Si no quieres no hay problema...

Aquellas palabras un tanto tímidas y casi apagadas salieron de la boca del rubio después de su invitación repentina a maría, sobre todo al no recibir una respuesta concreta de su parte, un pequeño impulso de valentía le hizo levantar su cuerpo y acercarse  hasta el escritorio el único objeto en la oficina que servía de barrera entre los dos, María permaneció en silencio parecía retener el aire pero después largos segundo soltó un suspiro sin quitar la vista del capitán.

No es eso... Solo que no creo ser tan buena compañía

Eso deberé juzgarlo yo

Replicó el mientras maría se levanta de su silla pero aun permaneciendo tras de su escritorio, suspiro levemente miró la cara y movimientos mínimos del capitán buscando algún indicio de broma o mentira pero no lo hayo, sus deseos recobran la esperanza mientras la mente de Rogers se máquina a un plan enorme en caso de recibir una respuesta afirmativa.

No soy tan buena compañía pero si sirve de algo un café estaría bien..

La sonrisa de Steve no pudo ser disimulada por completo los ojos le brillaban y su postura fue más relajada casi aliviada, eso fue hace 7 meses las salidas al parque y por café fueron repitiéndose con el tiempo y organizando cenas también en ocasiones en lugares públicos otras tantas con los compañeros de la base pero en esta ocasión sería en el departamento de María

La cual se movía de un lado a otro pues no estaba acostumbrada a preparar mas comida más que para ella y arreglar la mesa y su ropa no era tan fácil al mismo tiempo, suspiro pesadamente la comida estaba casi lista la mesa estaba presentable y ella bueno suspiraba ajustando su pelo un poco en aquel moño que siempre usa, el sonido de la puerta llamo su atención, miro el reloj en la pared era la hora justa, termino de ver los detalles y se acerco abriéndola demasiado rápido para su gusto, mientras tanto Steve mostraba una sonrisa nerviosa había estado por mas de 10 minutos parado en la puerta tomando valor de poder tocar , ahora estaba de frente a ella mirando  su vestido azul lo que le hizo tranquilizarse lo suficiente para dar el gran paso a un espacio desconocido para el.

bueno...bienvenido

si...gracias traje...Una botella de vino 

aquel silencio incomodo que apareció entre ellos fue como el primero en su primera salida sin saber realmente que hacer o que decir, maría tomo el vino con cuidado a pesar de sus nervios mientras con su otra mano pedía el abrigo del rubio ,este se lo entrego y ella pudo llevar las cosas a su respectivo lugar dándole la oportunidad de mirar el área de la sala recordando que natasha y Clint se quejaban pues jamás había ido antes a casa de María y eso lo hacia sentir especial, de un lado podía ver una pared llena de fotografías la gran mayoría eran del ejercito pequeños grupos con diferentes nombre y  ninguna donde pudiera distinguir el rostro de María  pues todo portaban cascos y gafas especiales para la arena, solo una logro llamar su atención una niña con una sonrisa su uniforme de niña exploradora su banda llena de insignias.

tenia 10 años era la primera ves que me uniría al grupo de la ciudad...es la única foto que pude rescatar

menciono ella aun lado de Steve que le miraba de reojo pues buscaba las similitudes entre la foto y ella, sabia perfectamente la historia de María desde los maltratos de su padre hasta el punto en que escapo

no es necesario que me cuentes mas..se que fue una etapa difícil... pero al menos tuviste un momento de felicidad

María sonrió de medio lado una sonrisa que se veía igual a la de la foto eso causo en Steve un especie de logro propio pues pocas veces María había sonreído de esa manera, con su mano  se atrevió a darle un acaricia en la mejilla con suavidad sorprendiéndose por el toque María no pudo evitar sentirse tranquila y cómoda, hasta ese momento los acercamiento fueron poco y siempre dados por María, Steve pocas veces se atrevió a tomar su mano ,pero esta ves algo le impulsa hacerlo sintiendo la necesidad no solo de acariciar su rostro también el e abrazarla sentir el calor de su cuerpo de una manera tan diferente ,de cortar la distancia entre ellos que el por respeto a ella puso.

estrecharla entre sus brazos ,sentir mejor su figura esbelta, el como ella se amolda a su cuerpo y el beso que ella dio cerca de la comisura de sus labios fue suficiente para que el sintiera la  valentía necesaria para tomar un paso mas, aquel beso suave casi  casto que el le daba y la manera en que ella correspondía sin prisa y con toda la calma del mundo llenaron su corazón por completo.

Un par de minutos después se encontraron cenando alegremente comentando los sucedido en el día de cada uno, sintiendo una esperanza crecer con más fuerza dentro de los dos, viendo como las posibilidades que imaginaron se abrían paso en un cendero en el que los dos caminaban agarrados de la mano