Capítulo Nueve
Kim Namjoon, era ante todo un hombre de ciencia. Pero también un filósofo. Su dualidad le permitía tener una visión del mundo que lo rodeaba amplia y sin prejuicios. Luego de terminar sus estudios y obtener su título de psiquiatra, se dedicó a la atención clínica. Especialmente a ayudar a omegas que tenían lazos rotos. La mortalidad si bien en las últimas décadas había bajado considerablemente, continuaba existiendo. Esto lo llevó a investigar los lazos y las relaciones entre las diferentes castas. Destinados y especialmente no destinados. Él y su compañero estaban en este último caso. Sin embargo, llevaban diez años de relación y junto con la marca y posterior nacimiento de sus dos hijos, se sentían como si realmente hubiesen nacido el uno para el otro.
Hacía un año había contratado a un omega brillante y estudioso y que tenía tanta curiosidad como él en aprender de todo esto. Kim Taehyung, quien además, atendía pacientes en la clínica universitaria.
Junto a su hermano menor, Seokjin, habían tenido una vida feliz, con sus dos madres profesoras de primaria, que se habían roto el lomo trabajando para darles la educación a sus dos hijos. Hoy ambas, estaban orgullosas de lo que ambos habían logrado y gozaban de una vida tranquila y cómoda financiada por sus hijos.
Había conocido a Jung Hoseok el primer día de universidad y se habían vuelto inseparables. Dos años después de unió Seokjin. Lo apoyó cuando su loco amigo folló, marcó y embarazó a su destinado, Min Yoongi, la primera noche que se conocieron.
—Hobi y Yoongi deben estar por llegar, voy a calentar la cena—Hwang Chi Yeol su encantador omega, había liberado su suave aroma a vainilla, para calmarlo, pues la llamada de su amigo lo había dejado un poco alterado. Algo le sucedía a Seokjin y eso le preocupaba. En general, su hermano había superado bastante bien la pérdida de su destinado, pero durante estos quince años había tenido algunas crisis. La última hace dos años. Tal vez ahora había sucedido igual.
El timbre sonó y fue rápido a abrir la puerta. Nam y su familia vivían en una casa cómoda en un barrio residencial de Seúl.
Cuando al fin Hoseok y Yoongi entraron, Namjoon sintió alivio. Necesitaba saber que estaba pasando con su hermano.
Mientras cenaban, en forma atropellada y con algunas intervenciones de Yoongi, Hoseok relató la conversación de Seokjin y Jungkook que habían escuchado parcialmente. Hoseok, además, indicó que ya había notado una cierta atracción en ambos, las veces que se habían visto.
—Lo que me sorprende es que se han visto pocas veces, pero la preocupación que mostró tu hermano cuando el joven omega llamó...no parecía la reacción de un médico, sino que la de un compañero preocupado por su pareja o por sus hijos...nunca lo había visto reaccionar así por nadie. Y hay que considerar que Seokjin es un doctor muy afectuoso y empático con sus pacientes. No sé qué tiene Jeon Jungkook que lo ha cautivado así.
Al escuchar el nombre, Namjoon miró sorprendido a Hoseok. Conocía muy bien ese nombre. Taehyung le había contado meses atrás acerca de su amigo que había sido abandonado por su destinado. El omega había estado tan preocupado por él, que le había pedido consejos acerca de cómo ayudarlo. ¿Sería una coincidencia?
—Dijiste... ¿Jeon Jungkook?, ese nombre se me hace familiar, Taehyung tiene un amigo...
—¡No te había hablado del círculo! —exclamó jubiloso Hobi, más aún cuando el rostro del alfa se había sorprendido todavía más—. Por supuesto, Jungkook es amigo de tu ayudante. Llegó casualmente a la clínica, porque una colega se la recomendó. Es tan absurdo, que incluso conocí a Tae y su compañero alfa, a través de Jungkook y no de ti. Seokjin también los conoció...
Ahora sí que Namjoon estaba interesado. Llevaba un buen tiempo estudiando el tema. Alfas y omegas que no debían conocerse, pero cuyas vidas de alguna manera estaban interconectadas. Y siempre en el centro, había una pareja que no era destinada. Tenía dos o tres casos en estudio. Lo que llevaba investigado, le indicaba que había una atracción entre ese pequeño círculo que se formaba. Todavía no sabía si era una reacción biológica, química, de compatibilidad o simplemente...un capricho del destino.
—Y dices que Seokjin está interesado en ese omega. Taehyung no me volvió a hablar de él. ¿Fue en busca de un donante?
—Así es. Yoongi lo evaluó y...
—Es un omega extraordinario. Muy seguro y firme en sus convicciones. Su aroma estable. Su personalidad enfocada. Superó muy bien su pérdida. Tal vez tiene algún pequeño problema de autoestima todavía, por la forma en que lo dejó su alfa, pero él era completamente apto para hacerse el procedimiento—Concluyó el omega.
Namjoon quería hablar con su hermano. Necesitaba averiguar que sentía frente a aquel omega y en lo posible conocerlo. Si había provocado un cambio en el comportamiento de su hermano, luego de quince años..., era asombroso y probablemente un caso digno de estudiar. Mas aun cuando apenas se conocían.
—Me encantaría conocer a Jungkook. Taehyung me contó algunas cosas de su vida y todo lo que había pasado con su alfa. Sé que el chico lo pasó mal, y que su papá omega lo ayudó mucho a superar la pérdida. No estaba enlazado y eso también fue una ventaja. Seokjin tampoco tiene un lazo roto..., eso podría facilitar las cosas. Aun así, me sorprende que su alfa no rechace al omega. Está embarazado de otro alfa.
—Bueno, ellos se conocieron antes que Jungkook recibiera la inseminación. Tal vez a su lobo no le importó si ya estaba interesado en el omega.
Namjoon se quedó meditando en aquello. Era algo interesante. Por supuesto que muchos alfas podían hacerse cargo de cachorros que no eran propios. Pero aun así, era extraño que fuera sin un lazo firme entre los lobos. No podía creer que dentro de su propia familia estuviera sucediendo algo tan extraordinario. Además, se alegraba que su hermano al fin tuviera un interés real en alguien. Aunque según lo conocía, seguramente estaba rechazando cualquier sentimiento que se estuviera generando.
—Mi cumpleaños es en dos semanas—intervino Chi Yeol que había estado escuchado atentamente. Él era curador en un museo y no entendía mucho los temas que su compañero estaba hablando, pero sí le interesaba la felicidad de su cuñado—. Podemos organizar una pequeña celebración. Invitas a Tae con su alfa y a Seokjin. Le puedes sugerir que traiga al omega. Si es amigo de Taehyung probablemente acepte. O le puedes decir al mismo Tae.
Namjoon besó a su compañero que siempre tenía tan buenas ideas y decidió que eso harían. Así podría observarlos. De todas formas, él hablaría también con su hermano, aunque eso implicara exponer a Hobi y Yoongi, quienes resignados lo aceptaron.
Ese fin de semana, Namjoon llamó a Seokjin y se juntaron en un café cerca de la universidad.
—Llevas media hora hablándome de tus investigaciones, de las travesuras de tus hijos, y de las nuevas piezas de museo que Chi Yeol ha reparado. Pero estoy seguro que no viniste hasta aquí sólo para hablar de esto. ¿Qué sucede hyung?, ¿es por algo que Hoseok te contó?
Seokjin no era tonto. Intuía que sus amigos, ya tenían al tanto a su hermano de su amistad con Jungkook.
—Lo siento. Tienes razón. Es sólo que no quiero que pienses que quiero entrometerme en tu vida, pero..., no me habías hablado de Jungkook y...
—Lo sé...y créeme que quería hacerlo, pero he estado tratando de reflexionar que es lo que me ocurre con ese omega..., desde que lo vi por primera vez, no pude apartar mi mirada de él. Y no, no es sólo que sea atractivo. Hubo algo más. Estábamos ahí, en el ascensor y mi vista fue a sus ojos, a su mirada firme y desconfiada. Pero también hubo una mirada de sorpresa. Sé que él sintió lo mismo. Y luego nos encontramos un par de veces más y siempre fue igual...hasta el día que tomó mi mano...
—¿Tomó tu mano?
—Cuando fue su inseminación, ingresé al pabellón. Me acerqué a él y tomó mi mano. Pude sentir a su lobo asustado por las situación. Traté de calmarlo. Hoseok ni nadie más lo notó. Sé que tal vez fue porque era el alfa más cercano que tenía...
—Las cosas no son así, Seokjin. Más todavía por la forma en que JungKook ha crecido. Taehyung me dijo que su padre lo crió casi como un alfa. Y supongo que desde que su destinado lo dejó debe desconfiar mucho de nuestra casta. No creo que haya sido simplemente porque estabas ahí.
—Hace una semana, lo encontré de casualidad en un mercado cerca de casa. Él vive a dos cuadras. Fue..., él es precioso. ¡Su aroma estaba cambiando y se sentía tan bien! No sé si estoy haciendo lo correcto, al involucrarme de una manera personal...es mi paciente...
—Te has hecho de amigos de algunas parejas que han sido tus pacientes...
—Pero sabes que esto es diferente. Es un omega que está solo. Embarazado por un donante. No lo sé Namjoon...esta atracción que siento por él..., es diferente.
—¿y tú lobo no lo rechazó cuando sintió el aroma del cachorro?
—Mi lobo ve a su lobo blanco y enloquece. Supongo que su aroma no le molestó. A mí me encantó. Lo conocía de antes..., creo que me atraía de antes..., ¿supongo que a ninguno de los dos nos molesta que esté embazado de otro alfa? ¿Crees que sea porque sé que es de alguien anónimo? ¿Alguien que no significa nada para Jungkook?
Esa era una buena teoría. Y él investigaría.
—Cuando lo conocí no estaba cerca de mi celo y tampoco estaba en busca de algo o alguien...al contrario fue casi al mismo tiempo que rompí mi trato con Soobin. Pero esto que siento por él...me asusta porque es muy intenso, pero tampoco quiero alejarlo. Por primera vez en mi vida siento que puedo enamorarme. Cuando Jae-Hwan y yo nos vimos luego de mi presentación..., nuestros lobos saltaron de alegría y yo me sentí lleno de una energía y atracción hacia él. Pero si me preguntas..., aún tengo aquí en mi corazón la sensación de que era mi amigo, más que mi compañero. Esto que ese omega me provoca...es una sensación similar. ¿Crees que es posible? No somos destinados, pero es como si lo sintiera así...
Namjoon continúo escuchando a Seokjin atentamente. Era natural que estuviera asustado. Eran sentimientos nuevos. Y aun cuando muchas veces se producían atracciones por aromas, compatibilidad sexual entre no destinados, la naturaleza de los hombres lobos los llevaba a la búsqueda de su compañero destinado. Él y su pareja habían pasado mucho tiempo juntos y conociéndose antes concretar su romance. En general era sí. Con el paso del tiempo, las parejas no destinadas, afianzaban su unión, mediante la marca, los hijos y la convivencia. A menos claro está, que un alfa encontrara a un omega en celo o viceversa. Pero ahí primaba lo animal y básico. El deseo de satisfacción sexual. Seokjin ni siquiera había mencionado esa parte. No quiso preguntarle ni ahondar más. Lo primero sería conocer a Jungkook y ver su interacción con su hermano. Por eso decidió seguir la idea de su omega e invitarlos a ambos a su cumpleaños. Seokjin aceptó, pero le pidió a su hermano mantener la conversación en privado. No quería que Hoseok se cuestionara, si debía o no seguir siendo el doctor de JungKook.
Al fin el día había llegado. Le pidió permiso a Mark, su jefe para irse un poco más temprano a casa. Quería ponerse bonito. Era un día cargado de emociones para el omega. Tenía su control médico y por primera vez vería a su cachorrito o cachorrita. Pero, además, tenía una cita con el doctor Kim. Jungkook se golpeó mentalmente por pensar en "una cita". Simplemente iría a comer con un nuevo amigo. Habían hablado un par de veces para confirmar la cena, en el restaurante del afamado chef, con lo que Seokjin se había mostrado muy entusiasmado. Jungkook imaginaba que más que nada era porque conocería a alguien que admiraba, más que estar emocionado por ir con él. Sí, todavía quedaban resabios de la destrucción de su autoimagen, producida por el abandono de su alfa. Si bien Jungkook se valoraba y sabía cuan fuerte era, pensaba que ningún alfa podría interesarse realmente en él. Pero por ahora no le importaba demasiado. Estaba concentrado en su bebé y en el buen momento que estaba seguro compartiría con el doctor.
Había tenido que luchar con Jimin, Tae y su papá, para que lo dejaran ir solo al control médico. Todos querían acompañarlo, para un momento tan significativo. Al final, tuvo que decirles la verdad. Sus amigos le habían hecho toda clase de bromas e insinuaciones que él había tratado de ignorar. Una promesa de contar todos los detalles los tranquilizó.
Diferente fue con su papá, quien no entendía cómo es que tan pronto se había hecho amigo del doctor, al cual él no conocía, lo que le preocupaba todavía más. Aquella amistad que habían desarrollado, le producía una cierta desconfianza. No quería que intentara aprovecharse de Jungkook. Más en su estado tan vulnerable. Por más que su hijo se mostrara como un omega fuerte, sabía lo sensible que era y más aún en su estado.
Jungkook lo tranquilizó y le explicó que su relación de amistad recién se estaba formando y que la cena, él mismo la había sugerido. Su papá no quedó muy conforme, pero entendía que su hijo ya era mayor de edad y podía tomar las decisiones que quisiera. Además, nadie le decía que hacer a Jeon Jungkook.
Cuando estuvo listo, y luego de mirarse unas cincuenta veces en el espejo y maquillarse suavemente, el omega tomó un taxi y fue raudo a la consulta. Al llegar, la secretaria de Seokjin lo recibió muy amablemente y lo hizo pasar de inmediato.
En cuento el omega ingresó, Seokjin saltó de su asiento. El aroma a limón se había intensificado y era especialmente delicioso. Tanto que su lobo dijo "mío" por lo que tuvo que calmarlo, sin entender de donde sacaba esa absurda idea. Jungkook no le pertenecía en ningún aspecto.
—¡Jungkook!, llegaste...—Seokjin tomó sus manos y las apretó suavemente. El omega estaba tan bonito, con esa sonrisa de conejito, sus ojos brillando, su boca sensual con ese piercing que él hubiese querido tirar con sus dientes..., su pelo brillante...Y su pequeño lobo intentado asomarse.
—¿Cómo estás hyung?, ¡estoy tan nervioso! Y a la vez emocionado de llevarte a ese lugar...
—No tienes que preocuparte. Vamos a conocer a tu cachorrito, así es que ¡es un gran día! Quiero que entres al cuarto de baño y te pongas esta bata, sin pantalones para revisarte.
El solo pensar que estaría semidesnudo frente al alfa, lo puso nervioso. No es que fuera vergonzoso..., cuando corría con Jimin y Taehyung, los tres compartían su desnudez sin ningún tapujo, pero absurdamente ahora se sentía tímido. Temía tener una erección o algo peor, lubricar mientras Seokjin lo examinaba. Salió del baño con el rostro encendido y con esa bata que apenas tapaba su humanidad.
Seokjin lo miraba con una sonrisa brillante y le indicó la camilla. Por suerte no era la camilla donde debía estar con sus piernas abiertas.
—Ven Kook. Hoy sólo vamos a palpar tu vientre y ver al cachorro o cachorra. No voy a explorar nada porque aún es muy pequeño. Sólo ven aquí y ponte cómodo—. Lo había llamado Kook..., Seokjin, el doctor Kim o como lo llamara, era delicado y suave en el trato. Él desabrochó un poco la bata que lo cubría y quedó expuesto. Sabía que su cuerpo era bonito. Estaba trabajado y aunque no era un alfa tenía abdominales, que obviamente se perderían en la medida que pasaran los meses, pero que ahora estaban ahí.
Seokjin intentó ignorar el bien formado cuerpo del omega. Él debía ser profesional. Había visto un montón de cuerpos, femeninos, masculinos, omegas y betas. Sin embargo, no pudo evitar mirar el bulto que se formaba en sus bóxer. Para ser un omega era..., tragó saliva y se concentró en palpar el abdomen de Jungkook.
Cuando Seokjin tocó su piel, sintió como todo su cuerpo entraba en un calor ridículamente similar al que tenía cuando iba a entrar en celo. Sus feromonas se dispararon y el olor a chocolate y café inundó la consulta. Jungkook, el humano y el lobo, también se alteraron, dejando salir su suave aroma a cerezos, leche y miel y limón...
Seokjin cerró sus ojos y trató de calmarse. Sus manos temblaban. Miró a Jungkook y éste tenía los ojos cerrados, seguramente tratando de calmarse.
Recordó algunos ejercicios respiratorios que su hermano le había ensañado, para calmar su celo si venía en algún lugar inadecuado y no contaba con supresores. Así lo hizo y finalmente su cuerpo volvió a la normalidad. Pudo sentir el vientre duro de Kook, que indicaba la presencia de un cuerpo ajeno. El cachorro.
—Jungkook, abre tus ojos. Todo está bien. Lo siento. No sé qué me pasó. Lamento no haber podido controlar esto..., es sólo que toqué tu piel y...
—Lo sé..., no tienes que explicarme nada. A mí me pasa lo mismo. Cada vez que estoy cerca de ti.
Seokjin agradeció la sinceridad del omega. La respuesta a si Jungkook sentía lo mismo había salido de la boca del propio omega. Sabía que era algo que tendrían que hablar, pero más tarde. Quizá en la intimidad de la cena.
—Gracias por decirlo. Me hace sentir menos psicópata, de lo que me siento...
Jungkook se rio con ganas—. No digas eso hyung. Confío en ti. No sé qué nos está sucediendo, pero mi omega y yo sabemos de algún modo, que no nos harías daño.
—Jamás...necesito mirar tus pies y luego revisaré...ahí—apuntó hacia su pecho.
—No sé qué va a ocurrir si tocas mis pezones...—rio Jungkook.
—Intentaremos hablar de otra cosa mientras lo hago. Miró sus pies, que estaban sin inflamación al igual que sus piernas.
—Continúa tomando mucho líquido y eso evitará la inflamación de tus extremidades. ¿Puedes desabrochar tu camisa un momento? —. Con timidez Jungkook se la desabrochó dejando expuesto sus pectorales. Seokjin exhaló, estos controles se harían muy difíciles...
Puso sus manos sobre el pecho y apretó con suavidad, cada una de sus tetillas. Jungkook sintió un escalofrío en su cuerpo, a pesar que las manos de Seokjin estaban tibias.
—Están creciendo perfectamente. Más adelante harás algunos ejercicios que te recomendaré, para preparar tus pezones. Por ahora, todo está bien.
En realidad, nada estaba bien. Jungkook tenía una erección tremenda y lo peor, su médico estaba igual. Ambos lo ignoraron.
—Ahora vamos a ver al cachorro—. Al fin una buena distracción, para ambos. Seokjin encendió y acerco la dichosa máquina y entretanto, ambos relajaron sus cuerpos y a sus lobos. Hizo algunas anotaciones y finalmente puso el gel en el vientre del omega.
Unos segundos después, Jungkook lo escuchó. El sonido de los latidos del corazón de su pequeño Kong*.
—¡Y ahí está! —exclamó un muy emocionado Seokjin—. Jungkook enderezó su cabeza, pero apenas veía una mancha en la pantalla. Trató de concentrarse y de pronto vio un pequeñísimo embrión moviéndose.
No pudo evitar las lágrimas de emoción, al ver por primera vez a su porotito.
—Mi Kong*...—sollozó...—Seokjin se rio. Seguramente era el taemyong** que Jungkook había escogido para su cachorro.
Seokjin siguió mirando el vientre del omega, cuando lo pudo distinguir. Estaba escondido o escondida detrás de Kong..., pero al fin había salido a la luz.
—Jungkook... ¡son dos! ¡Son mellizos! —. El omega abrió mucho sus ojos, pero ahí claramente se podían distinguir dos puntitos.
—¡¡¡Oh!!! Es demasiado perfecto. ¡Son dos, Seokjin, son dos! —. En ese momento se olvidó de los honoríficos. Quería lanzarse a los brazos del alfa y llorar sobre su hombro de felicidad.
El lobo de Jin, le avisó que el omega necesitaba contención. Las mediciones de ambos cachorritos podían esperar. Retiró la máquina, sentó a Jungkook y lo abrazó, envolviéndolo en su aroma.
Jungkook entonces, enterró su nariz en el dulce aroma del cuello del alfa y lloró.
* Kong significa poroto en coreano.
** Taemyong: Es una costumbre en Corea nombrar al bebé antes de nacer. No necesariamente con el nombre real que tendrá una vez nacido. A modo de ejemplo el hermano de Jin (en la vida real), llamó a su bebé "butter".
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