Capítulo 24
Siguiente actualización, disfrútenla.
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- ¡Wow, wow!, alto ahí rubia, ¿qué pasa? -exigió saber Storm quitándole sus cosas de forma abrupta.
- ¡Storm!, ¡Dame eso! -demandó Astrid en un grito al seguir molesta, sin embargo, su prima se quedó pasmada, ya que jamás le había hablado de esa manera- perdón, pero tengo que resolver esto- agregó esquivándola, pues lo único que necesitaba eran las llaves del auto y su celular.
- ¡Astrid!, ¡Por favor! -chilló dolida cuando la patinadora estuvo por cruzar la puerta.
-Sabes que hago las cosas de este modo porque no me gusta exponerte- le recordó deteniéndose en seco, pero sin mirarla- no me hagas sentir culpable.
-Lo sé, pero...
-Hey, tranquila Storm, estoy seguro de que Astrid tiene una buena razón para salir sola, confía- intervino Toothless acercándose a la Hofferson menor, pues la había visto muy inconforme con que su prima abandonara la casa.
-Astrid, ¿qué ocurre? -preguntó ahora Hipo, ya que odiaba no saber el contexto de las cosas para poder ayudar.
-Fergus me acaba de decir que alguien corrió el rumor de que compré el premio para la competencia del próximo año. La prensa se enteró, así que fueron a buscar respuestas a la pista sumamente molestos porque supuestamente los decepcioné, pero ese no es el problema, lo que me preocupa es que Fergus estaba dándoles una clase a unos niños, y por todo el desorden, no pueden salir; por eso debo ir a arreglar esto.
-Pero, ¿vas a ir sola? -interrogó el castaño con preocupación, ya que no quería verla arriesgándose a una situación que podría tornarse violenta.
-Tranquilo, voy a ir con Magnus y Eret. Estaré bien, pero ya me tengo que ir, quédense tranquilos- dijo acercándose a Storm para sostenerla de las manos- no pasará nada, y a cambio, tomaremos un chocolate caliente cuando regrese, ¿te parece?
-Está bien, ve con cuidado- respondió la rubia de mechones azules con una sonrisa de lado.
Teniendo a su prima más tranquila, la rubia se dirigió a la puerta, pero antes de siquiera abrirla, la mano de su novio la detuvo.
- ¿Segura que no quieres que te acompañe?
-No Babe, no quiero que te expongas, pero tranquilo, te mandaré mensaje en cuanto salga- le susurró de forma dulce mirándolo a los ojos.
-De acuerdo, pero por favor, cuídate mucho Mi lady.
-Sabes que sí- confirmó parándose de puntitas para darle un beso de piquito que fue correspondido antes de abandonar el hogar Haddock.
El castaño se quedó mirando a la puerta con una sonrisa, hasta que de repente parpadeó confundido... ¿quién en nombre de Thor era Magnus?, sabía que Eret era amigo de su novia desde hacía años, pero no tenía ni la más mínima idea de quien era el otro chico.
-Sí que te atrapó, ¿verdad? -dijo Toothless con diversión, interrumpiendo sus pensamientos.
-Claro que sí... ¿no se nota?
Ante tal respuesta, el pelinegro se rio con fuerza, pues descubrió que podría sacar provecho de su hermano al encontrarse enamorado; podría molestarlo y él ni siquiera lo notaría.
-Disculpen, pero tengo que estar segura de que Astrid estará bien- intervino Storm sacando su celular para marcar a un número y poner el altavoz.
- ¿Sí?
- ¡Hey!, ¿Astrid está contigo?
-Hola Siri, me alegra saludarte, ¿cómo te va?
- ¡Magnus!, esto es importante, solo quiero saber si en verdad ella va contigo y no se aventuró a irse sola a la pista. Luego te recompensaré con unas galletas sin gluten, lo sabes- respondió tocándose el puente de la nariz para conservar la calma.
-Con lo de las galletas me has convencido, pero hazlas con gluten, no voy a engordar- pidió el chico con tranquilidad del otro lado de la línea- tranquila Storm, sí viene con Eret y conmigo. Ya estamos de camino a la pista; sabes que no dejaría escapar a mi hermanita a ese tipo de situaciones.
-Lo sé, muchas gracias. Y perdón por sonar como loca, solo quería asegurarme.
-Descuida, te entiendo; los dos sabemos los líos en los que se puede meter Astrid. Pero te la llevo en un rato, por lo pronto, quédate con tu chico Haddock- comentó risueño, haciendo que tanto Storm como Toothless se sonrojaran, y que Hipo quisiera estallar en una risa.
- ¿¡De qué hablas!? -exclamó apenada, y queriendo quitar el altavoz, pero su celular sencillamente no quería encender de la pantalla.
-No soy tonto, me han llegado rumores. Pero bueno, en la semana iré a tu casa, así que quizá quieras presentármelo- ofreció con diversión.
- ¿¡Qué!?
-Además, quiero conocer a su hermano mayor, ¿sabes si quiere algo serio con Astrid?
-Pregúntale tú mismo cuando lo veas- dijo con una sonrisa triunfadora al ver al castaño haciéndole señas de que no dijera nada sobre que estaba allí.
-Está bien, eso haré. Nos vemos Storm.
-Adiós, cuídate.
-Rayos Hipo, estás muerto- dijo el alegre Toothless en cuanto la Hofferson menor cortó la llamada.
- ¡Cállate Tannlos!, ehh Storm, ¿Magnus es el hermano de Astrid? -cuestionó el mencionado, debido a que con la llamada quedó bastante confundido del parentesco que tenía su novia con ese chico- porque jamás me habló de él.
-Tranquilo, Magnus no es hermano de Astrid, al menos no de sangre. Pero, la quiere cómo tal; se comporta como su hermano mayor- explicó la chica alzándose de hombros.
-Pero... ¿pertenece al mundo del patinaje o cómo es que lo conocen? -preguntó ahora el pelinegro con curiosidad.
-Sí, él también es un patinador profesional, aunque realmente lo conocemos de toda la vida; Magnus es el hijo de Fergus.
-Ahh, ahora todo tiene sentido- atinó a decir Hipo, recordando que la rubia se lo mencionó alguna vez ligeramente.
-Así es, pero bueno chicos, me tengo que ir, debo decirles a mis padres donde anda Astrid- expresó tomando sus cosas- e Hipo, no te preocupes por ella, te mandaré mensaje cuando llegue a casa.
-Muchas gracias, Storm.
-Y Toothless, gracias por la velada, realmente la disfruté mucho- sinceró dándole un abrazo rápido y un beso en la mejilla antes de ir a la puerta- descansen.
Para cuando la chica abandonó la casa Haddock, el pelinegro no fue capaz de mover un solo músculo, debido a que estaba perdido en las nubes teniendo una enorme sonrisa.
-Hermanito, a este paso vas a babear toda la alfombra de mamá y a ella no le va a gustar.
- ¡Cállate Hipo! -gritó persiguiéndolo para hacerle pagar por haber hecho que se avergonzara de su comportamiento.
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Por otra parte, Astrid se estaba enojando cada vez más conforme se acercaban a la pista de hielo, pues pensaba que de nada servía su arduo trabajo, si simplemente alguien llegaba a arruinar todo abriendo la boca para soltar mentiras.
-Ya Hofferson, a este paso sacarás humo por las orejas. Sé que eso no cambiará nada, pero debes tranquilizarte- pidió Eret, quién iba de conductor.
No obstante, con esas palabras, solo consiguió que la rubia lo fulminara con la mirada, a lo que este prefirió ignorarla para evitar enfrentarse a su furia, pues ella iba sentada en el asiento del copiloto.
-Bueno hermano, al menos lo intentaste- comentó Magnus en una risa desde el asiento de atrás.
-Ya lo creo, pude morir, pero aquí estoy.
-En este momento no son graciosos sus comentarios sarcásticos- soltó la chica con fastidio- pero cambiando de tema, Magnus ¿quién te llamó?
- ¿Tú quién crees? -respondió este con obviedad.
- ¿Y qué le dijiste a Storm?
-La verdad, que más podía decirle. Pero descuida, se quedó tranquila, tanto que me prometió unas galletas la semana que viene, además, la distraje preguntándole sobre ese chico Haddock.
- ¿Qué chico Haddock?
-Ehh... ¿cómo dijo papá que se llamaba? ¿Toothless? -comentó Hansen con torpeza y cerrando los ojos para tratar de hacer memoria.
-Ahh sí, Toothless... ¿y qué te ha dicho Fergus sobre él?
-Rumores y, yo que tú hermanita, me quitaba la curiosidad de preguntar lo qué sé, porque papá también me habló de tu amigo Hipo- advirtió con diversión, provocando que la rubia inmediatamente se sonrojara y desviara la mirada ante la mención de su novio.
- ¡Oye Hansen! yo no sé nada del tema, ¿me vas a poner al tanto? -intervino Eret con una sonrisa burlona, ya que eran pocas las veces que podían molestar a la rubia sin recibir consecuencias.
- ¡Claro que sí! es más, serás el primero en saber cómo fue que actuaron al conocerlos personalmente- informó chocando su puño con el de él en señal de victoria.
Cabía aclarar que Magnus y Eret eran mejores amigos desde hacía aproximadamente 9 años gracias a Astrid, quién fue la responsable de presentarlos. Esta conoció a Eret unos meses antes del accidente de sus padres y, como a Magnus lo conocía de toda la vida, tras finalizar una competencia de patinaje, los presentó. Y desde entonces, ambos disfrutaban de molestarla de forma cariñosa, además de verla como su hermana menor.
- ¿¡Qué tú qué!? -soltó Astrid en un chillido.
- ¿Pues qué? en la semana voy a ir a tu casa por mis galletas, a saludar a tus tíos y a asustar un ratito a los vecinos Haddock.
- ¡Por todos los dioses! -expresó cubriéndose el rostro con frustración, pero la conversación no pudo seguir debido a que habían llegado a la pista.
-Astrid, iré adelante, tú en medio y Eret detrás. No te vas a poner hasta enfrente, ¿está claro? -indicó Magnus con seriedad al ser muy sobreprotector con ella.
-Pero...
-No Astrid, ya lo hemos hablado. Sabemos que puedes hacerlo tú sola, pero esto es diferente, ¿de acuerdo? -secundó Eret interrumpiendo su oración.
-Ya qué- mencionó resignada y cruzándose de brazos.
Los patinadores al irse acercando a la pista, fueron interceptados por la prensa, sin embargo, los chicos se aseguraron de que nadie tocara a la rubia, ni siquiera un mechón de su cabello. Por lo que, una vez que lograron pasar y entrar al lugar, se encontraron con Fergus.
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Después de casi una hora, los chicos lograron hacerle entender a la prensa sobre el gran error que significaba sacar conclusiones falsas sin preguntarle a la persona afectada que es lo que pasaba. Astrid les dejó en claro que no compró el premio, así que, tras desalojar a los reporteros del lugar, los niños que estaban en clase, pudieron irse. Por lo tanto, ahora que todos se encontraban en el auto de regreso al hogar Hofferson, la rubia le mandó un mensaje a Storm diciéndole que ya iba a casa, y en cuanto le iba a mandar otro a su novio, se dio cuenta de que en su chat ya había un mensaje no leído.
-Mi lady, ¿todo bien? perdón por ser tan insistente, pero ya sabes cómo soy.
-Sí Babe, de hecho, ya voy de camino a casa. Mañana acabando mi práctica te cuento todo.
-De acuerdo, voy a esperar a que llegues a casa para irme a dormir.
-No, vete a descansar ya, es tarde y mañana tienes que ir a la empresa.
-Ni me lo recuerdes, pero tú tienes que entrenar. Así que, te espero.
-Gracias, eres el mejor.
-No es nada, y no, tú eres la mejor.
Tras ese último mensaje, Hipo cumplió su promesa, esperó a que Astrid llegara a casa antes de irse a dormir en plena tranquilidad, pues al día siguiente solo podrían hablar pasando el medio día por tener muchas cosas que hacer.
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A la mañana siguiente, Astrid se levantó con pesadez, ya que casi no había dormido la noche anterior, pero su entrenamiento no podía detenerse por aquella situación. Así que antes de salir de casa, hizo un breve calentamiento y, como no quería despertar a nadie de su familia al ser muy temprano, salió a untaditas, no sin antes llevarse un pequeño refrigerio. Y una vez en la pista, dio inicio con su rutina, la cual ya estaba a nada de ser perfecta.
-Bien Hofferson, hazla de nuevo. Pero recuerda poner los pies en punta al principio, y que los brazos no estén tan rígidos- indicó Fergus una vez que Astrid ejecutó la coreografía por segunda vez.
La chica le asintió agotada, para después andar nuevamente por la pista con elegancia pese al cansancio. Dio giros y combinaciones de saltos, hasta que llegó al más difícil; el Doble Axel. Al impulsarse, lo hizo correctamente, sin embargo, al aterrizar, no fue con firmeza, por lo que su tobillo del pie izquierdo resintió el impacto. Soltó un pequeño grito de dolor y tuvo que detenerse para sobarse la zona afectada.
- ¡Maldición!
- ¡Astrid!, ¿¡Estás bien!?
- ¡Sí, descuida! -exclamó con pesadez iniciando de nuevo la coreografía, y olvidándose del dolor en su tobillo. Pues, al menos esperaba que a Hipo le estuviera yendo mejor que a ella, ya que en la mañana no quiso llamarlo para desearle suerte, pues de haberlo hecho, lo habría despertado.
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El castaño odiaba ir a la empresa Haddock, más si era temprano, pero como no iba a traicionar la confianza de su padre, se levantó para prepararse e intentar descubrir más sobre el rumor del fraude en la zona de finanzas. La noche anterior no durmió tanto como le hubiera gustado, sin embargo, no hubiera podido descansar sin saber que su novia había llegado a casa a salvo. Lo que le recordaba que tenía que hablarle, pues a pesar de que sabía que ya estaba entrenando, quería tener un pequeño detalle con ella; pero al tomar su celular, sonrió con emoción; Astrid le había ganado enviándole un mensaje de buenos días.
-Hey Babe, buenos días. Me hubiera gustado llamarte antes de irme a la pista, pero te habría despertado, y de por si ayer te dormiste tarde por esperarme. Solo quiero desearte suerte en la empresa de tu padre y recuerda que, cualquier cosa que pase, llámame e iré contigo de inmediato.
¿Qué hice para merecer a una mujer como Astrid?, pensó el afortunado Hipo sin dejar de sonreír; pero debido a que escuchó que Toothless ya se había levantado e ido a duchar, se apresuró a contestarle.
-Buenos días Mi lady, no te preocupes, recuerda que yo quise quedarme despierto para esperarte. ¿Ya te he dicho lo magnifica que eres?, gracias, sabes que serás a la primera que llame para contarle todo; y espero que te vaya muy bien en tu práctica; lo harás increíble como siempre. También recuerda que cualquier cosa, me puedes llamar y allí estaré.
No mucho después, el castaño se arregló para poder bajar las escaleras y tomar su desayuno en la cocina, donde tras un par de minutos, vio a su hermano entrar con desesperación.
- ¡Hipo, ayúdame! no encuentro la estúpida corbata y ya es tarde.
- ¿Te refieres a la corbata que está adelante de mí? -dijo en un tono burlón al verlo buscar por toda la casa.
- ¿¡Por qué no me dijiste que estaba ahí!? -preguntó frenándose de golpe y tomándola para colocársela.
-Porque no me dijiste que buscabas eso- explicó alzándose de hombros y terminándose su desayuno.
- ¡Ush! ...mejor ya vámonos, porque me estoy volviendo loco.
-Está bien, vámonos-concordó yendo a abrir la puerta, y esperando a que ese día pasara muy pronto.
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Solo quiero hacer una aclaración con respecto a las edades de algunos personajes, por si llegara a haber alguna confusión, ya que, incluso yo llego a olvidar sus edades xd: Hipo, Astrid y Heather tienen 21 años; Toothless y Storm tienen 20 años; Dagur, Magnus y Eret tienen 24 años.
Nos vemos pronto ;)
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