Siguiente actualización, disfrútenla.
.
Esta vez fue el turno del pelinegro de llevar a Hipo a su Universidad. Pero por desgracia, eso no fue de mucha ayuda, pues siendo las 7:20 am, el castaño todavía no se encontraba en su salón; sino que, corriendo a medio pasillo.
-Disculpe profesora, ¿puedo pasar? -preguntó con la voz agitada una vez que llegó a la puerta del aula de Literatura.
-Puede pasar señor Haddock, pero tuvo mucha suerte de que estuviera aquí la señorita Hofferson para entregar su proyecto a tiempo- contestó la profesora Mala mirándolo con desaprobación.
El chico le asintió apenado, además de prometerle que no volvería a pasar. Y en silencio, tomó asiento al lado de la rubia, quién estaba tratando de retener una risa.
- ¿Tu sueño de belleza pudo más que tu alarma Haddock? -le preguntó con burla.
-Te sorprendería, ¿cómo crees que mantengo esta imagen tan perfecta? -soltó con sarcasmo.
La chica en respuesta, le negó con una sonrisa antes de poner atención a la clase. Y aunque Hipo quiso hacer lo mismo, le resultaba imposible, debido a que en la tarde podría convertirse en el mejor día de su vida o en el más doloroso de todos.
- ¿Qué tienes Hipo? -cuestionó con curiosidad al verlo tan callado una vez que terminaron las asignaturas que les correspondían y caminaban al estacionamiento.
-Nada, bueno, lo sabrás en cuanto lleguemos a mi casa.
- ¿Es sobre tu cuadro? -preguntó con emoción.
-Paciencia Astrid, lo sabrás muy pronto.
-De acuerdo, pero la intriga ya es demasiada.
El castaño al escucharla y verla entrar a su auto, soltó el aire que había estado reteniendo por su nerviosismo, para luego cerrar los ojos un momento intentando calmarse antes de imitarla.
.
Por otro lado, Toothless se encontraba de camino a la Universidad de Storm para ir a recogerla. Su plan era simple, irían a pasear un rato por los alrededores de Berk, comerían algún bocadillo y cuando lo considerara oportuno, la llevaría a un bonito y elegante restaurante. Esta vez, su cita tenía que ir a otro nivel; debía ser muchísimo más formal.
-Bien, aquí vamos. Si Hipo va a tomar riesgos hoy, yo puedo dar este pequeño paso- se dijo a sí mismo a la vez que se bajaba del auto para que la chica lo viera.
- ¡Toothless! -gritó la emocionada Storm cuando lo encontró en el estacionamiento.
El mencionado sonrió como nunca al verla, ya que se había trenzado el cabello, estaba usando un vestido corto color rosa, el cual combinaba con unos aretes y collar dorado, además de que el conjunto hacía resaltar sus ojos avellana. Se acercó a saludarla con nerviosismo, pero nunca se esperó que Storm le rodearía el cuello con cariño para darle un abrazo, así que con torpeza la rodeó por la cintura.
-Te ves hermosa...- soltó en un susurro, pero enseguida se sonrojó, pues eso solo habría querido dejarlo en un pensamiento.
-Muchas gracias, tú también te ves muy guapo- respondió con seguridad al separarse del abrazo- ¿nos vamos?
-Sí claro, vámonos- declaró apresurándose a abrirle la puerta del asiento del copiloto, además de ofrecerle una mano para que pudiera subirse.
-Gracias.
-Es un placer.
Mientras el chico conducía por las tranquilas calles de Berk, la rubia de mechones azules se dispuso a tararear una canción de manera alegre, algo que hizo sonreír a Toothless; ya que era claro que admiraba muchísimo el espíritu libre que esta poseía.
-Oye Tooth, hay algo que no me deja tranquila y necesito que seas sincero conmigo- cuestionó una vez que su canción finalizó.
-Dime- respondió al estacionarse frente al parque donde empezaría su cita.
- ¿Por qué no creías que aceptaría salir contigo otra vez?, es decir, ¿acaso he hecho algo para que pienses que no te aprecio?
-No es nada de eso Storm- señaló exhalando con pesadez- es solo que...
-Vamos, necesito saberlo, confía en mí- pidió al ver que se había quedado callado, pues internamente ya había decidido arriesgarse a intentar tener algo más que una amistad con él.
-Confío en ti, el problema es que nunca he sido alguien que tenga mucha confianza en sí mismo a la hora de hacer cosas nuevas. Normalmente, las personas solo ven mi torpeza y lo tímido que puedo llegar a ser; me cuesta dejar que las cosas fluyan. Storm, te admiro por la seguridad que te tienes; sabes quién eres y lo demuestras de forma excepcional. Y supongo que, por eso me sentí intimidado, sabes lo que quieres, y yo a cada rato pienso escenarios alternos y catastróficos, como el que estabas buscando a un chico contrario a esto- soltó señalándose por completo.
-Toothless, eso es lo más bonito que alguien me ha dicho, muchas gracias... pero, no seas tonto- sinceró tomándolo de la barbilla- no tienes que temer a nada, eres diferente al resto; un alma bondadosa y tierna- agregó con una sonrisa.
- ¿Lo crees?
-Desde luego, pero pienso que esas palabras tendrán verdadero significado cuando seas tú quién las crea y diga- sugirió risueña besándolo en la mejilla para después salir corriendo del vehículo.
-Dioses, es tan perfecta- susurró con una sonrisa de oreja a oreja saliendo del auto para ir a alcanzarla.
.
- ¿Estás seguro de que estás bien? -preguntó Astrid nuevamente, quién seguía manejando de regreso a su hogar.
-Tranquila, todo bien, es solo que estoy estresado porque mañana tengo que ir a la empresa de papá- le aseguró Hipo con una sonrisa de lado.
-Me gustaría poder darte algún consejo respecto a eso, pero es difícil cuando no conoces lo que es estar en ese ambiente.
-No te preocupes, yo tampoco sabría darme un consejo. A pesar de que papá y yo hemos arreglado algunas cosas, todavía no podemos tocar de buena manera el que deba formar parte de la empresa.
- ¿En serio no existe una mínima oportunidad de que te deje tomar un camino diferente?
La rubia había conversado con Storm hacía unos días sobre aquel tema, donde ambas concordaron en que ninguno de los hermanos Haddock estaba feliz con la idea de ser parte de la empresa del gran Estoico el Vasto, como muchos lo conocían. Se habían planteado cientos de ideas para ayudarlos en silencio, sin embargo, se detuvieron al darse cuenta de que no podían meterse en problemas ajenos; no podían causar conflictos dentro del núcleo familiar que no era suyo. Solo podían fungir el papel de ser buenas amigas con los chicos para aminorar su disgusto de entrar a la empresa, pues si se presentaban cambios, solo sería por la mano de estos.
-No creo, papá trabajó mucho para que la empresa tuviera éxito; por tanto, para que se mantenga así, debe seguir teniendo personal capacitado en cada uno de los sectores; eso incluye que sus principales supervisores y jefes de zona seamos Toothless y yo... al menos hasta que definitivamente nos pase el cargo de dueños- explicó en derrota.
-Entiendo... y más con su proyecto de los nuevos paneles solares, ¿no? -preguntó estacionándose frente a su casa.
- ¿Cómo sabes de ese proyecto? -interrogó perplejo.
-Bueno, la empresa Haddock se dedica a la creación e innovación de aparatos tecnológicos y, desde que tu padre tomó la dirección, se han enfocado más en productos para beneficio de las comunidades, especialmente Berk. Y ya sabes, los rumores corren muy fácil de boca en boca, no fue difícil intuir la situación; los proyectos de los Haddock no pasan desapercibidos, menos para las revistas de economía.
-Vamos As, no te ofendas, pero no te ves como alguien que lee sobre finanzas, economía y demás- comentó con una burla cariñosa.
-Dioses, no- secundó con horror, a lo que este rio en respuesta- mi tío me contó un poquito sobre cómo funciona ese mundo. Yo solo leí un artículo de lo que hace la empresa de tu familia.
-Pues eres brillante, sí; el proyecto que viene son los paneles solares- cortó mirándola con orgullo, pues en realidad lo que dijo no era algo que se deducía por pura casualidad; tenías que ser bastante listo para intuirlo.
Pero, realmente lo que iba a atender a la organización era más bien el problema del fraude que se venía hablando en la zona de finanzas. Su hermano y él irían a supervisar si en los últimos días había ocurrido algún movimiento anormal que fuera necesario notificarle a su padre para tomar otro tipo de medidas. Habría querido comentárselo a la rubia, pero no quería preocuparla en vano.
-Ay Hipo, lamento esto- dijo de repente con cansancio.
- ¿De qué hablas?
-Mira por ti mismo- pidió mostrándole su celular.
El chico alzó una ceja por la confusión, pero en cuanto leyó el título de lo que le molestó a la Hofferson, entendió. Al parecer se trataba de una nota amarillista sobre ellos... algo bastante inusual.
"Se ha visto en repetidas ocasiones a Hipo Haddock; el primogénito del famoso empresario Estoico Haddock, salir con la patinadora Astrid Hofferson; representante del país para la competencia de patinaje del próximo año. ¿Será que tienen un romance secreto?, nuestras cámaras los han captado en lugares públicos estando muy cómodos cerca uno del otro, pero hasta el momento, ni el entrenador de Hofferson; Fergus Hansen, ni Estoico Haddock, han mencionado algo al respecto.
Algunos admiradores de la joven patinadora han empezado a opinar sobre la noticia, y estamos más que de acuerdo con ellos... ¡se ven realmente adorables! Dentro de una semana, Astrid Hofferson concederá una entrevista para una estación de radio, ¿será que mencionará al joven Haddock?, esperemos que dé la exclusiva para conocer el estado de su relación, si no, estén atentos berkianos, estaremos actualizando la información apenas tengamos noticias. Nos vemos pronto, #Hiccstrid."
Bueno, si el castaño ya estaba nervioso, aquella nota fue la gota que derramó el vaso para que quisiera salir corriendo; la gente pensaba que eran novios, incluso algunos compañeros de su clase. Por Thor, si ya hasta les tenían su nombre de pareja.
-De verdad lo siento, invadieron tu privacidad por mi culpa- insistió avergonzada.
-No As, está bien. No es como que nunca haya aparecido en los chismes del espectáculo siendo el heredero del patrimonio de la empresa de papá, no te preocupes.
-Gracias por entender, pero mejor entremos a tu casa para charlar sobre lo que te preocupa, ¿te parece? -pidió saliendo del auto, pues la nota amarillista le había provocado un pequeño rubor en las mejillas y sentir maripositas en el estómago por imaginar que pudiera ser verdad; que Hipo y ella fueran algo más.
-Pero, no estoy preocupado- aseguró caminando a la par de ella.
-Sí, claro- contestó con sarcasmo- ahora créete tu mentira.
-Bueno, me rindo; sí me pasa algo- aceptó abriendo la puerta de su hogar antes de hacerse a un lado para que la rubia pasara primero.
-Dime que es.
-Vamos a mi habitación, allá te diré todo- prometió señalando las escaleras, a lo que esta le asintió en silencio, para después subir al segundo piso.
Haddock conforme subía cada escalón, escuchaba a su corazón latir con fuerza, pero ya no había marcha atrás. Al llegar a su habitación, al centro se encontraba su caballete con la pintura cubierta por una manta; y, para ser completamente precavido con su declaración, había escondido el retrato de Astrid que le había regalado Toothless.
-Bien, ya estamos aquí, dime lo que te preocupa.
-Vamos Astrid, dame un momento para recobrar el aliento- pidió en una risa nerviosa.
- ¿Es algo malo?
- ¡No!, es decir, depende de cómo te lo tomes...
-Ya dime o juro que te golpearé; me estás poniendo muy ansiosa.
-Está bien, ya voy- se apresuró a expresar poniéndose al lado del caballete- para darle sentido a lo que quiero decirte, necesito que veas esto- añadió inhalando aire al mismo tiempo que quitaba la manta de su cuadro.
En cuanto la pintura quedó a la vista de la Hofferson, esta por acto de reflejo, abrió los ojos con sorpresa; se había quedado en shock... ¿qué se supone debía hacer o decir ante tal situación?
.
.
Mensaje tras la reedición: el cambio principal que se vio en este capítulo fue que en esta versión ahora sí se sabe a que se dedica la empresa Haddock; por si alguien se quedó con la duda, he aquí la respuesta UwU.
Nos vemos pronto ;)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top