Nicole Brown

Eran las 12 de la noche y escuché el sonido de la puerta principal.El señor había llegado lo vi pasar hacia su despacho, sin pensarlo dos veces, lo seguí.

Tocó la puerta y escucho su voz.-Adelante-.

Entre y cerré la puerta
-Señor necesito hablar con usted de Melissa-

-Qué pasa?-pregunto levantando la vista de los papeles que estába revisando.

-Unos niños del colegio se burlaron de ella,le dijeron que era huérfana y que usted no la quería porque nunca iba con ella al colegio-dije mirándolo a los ojos.

Se tenso,se veía frustrado y estresado,-Que puedo hacer?estoy trabajando para que no le falte nada-exclamo

-Trabajar menos y pasar tiempo con su hija,ella necesita de su presencia y apoyo-respondí sin vacilar.

-Y como voy a mantenerla si no trabajo-subiendo el tono de voz.

-Por favor señor a usted no le hace falta el dinero,Melissa necesita a su padre no solo el dinero-

-Usted no entiende comenzo...-

-Si,entiendo-Lo interrumpi.
-Entiendo que Melissa se siente sola y abandonada,entiendo que necesita a su padre para sentirse amada y segura-.

El señor se levantó de su silla y se acercó ala ventana

-La niña se quedó esperandolo,se quedó dormida en el sofá,esperando que usted llegara para contarle lo que le paso.pero usted nunca llegó-.

El señor se acercó a mi,su mirada fija en la mía,llena de remordimiento,se paso una mano por el cabello,cómo si tratara de liberar la tensión que lo consumía.

-Trabajare menos lo haré por mi pequeña,pasaré más tiempo con ella,no quiero que se sienta sola y abandonada-.

Su mirada reflejaba, arrepentimiento y tristeza.

Mi corazón se suavizó al ver la sinceridad en sus ojos azules,un azul profundo,su nariz perfecta y sus brazos marcados por el ejercicio revelaban una disciplina que me impresionaban.

-De verdad espero que lo haga por que Melissa lo necesita mucho-.

Estábamos tan cercas que podía sentir su respiración en mi rostro,su mirada se desplazo de mis ojos a mis labios,por un momento pensé que podría besarme,la tensión era palpable.