18. Bᴇɴᴅɪᴛᴏ ᴠɪᴀᴊᴇ.

—Esto es lo que vamos hacer, haré que mi madre salga, pero tienes que cambiarte rápido, muy rápido, sin hacer ruidos. Si también vas a llevarte el tarro de dulces.

Le entregue a Eric la ropa que mi madre había traído, era mi sudadera rosada con un osito, y unos pantalones morados, si, parece que mi madre no tiene el sentido de la moda.

—No me pondré eso. No me va a entrar.

—Lo harás y rápido o si quieres que te de gripe puede irte así mojado, pero donde mojas el piso, en serio me enojaré.

Eric acepto rápidamente.

—También me lo das de vuelta mañana —hablaba de mi ropa.

—Tienes dos de mis sudaderas favoritas, tambien llevalas.

—Jamás—dije saliendo del baño.

—Al menos lo intenté —lo escuché susurrar.

Alice estaba sentada en la cama con su celular en manos.

—Alice tengo que mostrarte algo que hice.

Arratre a mi madre hasta la cocina, cuando ya estaba lejos de su habitación.

—Leí que si me lavo la cara con leche fría se aclara.

—Eso era lo importante que tenias que mostrarme —alcancé a ver que por las escaleras venía Eric, mi madre estaba a un pelito de tortuga de verlo, la que se me armaría —voy a mi habitación, el señor Terry se fue porque demoraste mucho.

—NO —me tiré al suelo, haciéndome la desmayada.

Había visto en muchas novelas y parecía fácil, sólo tenía que tirarme al suelo y ya, pero lo hice llevándome un buen golpe en la cabeza.

—ASTRID, HIJA, ¿ESTAS BIEN?

No madre, solo me acabo de partir la cabeza pero nada grave como tener ya probablemente una hectárea en el infierno por mentirte en tu propia cara y además darte el susto del año.

—Yo...

Escuche cuando un carro se alejó de mi casa y abrí los ojos.

—Ah —me queje —¿que hago aquí?

—Hija, me diste un buen susto.

Tu también mamita, tu también.

—Por cierto tu celular ya prendió, espero y seas más cuidadosa.

***

La fuerte lluvia me despertó antes de tiempo, antes que mi alarma suene, desde mi cama podía ver a través de mi ventana como los árboles se movían muy fuerte, la mañana estaba demasiada fría.

Pasaron tantos minutos hasta que Alice entró para despertarme, solo que ya estaba despierta, aún me dolían las piernas y abdomen.

—En veinte minutos te llevaré al colegio, apurate.

Me quite las tres sábanas que tenía encima y me levanté de la cama, abrí las ventanas de mi habitación y el frío se coló por todo mi cuerpo.

—Madre donde esta mi sudadera del colegio.

—En el armario, donde más va a estar.

Abrí una vez más pero no estaba.

—¡No está! —grité.

—Que pasa si lo encuentro —dijo enojada.

—¡Me lo entregas! —comencé a reírme, pero mi mamá entró, abrió el armario y afortunadamente encontró mi sudadera —Gracias, eres mejor que Dora la Exploradora.

Me bañé y puse mi uniforme, bajando las escaleras, tomé un paraguas, esperaba bajo la lluvia a mi madre y el coche, cuando el vecino salió y me sonrió, a penas moví mi mano en forma de saludo.

—Apura que vamos tarde.

Siempre vamos tarde.

***

Llegué a mi casillero, olvidando que no tenía las llaves y que tampoco recordaba la clave.

—Toma, tienes que ser más responsable —Eric me entrego una llave, específicamente la llave de mi casillero.

Harley estaba muy cerca de nosotros, con su mirada de una diosa lista para atacar, no la había visto desde la noche del partido, sabía que iba a atacar, en algún momento y pasaría cuando yo no me lo esperara.

—Gracias —le di un beso fugaz en los labios.

—Mi abuela cumple años el sábado y nos vamos de viaje a la playa, quieres venir con nosotros, bueno, Steph dijo que quería que vayas.

—Mi celular ya encendió, que felicidad —fue lo primero que se me ocurrió decir.

—As, tenemos que hablar —Madison me salvo de la incomoda situación.

—Nos vemos luego —dije antes de irme tan rápido con Mads.

—¿Te acabo de salvar el trasero?.

—Si, a donde vamos?.

—Alisha quiere contarnos algo, suena muy urgente.

Llegamos a las canchas, donde no había nadie, ya que todos estaban en la cafetería tomando chocolate caliente o café, mientras las cuatro nos encontramos aqui, con frio y como pollito chupado debido a la lluvia.

—Probablemente me odiaran como lo han hecho mis padres pero... Estoy embarazada...

Tantas veces he creído estar en una situación terrible, pero mierda esto le gana a muchas de esas veces.

El silencio de todas nosotras era sepulcral.

—BIEN TENDREMOS UN ALEXITO JUNIOR —Madison soltó con felicidad fingida —excelente definitivamente la cagaste.

Las tres nos quedamos mirando a Madison por lo que dijo, hasta que se fue.

—Ella solo se levantó de mal humor —Lluvia intentó acabar con el silencio —creo que soy la peor en estos temas, iré por Madison.

Solo queda yo junto a Alisha, quien tenía los ojos tan hinchados y rojos.

—¿Estas bien? —Alisha negó —¿tus padres saben?

—Si, me odian al igual que Madi, Lluvia, Alex y tú.

—Nadie te odia, solo estamos sorprendidos y muy preocupados.

—Me mandan con mis abuelos a vivir, detestan el hecho de que su pequeña hija esté embarazada de un idiota que no quiere tener al bebé... En cuanto nazca mis padres lo van a dar en adopción.

Me acerque a Alisha y la abracé, eso era lo que ella necesitaba.

—Vas a estar bien, con el tiempo dejará de afectarte tanto lo que piensen los demás, lo prometo.

—Las extrañaré tanto, extrañare la escuela, definitivamente no imagine que esto me sucedería, siento que arruine mi vida, pero quiero ser responsable y tenerlo, aunque eso signifique criarlo sola.

Nos quedamos en silencio, escuchando la lluvia.

—Tienes mi apoyo en cualquier decisión que tomes, Alisha. Eres la única que deberá tomar una decisión y cuando eso pase yo estaré a tu lado apoyándote.

Le acaricie el cabello y la abrace por un largo tiempo.

—Solo me iré a Europa, mis abuelos viven allá.

—Mierda. Es muy lejos.

—Lo se —dijo limpiando sus lágrimas —Gracias, Astrid, eres muy buena.

Alisha solto el llanto, realmente la estaba pasando mal.

—Iré a recoger mis cosas, nos vemos luego.

Asentí, quedándome sola, bajo la brisa de la triste y oscura mañana.

***

Busque a Alex por todo el colegio, hasta que lo encontré en los baños de chicos, entre sin importarme.

—Oye, tu —una sonrisa se ensancho en su horrible y despreciable rostro —eres lo peor de lo peor, realmente Alisha perdió su tiempo contigo.

Mi mano con sed de venganza fue directa y únicamente en busca de su mejilla, el fuerte golpe hizo callar a todos.

—Haz golpeado a la persona incorrecta... HARÉ QUE TE ARREPIENTAS POR ESTO, POR LAS CEJAS Y POR TODO LO QUE HAZ HECHO DESDE QUE LLEGASTE A NUESTRAS MALDITAS VIDAS.

El odio en su mirada era el mismo odio que sentía yo hacia él, supongo que no todos los hombres son de lindos como Eric, el de la sirenita, por supuesto. Nuestras miradas eran retadoras mientras que el resto de chicos solo se reían ante la escena.

—¡Astrid, que haces aquí! Vámonos.

Eric me agarro del brazo y me sacó de los baños.

—¿Estas loca? Es el baño de los chicos, si algún profesor te veía te iban a reportar.

—Si, bueno, no me importa...¿que haces aquí?

—Harley dijo que te vio entrar a los baños de los chicos, solo quería ayudarte.

Aún sentía enojo y no me molesté en revirarle los ojos a Eric.

—Parece que ya no tengo que preocuparme de que te quiera besar cada vez que te ve, parece que hasta son amigos.

Siempre que mi madre se enojaba decía "me hierve la sangre" no había entendido eso hasta ahora, parecía que el mundo estaba en contra de todas las personas que quería, eso era injusto, aunque en realidad así es la vida, cierto?.

—Te está sangrando la nariz —dijo preocupado.

—Gracias por avisarme.

***

Estábamos en el auto de Eric, en el estacionamiento de la escuela, esperando exactamente... no se que estamos esperando, el enojo ya se me había pasado, casi, estaba recostada en el asiento, viendo videos sobre animales salvajes, para ver si controlaba estas inmensas ganas de golpear a alguien.

—¿Que esperamos?

—Que mi abuela salga...Entonces vas con nosotros al viaje? Entenderé, digo, entenderemos si no puedes acompañarnos, no es como si Alice no te diera permiso, le caigo bien.

—No —me interrumpí por el golpe en la ventana, que me hizo asustar, mas cuando vi que era Harley la barbie.

—Hola Eric —le sonrió muy feliz a Eric de una forma casi empalagoso, era increíble como podía fingir ante él, mientras que a mi me quería matar con la mirada —Astrad —pronunció mal mi nombre, solo por molestar —tu abue dice que puedes irte pero antes quería pedirte un favor, podrías marcar mi numero no recuerdo donde lo dejé.

¿En serio? Era la excusa más tonta que podía haber dicho, había miles de excusa y eligió la peor, se notaba que intentaba coquetearle.

—Oh amor dijiste que no tenias saldo para las llamadas, si quieres te marco yo —le ofrecí mi mejor sonrisa a Harley, ¿que tal eh? También podia ser una PERRA, teoricamente.

La cara de Harley estaba tan roja como un tomate, mi madre estaría orgullosa de mi solo por esto, hasta siento que merezco un oscar, que digo uno, merezco todos los oscars habidos y por haber.

—Claro —marqué el número que me dictó y enseguida sonó.

Se escuchaba como si estuviera dentro, específicamente debajo de mi asiento.
Mire a Harley y tenía esa puta sonrisa en la cara, esto lo había planeado con tiempo, mi cara tuvo que haber sido lo que esperaba, ya que su sonrisa se intensificó. Sonreí tratando de disimular mi enojo por ella.

Metí mi mano debajo de mi asiento buscándolo.

—Amor, recorde que hace mucho no voy a la playa, ya quiero que sea fin de semana e ir juntos con tu familia —sonreí al ver su cara —tengo un bikini que sé que te va a gustar...Lo encontré.

Le di el celular a Harley la barbie, sabía que estaba a punto de llorar, había ganado esta pequeña pelea.

ASTRID 2 - HARLEY 1

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