a Lincoln, no sabía ni que decir ni como reaccionar ante tales palabras, pero cuando se dió cuenta que algunas lágrimas recorrían las mejillas de su madre volvió en sí, ella se puso de pie e iba a marcharse para dormir en otro lado, pero fue sujetada por Lincoln.

— ¿A dónde vas? —

— No quiero ponerte en está situación —

— Mamá... —

— Sé que soy una madre terrible por sentir esto, pero.... —

— Mamá —

— No puedo evitarlo, no solo me recuerdas a tú padre, eres tú, tú eres quien amo ahora, Lincoln yo... Yo lo lamento.... — la mujer conteniendo su llanto se quiso soltar, pero para su sorpresa fue jalada hacía Lincoln quien la besó, dejándola ahora a ella en completo shock.

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Espero les haya gustado esté nuevo capítulo.

Mí cara cuando tras publicar los capítulos veo que el guión que uso para los diálogos se cambia por el corto:

Ahora sin más que decir me despido, un gran saludo a todos y nos vemos pronto.

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