Al sentirnos incómodos con una situación nuestro cuerpo automáticamente se pone en alerta, y nos obliga a querer emprender huida.

Acostada en posicion fetal con el cuerpo de Yesung pagado al mio y su mano sobre mi cintura, una sensación asfixiantes me inundó, quería salir de ahi, necesitaba mi espacio, lo único que podía pensar era cuan acostumbrada estaba a estar sola, después de varios minutos intentando conciliar el sueño sin lograrlo, sintiendo su calida respiración en la parte trasera de mi cuello, decidí que lo mejor era irme.

Intentando zafarmede su agarre solo logre que me presionará mas hacia el - quieres ir al baño, tomar agua o escapar de mi?- susurro con voz ronca la cual logro que mi cuerpo se prepara, me sentía traicionada como podía reaccionar tan rapido- porque si es lo ultimo no lo permitire- la sensación de su nariz sobre mi pelo solo lograba activar mas mis sentidos.

- Necesito ir a casa, Tea posiblemente este preocupado- no creo que en realidad lo este pero necesitaba salir de ahí y no quería herirlo con la verdad, no cualquiera entendería se le dijeran necesito ir a mi casa porque no puedo descansar gracias a tu presencia.

- Si tu amigo estuviera preocupado llamaria, lo cual no a hecho- se aparta de mi colocándose boca arriba -Asi que si lo que quieres es solo irte porque no quieres dormir conmigo mejor dilo.

Deslizándome hacia la orilla de la cama comienzo a buscar mi ropa, al sentir como algo toca mi brazo dirijo mi mirada para toparme con su mano pasando mis jeans- te llevare a casa- cuando tomo mi prenda el comienza a cambiarse.

Después de preguntar a donde me llevaría nos rodeo un silencio incomodo, no sabia si disculparme o dejar que las cosas se calmaran.

Al llegar a mi departamento bajo del coche conmigo para acompañarme hasta la puerta -descansa- dejo un beso en mi frente para bajar las escaleras, no me volvio a dirigir la mirada.

Ya en la comodidad de mi cama, el cansancio me gano, la tranquilidad de mi recámara por fin me permitía descansar.

Decidí reunirme a comer con Tae, para poder actualizarlo sobre los acontecimientos recientes, ya que desde el día que Yesung me dejo en mi departamento no regrese a su casa.

Tras escuchar atento, soltó un suspiro, diciendo lo feliz que estaba por mi, para después pasar a regañarme por lo tonta que había sido, tanto por salir de la casa de Yesung, como por no llamarle aun.

En mi defensa el tampoco había llamado, pero Tae me explicaba que no lo haría pues posiblemente estaba confundido por lo ocurrido en su casa.

Dando un trago a mi café medito sobre lo que me dice Tae, pero no tengo el valor de contratarlo yo, pido disculpas para dirigirme al baño.

Al regresar me topo con la sonrisa cuadrada de mi amigo, me apresuro a llegar a la mesa, pues eso solo puede indicar que ha hecho algo, tiene mi móvil en sus manos.

Se lo quito y justo cuando le voy a decir sus cosas la vibración en mis manos me detiene.

Yesung:
-me alegra que escribas, estoy muy bien gracias y tu? Me gustaría verte hoy..