Me están llevando tiempo las modificaciones, pero valdrán la pena.

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Una vez que el mesero los llevó a una mesa con vista a un ventanal y que terminaran de ordenar su comida, Storm fue la primera en tomar la palabra.

-Y dime Hipo... ¿qué estás estudiando?

-Estudio Artes, además de una carrera técnica en Administración de Empresas- respondió este con simpleza.

- ¡Suena genial!, ¿Tú estudias otra carrera Toothless?

-Ehh sí, también llevo una carrera técnica en Contabilidad- respondió el mencionado sin mucho entusiasmo.

La chica se extrañó muchísimo al escucharlos, ya que no entendía el motivo de los Haddock para estudiar dos carreras totalmente distintas, o al menos así fue hasta que recordó quien era su padre. Quería preguntarles sobre el tema para resolver sus dudas, sin embargo, la Hofferson mayor la codeó con fuerza para que se detuviera y replanteara su pregunta, pues intuyó lo que quiso decir. Así que Storm al entender la indirecta, le asintió.

-El fin de semana que se presentó su padre, pudimos reconocer quien es, y tengo curiosidad, ¿cómo es trabajar con él? digo, debe esforzarse mucho para el lugar que tiene ahora en la ciudad.

-Bueno, es algo estricto, pero cada sacrificio que hace es para que todo Berk esté mejor; le importa mucho la ciudad- dijo el castaño con una mueca, pues recordó que aún no hacía las paces con él.

-De hecho, en este momento está con un proyecto que busca ayudar a la comunidad, pero para eso debe tener a gente de su confianza en los puestos más importantes. Es por eso que en cierta parte Hipo y yo tenemos una carrera técnica que no va mucho con nosotros; tenemos que formar parte de la empresa algún día- prosiguió el pelinegro alzándose de hombros.

-Entiendo, nada como confiar en la familia- contestó Storm pensativa, pues Toothless le había acabado de responder inconscientemente un poco la duda que tenía.

-Exactamente.

Después de eso, cambiaron de tema para centrarse en cada uno relatar la razón de la elección de su carrera principal, además de compartir algunos de sus hobbies, hasta llegar a una conversación con simples temas banales. El resto de la tarde se les pasó muy rápido y cuando menos vieron, el sol comenzó a ocultarse, por lo que optaron por pagar la cuenta e irse a casa, ya que debían estar listos a las 7:00 am. para llegar al entrenamiento de Astrid a tiempo.

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En la casa Hofferson

En el transcurso de la noche, Storm no pudo evitar pensar nuevamente en el tema de que los Haddock estaban prácticamente obligados a cursar una carrera que no deseaban por un compromiso con la empresa de su padre; quería ayudarlos de alguna manera, pero tampoco quería meterlos en problemas. Así que lo mejor que se le vino a la cabeza fue conversar del tema con Astrid; quizá ella podría idear una buena solución.

Pero, volviendo al presente, en ese momento toda la familia Hofferson estaba reunida en la sala, debido a que la rubia les estaba contando sobre el evento en el que pronto participaría; la recaudación de fondos.

- ¡Es increíble Astrid! a tus padres les encantaría saber que participarás- le respondió Gylda con ternura.

-Estamos muy orgullosos de ti- afirmó Finn mostrándole una sonrisa- ¿ya hablaste con Fergus sobre tu pieza?

-Aún no, pero ya la elegí- aseguró esta con emoción.

- ¿Y cuál es querida? -preguntó la mujer con intriga.

-The Dream.

El matrimonio Hofferson abrió los ojos con sorpresa ante la revelación, puesto que sabían perfectamente el valor sentimental que le tenía su sobrina a esa canción; después de todo, fue la última pieza que presenciaron sus padres antes de partir al Valhalla.

-Me encanta la idea- sinceró Finn con nostalgia, pues la melodía también le hacía recordar mucho a su hermano Erick; el padre de Astrid.

-A mí igual, ya estamos ansiosos por verte en la pista- completó Gylda mientras sostenía la mano de su esposo para darle consuelo.

-Gracias tíos, aprecio mucho su apoyo.

Después del anuncio y de conversar por un rato más, las chicas se despidieron de los adultos para ir al segundo piso, donde lavaron sus dientes y antes de irse a dormir, Storm vio que Astrid le estaba sonriendo a la pantalla de su celular, por lo que evidentemente no perdió la oportunidad para molestarla.

- ¿Qué tanto pueden estar hablando Hipo y tú a esta hora? -le preguntó sin realmente saber si estaba conversando con él, pero pensó que si no se arriesgaba, no iba a ganar nunca.

-Storm, no empieces con eso, mejor ya duérmete, que mañana será un largo día- contestó la rubia con un leve rubor en las mejillas- a menos que quieras que hablemos de...

-No, no, está bien, descansa- interrumpió de inmediato sabiendo que nombraría a Toothless.

-Bien, descansa Storm- se despidió con una sonrisa victoriosa.

-Nos vemos mañana As.

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En la casa Haddock

Mientras Toothless subía las escaleras pensando en el grandioso día que tuvo por conocer más a la menor de los Hofferson, ni siquiera se percató de cuando su hermano lo rebasó para entrar a su cuarto, ignorando por completo a Estoico, quién se encontraba en el pasillo, ya que era evidente que no estaba listo para hablar con él todavía, no obstante, el pelirrojo tampoco hizo amago de querer enmendar las cosas.

-Descansa Tooth- se despidió el hombre de su hijo menor en cuanto terminó de subir las escaleras.

-Descansa papá- respondió el pelinegro de vuelta antes de verlo marcharse a su habitación.

Valka por su parte, no tardó en salir de la recámara que compartía con su esposo para acercarse a Toothless y acariciarle la mejilla maternalmente antes de tocar la puerta del cuarto de Hipo.

-Hijo, soy yo, ábreme por favor- pidió la mujer amablemente.

- ¿Qué pasa mamá?, ¿Está todo bien? -preguntó el castaño al abrir ligeramente la puerta, donde solo asomó la cabeza.

-Hipo, sabes que tu padre es muy testarudo, pero no puedes estar enojado con él por siempre- explicó con tristeza, pues detestaba cuando su familia discutía.

-Entonces, ¿estás de acuerdo con lo que está haciendo? -soltó frunciendo el ceño.

- ¿De qué hablas?

-Sabes de que hablo; sobre que no participe en el concurso de arte, pues sería una pérdida de tiempo- contestó con molestia.

Toothless al ser únicamente espectador de la discusión, se sobresaltó de inmediato, pues Hipo jamás le había hablado de esa manera a su madre, así que se acercó lentamente por si era necesario que interviniera.

- ¡Eso no es verdad! yo apruebo completamente que dediques tu vida al arte.

- ¿Y entonces porque no le dices a papá que apruebe el concurso? o que al menos me deje tomar mis decisiones sin recibir represalias o sermones, estoy harto de eso y la verdad he sido muy paciente- interrogó dolido.

-Hipo, eso he tratado a diario, he hablado con él; pero tiene una perspectiva diferente del futuro que quiere para ti, y... -intentó explicar, sin embargo, la voz se le empezó a entrecortar al sentirse contra la espada y la pared.

El pelinegro ante tal situación, decidió ponerse delante de su madre para protegerla de alguna manera y ser él quien encarara a su hermano.

-Oye, el hecho de que papá y tú tengan diferencias y que constantemente discutan, no significa que tengas que desquitarte con mamá, ella siempre te ha apoyado en lo que sea y lo único que te ha pedido es que hagan las paces, odia ver que no se hablen- le recordó mirándolo retadoramente.

El Haddock mayor lo observó en silencio un par de segundos antes de soltar un cansado suspiro y acercarse a abrazar a su madre con arrepentimiento.

-Lo siento mamá, no era mi intención reclamarte mis problemas con papá.

-No tengo nada que perdonarte, tranquilo; entiendo porque lo haces- le aseguró correspondiéndole el gesto- mejor váyanse a dormir, ya es tarde- agregó tras romper el abrazo y despedirse de ellos dándoles un beso en la frente- Hipo, doblaré esfuerzos para convencer a tu padre, pero, si pudieras...

-Hablaré con él mañana, te lo prometo- interrumpió este sutilmente adivinando que iba a pedirle.

-Gracias- atinó a decir la mujer antes de dar media vuelta para dirigirse a su habitación.

-No tienes que repetirme que hice mal al hablarle de esa manera a mamá- le mencionó Hipo a Toothless una vez que estuvieron solos.

-Lo sé; sé que no fue tu intención. Tan solo cúmplele lo que te está pidiendo para que esté tranquila- solicitó con una tenue sonrisa.

-No te preocupes, lo tengo bajo control.

-De acuerdo, ve a dormir que por hoy ya pasaste mucho. O anda, ve a hablar con Astrid un ratito- comentó en broma, pero el castaño se sonrojó de inmediato, pues antes de la pequeña discusión con su madre, sí había estado felizmente conversando con la rubia.

-Ush, qué pesado eres a veces- atinó a decir con nerviosismo dirigiéndose a su habitación- buenas noches hermanito.

-Buenas noches- despidió mientras reprimía la risa que quería escapar de sus labios.

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La rubia a la mañana siguiente, despertó temprano para salir a trotar un rato antes de irse a entrenar. Pero, cuando regresó a casa, notó que los Haddock y su prima ya estaban esperándola en el jardín, por lo que abrió los ojos con sorpresa al mirar la hora en su celular; 7:10 am.

-Rubia, se te ha hecho tarde- comentó Storm mirándola con expresión divertida.

-Lo siento, ya vuelvo- atinó a responder Astrid sin detenerse para saludar, pues debía entrar a recoger sus cosas y tomar las llaves del auto de su familia- listo, perdónenme por hacerlos esperar- agregó colocándose una sudadera y amarrándose el cabello en un chongo.

-No te preocupes Astrid, solo fueron unos minutos- dijo el despreocupado Hipo brindándole una pequeña sonrisa que la chica le correspondió.

Sin perder más tiempo, los chicos se subieron a sus respectivos autos para conducir con dirección a la pista de patinaje de Berk. Y una vez que ingresaron al lugar, la Hofferson mayor se giró hacia sus invitados.

-Sigan a Storm, ella los llevará a las gradas para que puedan ver el entrenamiento, yo los veré después- se despidió sonriente a la vez que caminaba al lado contrario para saludar a Fergus.

-Vamos Hipo, Toothless, es por aquí- indicó la rubia de mechones azules guiándolos a la primera fila de las gradas.

- ¡Estoy tan emocionado! nunca habíamos venido a la pista de hielo y mucho menos había tenido la oportunidad de fotografiar a una patinadora- reveló el pelinegro sin poder ocultar su entusiasmo.

- ¡Me alegra mucho!, por cierto ¿traes algunos de tus trabajos para verlos en lo que Astrid se prepara? -preguntó la curiosa Storm.

-Ohhh, sí claro, aquí están- contestó extendiéndole con nerviosismo el folder que guardaba sus fotografías favoritas.

Aquella acción, provocó que el castaño se riera de su actitud, sin embargo, el menor le dio un golpe en las costillas para hacerlo callarse. Pero, realmente Toothless no debió preocuparse por lo que fuera a pensar Storm de su pequeña pelea con Hipo, pues esta estaba demasiado entretenida admirando las fotografías, como para notar algo externo de su ambiente.

-Toothless, tu trabajo es increíble- halagó mirándolo con una enorme sonrisa.

-Gracias Storm, lo aprecio mucho- respondió el chico sonriéndole ligeramente avergonzado por el cumplido.

-Tienes mucho talento, al igual que tu hermano.

- ¿Cómo sabes sobre mi trabajo, Storm? -preguntó el castaño con confusión.

- ¡Oh! es que Astrid le tomó una foto a uno de tus bocetos que le enseñaste y me lo mostró; espero que no te haya molestado.

Hipo se sonrojó de inmediato, pues nunca vio el momento en que la Hofferson mayor fotografió sus dibujos, no obstante, se sintió satisfecho y contento al saber que alguien más apreciaba su arte.

-No me molesta, al contrario, gracias por pensar que no dibujo tan mal.

-Ay, como eres igual a Astrid- sinceró Storm riendo mientras rodaba los ojos con diversión.

- ¿En qué sentido?

-En que a pesar de que son excepcionales en su trabajo, son humildes de corazón, ya que siempre van a decir que hay personas que pueden hacerlo mejor que ustedes- agregó por último viéndolo desviar la mirada con timidez; acción que le confirmaba su teoría.

Y cuando estaba por agregar algo más, empezó a reproducirse una canción instrumental por las bocinas que había alrededor y, no mucho después, Astrid entró a la pista de hielo para dar inicio a su entrenamiento. 

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Sin más que decir, nos vemos pronto ;)