Capítulo Cinco
Todo lo que Jungkook podía observar era el techo del inmaculado pabellón, donde ahora mismo se encontraba, con anestesia local, para concretar uno de los pasos más decisivos de su vida. En todo lo que podía pensar en ese momento, era en no haberse equivocado con el donante y que finalmente sus óvulos fueran fecundados. Días antes había asistido a la clínica, para estimular sus ovarios y así, tener hoy un "celo controlado" como lo había llamado el doctor Jung y así asegurar que la inseminación fuese exitosa.
—Quiero que estés muy tranquilo. Te prometo que no sentirás nada. Esto es un proceso simple, pero delicado. Vamos a "soplar" dentro de ti, los espermios que escogiste y simplemente los vamos a guiar hacia el camino correcto. ¿Está bien?
Lo que más le agradaba a Jungkook del doctor Jung, era su sonrisa permanente. A pesar de la mascarilla que llevaba sus ojos se volvían pequeños cuando sonreía. En realidad, él hacía que todo pareciese tan sencillo, aunque con la poca biología que recordaba de la secundaria, sabía que no lo era tanto. Sin embargo, ante la embriagadora confianza del médico, sólo le dio una media sonrisa y asintió.
A pesar que no veía mucho, pudo sentir que la puerta del pabellón se abría. Un olor a chocolate y café se mezcló con el olor a madera y tierra del doctor Jung. Y eso fue suficiente para que su corazón se acelerara un poquito, provocando que la maquinita que tenía conectada a su cuerpo y que medía sus pulsaciones emitiera un pitido. Por lo que rápidamente una de las enfermeras se acercó a él.
—Señor Jeon, debe estar tranquilo, como le explicó el doctor Jung no tardaremos mucho y lo llevaremos a una habitación para que descanse.
Jungkook no podía explicarle a la enfermera que la razón de su nerviosismo estaba a unos metros de él, observándole con esos bonitos ojos marrones.
—¿Seokjin? —. Hoseok se sorprendió de ver a su amigo en el pabellón—. No sabía que te unirías a nosotros.
—Bueno me has insistido muchas veces que venga a ver este procedimiento. Y antes no había podido, ya sabes, los pacientes y eso..., pero ahora, digo hoy...tengo un tiempo y entonces vine.
Seokjin odiaba mentir. Pero no sabía porque últimamente lo estaba haciendo y mucho. Porque en realidad sí tenía un paciente agendado a esa hora, pero le había pedido a su secretaria que lo reprogramara para el día siguiente, aun cuando eso implicaba tener una agenda un poco más ocupada. Él quería estar ahí, en el momento que ese omega fuera inseminado.
—¡Es grandioso!, bueno estamos con Jeon Jungkook, omega, veinticinco años, sin problemas de fertilidad, sano y le realizaremos una inseminación artificial. Hemos estimulado sus ovarios y está listo para el procedimiento. Puedes mirar a través de este monitor si lo deseas—.Hoseok le señaló una pantalla que estaba sobre uno de los mesones que rodeaba el pabellón.
Obviamente, que eso debería ser lo que le importara al doctor, especialmente si estaba haciendo un doctorado en infertilidad y los procesos de fertilización asistida, pero en realidad, él quería estar cerca del omega. Su lobo negro, estaba inquieto, y tenía muchas ganas de ir al encuentro del lobito blanco que estaba realmente asustado.
—Claro, no te preocupes. No estorbaré.
Dicho esto, se acercó a la camilla donde estaba Jungkook y lo miró con esa misma mirada que le había dado el día que se conocieron. No dijo nada, pero para el omega fue más que suficiente, para sentirse en cierta forma acogido y seguro.
Seokjin seguía a su lado y aunque el paciente no debía hablar, podía sentir las emociones del omega. Sin embargo, nada lo había preparado para lo que sucedió a continuación. Jungkook guiado por su omega, le tomó la mano y se la apretó. Seokjin miró a su alrededor, pero tanto Hoseok como las otras dos enfermeras estaban demasiado ocupadas preparando el procedimiento. Su rostro ardía y su corazón parecía que iba a salir.
Sin pensarlo, apretó con suavidad la mano del omega y volvió a sonreírle, aun cuando el omega no lo notara por la mascarilla y al mismo tiempo intentó soltarse del agarre. Esto fue justo a tiempo cuando Hoseok se acercaba, para explicarle a Jungkook que el procedimiento comenzaría.
El omega asintió a todo lo que Hoseok le explicó, un poco conmocionado por lo que había pasado hacía unos minutos. Se había dejado llevar por su lobo, que había buscado la protección del alfa. Jungkook intentó calmarlo y calmarse. Cerró sus ojos, mientras el doctor Jung se alejaba y comenzaba el procedimiento.
Unas horas después, despertó en una habitación de la clínica, con la mirada atenta de Jimin y Taehyung. No recordaba en qué momento se había quedado dormido, pues ni siquiera le habían puesto anestesia total, pero seguramente debido a todas las emociones del momento, había sucumbido al sueño.
—¡Kookie! Al fin abres los ojos. Avisaré a la enfermera que despertaste—. Jimin salió de la habitación dejando a Tae, que seguía mirando con una sonrisa a su amigo.
—El doctor Jung dice que todo salió perfecto. Sólo quiere que pases esta noche en la clínica, para asegurarse que todo estará bien. Ya está hecho Jungkook...dentro de unas semanas sabrás si vas a hacer papá... ¿no estás emocionado?
Por supuesto que lo estaba. Quería tanto tener un hijo que ahora mismo ya casi se podía sentir embarazado. Sin embargo, tendría que esperar un par de semanas para tener la confirmación.
Jimin volvió a la habitación, indicándole que pronto vendrían a verlo. Jungkook sólo asintió y de pronto tuvo el recuerdo de lo que había pasado en el pabellón, cuando había llegado el doctor Kim. Se sentía avergonzado porque su omega lo había hecho reaccionar de esa manera. Había sido un descarado al tomarle la mano así, aferrándose al hombre como si fuera su alfa. No sabía qué pensarían de él y no sabía si podría volver a mirarlo a la cara. Sin embargo, el resto de su estadía en la clínica no volvió a encontrarse con el alfa de bonitos ojos y hombros anchos. Solamente fue revisado por el doctor Jung, quien al día siguiente le dio el alta, indicándole que podía llevar una vida normal, hasta esperar el resultado dos semanas después del examen de sangre que revelaría si la inseminación había resultado o no.
Dos días después, Jungkook ya se encontraba en su puesto de trabajo. Su papá lo había visitado la noche anterior en su departamento, asegurándose que su pequeño cachorro estuviera bien. Todavía el omega se sentía un poco contrariado con que su bebé fuera a convertirlo en abuelo tan pronto. Todo estuvo bien. Asistió a reuniones con su padre, se enfrentó a los alfas engreídos que lo miraban con desprecio por ser un omega, pero que no tenían más remedio que aceptar que era el futuro heredero de una de las compañías más importantes de Corea.
Para cuando llegó el fin de semana estaba agotado. Demasiadas emociones y sentimientos lo embargaban. Estaba preocupado, porque a pesar que el doctor Jung le dijo que debía hacer su vida normal, no podía dejar de pensar en la fecundación de sus óvulos. Realmente esperaba que una nueva vida se estuviera formando dentro de él, aun cuando nada parecía haber cambiado. Incluso se rio de sus propios pensamientos, porque si algo había, sería apenas un puñado de células reproduciéndose. Aun así, prefirió quedarse en casa, viendo películas y recibiendo a su pareja de amigos para almorzar y charlar un poco. No los había visto desde el día que se hizo el procedimiento, pues su papá lo había ido a buscar a la clínica cuando le dieron el alta.
Jimin y Taehyung llegaron con comida y jugos para beber. Habían decidido eliminar el alcohol de sus menús, ahora que su amigo podía estar embarazado.
Cuando los tres se sentaron a comer, la pareja al fin pudo poner el tema de conversación que habían estado esperando.
—Realmente el doctor Kim Seokjin es muy guapo—comenzó Jimin—. Estoy envidioso de sus hombros anchos y piernas largas.
—Eres perfecto Mimi—. Tae besó los labios gorditos de su precioso alfa—. No necesitas eso, para ser un alfa maravilloso y grandioso.
—¡Asqueroso! —dijo Jungkook, ante las palabras y gestos de sus amigos. Demasiados empalagosos para su gusto y para llevar tantos años juntos.
—No seas envidioso Kookie, además, parece que el tal Seokjin te conocía.
Jungkook una vez más no pudo evitar el rubor en su rostro, el que no pasó desapercibido por la pareja, que esta vez iba a llegar al fondo del asunto.
Decidió contarles entonces, todas las veces que se había encontrado con el doctor bonito y cómo se sentía cuando lo había visto. Incluso les contó lo que había pasado en el pabellón.
—¿Le tomaste la mano? —. Incrédulo, Jimin abrió sus ojos ante esa revelación. Conocía demasiado bien a Jungkook, por lo que no reconocía ese gesto en él. En general, siempre se había mostrado como un omega independiente, incluso con Sung-Ho. Cuando iban en secundaria, nunca tuvo que defenderlo de otros alfas que a veces lo acosaban. Jungkook era lo suficientemente fuerte y valiente para enfrentarlos por sí mismo.
Sólo una vez, en un bar, Jimin había golpeado a un bastardo que había intentado sobrepasarse con un borracho Jungkook.
—Fue mi omega. Estaba asustado y no lo sé...supongo que la anestesia que tenía en el cuerpo me hizo perder parte de mi propia conciencia y tomó control de mi cuerpo, buscando al lobo del doctor—. Jungkook se justificaba con su cara ardiendo. No es que estuviera mintiendo, pero omitió decir que para él también fue agradable sostenerse de esa mano firme y cálida.
Al escucharse contar todos estos encuentros con el doctor, quería entender que es lo que pasaba con él, cada vez que lo veía. Seokjin era mayor que él y no lo conocía en lo absoluto. Sin embargo, no podía evitar sentir una cierta curiosidad por el médico. Había una atracción y sabía que su pequeño lobo blanco también la sentía hacia el lobo de Seokjin.
No era la fuerza de la atracción de los destinados, aquella que había sentido cuando conoció a Sang-Ho..., era diferente, pero todavía era intensa. Tampoco lo definiría como una atracción sexual, aun cuando Seokjin era realmente un alfa hermoso. Era una atracción nueva y muy diferente a cualquiera que antes hubiera experimentado. Cuando le explicó esto último a sus amigos, Taehyung se quedó mirándolo por un rato y pensando. Jungkook miró al omega y sonrió.
—No empieces con tus extrañas teorías de atracción y esas cosas. Sabes que no somos destinados. Probablemente él esté con su omega, y sabes que mi alfa ya pasó por mi vida.
—Es interesante—. Taehyung seguía pensando, intentando recordar alguna conversación que había tenido con su mentor, Kim Namjoon—. Hyung y yo hemos estado investigando acerca de otro tipo de conexiones que pueden darse entre no destinados, pero que de alguna manera sienten una atracción...
—No necesitas investigar nada Tae, eso se llama sexo...
—Te equivocas rotundamente Jungkook. No es sólo una atracción sexual, es algo más profundo. Lo hemos estado estudiando. Especialmente en parejas que se han formado después de un lazo roto, es interesante...
Jungkook en realidad no lo consideraba tan interesante. Simplemente se convenció que lo que le pasaba con el doctor era sólo una mera atracción sexual. Llevaba meses sin follar, sus últimos celos los pasó solo, tomando supresores. Tal vez su cuerpo se lo estaba exigiendo y el tal Seokjin era demasiado atractivo para dejarlo pasar.
Finalmente desvió el rumbo de la conversación, invitando a sus amigo a jugar un rato. Sin embargo, antes de marcharse, Jimin se le acercó . Lo observó. Sabía que iba a decirle algo que probablemente no le gustaría. Jimin siempre se había sentido con el derecho a decirle muchas cosas, pues se consideraba su hermano mayor. A diferencia de Taehyung a quien conocía por menos tiempo.
—Sé que no hay vuelta atrás en lo que has decidido. Y sólo espero que no te arrepientas. No entiendo por qué te cerraste a la oportunidad de conocer a alguien que te amé y valore. Estoy seguro que muchos alfas y betas, sabrían darse cuenta de lo que vales. La mayoría no encuentra a su destinado y aun así es feliz. Ese doctor...Seokjin, tal vez Tae tiene razón y ustedes...
—Jimin..., no voy a negar que me hace sentir cosas cada vez que estamos cerca, pero es imposible que exista algo entre nosotros. Incluso si estoy embarazado es probable que se convierta en mi propio médico. ¿Por qué él me tomaría en cuenta? Un omega que podría estar esperando un hijo de un donante...ya lo viste, tiene dinero, posición y es hermoso...Puede esperar por su destinado o buscar alguien que sea como él..., si es que ya no lo encontró. No sé si alguna vez encontraré alguien y está bien. Por ahora quiero otras cosas, y tener un hijo es mi prioridad. Afianzarme en la empresa y la sociedad. Quiero que me respeten y me vean como un omega, no como un omega disfrazado de alfa. Y todavía tengo que luchar con eso. No tengo tiempo para pensar en alguien más en mi vida.
Jimin no dijo nada más. ¿Qué podría decir? El destino de Jungkook podría decidirse en unas semanas más, cuando se confirmara si estaba embarazado. Tal vez, ni siquiera lo había logrado y entonces...él podría volver a hablarle acerca de vivir su vida de otra manera. Por ahora, respetaba lo que su amigo pensaba.
Dos semanas habían pasado desde la inseminación. Jungkook se miró al espejo por última vez. Nada había cambiado en su cuerpo. Ni un indicio que hubiera una vida creciendo en él. Incluso su omega estaba tranquilo. Realmente se sentía un poco decepcionado. Tal vez la inseminación no había resultado. Si era así, lo podría volver a intentar en un mes más, de acuerdo con lo que el doctor Jung le había dicho. No tenía que darse por vencido. No aún. Su papá le había ofrecido acompañar a realizarse el examen de sangre, pero se habían negado. No quería ilusionarlo, para que luego se llevara una decepción. Era mejor ir solo y afrontar el momento de la verdad.
Llegó a la clínica y tal como le había indicado el doctor, fue hasta el laboratorio, para tomarse el dichoso examen. No podía negar que su corazón saltaba de ansiedad y expectativa. Luego de obtener la muestra, la enfermera le indicó que subiera hasta la consulta de Hoseok. Se dirigió de inmediato al piso donde el doctor Jung atendía. Al verlo, su secretaria de inmediato le sonrió y fue avisarle a su jefe, quien al parecer no tenía otro paciente. Inevitablemente, Jungkook miró hacia la consulta que estaba dos puertas más allá que la del doctor Jung. Sabía que ahí atendía Seokjin. Era absurdo, pero él y también al parecer su omega, esperaban poder verlo. Sin embargo, la puerta que se abrió fue la que estaba frente a él. Hoseok, lo recibió con su sonrisa habitual y lo invito a pasar.
—Sooyoung, por favor en cuanto los resultados del examen del señor Jeon estén, me lo traes—. La secretaria asintió y los dejó solos.
—¿Cómo has estado Jungkook?, supongo que ahora mismo estás muy nervioso.
Nervioso era poco, pensó el joven omega. Estaba hecho un desastre. Casi no había dormido nada y ahora mismo una idea negativa lo había invadido. Aquella que la inseminación no hubiese resultado y que no hubiera ningún bebé.
—No puedo negar que estoy ansioso. Han sido dos semanas de espera, por suerte he tenido mucho trabajo y eso me ha ayudado a estar un poco más distraído.
Hoseok sonrió. Todos los padres pasaban por lo mismo. Para muchas parejas, la inseminación era la última posibilidad de hacer su sueño realidad. Pero siempre estaban para apoyarse uno al otro. Jungkook estaba solo y si bien sabía que era su decisión, no podía dejar de sentir una cierta necesidad de protección hacia el omega. Además, ¡era tan joven!
—El examen estará en unos minutos. Es muy rápido. Pensé que tus amigos o tu papá te acompañarían hoy...
—Papá tiene una pequeña tienda que manejar. Y mis amigos...ellos tienen mucho que hacer..., Jimin dirige una academia de baile y Taehyung trabaja con el doctor Kim Namjoon... ¿usted lo conoce?, entiendo que es hermano del doctor Seokjin—. Al decir su nombre no pudo evitar sonrojarse.
Hoseok estaba sorprendido. Ni Seokjin, ni Namjoon le habían comentado de esa relación.
—¡No tenía idea! Entonces tu amigo omega, es quien asiste a Nam en su investigación...claro que lo conozco. Desde la universidad. Somos de la misma generación. Sólo que él se especializó en psiquiatría y yo en obstetricia. Y luego Seokjin cuando ingresó unos años después, fue mi compañero de cuarto. Por eso todos nos conocemos... ¡qué gran coincidencia! ¿no crees? Apuesto que nadie le ha dicho esto a Namjoon...estaría fascinado. Le encanta estudiar los círculos...
Jungkook no entendía a qué se refería el doctor con eso de "los círculos". Su cara debía decirlo todo, porque Hoseok rápidamente le explicó.
—Namjoon estudia las relaciones entre las diferentes castas y cómo algunas veces, nuestros lobos parecen conectados de manera espiritual. Por ejemplo, tú viniste aquí y me conociste. Yo conozco a Namjoon que conoce a tu amigo Taehyung..., ¿lo ves? Un círculo que se relaciona entre sí, aun cuando no tengamos una relación directa. ¿lo entiendes? Namjoon cree que eso no es casualidad...
Jungkook comenzaba a recordar que Taehyung también le había explicado algo así, pero en realidad él no le había puesto demasiada atención. No creía mucho en esas cosas. Menos aún desde que su destinado lo había abandonado tan fácilmente....
La conversación fue interrumpida, cuando la secretaria entró con un papel en la mano.
—Aquí esta doctor Jung, el resultado del señor Jeon. Ya está validado por el laboratorio—. Hoseok tomó el resultado y miró a Jungkook que tenía los ojos brillante. Parecía a punto de llorar. Luego leyó el informe y lo dejó sobre su escritorio, sonriéndole al omega.
—¡Felicidades, Jungkook, estás embarazado!
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