16

—No me puedo creer esto.

—Lo sé, es una locura. —Comienzo a servir el cafe en unas tazas y de paso sirvo un poco de leche en el característico vaso de vacas de Kookie—. No me imagino que le pase esto al hijo de mi jefe.

—No me refiero a eso, digo que no me puedo creer que no me hayas dicho que tu actual jefe está buenisimo. No me importaría hablarle de tú, ¿me entiendes?

Dejo de lado todo lo que tengo en mis manos y me acerco para darle un golpe en la frente a Jackson, ocasionando que se queje. A lo lejos puedo escuchar como el joven Kim está jugando con Jungkook, mi chinche le insistió que se quedara a cenar y él acepto encantado, pero solo con la condición de que él compraría lo que íbamos a cenar. Yo me iba a negar al momento que escuche eso, pero chiche le rogó para que comprara pizza y Jackson lo secundo. Ni siquiera me dejaron opinar si estaba de acuerdo en ambas cosas, pues en un momento Jungkook se había llevado al hijo de mi jefe a la sala para empezar a jugar con él. Tan solo me quedo resignarme a la cruel realidad, adquirí mi papel de anfitrión y le ofrecí algo de café. Mientras lo preparaba, Jackson se quedo conmigo y me pidió una explicación, pues no entendía por qué mierda estaba atendiendo al hombre del que me estuve quejando por semanas por su comportamiento de todo este tiempo, pero tampoco puedo decir a Jungkook que tiene que odiarlo; mi chinche ya se lleva bien con él, hasta lo considera su amigo. Lo que no esperaba era que este imbécil empezara de caliente a quererle meter mano al joven Kim, en verdad que Jackson no aprende a que no debe acostarse con todo lo que se mueve.

—Si no vas a decir nada inteligente mejor largate. Y te aviso de una vez, me llevarás a casa de mi madre la próxima semana, de ida y regreso.

—Uy, no se va a poder, pastelito asiático. Ya tengo planes, me veré con un chico que...

—¿Qué dijiste? —pregunto mientras golpeo con fuerza la mesa.

—Que estaré encantado de llevarte con tu madre. —Suelta una risa nerviosa—. Eh... ¿te ayudo a llevar las cosas?

—Repito, largate si no piensas decir algo inteligente. —Pongo las tazas en una bandeja, también pongo un plato lleno de galletas y posteriormente la tomo—. Advertido estas, Wang.

—Pero, ¿qué hice?

No le respondo, tan solo salgo de la cocina y voy hacia la sala. Una vez ahí, puedo ver como Jungkook le está mostrando, al joven Kim, los ejercicios que estuvo haciendo por la tarde, incluso veo como le empieza a decirle letra por letra lo que escribió en su libreta. Por alguna razón sonrío, quizás es por ver lo mucho que ha crecido mi bebé, nadie se hubiese imaginado que yo iba a poder criar tan bien a mi pequeño demonio. Ahora es un niño tan lindo, inteligente, educado y juro por mi vida que haré lo que sea para que él esté bien y sea feliz, trabajaré sin descanso para que mi niño tenga todo lo que necesite y más. Sin esperar a más, dejo la bandeja sobre la pequeña mesita del centro y me apresuro a acercarme a Jungkook para abrazarlo con fuerza, como si me estuviese asegurando que es real. Mi pequeño se sorprende un poco por el repentino abrazo, pero eso no evita que me regrese el gesto con la misma intensidad. Tengo la necesidad de llorar al sentir como sus manitas se aferran a mi cuerpo con tal fuerza que no me deja duda que él es real, que mi pequeño está a mi lado.

—Te amo, mi pequeño renacuajo —susurro—, nunca lo olvides. Siempre vas a tener a papá para apoyarte en todo.

—Yo también te amo, papi.

—¿Sí? ¿Aunque te haga tomarte las vitaminas que saben feo?

—¡Sí! —Jungkook se aparta un poco de mí para poder mirarme a los ojos y pone una de sus manitas en mi rostro—. Porque tu dijiste que esas cosas feas son para que esté bien y eso quiere decir que me quieres mucho, ¡y también me das mi lechita de platano para que quitarme ese sabor feo! ¡papi es el mejor del mundo! ¿Cómo no te iba a querer?

—Ay, chinche, me vas hacer llorar —le hago un puchero.

—No llores, papi, el joven Kim te va a ver llorar y se va a reír.

—¿Eh?

Cuando escucho esa expresión, me giro a ver al joven Kim, este mira desconcertado a Jungkook. Por un momento olvidé que él estaba aquí, en verdad que me gano la necesidad de abrazar a mi hijo, tanto fue que olvide por un momento que este hombre estaba aquí. Mi atención se va hasta Jackson y me doy cuenta que mi amigo mira de una forma extraña al hijo de mi jefe, pero no es como si quisiera golpearle, hay algo que no logro descifrar en su mirada. Mas no puedo preguntar algo, pues en un segundo mi hijo se aparta de mí y empieza a regañar al joven Kim.

—Joven Kim, usted se va a reír de mi papi, yo lo sé, pero no lo voy a dejar porque... porque yo tengo tanta fuerza y le voy a pegar.

—Eh, aguanta, chinche, que el joven Kim ni siquiera se metió —intervengo—, disculpate.

—Déjalo, Yoongi, solo te está defendiendo... y quedamos que ya nada de "joven Kim". —Me mira mal—. En verdad que... ah, olvidalo, vamos a tomar café.

—Sí, lo siento, la costumbre. —Hago una mueca—. Aunque mi hijo aún se debe disculpar, no está bien que esté amenazando a cada persona solo por defenderme, ¿te imaginas cuando tenga quince? Dioses, va a meterse en muchas peleas.

Una parte de mi no quiere eso, pero otra prefiere que sepa meter las manos por si alguien quiere hacerle daño. Considerando que está entrenando desde una edad muy temprana, supongo que será muy difícil que puedan lastimarlo, pero eso no significa que pueda utilizar la violencia cada que se le de la gana.

—Vamos, Kookie, se un buen niño y disculpate. —Lo empujo un poco—. Te escucho.

—Ah, sí, lo siento, joven Kim. —Jungkook hace una reverencia—. No debí decir eso.

—Está bien, Kook, entiendo porque lo hiciste. —El joven Kim toma de los hombros y lo acerca más a él—. Gracias por disculparte, eres un gran niño.

Mi pequeño sonríe emocionado cuando escucha esas palabras, pero esa sonrisa está acompañada de unos ojos tristes, conozco esa mirada, está pensando en algo que lo pone mal. Al ver como el hijo de mi jefe pone su mano en el cabello de mi pequeño, me doy cuenta de que se trata: mi hijo está pensando en por qué no tiene otro papá. Quiero acercarme a él, mas no puedo al escuchar como el timbre del intercomunicador empieza a sonar. Tanto yo, como el joven Kim le decimos a Jungkook que la pizza llegó, eso parece sacarlo de su tristeza pues empieza a saltar de un lado a otro. Le digo a Jackson que ayude a Jungkook a poner la mesa mientras yo voy por la comida. Estoy por ir solo hacia la planta baja, cuando siento que alguien más viene detrás de mí, ya ni siquiera me giro, pues rápidamente deduzco que es el hijo de mi jefe. Ambos salimos del departamento y tomamos el elevador para llegar a la primera planta. Anteriormente dejaban que los repartidores subieran a dejar las cosas, pero comenzaron a ser más estrictos cuando uno de ellos intentó robar a uno de los inquilinos, así que ahora debemos bajar por las cosas bajo la atenta mirada de los guardias de seguridad. Incluso cuando vino el joven Kim tuve que enviarles un mensaje para que supieran que iba a tener visitas, les envié una foto del joven Kim y especifique que podían ponerlo en la lista de personas que pueden subir a mi departamento, conociendo a mi pequeño lo va a querer invitar a cenar más veces.

—Kookie es un niño muy tierno.

—Lo sé —digo con una sonrisa—, solo que a veces puede ser violento.

—Bueno... es normal.

—¿Lo dices por mí? —me giro a verlo.

—Sí, lo digo por ti, Jungkook siempre va a querer protegerte como tú lo proteges a él. —Sonríe—. Y eso es bueno, ¿sabes? No muchos padres tienen esa conexión con sus hijos. Es increíble ver como has formado un gran vinculo con tu pequeño.

—Pensé que era porque soy una persona violenta.

—Ah, sí, algo hay de eso.

Suelto un pequeño gruñido al escucharlo, justamente cuando el elevador se detiene, me giro a ver al hombre junto a mí y golpeo con fuerza su brazo. Él solo suelta un quejido de dolor antes de llevarse la mano a la zona golpeada. Salgo del elevador seguido de él, caminamos hasta la recepción y tomamos rápido las cosas, solo que mis planes de regresar rápido a mi departamento son interrumpidos cuando veo que por la puerta va entrando Hoseok y SeungHee.

—¡Oppa! ¿Cómo está Kookie? Mi pequeño diablo, ¿en verdad se enfermo? —mi amiga se acerca a mí, pero se queda quieta al ver al hombre junto a mí.

—Uh, ¿qué sucede aquí? —Hoseok frunce el ceño.

Mierda, olvide por un momento que SeungHee se iba a enterar de lo de Jungkook por la señorita Kim, mierda, mierda. Dirijo mi mirada al joven Kim y este tiene la mandíbula tensa, pero se recompone rápidamente para sonreírle a mis amigos.

—Disculpen mis modales, soy Kim Taehyung, jefe temporal del señor Min —dice con voz calmada—. Me gustaría informales que Jungkook está bien, fue un simple malestar que no paso a mayores. El pediatra ya está al tanto de lo que le daremos a cenar. —Levanta la caja de pizza y se ríe un poco—. Quise consentirlo un poco, lo que no creo es que esté en condiciones de estar lleno de visitas.

—¿Por qué no querría estar con nosotros? Somos sus tíos —dice Hee con molestia.

Inmediatamente miro a Hoseok, mi amigo entiende la mirada y rápidamente toma a Hee de los hombros, sé que después tendré que darle una explicación. Hoseok intenta calmar a su novia, pero solo consigue que ella se enoje más y lo mire mal. Si Hee se entera de esa mentira, seguramente terminará diciéndole a la señorita Kim y ella nos matará a mí y al idiota que está a mi lado.

—Oye, linda —digo con voz nerviosa—, Kookie está bien. Lo que dice el joven Kim es cierto, mi niño no quiere ver a muchas personas el día de hoy, ya estuvo muy sofocado con la visita al pediatra. Cuando el joven Kim le sugirió venir a casa y comprarle pizza se alegró un poco, solo será el día de hoy, mañana podrán venir a verlo.

—Oppa, hay algo que no me estás diciendo.

—No es nada, en serio. —Hago un gesto con la mano—. Mañana hablamos ¿sí?

Hoseok me mira sin entender, pero aun así asiente con la cabeza e intenta sacar a SeungHee, quien está renuente  irse pues quiere una explicación. Me doy la vuelta en mi lugar y hago que el joven Kim me siga hasta el elevador. Una vez dentro suelto un sonoro suspiro bajo la mirada.

—Estoy en serios problemas —susurro.

—No, descuida, te voy a ayudar.

—No puedes hacerlo. —Regreso mi vista a él—. Cuando Hee se entere de la verdad le dirá a la señorita Kim  y me matará. Ambas tendrán todo el derecho de golpearme porque estoy jugando con la vida de mi hijo

—Yoongi, escuchame, si quieres le podemos decir la verdad a mi hermana, pero diremos que...

—Tampoco puedo traicionarte. —Lo miro con seriedad—. Por satanas, todo esto es tan complicado.

El quiere decir algo, pero no lo hace, el elevador se detiene y ambos tenemos que salir. Lo mejor es no hablar de esto dentro del departamento, Kookie se pondrá mal si nos ve discutiendo. Abro la puerta y dejo que él entre, solo que me toma del brazo y me obliga a girarme en mi lugar para verlo.

—Te voy ayudar, no se cómo, pero lo haré... por ti y por el niño que te mira como el ser más especial del mundo.

—Estamos complicando todo —susurro.

—Bueno, a veces es mejor ponerle algo de emoción a la vida, ¿no?

Corto y feo, pero lo hice en 30 minutos xd

Por favor, lean mi último anuncio, me sería de ayuda :c

jungaInHa lamento el retraso :c

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top