24. Pʀɪsɪᴏ́ɴ.

El sonido de las sirenas.

Las luces rojas y azul.

Velocidad.

Golpes.

Miedo.

Gritos.

-PARA DE GRITAR. - Madison le grito a Lluvia, quien gritaba mientras agarraba velocidad, la policía aún nos seguía, mi ebriedad estaba en el olvido y mierda, como saldríamos de esta.

-ENTONCES DIME QUE HAGO!.- Lluvia gritaba desesperada.

-DETEN EL CARRO!. - gritamos los tres, no queríamos morir, no siendo jóvenes, pero de una u otra forma ya la habíamos embarrado.

Lluvia aún intranquila, se orrillo al lado de la carretera. El carro se detuvo y mis nervios crecieron inmediatamente.

Por el espejo, divisé a los dos oficiales, ambos parecían enojados.

-Señorita, está en problemas.-ya lo sabia. - por favor muestreme los papeles del vehículo y su licencia.

-Yo-Yo. - Lluvia me miró nerviosa. - yo.

-Ella la dejó con su-

-Abuela. - ayudó Madison.

-Si, ella está muy enferma. - dijo Luca, añadiendo un tono triste y melancólico.

-Cuántos años tiene. - preguntó el policía a Lluvia.

-Diecisiete, señor. - la preocupación estaba en su voz, algo que haría que no fuera tan creíble nuestra historia.

Ambos policías parecian dudar de nuestra historia, que nunca había pasado.

-Menor de edad, eh, este vehículo huele a alcohol. Han estado bebiendo?.

-No-No.

-Pueden salir del vehículo, todos.

Había tensión en todos, habían nervios, estábamos en pánico.

Salí del carro, primera, para que no sospecharan, algo que estuvo mal, porque en cuanto salí del carro, me marié violentamente, haciéndome tambalear y caer al suelo, enseguida Luca me agarro por el brazo.

-Bien, creo que me han estado mintiendo, todos están arrestado. Las manos detrás de ustedes, rápido, Col avisa a la oficina que llegaremos con cuatro detenidos.

-No hemos hecho nada malo, no puede hacer esto, viejo calvo. - Madison dijo enfadada, lo calvo se refería al oficial Fisher, que le daba órdenes a el oficial Col.

Hundiendo mas la situación.

Esposaron mis manos, como a los criminales, luego a Madison, Lluvia quien lloraba en silencio y a Luca quien parecía más nervioso que yo.

-Suban, iremos al departamento de policías. - dijo el oficial Fisher.

-Estan en graves problemas. -declaró el policía Col, el era un poco gordo, blanco, y llevaba un sticker de unicornio, parecía que no sabía de ello. - niños.

Los cuatro subimos al carro, estaba frío, por el aire acondicionado y olía a papas fritas, todos nos movimos incomodos en nuestros asientos.
Los oficiales se sentaron y encendieron el vehículo.

-Entonces, niños. - el oficial Col, nos hablaba mientras comía papas fritas. - a dónde iban exactamente.

-A la playa. - Lluvia se arrepintió inmediatamente de lo que dijo, mientras la hacíamos callar con nuestras miradas. - lo siento.

-Bien, parece que ya están siendo un poco más honestos. - dijo el oficial que conducía.

-Buen destino... entonces vamos a la playa, esta a unos cuantos  minutos. - el oficial Col, miró hacia nosotros, divertido.

Todos asentimos.

-No, claro que no. - Dijo Fisher, al que Madison le dijo calvo. - tenemos que llegar antes del amanecer.

-Y falta una hora, vamos no seas aburrido. - el oficial Col, le propinó un golpe en el brazo, el parecía divertido, pero aún así seguíamos en problemas.

-Oh, vamos, no sea aburrido. - Madison dijo, mientras movía las esposas.

-Esta bien, esta bien.

Después de veinte minutos de absoluto silencio, llegamos a la playa, el sol apenas estaba saliendo, y como podíamos salíamos del carro, tropezando y enredandonos, el pequeño trozo de sol empezaba a crecer en el horizonte, mientras alumbraba de a poco el bello y azul mar, era simplemente hermoso.

-Tómame una foto. - dijo el oficial Col.

Yo también quería una foto, pero no podía pedirla, no cuando tenía unas esposas en mis manos, así que solo camine despacito y disimuladamente, hasta llegar junto a él, sonreí y levante mis manos, mostrando las esposas, supongo que la foto era divertida, el paisaje lo era, un oficial, una detenida y el amanecer.
Lluvia, Madison y Luca, llegaron hasta nosotros, para tomar otra foto, en la que todos reímos, olvidando el hecho de que estábamos prácticamente detenidos.

-Bien, eso fue todo, vamos, suban, una estación de policía los espera.

-Vaya Espíritu de arruinar las cosas oficial Fisher. - dije, mientras le tiraba un poco de arena a Madison, quien se molestó y me tiro un poco, lanzandole a Lluvia, y ella empezó a tirarnos a todos, con dificultad.

Nos sacudidos la arena, subiendo una vez más al carro, pero esta vez, menos nerviosos.
Aún recordaba el beso, estaba ebria, pero no tonta, sabía lo que había hecho, lo sabía.

-Oye, yo, no quería, besarte... Quería que fueras otra persona. - le susurre a Luca.

-Wow. - dijo el oficial Col.

Supongo que todos los escucharon, a pesar de mi susurro.

-Esta bien, yo te bese para olvidar de que soy gay, te lo dije, no?.

-Ah, si, si claro.- me sentí muy tonta.

-Wow! son unos jóvenes llenos de problemas. - volvió a decir el oficial Col.

-Pues si, mi madre cree que estamos en una pijamada, y mire, aquí esposadas. - Madison lo dijo con diversión.

-Si, mi madre también cree eso, y conduci sin licencia, ella no me lo perdonará.

Era increíble, la manera en la que Lluvia nos dejaba al descubierto, cada vez que hablaba.

-lo siento. - volvió a decir, pero está vez muy bajito.

-Mi mujer cree que le soy infiel, pero, en realidad sólo salgo por las madrugadas a comer papas. - el oficial Col parecía afligido.

-Si, yo aún vivo con mi madre, y ella no deja de repetirmelo, en cada momento.

-Si, impresionante, pero yo les gano.-Madison muy segura de aquello.

-Claro que no, soy gay y mi padre no lo sabe, yo les gano. - también dijo Luca.

-Bien, todos tenemos problemas serios, probablemente esto es un empate.

Llegamos a la ciudad, exactamente al departamento de policías.
Bajamos y entramos, los oficiales, nos veían como a asesinos, y en realidad, solo habíamos bebido de más.

-Dejen sus pertenencias, justo aquí. - el oficial Col, dejo en la mesa, una caja de cartón, donde guardaron los celulares, porque el mio, lo había extraviado. - todo.

Luego nos llevaron bajo rejas, con una mujer mayor.

-Esto no me lo esperaba, adolescentes, y ustedes que hicieron?. - la señora, parecía tranquila, como si esto fuera normal.

-El novio de Astrid la terminó, por eso decidimos ir a festejar aquello a un bar, luego ellas bebieron, y se les antonjó por ir a la playa, solo para ver el amanecer, y ahora estamos aqui, en la cárcel, nuestros padres nos van a matar. - Lluvia dijo demasiado rápido.

-Por si las moscas, no quieres publicar en el periódico, que a Astrid la terminó su  novio?. - Madison dijo defendiendo mi reputación ante la mujer.

-Bueno, ella solo dice la verdad.

-Vamos, cuéntame linda, porque un chico te ha terminado, siendo tan linda.

Porque no fuimos novios, de verdad.

Todos nos sentamos, en el suelo.

-El chico es un idiota, como puede terminarte por nada. - dijo Maisa, la señora que estaba detenida, después de contarle mi historia sobre el "noviazgo" con Eric.

-Tienen una sola llamada, quien la necesita?.

Todos nos miramos, decidiendo.

-La mamá de Eric es abogada. - dije, no muy convencida de que lo fuera, aunque la  escuché muchas veces de hablar sobre personas detenidas, eso creo.

Un oficial que no conocíamos, abrió la puerta de rejas, dejándome salir, para hacer la llamada.
Llamar a mi madre no era una opción, no cuando estaba embarazada, no recordaba el número de Sebastián, que dejaba de ser una opción, recordaba o creía recordar el número de la familia Copper.

Marqué el número, deseando que estuviera bien, a la tercera, respondieron.

-Hola? Peyton, necesito ayuda estoy, estoy en prisión con mis amigos y no, no sabia a quien llamar.

Agradecí a Steph, quien siempre me llamaba cuando no podía con su celular.

-Astrid?.- La voz de Eric, estaba ronca, recién había despertado, lo había despertado. Maldición.

-Necesito a tu mamá, urgente.

-Por qué estas en la cárcel?.

-Estoy jugando fútbol. - dije sarcástica. - y es la Estacion de policías, así suena mejor.

-Astrid y su sarcasmo. Podrías dejar de ser una niñita y decirme que haces en la estación de policías.

-Podrías pasarme a tu mamá.

-No, primero dime, que haces allí?

-TÚ ME TERMINASTE, ESO PASÓ. - grite de más, obteniendo la atención de muchos.

-PORQUÉ TÚ TE BESASTE CON JULIÁN. ASTRID ESTA EN LA CÁRCEL, MAMÁ ASTRID ESTÁ EN LA CÁRCEL. - el grito de steph, hizo doler mi cabeza.- PODRÍAS DESCONECTARTE DEL TELÉFONO STEPHANIE!. - gritó Eric, enojado. Escuché un ruido demasiado desagradable, y luego la voz de Peyton, la mamá de Eric.-Oh, Astrid, que suce-

La llamada se cortó. Intenté, marcando una vez más, pero nada.

-Una sola llamada, lo siento.

Volví con los demás, quien me miraban con ilusión.

-Lo siento, no alcancé a decirle donde estabamos.

-Llamaré a mi mamá.-dijo Lluvia.

-Una llamada por hora, lo siento.

Luca dormia en el suelo, sin saber todo lo que sucedía.
Dos horas más tarde, apareció Peyton, luciendo elegante, como siempre.

-Astrid, hablé con los oficiales, estoy arreglando, todo, solo necesito los números de sus padres, no dejaran que salgan sin las firmas sus padres. - hablaba, pero, quería saber si venía con alguien más, pero, no, venía sola.

-Gracias, por venir.

-No te preocupes cariño, los oficiales son viejos amigos.

Todos llamamos a nuestros padres, realmente era algo que no quería que sucediera, no personalmente.

No cuando mi madre ya me había advertido.

-Una mas, una más Astrid, y de verdad me voy a enojar, te lo advierto.

Esas fueron sus palabras, resonando en mi cabeza.

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Pobre Astrid, ya volvió a valer.
Pinchale a la estrellita 🌟, comentame algo sobre tu vida, y la historia, y si quieres sígueme, que aún nose en que sirve pero bueno.
Xoxo.
S.




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