17-Los peligros de la mansión
Tn se despertó y vio la oscuridad que siempre estaba presente en el cielo del lugar. Miércoles estaba tumbada a su lado, en posición de muerta. Este esbozó una sonrisa y le tocó la mejilla para tratar de despertarla.
—Horribles días—dijo este—¿qué tal has dormido?.
—Bien—le dio un beso antes de ponerse en pie y mirarse en el espejo.
—¿Qué te apetece hacer hoy?—le preguntó abrazando a la joven por la espalda mientras ella se terminaba de peinar.
La joven estaba pensativa durante unos pocos segundos.
—Voy a revisar mis máquinas de tortura y...¿qué haces?—preguntó a este después de sentir las manos del joven en su pecho.
—¿Darte mimos?—ella dejó el cepillo y le dio un manotazo.
—Nada de mimos, eso se gana—dijo—además no me apetece, si digo que no es no.
—Oye, tú me obligaste a estar contigo y hacer eso después de tu ataque de celos—replicó algo avergonzado.
—Pero tú harás lo que yo te diga pues eres mi pareja.
El chico se cruzó de brazos cual niño pequeño.
—Esto con Enid no pasaría—dijo inflando las mejillas.
Miércoles le agarró de la oreja y le dio un pequeño tirón.
—¿Decías algo?
—¡Auch, auch!
—No metas a la loba en esto
—¿Hace falta llegar al dolor?.
La joven le soltó y él pudo sobarse la oreja que estaba roja.
—Me has hecho mucho daño
—Es tú culpa por nombrar a Enid. Y controla tus hormonas.
Bajaron a desayunar y estuvieron un rato hablando toda la familia. Cuando eso, Miércoles se puso en pie y dijo que iba a revisar sus máquinas.
—Nos vemos luego—le dijo al chico.
Pugsley le dijo que podía ir a explorar la mansión, pero que tuviera mucho cuidado.
Tn asintió y se despidió mientras los dejaba comiendo bollos que él había preparado. El lugar era enorme y en muchas cosas resultaba bello. Los cuadros eran increíbles, estaban tan trabajados que se preguntaba su valor.
—Menudas armaduras—comentó viendo estás en el pasillo.
Cuando fue a pasar escuchó un ruido y por poco una armadura le parte en dos con el mandoble que llevaba. No se movía de los pies, solamente desde su posición trataba de matarlo. Este fue esquivando a todas y cada una de ellas con fortuna hasta llegar a la parte del jardín.
—Al menos aquí hay más espacio—se acercó y vio unas bonitas flores—vaya...me pregunta de que clase será.
Ante su mirada, las flores sacaron unos dientes y trataron de morderlo pegando al chico un enorme susto.
—¡Joder!—dijo—¿acaso hay algo que no sea peligroso aquí?.
El chico dio un paseo viendo la vegetación pero tratando de mantener una distancia prudente pues no quería llevarse otra sorpresa. En eso...escuchó unos zumbidos. Al voltear vio una enorme avispa acercarse. Era del tamaño de un perro.
—¡La madre qué...!—echó a correr y se metió en la mansión.
Vio a Morticia aparecer y con toda la tranquilidad del mundo abrió una de las ventanas y le pegó un tiro que lo mató al instante.
—Listo, hacia tiempo que no se acercaban tanto a la mansión—explicó mientras se acercó a este—debes tener cuidado, Miércoles se pondría muy triste si te pasase algo.
—Creo que su hija lo disfrutaría más bien—ella esbozó una sonrisa.
—¿Quieres ayudarme con unas plantas del invernadero?—le preguntó.
—Claro...¿me comerán?
—No, siempre que tengas cuidado.
Entraron y este contempló con una sonrisa la gran variedad de rosas y flores que disponía el lugar. Era tan grande que impresionaba.
—Uno de nuestros negocios es vender estás plantas pues solamente crecen en lugares...tan oscuros como este.
El chico fue ayudando a regar algunas de ellas, les ponía abono o cortaba las ramas que sobraban. Todo iba bien hasta que una planta desde atrás que era tan grande como una estatua o armadura se lo zampó entero. Estaba en el interior y era viscoso, se sentía como un dibujo animado.
—¡Ayuda!—gritaba desde el interior.
Morticia que había puesto música no le escuchaba mientras danzaba regando las flores de su lado.
En eso llegó Miércoles y miró la escena.
—Madre, ¿has visto a Tn?, no lo encuentro y desearía usar una máquina con él—dijo relajada.
—Estaba regando las plantas de...ahí—señaló el lugar y vio la regadera en el suelo.
La chica notó rara a la planta, como muy hinchada y enseguida supo que había pasado.
—Escupe—dijo a la planta—fue hasta un armario cercano y sacó un gran trozo de carne podrida que tanto gustaba a ese ser.
Enseguida lo escupió antes de zamparse la carne.
Tn estaba respirando y jadeaba tratando de recobrar el aliento.
—Gracias...te debo...la...vida—Miércoles sonreía ante el miedo del chico.
El chico se dio una ducha y enseguida se sintió mejor. Estaba ahora sin camiseta, secándose la cabeza y pensando en lo sucedido. ¿Iba a poder sobrevivir?.
Miércoles entró y cerró la puerta, diciendo que todo estaba bien con las máquinas. Fue en eso que le vio sin camiseta.
—Vaya...menuda vista—dijo deslizando su dedo por el cuerpo de este.
—Gracias.
Ambos se besaron un poco, Tn sentía que ella lo estaba volviendo loco. La agarró y le fue quitando los botones cuando entró Morticia.
—Oh, espero no interrumpir nada. Quería saber si Tn estaba bien pero ya veo que está bien...cuidado—miró a su hija con una sonrisa.
—Me encuentro bien...solamente ha sido un susto...—respondió rojo por la situación.
—Bueno, les dejo a solas.
Al irse, ambos se sentaron y este le explicó todo lo que había vivido.
—Una pena no haberlo visto—dijo ella.
—¿Tenéis piscina?
—Si, llena de pirañas. Tranquilo, están domadas y no muerden salvo que yo lo diga.
Tn iba a preguntar como era capaz de hacerlo pero luego recordó que era una Addams.
—¿Qué pasa?—preguntó al ver su cara.
—Quiero mimos
—No
—He podido morir
—¿Y eso es un argumento para ello?.
El chico asintió y juntó con las manos.
—¡Oh por dios, eres peor que un crío!—le tomó la cara y la puso en su pecho el cual Tn no dudó en restregar.
—Yo gano—pensó sonriente este y ocultando su sonrisa gracias a su posición.
Aún quedaba algo de tiempo para la cena así que se tumbaron y miraron por la ventana en silencio. Tn le daba besos a Miércoles. Al principio no le prestaba mucha atención pero finalmente accedió a unos pocos mimos.
La cena fue lo más tranquilo del día.
Luego ya se acostaron un poco aunque no tenían sueño. Miércoles apoyaba la cabeza en el pecho de este y Tn le acariciaba el pelo.
Cuando de pronto...
—¡AHHHHHHHHHHH!—escucharon un grito.
—¿Qué demonios ha sido eso?—Tn se exaltó.
—Vuelve a tu posición—le tiró hacia la cama—solamente son ladrones.
—¿Ladrones?—ella asintió.
—Siendo torturados. Entran buscando el oro de la familia y acaban atrapados como moscas.
Este parpadeó.
—¿Realmente hay oro?
—Claro que no, pero los idiotas se lo creen. Los rumores los esparcimos nosotros, vienen, son atrapados y luego torturados—dio un bostezo—vamos a dormir, los gritos de dolor de esas víctimas me dan mucho sueño.
Miércoles y Tn durmieron, aunque este lo hizo gracias a unos tapones para los oídos.
Continuará...
Bueno visto que la gente le encanta tanto la historia he decidido alargarla un poco más.
Habrá la obra de teatro, el baile...e incluso un momento de Enid x Tn x Miércoles ;)
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
PD: Gracias por su apoyo en la nueva historia de Enid x Tn :)
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