13

-Bien, tengo todo listo. -Dejo algunos documentos sobre el escritorio y tomo mi tablet-. Joven Kim, si desea ya podemos irnos.

-No quiero ir -susurra.

-Pero necesitamos un modelo para la colonia que vamos a promocionar, no puedo ir solo. -Tomo asiento-. La señorita YeEun me dijo que tenía que ser usted quien lo eligiera, ¿ocurre algo malo?

Sé que no debería importarme como se sienta, pero si eso es impedimento para que continuemos con nuestro trabajo, supongo que debo hacer algo. Quiero acabar esto cuanto antes y de esa forma irme a casa temprano. El joven Kim hace una mueca antes de soltar un suspiro y eso me hace entender que es algo muy malo lo que tiene que decir. Dejo mi tablet sobre el escritorio y me quedo viendo fijamente al hombre frente a mí. En verdad que todo el porte que posee ha desaparecido en cuestión de segundos, incluso parece que es Jungkook intentando decirle "feliz cumpleaños" a la hija de YuJin. Supongo que debo ser más considerado en estos momento, no puedo simplemente decirle algo si no sé el contexto en el que se encuentra ahora.

-¿Quiere hablar de eso?

-No me gusta recordar mis días como modelo. -Hace una mueca-. Es horrible, me maté de hambre para ser lo suficientemente delgado, no dormía y llego un punto donde todos me veían como un pedazo de carne que no tiene cerebro. -Me mira-. En verdad me trae malos recuerdos el estar ahí.

-¿La señorita Kim lo sabe? -Pregunto consternado.

-No, ni ella ni mi padre lo saben y preferiría que siguiera así. Se volverían locos. -Suelta un suspiro-. Sé que no me debo estar desahogando contigo, pero...

-Entiendo, no se preocupe -digo con calma-. Mire, sé que esto le trae malos recuerdo y que preferiría alejarse de todo esto, seguramente hay más cosas que le ocurriero y no quiere que nadie se entere, pero ¿no le gustaría que todos vieran que usted no es una sola cara bonita? -Pongo mis manos en el escritorio y me inclino-. Demuestre que usted es más que un simple pedazo de carne y que logro su éxito con esto -Señalo su cabeza.

-No es tan fácil.

-Lo sé, será un fastidio tener que soportar todas esas miradas sobre usted y que lo juzguen. -Me vuelvo a sentar-. Aunque no debe importarle, después de todo, ahora es feliz con su vida, ¿no?

-Hablas como si hubieras vivido eso.

-Bueno, llevar un embarazo solo no es sencillo -bajo la mirada.

Aún recuerdo las palabras de muchas mujeres diciendo que soy un fenómeno o burlándose porque no tenia pareja. Fueron pocas mujeres quienes me hablaban así, pero en verdad me hacía sentir mal, ¿estar embarazado es un pecado? Joder, ya creo que no, pero está bien. No me arrepiento de haber seguido con el embarazo, tengo un hijo maravilloso y es un encanto, soy feliz así que cada momento que paso antes de tenerlo entre mis brazos valió la pena.

-El punto es que si yo con mareos, vomitos y una enorme panza, pude soportar todo eso, usted también. -Me levanto de mi asiento-. Y vea el lado bueno, usted es exitoso, manejando su propia empresa y la de su padre, y ya hubiese querido yo poder verme los pies.

-¿Tan malos fueron?

-Se lo diré una vez que salgamos de esa agencia, vea el lado bueno, tengo una buena patada. No solo iré como su asistente, también como su guardaespaldas -me burlo.

-¿Eso hacías con mi padre? -Se levanta de su lugar.

-De su padre soy secretario, asistente personal, enfermero, agente de modas, organizador de fiestas y niñero particular.

-¿Lo dices por él?

-Lo digo por usted y la señorita Kim. Andando, que no quiero llegar tarde y usted conduce.

Él toma una profunda respiración antes de empezar a caminar. Posiblemente no vaya a querer entrar, pero si pude convencerlo ahora, quizás la puedo convencer una vez que estemos en la agencia.

El joven Kim mira con algo de miedo el lugar frente a nosotros, su cuerpo tiembla ligeramente y eso me da a entender que está por salir corriendo. No puedo permitir que huya de esto, yo no puedo elegir al modelo, la señorita YeEun me matará. Suelto un suspiro antes de pararme frente a él para comenzar arreglar su saco, su camisa y su corbata, eso lo desconcierta hasta cierto punto, pero no se aparta de mí. Puedo sentir como me mira fijamente y, aunque es incomodo, me da a entender que está esperando a que diga algo.

-No va a pasar nada. -Ajusto su corbata-. Ahora es el dueño de una gran empresa y tiene a un asistente que le ayudará a acabar rápido con este trabajo. -Dejo mi mano en su pecho y levanto mi rostro para verlo directamente a los ojos-. Solo un modelo, usted puede con esto.

-No puedo respirar.

-Ay, perdón. -Suelto un poco más la corbata-. Es que la vi muy suelta, su padre usualmente la lleva así. Lo siento, ¿está mejor así?

-Sí, creo que la falta de oxígeno me ayudó. -Lleva su mano a su cuello-. Vamos, no quiero estar aquí mucho tiempo, pero ¿puedo pedirte un favor?

-No lo voy ahorcar, no le hago a esas cosas.

-No, eso no. -Se ríe un poco antes de volver a su cara de preocupación-. ¿Puedes hablar tú? Yo voy escoger al modelo, pero habla por mí, puedes decir que soy un quisquilloso o no sé.

-Está bien -digo con resignación-, yo hablo, solo intente mostrar seguridad.

-Te debo la vida.

Suelto un suspiro lleno de resignación y me aparto un poco para que él empiece a caminar. Lo sigo muy de cerca, hasta que llegamos a la entrada y somos recibidos por una chica se presenta a nosotros como Elkie y nos hace una señal para que entremos. El joven Kim me hace una señal para que entre yo primero y estoy a dos segundos de tomarlo de la mano para hacerlo entrar, algo dentro de mí me dice que él se ira corriendo una vez que yo le dé la espalda. Con mucha desconfía empiezo a avanzar frente a él, me tranquilizo al escuchar como viene detrás de mí. La chica empieza a explicarme que encontró una serie de candidatos que cumplen con las características que solicitamos, que todos están esperando con paciencia en una de las salas y que en un momento estaremos ahí.

-¿Desean algo para beber? Queremos hacer su estancia más cómoda.

Me giro ligeramente a ver al hijo de mi jefe, él niega ligeramente con la cabeza. Él dice que no quiere beber nada, pero a esta hora siempre está tomando su taza de cafe. Solo no quiere tomar nada ahora porque está nervioso. Es entendible, no quiero presionarlo, pero tampoco puedo darle todos sus caprichos; es similar a cuando Jungkook tiene miedo de acercarse a las niñas, entiendo eso, pero tampoco voy a estar dejando que se esconda todo el tiempo. Ahora no voy a dejar que este hombre quiera esconderse todo el tiempo.

-Por ahora no, gracias. -Le sonrío a la chica-. Queríamos saber, ¿cuantos candidatos tienes?

-Son al menos diez, en caso que ninguno sea lo que buscaban, puedo presentarle a los demás.

-Eso sería de gran ayuda. -Llegamos a una puerta, así que me apresuro abrirle la puerta a la chica para que pase, una vez que lo hace espero a que continúe caminando el joven Kim, pero este solo me mira serio-. No esté de cobarde y entre.

-Ve solo.

La poca empatia que había sentido por él, se esfuma al ver como quiere salir corriendo. Está muy idiota si piensa que voy a dejar que se vaya así como si nada, no voy hacer su maldito trabajo. Entiendo, tiene miedo, pero ya habíamos hecho un trato.

-Entre de una vez -digo entre dientes-. Yo voy a estar hablando, mínimo obedezca.

-Yoongi...

-Voy a olvidar mi educación por un momento y dejaré de lado que es mi jefe en estos momentos. -Tomo su mano y lo acerco a la puerta-. Deja de estar de puto cobarde ahora, vas agarrarte los cojones, entraras ahí y pondrás tu mejor cara de "soy el puto amo", ¿entendido?

-Sí, señor.

-Hazlo.

Él deja de mirarme con miedo y empieza a caminar dentro de la sala. Lo sigo de cerca, no sin antes arreglar mi cabello y mi ropa. Hace mucho no digo tantas groserías, no puedo hacerlo cuando tengo una pequeña maquina para repetir las cosas. En verdad que no quería recurrir a decirme todo eso, pero no me dio otra opción, menos al ver que estaba por salir corriendo del lugar. Una vez que estamos dentro, hago que se siente en una de las sillas para que pueda ver con atención a cada uno de los modelos que están en la sala. La chica empieza a explicarnos la edad y nombre de cada uno, incluso menciona cuanto tiempo llevan en el modelaje, me asombra ver que el más veterano solo lleva dos años.

-¿Y bien?

-No estoy seguro. -Me cruzo de brazos-. Todos son apuestos, pero les falta algo, ¿usted que dice? Joven Kim.

Él mira con atención a cada uno de los chicos, suelta un sonoro suspiro antes de hacerme una señal para que me acerque. Me disculpo con la chica y le explico que él es algo quisquilloso y no le gusta hablar con más gente. Ella entiende de inmediato, así que me acerco hasta donde está el hijo de mi jefe y me inclino para que pueda hablar en mi oído.

-La verdad no creo que ninguno sea apto, ¿no sería mejor alguien que ronde en los treinta? Recuerda que es una colonia, debemos dar esa aura de sofisticada y al mismo tiempo de madurez.

-Cierto -digo en el mismo tono-, ya pido que nos muestren otros modelos. -Lo miro un par de segundos-. Me alegra ver que está haciendo su trabajo.

-Das miedo.

Me encojo de hombros antes de pararme correctamente para solicitar otros modelos de acuerdo a las características que menciono el joven Kim. Elkie me dice que si tiene modelos con esas características, pero que todos por el momento están en sesiones, que si deseo podemos volver mañana. Me giro a ver a mi actual jefe y este empieza asentir con la cabeza de forma errática. Idiota, acaba de aceptar porque se supone que mañana tendrá que venir la señorita Kim, pobre imbecil. Vuelvo agendar una cita con ella para mañana y nos despedimos, no sin antes decirle a cada uno de los chicos que son excelentes, pero no eran lo que buscabamos. Estamos por salir cuando uno de los modelos se acerca a mí y toca mi hombro. El joven Kim ve esta acción y se detiene al igual que yo para mirar al chico frente a mí.

-Disculpa, sé que no debería hablarte, pero en verdad llamaste mucho mi atención, eres bastante lindo. -Sonríe con coquetería-. Me gustaría saber si quieres ir a tomar algo conmigo.

-Te lo agradezco, solo que tengo que declinar la oferta -digo con una sonrisa-, estoy saliendo con alguien.

-¿En serio?

-Sí -respondo con orgullo-, tiene seis años y me dice papá.

Antes que pueda decir algo más, me giro en mi lugar y hago que el joven Kim salga de esa sala. Prácticamente salimos corriendo, aunque parecía más que solo iba corriendo yo mientras empujaba al hijo de mi jefe. Ahora yo me arrepiento de haber venido a esta agencia. Bien, el chico no dijo nada malo y no era motivo para salir corriendo, pero ya no me siento cómodo con esa clase de interacción, joder, ya no soy el mismo de hace unos años. Quizás antes hasta le hubiera coqueteado para ir a otro lado, pero no en esta vida. Una vez que estamos en el auto, nos quedamos callados durante varios minutos, el joven Kim ni siquiera enciende el auto. Después de un rato siento como se gira a verme y debo contenerme para no maldecir.

-¿En verdad no te interesaba?

-Mire, no me venga a hablar sobre ese chico que yo le voy a hablar sobre su estúpido comportamiento. -Lo miro mal-. ¿En verdad se iba a ir corriendo?

-El chico no estaba mal.

-Y también tenia dieciocho años, perdón, pero no me van los jóvenes y menos si tengo un hijo. -Me cruzo de brazos-. Encienda el auto, debemos irnos.

-No creo que sea malo que salgas en citas, aun cuando tienes a un hijo, puedes hacer una vida amorosa. -Hace lo que le dije y enciende el auto-. ¿Había algo de malo con aceptar esa salida?

-Ambos sabemos que no era una salida para buscar un futuro juntos, el chico quería meter su...

-Bien, entiendo, ya. -Su gesto de incomodidad hace que suelte una pequeña risa-. No hay que ser tan explícitos.

-Que tierno, el hombre que seguramente lleva a millones de personas a su cama, se puso tímido por querer hablar de sexo. -Llevo mi mirada al frente-. Tampoco debería estarle diciendo esto, pero lo haré para que entienda mi actitud. Yo no estoy para relaciones momentáneas, no tengo tiempo para estas. Si voy a salir con alguien, deseo que sea para algo serio, pues no es solo en mi vida donde estará.

-Entrará en la de tu hijo, entiendo. -Empieza adentrarse en el trafico y guarda silencio un momento-. Aunque también tienes derecho a divertirte.

Quiero reír por el comentario, pero me abstengo de hacerlo, estoy seguro que mamá le hubiera dicho "por estarse divirtiendo es que tuvo un hijo". Y sí, fue por eso, debo admitir que esa noche fue increíble, no me arrepiento de nada. Solo que ahora no puedo estarme metiendo con cada hombre que me coquetea; claro, he tenido unos cuantos encuentros sexuales en estos años, pero ninguno de ellos fue en el horario laboral y Kookie estaba siendo cuidado por SeungHee y Hoseok. Ahora ese chico me invitó en mi horario laboral y no quería ser llevado a juicio por cometer estupro.

-Cuando tienes un hijo debes pensar en su bienestar, no en divertirte. -Me giro a verlo-. Solo espere a tenerlos, estará peor que yo.

-Algo me dice que tienes razón -me da una mirada rápida.

-Siempre la tengo. -Sonrío con suficiencia-. Bueno, dejando de lado lo mío.

-Oh, no, por favor, sigamos con este tema de conversación, eres muy interesante.

-Es un maldito cobarde. -Sin pensarlo dos veces le doy un golpe en el brazo, el tiene que sujetar con fuerza el volante y aprieta con fuerza la mandíbula para no gritar-. ¿En verdad pensaba dejarme solo? ¿Sabe lo que me hubiera hecho la señorita YeEun?

-¡Podemos chocar!

-En serio va a querer chocar después de escuchar todo lo que tengo por decirle.

Empiezo a regañarlo por su actitud, le hablo como si nada y él en lugar de molestarse, solo me escucha con atención y susurra un par de disculpas. Aunque no puedo regañarlo del todo, también empiezo a decirle que, después de todo, fue muy valiente por afrontar su miedo. Eso parece ser un gran cumplido, pues no duda en sonreir.

Una vez que acabo de trabajar, suelto un suspiro de cansancio y empiezo a acomodar cada cosa, incluso guardo en varias carpetas los documentos que tengo que entregarle al joven Kim. Estoy por tomar mis cosas cuando la puerta se abre de golpe haciendo que salte en mi lugar.

-Oye, Yoongi, te quería proponer algo.

-Si eso implica que abrirá la puerta como una persona normal, entonces acepto. -Lo miro mal-. ¿Qué no le enseñaron a usar la puerta de forma correcta?

-Lo siento, quería hablar contigo antes de que te fueras. -Se acerca a mi lugar-. Verás, estaba hablando con mi hermana y me dijo que mañana debe hacer unas cosas en su empresa, saldrá una especie de rubor o no sé.

-Ah, sí, ya lo sabía.

SeungHee ira con ella, después del comercial que realizó para la compañía, la señorita YeEun decidió tenerla contemplada por si necesitaba hacer hacer otro proyecto con ella. Se supone que como Hee es una consumidora frecuente, le ayudara a ver si sus productos serán del agrado del público. Mi amiga está encantada, no hablaba de otra cosa desde la semana pasada. Así que, mañana el joven Kim tiene que ir al escoger el modelo, pobre idiota.

-¿Ya sabías? ¿Y por qué no me dijiste?

-¿Disculpe? -Me giro a verlo con burla-. Le envié un mensaje con su agenda desde hace cinco días. Por si no lo recuerda, soy yo quien lleva el control de ella en este tiempo. Le notifique que tendría que estar a cargo dos días seguidos y usted acepto, incluso me notificó de enterado, ¿tiene algún problema con eso?

-¿Qué?

-Lo hizo, ¿quiere revisar? -Saco mi celular, empiezo a buscar en la conversación y le doy mi celular mientras me cruzo de brazos-. Tengo todo arreglado: mi mejor amigo irá con el señor Kim y lo cuidara hasta la hora que saldrá Kookie de clases, pues ira por él; posteriormente regresaran al hospital y se quedarán hasta que la señorita YeEun llegue a cuidar a su padre. Usted y yo trabajaremos en la empresa hasta mi hora de salir, pero de ahí iremos hasta su empresa para acabar con los pendientes que tiene, ya que no puede dejar a la deriva todo su imperio. Como no tiene un secretario particular, lo seré yo el día de mañana. -Sonrío en grande-. Me pagarán horas extras, ya lo autorizó.

-¿Lo autorice? -Me mira sin entender.

-Por supuesto, la señorita YeEun y el señor Kim ya están al tanto y aprobaron todo. Solo lo ayudaré tres horas. -Le quito mi celular y dejo en sus manos las carpetas-. Si necesita que pase más tiempo con usted, entonces me deberá pagar de su bolsillo y tendrá que aceptar que lleven a mi hijo a su empresa. No puedo dejarlo solo tanto tiempo.

-¿Cuando hice todo eso?

-Hace cinco días. Por eso me asombro ver lo valiente que fue al pedir la cita en la agencia de modelos para, mañana. -Sonrío con ganas-. ¿Alguna duda? Joven Kim.

-Yo...

-Por favor, lea lo que le envío. -Tomo mi portafolio-. Nos vemos mañana, joven Kim, que tenga un lindo día.

Antes que pueda decir algo más, lo rodeo para caminar hacia la salida. Repito, pobre imbécil.

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