07
Decir que el día de ayer fue increíble, sería decir poco. Llevé a Kookie a la playa y se la paso increíble: jugamos con la arena, le enseñe a nadar, recogimos conchitas e hicimos un recorrido por un acuario. Mi niño estaba tan feliz que su sonrisa no desapareció en todo momento. Cuando regresamos a casa estábamos completamente rendidos, le di un baño y se durmió en el instante que acabe de ponerle la pijama de lunas que tanto le gusta. Pero todo lo bueno acaba, hoy debo volver al trabajo y toparme con los hermanos Kim. Jungkook no se enojo cuando lo lleve al preescolar, dijo que les mostraría a todos lo que había encontrado en la playa. Me quede tranquilo al ver que su alegría continuaba, supongo que un viaje así no vendria mal cada tres meses, después de todo, Jungkook se lo merece. Con eso en mente empiezo a caminar al interior del edificio, el resonar de mis zapatos hace eco en la recepción y aunque ya estoy acostumbrado no quita que se molesto. Saludo a la recepcionista y ella me devuelve el gesto con una sonrisa, esa chica sigue trabajando aquí después de tanto tiempo, deberían de darle un reconocimiento. Una vez que estoy en la planta donde trabajo, me dirijo hasta mi escritorio y dejo mis cosas ahí, se supone debo hablar con los encargados de la compañía hoy. Por lo que me comentó por mensaje la señorita Kim, se irán rotando los días para el manejo de la empresa; un día vendrá ella y al siguiente su hermano. Creo que eso sería innecesario, pero supongo que tampoco quieren dejar solo a su padre. Miro mi reflejo en mi celular y me cercioro que los rizos de mi cabello estén en su lugar al igual que los mechones rosados que caen por mi nuca. Supongo que me veo bien, digo, después de todo no vengo a gustarle a nadie. Dejo mi móvil en la mesa y saco mi tablet del portafolio para empezar con los pendientes del día de hoy. Una vez que esta todo listo me dirijo hacia la puerta y toco tres veces, escucho una voz diciéndome que pase y solo me queda maldecir para mis adentros. Sin perder tiempo entro a la oficina y cierro la puerta, camino hasta el escritorio para encontrarme frente a frente con el mayor de los hermanos Kim.
—Buen día —digo con formalidad y pongo la tablet frente a mi para empezar a revisar los pendientes—. El día de ayer se cancelaron tres juntas importantes, las pase para diferentes días, los inversionistas estuvieron de acuerdo al enterarse de la situación del señor Kim. Hoy tiene una reunión con tres de ellos a las diez de la manana, de ahí...
—¿Tan pronto?
—Por supuesto. —Levanto la mirada de la tablet para observarlo con atención—. Ellos no son personas pacientes, estamos hablando de su dinero. Fueron bastantes comprensivos al entender la situación, lo mínimo que podemos hacer es atenderlos lo más pronto posible.
Pensé que por ser el hijo del jefe sabría estas cosas. El señor Kim jamás dejaría a los socios o los inversionistas plantados. Y si lo llegará hacer siempre cambia la hora, solo para no quedar mal con ellos. Fue así como hizo esta gran empresa, por ser tan responsable es que logro tener tanto éxito. Siento una gran admiración por ese hombre.
—Sí, tienes razón —dice con un gesto de tensión en el rostro—. ¿Iras conmigo?
Tenso con fuerza la mandíbula al escucharlo hablarme sin honorificos. Este tipo en verdad que no entiende. Supongo que piensa que porque ahora estoy "el jefe" puede hablarme como se le de la gana. Como sea, lo único que queda es aguantarme y seguir con mi trabajo, por el señor Kim y por mi niño, necesito el trabajo.
—Tengo que hacerlo, el señor Kim me lo pidió. —Regreso la mirada al aparato—. Hay unos archivos que deben de revisar en cuanto a las ganancias estimadas con los proyectos del mes de noviembre, necesito que los revise y después me los entregue así los llevare con su padre para que de la firma y empiecen a realizarse los lanzamientos de los nuevos productos.
—De acuerdo, ¿dónde están?
—Los imprimiré en un momento y los traeré junto con los contratos que se deben verificar. Joven Kim, hay un contrato en especifico con una compañía que, a mí parecer, tiene inconsistencias. —Abro el archivo y se le entrego la tablet—. Quiero que corrobore que no son ideas mías, creo que no nos conviene firmar. El señor Kim tomaba en cuenta estas observaciones, espero haga lo mismo.
En verdad que hay algo que no me convence sobre ese contrato. Esas personas están solicitando mucho por un simple modelo, no creo que sea tan importante como para que quieran casi un edificio completo para que él se vista. También esta el hecho de la cantidad de dinero y que no nos dejaron ver al tipo ni evaluarlo para saber si era apto para la línea de ropa que está por salir. Tampoco quisieron hacer una entrevista previa, cuando nos contactamos con ellos solo enviaron el contrato, eso lo iba hablar con el señor Kim antes de su accidente.
—¿Joven Kim? —Me mira extrañado antes de poner atención en lo que tiene en las manos—. A mi hermana le dices señorita.
—¿Quiere que le diga "señorito"? Bien, no tengo inconvenientes. —Me encojo de hombros—. Creo que le sienta más. Como sea, me quedare a la hora del almuerzo para...
—Primero, omite lo del señorito —dice algo molesto—, entiendo ese termino y no es gracioso, señor Kim suena mejor. Segundo, imposible, no te puedes quedar a la hora del almuerzo. Mi padre pensará que...
—El señor Kim es su padre y solo a él llamare de esa forma. Me quedaré para terminar los pendientes. —Me paro correctamente—. Me iré antes a casa, mi hijo quiere comer conmigo y mientras él esté más alejado de la oficina mejor.
—Mi padre dijo que tu hijo...
Suelto un pequeño gruñido de inconformidad cuando menciona a mi niño. No tiene la puta boca tan limpia como para hablar de él. Parece entender mi actitud porque rápidamente se calla y aparta un momento la mirada. No dejaré que mi niño venga a la oficina mientras este tipo esté aquí. Le dije a SeungHee que se debía quedar con él mientras yo llegaba, solo espero no tardar mucho. Deje hecha la comida antes de irme a dormir, pero a mi bebé le gusta cuando yo le sirvo, dice que así sabe mil veces mejor.
—En verdad me quiero disculpar.
—Solo manténgase al margen de mí y de mi hijo. Si estaremos juntos nos relacionaremos en lo laboral —digo con molestia.
—Yoongi, entiendo como te sientes, debes estar pensando que soy un imbecil sin corazón, pero estaba preocupado por mi padre. No tenía en mente la situación de los demás, sí, entiendo que...
—Solo entendería mi ira y mi miedo si fuera padre. —Pongo mis manos de golpe en el escritorio—. Ese niño es mi vida entera, lo amo tanto que no soy nada sin él, yo estaba solo en este mundo antes de quedar embarazado. Me mato para poder darle una buena vida, porque se la merece. No sabe el terror que sentí cuando vi a ese auto a punto de arrollarnos, lo único que pude hacer fue abrazarlo con fuerza. Quería detener el tiempo para lanzarlo lejos y recibir solo el impacto.—Siento las lágrimas acumulandose en mis ojos—. Gracias a Dios no ocurrió nada, pero ¿y si su chófer no se hubiera detenido a tiempo? ¿Qué hubiera sido de mi niño? Es un ser frágil... con la fuerza del impacto el pudo... pudo...
Antes de darme cuenta siento como mis mejillas se van empapando poco a poco. Debo llevarme una de mis manos a mi rostro para empezar a limpiar todas mis lágrimas. Siento que mi garganta se empieza a cerrar y esa es mi señal para irme. Justamente cuando estoy por correr veo que él está parado ofreciendome un pañuelo. No me queda más remedio que aceptarlo para ocultar mi rostro.
—Tienes razón, no entiendo tu dolor, pero quiero decirte que en verdad lo siento. Haré cualquier cosa para...
—Lo veré a las nueve para ir hacia el restaurante donde será la junta.
No dejo que responda, me doy la vuelta para salir con paso apresurado de ese lugar.
Una vez que tengo listo todo en las respectivas carpetas, lo guardo en el portafolio junto con las demás cosas. Reviso mi celular y me tranquilizo al ver que no Jungkook no a mandado mensajes. Quizás puedo ser un paranoico, él está bien, no va a usar el celular a menos que ocurra algo malo y eso no sucederá, está en el preescolar. Con eso en mente, me doy la vuelta para tocar la puerta que da a la oficina del señor Kim. Extraño a ese viejo, antes no tenía ni que tocar. Mierda, olvide que siempre me iba con él a las juntas, ahora tendré que tomar taxi. Supongo que me adelantaré, pero le debo avisar a este tipo. Toco tres veces y escucho que me deja entrar.
—Joven Kim, creo que es conveniente irnos a la junta —digo una vez que entro y me aproximo a su escritorio—, me ir en el taxi y lo veré allá. Le pondré aquí la dirección y...
—Creí que nos iríamos juntos —dice confundido—, ¿no nos iremos en mi au... oh, entiendo. Mi auto no es una opción, ¿qué tal en el tuyo?
—No tengo auto. —Aparto la mirada—. No importa, me iré en un taxi, así me encargaré de que todo esté en orden y solo...
—No, ambos nos vamos en el taxi. —Se levanta de golpe del escritorio y toma algunas cosas de este—. Sería ridículo que estés allá antes que yo, vamos.
Debo ser profesional, aun cuando no lo quiero cerca tengo que aguantarme, ya tuve suficiente haciendo u a escena hace rato, ya no puedo seguir siendo un niño berrinchudo. Doy asentimiento de cabeza y le hago una señal para que empiece a caminar hacia la salida. Una vez que pasa por mi lado me doy la vuelta y empiezo a seguirlo. Creo que esto ya no lo puedo evitar, siempre voy detrás del señor Kim, el solía bromear diciendo que parecía un cachorro mientras caminaba. Ese viejo debe recuperarse pronto, sé que dije que debía jubilarse, pero me retracto. Es el mejor jefe que pude encontrar en la vida. Ambos entramos al ascensor, estar aquí es incómodo.
—¿Por qué no tienes auto?
—Joven, no es necesario hacer una conversación para quitar la incomodidad —le doy una ligera mirada.
—No es eso, simplemente que me dio curiosidad. Pensé que mi padre te daría un auto, por la forma que había de ti me da a entender...
—No me acuesto con su padre —digo molesto.
—Me da a entender que te ve como un hijo. —Ignora mis palabras—. ¿No has pensado usar un auto de la compañía?
—Como su nombre lo indica, es de la compañía. El señor Kim me ha ofrecido ayuda para comprar un auto, pero esa no es su obligación. —El elevador se detiene y ambos salimos—. Le daré unos datos sobre los inversionistas a los que veremos, son algo especiales.
—¿Duros de tratar?
—Algo así. Al señor Jang no le gusta que utilicen modismos al hablar, al señor Lee no le gusta que le hablen de usted y al señor Park no le gusta que las personas coman pescado frente de él. —Arrugó la nariz—. También veremos al señor Oh, es algo...
—¿Molesto?
—Prepárese para comentarios de doble sentido y que lo sexualicen a cada segundo —digo asqueado—. Usualmente no voy cuando el señor Oh estará en las juntas, pero como ustedes serán quienes vayan no puedo dejarlos solos. En especial a la señorita YeEun.
Aunque la hija del señor Kim se ve que es una persona dura, no creo que sea lo más conveniente que ella esté pasando por esos tratos de aquel hombre. Aun recuerdo como el señor Kim se enojó porque ese tipo dijo que tenía el trasero como para reventar una manzana de un senton. Ese día en verdad que quería mandar a la mierda mi formalidad para empezar a golpearlo, pero mi jefe fue quien arreglo el asunto, dijo que no iba a permitir que me hablaran de esa forma. No sé como lo solucionó al final, aunque para evitar esas situaciones él no me llevaba a las juntas con el señor Oh.
—Creo que mi padre me comentó eso, si quieres puedes esperar...
—Aun no termino, Joven Kim. —Caminamos hasta la calle y empiezo a mirar en espera de un taxi—. Como usted jamás ha ido a una de las juntas es probable que ninguno lo tome en serio. Quizás al verme quieran hablar con usted, de lo contrario se van a dirigir a mí, pero eso no será tan malo, el punto es que usted escuche todo. Malo será que no quieran vernos a ninguno.
Eso es lo que me preocupa, son mucho de seguir la rutina de las juntas y si ven que hay algo fuera de lugar no lo tomaran muy bien. No tardo mucho en detener un taxi, le abro la puerta trasera y dejo que entre antes de cerrar, camino hasta la puerta delantera y me siento en el lado de copiloto. Le doy un leve saludo al hombre y le digo la dirección del restaurante a donde iremos. Esto será una horrible tarde y no está el señor Kim para ayudarme. Debería irlo a ver, quizás cuando Kookie termine de comer, así iríamos los dos al hospital. No pasa mucho hasta que llegamos al lugar, soy yo quien paga el taxi, pero eso no me preocupa, lo pago de los gastos mínimos de la oficina. Una vez que estamos en el restaurante y nos pasan al privado qué resrrve, dejo una carpeta frente de cada asiento. El hijo de mi jefe me mira con paciencia, aunque me incomoda su mirada, debo admitir que al menos está poniendo atención y eso es bueno, si en algún momento yo no estoy, él deberá hacer todo esto. Una vez que concluyo me quedo parado junto a la mesa y suelto un suspiro, todo esta listo.
—¿Tardarán en llegar?
—Solo el señor Lee, se siente un rebelde por llegar tarde —digo con molestia—. Es de los hombres que no aceptan que ya son ancianos. Como sea, vamos a repasar lo que se hará en la junta, usted hará lo siguiente.
Empiezo a explicarle los cambios que habrá en la empresa y las propuestas que hará para que ellos acepten los nuevos proyectos. Él escucha con atención cada palabra que le digo, solo me cuestiona en algunas ocasiones y aunque me cuesta trabajo aceptarlo...sus preguntas son muy buenas. Pasados unos minutos, cada uno de los inversionistas van llegando. Como de costumbre los guio hasta sus respectivos lugares y les hago una reverencia. Cuando el señor Oh llega, debo hacer un esfuerzo monumental para no maldecir al ver la mirada que me lanza; los demás presentes muestran su inconformidad al ver sus acciones, pero no puedo dejar de ser un profesional. Lo llevo a su lugar me retiro rápidamente para evitar que se me acerque. Me paro junto al hijo mayor de los Kim y vuelvo hacer una reverencia.
—Bienvenidos, lamento haber cancelado la junta anterior. Agradezco que hayan sido comprensivos ante la situación que estamos pasando en la compañía —digo con formalidad—. En representacion del señor Kim Min-Soo está su hijo, Kim Taehyung. Él será quien...
—Un momento, Yoongi —interrumpe el señor Jang—, decidimos venir a esta junta porque pensamos que hablaríamos solo contigo. Aun cuando este hombre es hijo de Min-Soo, no sabemos si es apto para presidir una junta de este tipo.
—Le aseguro que es una persona indicada, sin mencionar que estoy aquí también para que no tengan duda de que se hará valido todo lo que se proponga en esta junta. Debo recordarles que aún cuando estoy al tanto de cada acción, inversión y proyecto de la empresa, no soy uno de los apoderados legales, así que no puedo firmar los contratos. —Hago otra reverencia—. El joven Kim también está al tanto de todo, puedo...
—Yoongi, lo siento, pero no pondremos nuestro dinero a manos de este niño. Te tengo más confianza a ti que a los hijos de Min-Soo. —El señor Park se levanta y eso ocasiona que los demás hagan lo mismo—. Haz que Min-Soo te de el poder de...
—Caballeros, creo que es momento de que me defienda. —El hombre a mi lado da un paso hacia el frente—. Estoy al tanto de cada detalle de esta compañía, después de todo, la heredare cuando sea el tiempo, al igual que lo hará mi hermana. Ambos somos excelentes en este campo, así que, ¿por qué no se sientan y escuchan lo que tengo que decir? Y si no es lo que quieren... yo mismo le daré mi poder legal a este hombre.
Él pone su mano en mi hombro y yo me tenso en mi lugar. Debe de ser una puta broma.
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