Capítulo 12
Disfruten su lectura.
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El viernes por la mañana el castaño caminaba tranquilamente hacia el salón de Ciencias, cuando al llegar, se encontró con una pensativa rubia mirando distraídamente el amanecer a través de la ventana.
-Astrid, ¿todo bien?
La chica lo miró, pero sin darle respuesta, únicamente le dio su celular, señalando que leyera el último mensaje. Este la vio con extrañeza, pero no la contradijo o preguntó otra cosa; solo hizo lo que le pidió para tratar de entender que pasaba.
-Hofferson, nos acaban de avisar que por la tarde debes filmar el promo para la recaudación de fondos. Le he avisado a tus estilistas para que lleguen a tu casa cerca de las 2:00 pm. Siento avisarte hasta ahora, pero apenas pude desocuparme; todo debido a que la prensa ya se enteró que participarás. Te veo más tarde, Fergus.
-Pero, ¿qué te preocupa? -preguntó el castaño una vez que terminó de leer.
-Creo que todo, Hipo. Mira, desde que entré al patinaje, parte de la prensa piensa en ocasiones que solo participo en este tipo de eventos por la fama.
- ¡¿Qué?!
-Sí, ya sabes, cosas del espectáculo, entrevistas, palabras sacadas de contexto y bla, bla, bla- explicó con exasperación.
-Entiendo, bueno, siempre puedo ayudarte con lo que necesites para aligerar ese ambiente- ofreció con una sonrisa.
-Lo sé, muchas gracias- respondió sonriéndole de vuelta antes de que la clase diera inicio.
Las horas se pasaron bastante rápido y, una vez que se rencontraron en la salida, se dirigieron al estacionamiento.
-Hipo, te prometo que el lunes seguiremos avanzando el proyecto, porque no pensé que quisieran hacer hoy esta grabación- prometió apenada.
-Tranquila Astrid, lo entiendo. Mira, vamos a casa a que te prepares para la promo, en la noche me cuentas como te fue, mañana nos alistamos para la cena y ya el lunes adelantamos, ¿te parece?
-Eres brillante, es un trato- comentó despidiéndose de él dándole un besito en la mejilla, para después subir a su auto y ponerlo en marcha.
Hipo sonrió anonadado por su gesto antes de imitarla para ir a recoger a su hermano. Y como consiguió llegar temprano, una vez que llegaron a casa y que Toothless comiera su almuerzo a tiempo, empezaron a conversar sobre el concurso de arte.
-Entonces, ¿cuándo se abren las inscripciones?
-Desde el lunes.
- ¿Sí te inscribirás? -preguntó mientras subían al segundo piso y caminaban a la habitación del castaño.
-Lo haré Toothless. ¿Guardarás el secreto por si papá no está de acuerdo?
-Sabes que sí.
-Gracias- sinceró dándole un abrazo rápido.
-De nada, oye, ¿qué me puedo poner para la cena de mañana? -preguntó de forma tímida una vez que se separaron.
- ¿Aún no tienes nada listo?
-Uhm no, ¿debí tener algo?
-En teoría, pero tranquilo, vamos a solucionarlo.
-Gracias, que los dioses te bendigan.
-Por favor, que me ha hecho falta- aseguró por lo bajo recordando todo lo que había pasado en la semana.
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Por otra parte, las Hofferson llegaron deprisa a su hogar, ya que Fergus les había avisado que las estilistas se habían adelantado para no correr contra reloj.
- ¿As, tienes ya listo algún traje? -preguntó Storm preocupada una vez que estuvieron en la habitación de su prima.
-No como tal, pero ya sé cuál elegiré, tranquila.
- ¡Astrid!, ¡Las chicas llegaron! -gritó Gylda desde la sala.
-Te dejo para que te puedan arreglar, nos vemos al rato- dijo la rubia de mechones azules a modo de despedida abriendo la puerta para ir con su madre, a lo que Astrid la miró agradecida.
- ¿Está lista señorita Hofferson? -preguntó una de las estilistas cuando entraron al cuarto.
-Tanto como puedo estarlo- comentó la mencionada tomando asiento frente a su tocador.
Pasaron cerca de dos horas cuando terminaron de arreglar a la rubia. Le hicieron un maquillaje sencillo, el cual consistió en sombras moradas, rubor en mejillas y nariz, labios de color rosa e iluminador en los pómulos, mientras que su peinado fue un recogido en un chongo, acompañado de una peineta plateada. El traje por su parte, era de color lila y manga larga, con la falda hasta la altura de las rodillas, con pedrería en el corsé y, por último, como complemento, usaba aretes plateados y patines blancos.
Cuando la chica se miró al espejo, les agradeció a las estilistas por el buen trabajo que hicieron, así que cuando las acompañó a la salida, se dio cuenta de que Hansen ya la estaba esperando.
- ¡Te ves increíble Astrid! -chilló la emocionada Storm.
-Muchas gracias Tormentita.
- ¿Lista? -le preguntó Fergus a su ahijada, a lo que esta le asintió.
-Te cuidas mucho- pidió Gylda cuando la Hofferson mayor se despidió de ella.
-Claro que sí tía, no te preocupes.
Astrid y Fergus se fueron al poco rato en el auto de este, pues comenzaba a hacerse tarde. Así que una vez que llegaron al estacionamiento de la filmación, notaron a muchos reporteros esperando a todos los atletas que participarían para entrevistarlos.
- ¡Vaya! sí que se informan rápido- expresó la rubia con asombro.
-Tienen talento, ya sabes- respondió Hansen rodando los ojos con cansancio.
-Bueno, ¿cuál es el plan?
-Lograr entrar en una pieza. Solo salúdalos un poco para que no digan que estás de malas, y si te preguntan sobre tu participación en el evento, sé directa, ¿bien?
-Tú eres el jefe. Pero vámonos de una vez, ya que Heather acaba de mandarme un mensaje diciendo que ya llegó.
-Adelante, sirve que pasas con ella la entrada.
Cuando apenas habían caminado unos metros, la prensa se dio cuenta de su presencia, así que corrieron hacia ellos formulando miles de preguntas hacia la rubia. Fergus protegió a la chica con sus brazos, además de irle abriendo el paso, debido a que en ocasiones algunos periodistas se acercaban demasiado a ella, tanto que podría terminar en un accidente como el de años atrás, donde la golpearon accidentalmente en la cabeza con una de las cámaras. Aquel día no pasó nada grave, pero el hombre tampoco quería que se repitiera aquel suceso.
Al llegar a la zona donde estaban los de seguridad, Hansen pudo dejar que Astrid posara ante las cámaras, las cuales no paraban de deslumbrarla con los flashes, por no olvidar mencionar la iluminación proveniente de la cámara que transmitía en vivo para el canal de la televisora nacional.
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Los Hofferson como siempre, ya se encontraban sentados en la sala viendo la televisión para ver a Astrid brillar apenas iniciara la trasmisión, pero en la casa Haddock, Hipo no sabía cómo poner el canal de la trasmisión sin que su familia pensara que solo quería verla porque le gustaba la rubia; así que como único plan que pudo idear en ese instante fue cambiar los canales fingiendo desinterés hasta llegar al que quería.
- ¡Hijo, espera!, ¿Esa es Astrid? -exclamó Valka de repente sentándose junto a él.
-Ehh sí- dijo este rascándose la nuca- hoy iba a grabar la promo para la recaudación de fondos que te comenté.
-Déjale Hipo, quiero verla.... ¡Estoico! ¡Toothless!, vengan aquí.
- ¿Esa es Astrid?, papá, ella es la amiga de Hipo- comentó el pelinegro a su padre una vez llegaron a la sala.
El castaño, sin embargo, no estaba prestando atención a lo que su familia decía por haberse perdido en la belleza de la rubia, pues para él en ese momento no había nadie más hermosa que Astrid Hofferson. Sonrió ampliamente a la pantalla, y hubiera seguido así de no ser porque sintió que unos brazos lo estrujaban con fuerza.
- ¡Papá! no respiro- soltó el chico estando a punto de asfixiarse por su abrazo.
- ¡¡Es perfecta!! -exclamó el pelirrojo eufórico.
- ¿Quién es perfecta? -preguntó desconcertado.
- ¡Ay hermanito! si tan solo nos hubieras puesto atención a lo que decíamos. Papá dijo que Astrid es perfecta para ti- contó Toothless con burla.
- ¡Oh, por supuesto que sí! ella será mi futura nuera.
- ¡Papá! -gritó Hipo sonrojado- los dioses me odian; qué vergüenza- agregó por lo bajo.
-Cállense, que la van a entrevistar- ordenó Valka subiendo el volumen al televisor.
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¡Señorita Hofferson, unas fotos por aquí!, ¡Mire a la cámara!, ¿Sabe algo de los otros atletas?, ¿Tiene algo que decir sobre la recaudación de fondos? ... esas eran algunas de las cosas que escuchaba la patinadora conforme iba caminando; su cabeza estaba comenzando a dolerle, así que, inhaló profundamente para responderle a la prensa.
-Hola, muchas gracias por estar aquí. ¿Qué es lo que tengo que decir con respecto a la recaudación de fondos?, nada más que asegurar que es un placer participar en el evento- respondió con una sonrisa.
- ¿Esto interferirá con su competencia del próximo año? -preguntó un reportero.
-Para nada, mi agenda está ordenada de tal modo que cubro perfectamente los dos eventos.
- ¿Sabe que otros atletas participarán en la recaudación?
-No de todos, pero estén tranquilos porque en unos días lo sabrán con el anuncio oficial.
- ¿Cuántos patinadores grabarán la promo el día de hoy?
-No sabría responder a eso- comentó la rubia aún con una sonrisa, aunque por dentro ya quería salir corriendo de allí.
- ¿No siente que está aquí por compromiso?
-No, todo lo que hago es por gusto; nadie me obliga a hacer algo que no quiero- respondió con la mayor cortesía que pudo, ya que la reportera responsable de hacerle la pregunta, lo hizo de forma muy inapropiada.
-Señores, los atletas entregados como Astrid Hofferson y yo participamos en estos eventos por amor a nuestro país; no por algo de conveniencia- intervino Heather Berserker para alivio de la rubia.
-Gracias- le susurró la Hofferson para que solo ella escuchara.
-Cuando quieras, no te iba a dejar sola- devolvió de la misma manera.
Cabía decir que Astrid y Heather se hicieron grandes amigas a partir de la adolescencia al haberse conocido por el patinaje y, aunque competían en diferentes ramas, siempre estaban para apoyar a la otra.
-Señorita Berserker, ¿su hermano y usted están listos para la competencia?
-Estamos preparados; ya lo verán- dijo directamente y con una sonrisa, pues ya la habían entrevistado junto a Dagur; su hermano.
-Señoritas, toda la ciudad está viendo la trasmisión en vivo, ¿tienen algún mensaje final? -cuestionó una mujer para finalizar la entrevista.
-Gracias nuevamente por su apoyo; esperamos contar con su asistencia al evento, ya que recuerden que es por una buena causa- dijo la rubia como despedida.
-Porque todos nosotros pondremos de nuestra parte para que salga a la perfección- completó la pelinegra.
Después de eso, posaron de nuevo a las cámaras hasta que para la rubia fue suficiente. Miró discretamente a Fergus, y cuando este le asintió con la cabeza, mostró a la prensa una última sonrisa antes de dirigirse al interior del lugar de filmación, teniendo de fondo el llamado de los reporteros pidiéndole que se quedara un rato más.
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-Ha de ser muy estresante estar en la posición de Astrid, ¿no? -cuestionó Toothless una vez que se acabó la trasmisión en vivo.
-Seguramente, después de todo, va a representar al país y créanme que hablar con la prensa es un fastidio- reveló Estoico con seriedad.
-Por cierto, Hipo ¿cuándo sale el promo? -preguntó la curiosa Valka.
-Astrid dijo que quizá para el jueves ya esté listo. Y antes de que se me olvide, me pidió nuestra confirmación al evento para que nos dé asientos reservados- contó el mencionado con timidez.
- ¿Algo así como pases VIP? -preguntó eufórico Toothless.
-Sí, algo así hermanito.
-Claro que sí, confirma nuestra asistencia -indicó la castaña con una sonrisa.
-Todo perfecto, solo una última cosa...Tannlos- llamó Estoico con una ceja alzada.
- ¿Qué pasa, padre?
-Asegúrate de tomarle buenas fotos a mi futura nuera el siguiente fin de semana- pidió risueño mientras se dirigía a la cocina.
- ¡Dalo por hecho! -gritó el pelinegro sonriente y después de mirar a Hipo, también estalló en risa.
El castaño ya no sabía dónde esconderse debido al comentario de su padre, pero esta vez no estaba dispuesto a que solo lo avergonzaran a él, así que le dio una mirada burlona a su hermano antes de tomar la palabra.
- ¡Oye papá! ¿Ya te conté sobre la hija menor de los Hofferson? ella tiene la misma edad que nuestro querido Toothless- mencionó con voz cantarina.
Al escucharlo, Estoico salió de la cocina a toda velocidad para sentarse a su lado mientras que Toothless solo atinó a sonrojarse a la vez que le decía tenuemente a su hermano "te mataré". Pero, al mayor le importó poco su amenaza, tanto que le sacó la lengua.
- ¿Qué es lo que necesito saber Hipo? -preguntó el pelirrojo con emoción a la vez que su esposa sonreía por lo bajo al ver tal escena; sin duda amaba a su familia.
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Nos vemos pronto ;)
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