Tn se presentó y enseguida vio a ambas esperar afuera del gran salón. Estaban preciosas, ambas vestidas con una ropa elegante y muy bonita en base a sus personalidades tan opuestas. Estaban hablando ambas hasta que el joven decidió saludar.

—Hola—saludó a las chicas con una sonrisa—estáis muy guapas.

Ellas se quedaron viendo durante unos pocos segundos antes de agradecer los halagos.

—Te ves hermosa, pareces recién asesinada—dijo ante la sorpresa de ella—eh, aproveché el tiempo en tu mansión para aprender el lenguaje de los Addams.

—¡Venga, vamos a la fiesta!—exclamó Enid quien había invitado a un compañero lobo que le esperaba dentro.

—Entra tú, antes debo hablar con Miércoles un segundo—dijo el chico. La loba entró feliz y emocionada mientras la música sonaba de fondo.

La pelinegra se detuvo y miró a su chico, lo notaba algo nervioso.

—¿Acaso mi belleza te ha eclipsado?—con esa pregunta sorprendió al joven—¿qué?, no eres el único que aprende el lenguaje de los demás—esbozó una leve sonrisa.

—Hay algo que debo decirte—empezó este—yo...yo...no sé bailar. Lo sé...soy patético por invitarte y querer ir contigo al baile cuando no sé bailar...simplemente no quería decepcionarte—derramó una lágrima.

Miércoles se acercó, le quitó la lágrima y le hizo mirarla. 

—No eres una decepción...eres todo lo que una chica asesina y fría como yo nunca imaginó tener—susurró—te quiero Tn. Y no pasa nada por no saber bailar, yo te enseñaré.

—Pero no quiero dejarte en ridículo y que todos hablen de ti—dijo—no podría aguantarlo.

—¿Eso es lo qué te preocupa?—el joven asintió sin dejar de mirarla—si dicen algo...les cortaré la garganta.

El chico soltó una leve carcajada y respiró un par de veces.

—A veces olvido que salgo con Miércoles Addams—comentó este.

La pelinegra lo tomó del rostro y le dio un suave beso.

—Ahora vamos, de lo contrario Enid se preguntará si te he matado—dijo agarrando su mano y llevando a este al interior del baile.

Poco a poco los nervios de Tn fueron desapareciendo, saludó a los conocidos, bebió algo y su chica para que estuviera más relajado bailó las canciones que eran tomarse de la cintura el uno al otro. Mientras los pases de baile iban sucediendo, la joven miraba a su novio. Pensaba en todo lo que le había cambiado su vida desde su llegada a Nevermore. Ahora tenía amigos, pareja...eran tantos los cambios...pero no le molestaba en absoluto, sino que todo lo contrario. En su lugar, su cuerpo se llenaba de una calidez nunca antes vista.

—¿Todo bien?—le preguntó al verla tan pensativa y callada.

—Si, solamente pensaba

—A ver si lo adivino, en asesinatos

—Por una vez no, no pensaba en ello.

 El chico se perdía en aquellos ojos y poco a poco de manera inconsciente dejaba escapar una sonrisa que tanto le gustaba a la pelinegra.

Enid se divertía mucho con su pareja de baile, con Yoko, Divina...todo fue como la seda tras el horrible desenlace del año pasado. Tn acabó con los pies algo cansados, aunque eran más por la tensión del momento de bailar ante los demás, no estaba acostumbrado a ello.

—Roomie, voy con las chicas a Jerichó, a una discoteca que han abierto y...¡dejan entrar excluidos!—dijo muy emocionada Enid.

—Es normal, sino lo hacen se arruinan si tienen que depender de los pocos normies—comentó Tn.

—¿Van a venir?—preguntó Enid emocionada—beberemos un poco solo, es más por el ambiente.

—Iremos a Jerichó, pero no a la fiesta—respondió Miércoles.

—¿Entonces?

—Iré a casa de Tn, me ha dicho que tiene una sorpresa para mí.

A pocos metros suya, Tn charlaba con Xavier y Bianca, riendo.

—Uy, sorpresa eh...—puso una mirada pícara.

—Puede ser...solamente él lo sabe.

Fueron todos a Jerichó en autobús salvo Tn quien su madre le vino a recoger y de paso a Miércoles la cual la dejó impresionada. Le dijo que estaba muy guapa.

—¿No van a ir a la discoteca?—preguntó su padre al verlos en la casa.

—No, su hijo tiene una sorpresa que darme y no me gusta tanta gente junta

—Ah...entiendo. Bueno, tu madre y yo vamos a tomar algo con unos amigos, pórtense bien.

Los dos se despidieron y luego subieron al cuarto. Tn se puso a buscar algo entre los cajones.

—¡Aquí está!—dijo sacando una pequeña cajita negra.

—¿Qué es?—preguntó mientras la recibía.

—Ábrela.

Ella lo hizo y en su interior vio un anillo negro con un pequeño diamante que tenía la forma de una dalia negra, la flor favorita de Miércoles. Este se la colocó en el dedo.

—¿Esto es la sorpresa?—preguntó—porque es una tortura para mí.

Esbozó una leve sonrisa ante la mirada de su chico que hizo lo mismo pues conocía el lenguaje de ella.

—Gracias—dijo mientras se lo colocaba.

—Miércoles, hay algo más...—ahora estaba más nervioso, casi sudaba.

—Dime.

Este suspiró largamente, agarró las manos de su chica y se quedó callado unos segundos antes de cruzar miradas con ella.

—En su día me dijiste que no podía dejarte porque sabía mucho de ti y era estar contigo para siempre...hasta que la muerte nos separe—empezó.

—En cuanto a eso...

—Aceptó, me he dado cuenta de que eres lo mejor que me ha pasado y...quiero que este anillo signifique de cara a un futuro juntos...quiero que te cases conmigo—al decir eso la joven se sorprendió mucho.

Una visión apareció en la cabeza de ella.

—¿Aceptas a Tn como esposo?—preguntaba una voz para luego verse a sí misma diciendo que sí.

Al despertar, se vio cara a cara con él.

—Acepto...cara mia—ambos se besaron durante unos segundos.

Miércoles en otro momento se hubiera negado, pero viendo el resultado de sus visiones, lo bueno que era Tn...¿para qué se iba a negar a un destino ya escrito?.

Ambos se tumbaron a besarse, a disfrutar con ese momento. Tn apagó las luces quedando únicamente la que entraba de la calle. El chico estaba tan feliz que acabó llorando a raudales mientras Miércoles en parte se emocionó, más de lo que le hubiera gustado para no dar muestras de debilidad. Pero eso provocaba Tn en ella...debilidad.

Esa noche lo hicieron de la forma más dulce y tierna posible. Miércoles aprovechaba el ruido de las calles y la música para dejar escapar unos gemidos de placer que nunca había escuchado Tn pues a ella le daba vergüenza. Sin embargo, esa noche dejó salir todo lo que guardaba dentro.

En la mañana, ambos hablaron sobre hacer una comida familiar entre ambas familias y de paso dar a conocer la noticia.

—¿Crees que sea buena idea llevar a mi familia a la mansión?—preguntó este desayunando pues sus padres se habían ido temprano a hacer unas compras.

—¿Por qué?—ella miraba su mano, le gustaba como quedaba el anillo.

—Porque...no te lo tomes a mal pero no es un lugar seguro y quiero a mis padres

—De acuerdo, los llamaré aquí, habla con tus padres para organizar la comida y yo hablaré con los míos.

Ambos asintieron y se dieron un beso antes de seguir desayunando tranquilamente.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D

Les dejo un para de  memes jejeje