01

~AÑOS DESPUÉS~

—¿Papi?

Hago un sonido con la garganta para decirle a Jungkook que tiene toda mi atención aún cuando tengo mi mirada en la portátil. Estoy revisando un empleo extra para los fines de semana, ósea no me va mal con el empleo de secretario, pero los fines de semana los tengo libres y un ingreso extra para que Kookie tenga unos zapatos nuevos y ese juego de química infantil que tanto me pide, no estaría nada mal. No lo dejaría solo mucho tiempo, quizás algo en lo donde pueda llevarlo me vendria bien, mi renacuajo es bien portado, solo por eso le quiero comprar lo que me pide. No entiendo como a su edad quiere esa mierda de juego de química, yo con esos años solo quería que hubiera jugó de manzana en el refrigerador y que nadie me molestara mientras veía a los autos pasar desde la ventana. Hablando de mi infancia, debo volver a Daegu un día de estos, mamá quiere ver a su nieto, pero a veces no quiero que estén cerca porque esa mujer solo me recuerda  sobre "Mi descuido", ese descuidó que ahora me grita papá cada vez que no hay papel en el baño. Aunque mi descuido me tiene enamorado con su forma tan fluida de hablar, creo que fue buena idea estarle hablando todo el tiempo y hacerlo que repitiera las palabras una y otra vez. También me sorprendió que solo con verme ir al baño el poco a poco fuera aprendiendo a ir sólito a su pequeño bañito. Me incomodaba verlo detrás de la puerta espiando cuando iba al baño, pero cuando me di cuenta que era para aprender lo tuve que dejar.

—¿Por qué no tengo otro papá?

Y la pregunta que no quería que hiciera, al menos no a su corta edad, la hace. Debía preguntarme cosas como "¿cómo nacen los bebés?" Algo más relacionado con su origen de nacimiento, no sobre quien dejó embarazado a su padre. Ni yo le pregunte a mi mamá la razón de que ya no volviera papá cuando tenía ocho años, de hecho no me importó, me caía mal. Siempre me quitaba las caricaturas para ver el dichoso fútbol americano. Regresando a mi chinche, debo cerrar un segundo los ojos para poder pensar en lo que podría decirle. Un paso en falso y lo dejo traumado para toda su vida, suficiente tengo con mis traumas como para preocuparme por los de mi niño.

—Bueno, cariño. —Dejó la portátil de lado—. No lo tienes porque no lo necesitas, yo te puedo dar todo lo que requieres.

—Es que los otros niños tienen papá y mamá o dos papas ¡oh dos mamás! —Levanta dos dedos—. Y yo solo te tengo a ti.

¿Cómo le explicó a un niño de cinco años que su padre simplemente fue un encuentro de una noche? Eso no es algo que le dices a un niño, mi pequeño no debe oir esa clase de cosas —al menos no ahora—, pero aquí está, pidiendo respuestas. Puedo inventar una historia de que su papá se fue a otro país, aunque estoy seguro de que pedirá una dirección y querrá enviar una carta. O podría decirle que murió, pero me pediría llevarlo a su tumba para ponerle flores, dioses, Jungkook es demasiado listo para una mentira. Lo mejor que puedo hacer es la evasión, cuando tenga más edad le diré todo, por ahora no quiero darle más detalles.

—Pero los otros niños no tienen a un papá tan genial que hace que los pasteles tengan forma de dinosaurio ¿A qué si?

—Eso es diferente. —Baja la mirada.

Soltando un sonoro suspiro me levanto de mi lugar y me arrodillo frente a Jungkook, pongo mis manos en sus hombros para darle un ligero apretón. Sé que si lo dejo sin una explicación tiempo después la buscara, será mejor calmarlo ahora que aún es pequeño. Aunque también sé que no podré hacerlo por mucho tiempo, él es demasiado listo para que se le olvide algo, supongo que se parece a mi. No puedo decir que a su otro padre porque no sabía ni su personalidad. Desde ese día no vuelvo a dejar que Jackson me insista en ir a bares a conocer "personas" yo acabe embarazado y él con una infección. Aunque no reprochó de mi embarazo, tengo al niño más dulce y hermoso del mundo, él se merece todo lo bueno de esta vida. Para mi esa noche no fue tan mala, ahora tengo a la persona que más me importa en la vida y que vale completamente la pena.

—Amor, te diré un secreto —susurro aunque solo estamos los dos—, la verdad es que te estoy buscando a un papá demasiado increíble para que puedas presumirlo, ¿Piensas que te pondría a cualquier hombre de padre? No te daría cualquiera, eres mi personita más especial, ¿lo olvidas?

—¿En serio?

—Por supuesto. —Abrazo a mi pequeño—. Confía en mí, ¿Quieres?

—Siempre lo he hecho. —Jungkook me da un beso en la mejilla—. Gracias papi.

Me prometi darle todo en la vida, pero ¿un padre? Debo estar muy loco para prometer esto, bueno al menos esto lo calmara por un par de años o hasta que se le olvide que le hice esta promesa, ¿si le compró su juego de química se olvidará de la idea de un padre? Espero que si, porque esa será miejor arma por el momento. Escucho que empieza a decir que su nuevo padre no solo debe de ser el mejor para él sino también para mí y esa es mi señal para decirle que vaya a ver algo en la televisión mientras yo me apresuró a buscar otro trabajo.

El camino con Jungkook hasta el preescolar es algo tardado, debo dejarlo ahí, ir al trabajo y de paso pedirle a SeungHee que lo lleve a mi oficina, así para salir temprano e ir al supermercado. Supongo que hoy no podré almorzar nada en el trabajo para así salir a tiempo. Debo comprarle a Kookie leche de plátano y también brocoli, este mocoso no va a sobrevivir si solo come carne. Y aunque también me encantan las brochetas de cordero, estoy seguro de que eso no es un alimento ideal para un mocoso que apenas va a cumplir seis años.

—Papi.

—Dime, cachorro —digo mientras nos hago detener al ver el semáforo verde.

—¿Cómo será mi nuevo papá?

—Ah... pues será muy guapo —digo lo primero que viene a mi mente—, obviamente.

—¿Nada más?

—Y rubio, sí, rubio. —Sujeto su mano con fuerza—. Vamos, se nos hace tarde y no queremos que la gruñona de tu maestra se enoje porque entraste tres minutos tarde.

Jungkook abre demasiado los ojos, asiente repetidas veces con la cabeza y prácticamente corre a mi par al escuchar eso. Es mujer suele dar miedo, no es que sea muy estricta o mala —si le llega hacer algo a mi pequeño haré que quiera morir—, solo que es muy estricta en cuanto al tiempo de llegada. Usualmente es muy buena y dulce, pero hay momentos en que se parece a mi madre. Por el trayecto empiezo a decirle a Kookie que tiene que tener cuidado con sus cosas, hace unos días le habia comprado un estuche de colores y le faltan dos, este niño debe aprender que las cosas cuestan. Él me pide perdón y dice que tendrá más cuidado, le creo, porque mi mocoso siempre cumple lo que promete, eso es algo que le enseñe. Prácticamente llegamos al tiempo justo a la entrada del preescolar, tengo que cargar a mi niño para así poder correr hasta su salón. Una vez en la entrada lo bajo y me arrodillo frente a él.

—Bien, sabandija, portate bien, obedece a la maestra y cualquier cosa llamame. —Acomodo su suéter amarillo y también su cabello—. Ya sabes que tienes escondido un celular en tu mochilita, solo usalo en caso de emergencias ¿De acuerdo?

—Sí, nada de jugar con el, solo emergencias. —Hace un gesto con su mano—. Porque viene señor del costal y se lleva mi conejito sino obedezco.

—Exacto, no queremos eso, ¿cierto? —El niega en repetidas ocasiones y eso me provoca una sonrisa, acarició su mejilla para al final dejar un beso —. Te amo, pequeño. SeungHee vendrá por ti para llevarte a la oficina, ¿sí?

—Yo también te amo, papi. —Se acerca a mi y me da un abrazo rapido—. Adiós, comeré todo lo que me preparaste.

—Esa es mi chinche.

Jungkook se ríe un poco antes de salir corriendo al interior de su salón. Suena estúpido, pero esta creciendo muy rápido y aunque me gusta, también me da un poco de miedo, ¿y si cuando crezca me deja de querer? Joder, justamente me puse sentimental ahora. Suelto un suspiro antes de salir corriendo de ese lugar, debo llegar al trabajo para así poder irme antes.

—Yoongi, necesito que me... ¡ay!

—Señor, ya le dije que debe ir al doctor. —Dejo los documentos que tengo en la mano sobre su escritorio—. Esos dolores que tiene constantemente en la espalda no son normales.

—Niño, no me digas que hacer. —Hace un gesto de dolor—. Aunque tienes razón, debo ir al doctor.

Este hombre lleva varios días así, supongo que ya es por su edad, él debería ya jubilarse. Mas no quiero que lo haga aún, es el mejor jefe que pude conseguir en la maldita vida. Incluso Jungkook lo considera un abuelo, literalmente le llama así. Y aunque el señor Kim quiere que siempre le diga lo que necesita mi hijo, me niego rotundamente a pedirle algo, es mi deber mantener a mi renacuajo. Veo como él vuelve hacer un gesto de dolor y corro hacia el buro que esta junto a la puerta, tomo la medicina que tengo ahí guardada y un cojín para que pueda recargar su espalda. Mi trabajo también  consiste en ser su enfermero particular, no es tan malo como suena. Acomodo correctamente el cojín en su asiento y hago que se recargue. Después le entrego la pastilla para que la tome con un poco de agua. Al principio se negaba a tomar estas pastillas para el dolor, pero después de insistirle y prácticamente gritarle que sino lo hacía le pondría un supositorio él cedió.

—Listo, no se preocupe por los documentos para la reunión de esta tarde. Ya los tengo listo e incluso hice el balance de gastos estimados. —Sonrío orgulloso—. Ya solo falta que usted los revise y ponga su firma.

—Yoongi, no sé que haría sin ti.

—Seguiría con la señora Jang como su secretaria y seguramente ya le hubiera dado un paro cardíaco. Así que valore que estoy aquí con usted. —Me burlo—. Por cierto, hoy me iré quizás una hora antes, pero tranquilo. Le repuse la hora ya, no salí almorzar para acabar con todo.

—¿Sí sabes que te vas a enfermar si sigues haciendo eso?

—¿Sí sabe que usted es el que está enfermo? —Lo miro mal—. Yo ya comí mientras acababa los informes que solicito y también mientras arreglaba su agenda de mañana. No me subestime.

Siempre hago lo mismo cuando quiero salir antes, sé que este hombre incluso me daría el día libre, pero no me pienso aprovechar de eso. Debo ser un ejemplo para Kookie, debe entender que si quiere conseguir algo siempre debe de esforzarse, de lo contrario estaré criando a un parásito que no querrá ni ir a la universidad. Además, la hermana de Hoseok siempre viene a darme algo de comer, siempre trae mucha comida de su casa así que aprovecho cuando me trae algo. Creo que también lo hace como agradecimiento, porque cuando me lo pide cuido de su hija, EunBin es una linda niña, aunque a Jungkook no le gusta tenerla cerca. Bueno, la verdad es que no le gusta estar cerca de ninguna niña, lo ponen nervioso. Su maestra ya me hizo ir para hablar del problema, pero Kookie solo dice "Papi, niñas dan miedo". Debo hablar con él sobre ese miedo, aunque esta muy raro eso, porque el puede hablar perfectamente con SeungHee, él problema no es con las mujeres, solo es con las niñas de su edad.

—¿Hay algún problema con que no esté en la reunión?

—No hay problema, si necesito algo te llamaré. —Sonríe—. Mi nieto, ¿lo vendrán a dejar?

—Sí, señor. —Empiezo a ordenar algunas hojas de su escritorio—. SeungHee lo traerá.

Hee es novia de Hoseok, ella necesitaba un ingreso extra y yo necesitaba quien me cuidara a mi chinche por unas horas y necesitaba a alguienque no quisiera cobrarme demasiado; sin mencionar que requería a alguiende confianza. Ella lleva a Kookie a casa, se queda con él hasta la hora que yo llego —no son más de tres horas— y ahí estudia, a veces le ayuda a mi pequeño con su tarea, aunque él prefiere hacerlo solo. Cuando se lo pido ella lo viene a dejar hasta aquí y después se va,  ha sido de gran ayuda estos dos años. Hoseok me dijo que podía confiar en ella, que si puede mantenerlo vivo a él podía mantener con vida a Jungkook. Eso me convencio, creí que los bebés eran los únicos humanos que intentan provocar sus muertes las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, pero después conocí a mi mejor amigo.

—¿Le hace falta algo?

—No, señor, mi hijo tiene todo. —Me giro a verlo—. Debería dejar de preguntarme eso cuando estemos frente a las personas, después piensan que me estoy acostando con usted.

—Niño, esta ya no sirve ni pa' mear.

Suelto una carcajada y me recargo contra su escritorio, este hombre un día me matara con sus ocurrencias.

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