Cap XI

—¿Como? — pregunto el menor sorprendido

—No queremos ser molestia— comentó el pelimorado —Pero gracias por considerarnos—

—No serán molestia — sonrió el pelinegro —Nosotros estamos encantados de que vengan— exclamó mirando al rubio

—Si, además si comenzaremos de nuevo que sea juntos, ¿no creen? — cuestionó el rubio tratando de convencer a los contrarios

—Amm, no se, tenemos que hacer mucho papeleo— comentó el menor

—Aun queda el tiempo que tengo para finalizar mi trabajo, animense— comentó el pelinegro

—Lo pensaremos, ¿de acuerdo? — suspiro el pelimorado, luego de que casi lo convencieran

—Bueno esa es buena señal— dijo el rubio animado

—Dejando ese tema de lado hay que seguir celebrando— continuó el pelimorado tomándose lo que quedaba en su copa

—Me parece bien— sonrió el pelinegro y volvió a servir el vino, luego de varias horas platicando y riendo los invitados decidieron marcharse

—Gracias por venir— dijo la pareja al unísono mientras despedía a los contrarios

—Gracias por la cena y consultaremos lo de Japón— agradeció el pelimorado llevando casi arrastrando al menor —Mañana espero verlos— dijo para luego irse

—Fue un buen día— exclamó el pelinegro con una sonrisa mientras abrazaba al rubio con gentileza

—Si... Lo mejor de todo es que ya está cerca nuestro nuevo comienzo— alzó el rostro del contrario y regalo un pequeño beso sobre sus labios

—Si~— sus mejillas se tiñeron de un ligero rosa mientras sonreía con timidez —Vayamos a dormir— comentó apretando al rubio que aún estaba entre sus brazos y después se separó, dirigiéndose a la habitación, el rubio lo siguió con una sonrisa, se cambiaron sus ropas y solo se acostaron abrazados disfrutando del silencio y de la compañia del otro

En otro lugar...

—Sing, por eso te dije que no quería que bebieras, ve como estas— regañaba el pelimorado al menor mientras lo arrastraba

—Callate, tengo mis razones para haber bebido de esa manera —

—¿Ah si, como cuales? —

—No te lo puedo decir ahora ya que estamos en público—

—Agh... Te llevaré a mi casa, es seguro que te regañaran por llegar en ese estado—

—No hay nadie que se preocupe por mi— exclamó alargando las vocales

—Aun así, no te puedo dejar solo, capaz y haces algo que te ponga en riesgo—

—Awww~ te preocupas por mi~— sonrió estúpidamente

—Claro que lo hago—

—Jeje~— se quedó en silencio unos segundos —Ash y Eijin, realmente hacen bonita pareja, ¿verdad? —

—Si... Eiji es un buen sujeto, fue la luz que iluminó el oscuro camino de Ash—

—Hmm~— se quedó pensativo

—¿Sucede algo? — lo miro de reojo con extrañeza

—Nada... Sabes... Siempre te he admirado— soltó

—¿En serio? — pregunto sorprendido

—Si~— estaban por llegar a la casa del pelimorado

—Vaya me halagas— sonrió y abrió

—Si te dijera que me gustas, ¿que dirías? —

—Dependiendo del gustar— dejó recargado al menor en una pared mientras dejaba las llaves y encendía las luces, lo tomó de nuevo y lo sentó en un pequeño sillón

—Ya sabes, romántico— se extendió en el sillón mirando al techo

—¿Te estas confesando? — cuestionó mirandolo a lo lejos

—Puedes tomarlo como tal... — susurro

—Vaya... Buena manera de hacerlo— comentó entre risillas —Pero no lo puedo tomar enserio si lo dices borracho —

—¿Entonces si mañana te lo digo, lo tomaras en serio? — lo miro atento

—Supongo, pero no creo que lo recuerdes... Además,  no se si podría corresponder—

—No perdería nada con intentarlo... —

—Si, pero como dije dudo que te acuerdes— suspiro y se acercó al menor —Duerme en la cama yo dormiré aquí—

—¿Ehh~?, ¿ya vamos a dormir? — refunfuño

—Si, ya pasan de la media noche— lo ayudó a pararse, llevándolo a la habitación

—Oh~... Dulces sueños — se aventó a la cama y se quedó dormido, el pelimorado sonrió y salio de la habitación se acomodo en el sillón y concilio el sueño 

Al día siguiente...

La luz del Sol entraba por la ventana iluminando la habitación y el rostro del menor, este abrió sus ojos con molestia y los tallo mientras se incorporaba, miro extrañado a su alrededor y notó que se encontraba en otro lugar, se levantó y fue hacia la salida de la habitación mirando al pelimorado durmiendo en el sillón »Agh... Mi cabeza... « pensó tomando un vaso y sirviéndose agua, el contrario escucho el traqueteo y vio al menor en el comedor, se estiró

—Buenos días, Sing— bostezo, parandose del sillón

—B-buenos días— dejó el vaso a un lado —¿Quieres desayunar? P-puedo prepararte algo como agradecimiento de que dejaras quedarme y por la molestia que cause — comentó nervioso

—No te preocupes, no fue molestia— sonrió —Pero me gustaría probar tu comida—

—B-bueno, mmm dejame ver que puedo prepararte— abrió el refrigerador y encontró varias cosas útiles, las saco y comenzó a preparar el desayuno. El pelimorado lo vio con detenimiento desde donde estaba

—¿Te acuerdas de lo que me dijiste ayer? — pregunto de la nada

—¿Hm?... Mmm, no, ¿que era? si fue algo malo me disculpo— respondió tras tratar de recordar

—Agh... No es nada, solo olvidalo— fruncio levemente el ceño y se fue al baño dejando al menor confundido, sonó el teléfono del menor, este miro de quien se trataba y luego respondió

—Hola Eiji— saludo animado

"Hola~~, ¿como te sientes?"— se escucho la voz del pelinegro

—Bien, solo me duele la cabeza—

"¿Y bien, que pasó?, ¿si le dijiste?"

—¿Decirle que? — pregunto extrañado

"Que te gusta"— susurro pues parecia que se encontraba con el rubio

Las mejillas del menor se tornaron rosadas —N-no, o eso creo... Creo que si, la verdad no se, hoy Shorter me dijo algo que me dejó con la duda— comentó mirando hacia el baño

"Oh... ¿Que te dijo?"

—Mmm, si me acordaba de lo que le había dicho ayer— continuó preparando la comida

"Mmm, yo creo que si le dijiste, tal vez esta esperando a que se lo digas de nuevo"— comentó y se escucho un quejido en el fondo —"Ya se despertó Ash... Te veo luego, y yo diría que se lo digas de nuevo"— cortó

—Tal vez tenga razón... — murmuro para si mismo y hecho a freír algo, salió el pelimorado y se sentó en la barra observando al menor —¿Quieres por lo mientras fruta? Ví algo de melón y plátano—

—No, me espero, gracias— sonrió ligeramente

—Ya... Mm, creo suponer que es lo que te dije ayer— comentó meneando lo que estaba en el sartén

—¿Si?, ¿que es? — mostro interés

—Mmm— se puso nervioso —Sabes es difícil decirlo ahora que estoy sobrio, ayer estaba bajo el efecto del alcohol—

—Lo se, pero dijiste que me lo dirías hoy—

—¿A si? Mmm, pues... Agh... M-me gustas—

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