14-Descubriendo la verdad
La visión de su compañera de cuarto besándose con su novio no paraba de llegar a su cabeza. Se preguntaba porque harían eso, algo que escapaba de su alcance. Miércoles no daba crédito a eso, necesitaba respuestas y las necesitaba porque empezaba a sentir dolores en el pecho. Sin duda alguna la debilidad del amor empezaba a afectarle como al resto de mortales.
—Y entonces...—Enid hablaba con Yoko y le contaba la situación vivida.
Cuando ella estaba tumbada, sobre su cama, escuchando música mientras veía historias de las redes sociales le daban ganas de tomar el cuchillo y asesinarla por la espalda a sangre fría pues Tn era de su propiedad. Sería sencillo hundir el afilado filo de este en la espalda.
Al hablar con Tn, tenía ganas de estar con él y quizás hablarlo, preguntarle, e incluso...interrogarle con dolor si hiciera falta para sacarle toda la verdad. Cosa le preguntaba al llegar a la habitación pues la notaba rara. En cuanto a la escritura...no podía centrarse de ninguna de las maneras.
En la tarde, vio a Enid salir de la habitación. Miró de reojo en su teléfono y pudo ver que había quedado con Tn.
—¿Te vas?—preguntó ella sin mirarla.
—Si, tengo que hacer algunas cosas—respondió la colorida roomie.
Tras marcharse por la puerta, aguardó un poco y le dijo a Cosa que le siguiera.
Al cabo de un rato vino y le informó. Enid estaba con Tn.
—Ya veo—sacó un cuchillo—es hora de descubrir a esos dos.
Siguió a la mano hasta llegar a la zona apartada del patio donde apenas había gente. Se escondió tras una pared y allí los vio. Ambos hablaban tranquilamente hasta que escuchó a la loba decir que ya era hora.
Tn tosió y empezó a hablar.
—Mi bella dama, os concedo mi corazón. Espero que este amor por vos sea correspondido—se arrodilló mientras extendía su mano.
—Oh mi bello caballero, mi corazón vuestro es—la tomó y lo alzó para acercarse.
Ahora los dos estaban uno frente al otro, muy cercanos. Tras unos segundos, ambos se dieron un beso.
Miércoles sintió una punzada de dolor en su pecho, sentía que todo su mundo se venía abajo e incluso le saltaron algunas lágrimas hasta que...apretó fuertemente el cuchillo y salió.
—¡Tn, Enid!—ambos se separaron.
—Ey—saludó este.
Al verla acercarse con el cuchillo se asustaron.
—Tenéis un minuto...para...para explicar todo esto...ese beso...—ella estaba rabiando.
—¿Ya te has olvidado?—preguntó Enid sorprendida.
—¿Olvidado de qué?.
Enid suspiró.
—La obra de teatro, Tn y yo participamos y seremos la pareja—dijo antes de acercarse hasta su mochila que estaba cerca y sacar los guiones.
—No sabía nada de eso—replicó ella—¿entonces no estáis saliendo a mis espaldas?.
—Claro que no—respondió el chico—Enid me dijo que te lo contó.
—Si, fue hace unos cinco...sí...cinco días—la loba suspiró largamente.
—Lo siento, pero Enid siempre me cuenta muchas cosas y yo paso de ella y sus chismes.
Todo estaba aclarado. Aunque ella no veía con buenos ojos lo del beso solamente era una obra de teatro. Ahora estaba más calmada.
—Tn—dijo ella—vamos.
—¿A dónde?—preguntó antes de ser agarrado—al cuarto, necesito quitarte el sabor a fresa de sus labios.
—Pero
—¡Nada de peros!.
Este se despidió de Enid quien les dijo que ya ensayarían en otro momento.
Llegaron a la habitación y la joven empujó al chico a la cama.
—Eh, cuidado Miércoles—pero fue besado con intensidad y fuerza.
La pasión parecía haberse apropiado de la joven que le quitó la camisa y el resto de la ropa. No sin antes decirle a Cosa que se fuera.
—Eh, calma...tenemos tiempo para...—pero Miércoles le mordía el labio.
—¡Cierra la maldita boca, hablarás cuando se te ordene!—rugía la gótica—¿sabes el daño que he sentido?, ahora vas a darme lo que quiero.
—Si...pero...
—¡Pero nada Tn!.
Ambos se vieron desnudos mientras ella estaba situada encima suyo, la pasión estaba superando al chico que suspiraba y jadeaba mientras sudaba a raudales. No podía creerlo, pero la gótica estaba siendo demasiado pasional. Ella deseaba no solo quitarle el sabor de los labios de su roomie, sino que deseaba superar el miedo que había sentido por unos momentos de haberlo perdido, se había acostumbrado a él. Ese miedo mezclado con dolor estaba siendo sustituido por el placer.
—¡Más rápido!—ordenó ella mientras se tumbaba.
Tn obedecía todo lo que ella le pedía pues cualquier negación era precedido de un azote o mordisco en el hombro.
En eso la puerta se escuchó y apareció Enid.
—Roomie quería saber si...—al ver aquello, la cara de placer de Miércoles fue cambiada por una de enojo.
Enid escuchó algo y vio cerca suyo, en la madera de la pared cercana a la puerta un cuchillo clavado.
—¡Largo maldita loba!—gritó antes de ver como ella se marchaba.
—¿Deberíamos dejarlo?—preguntó el chico.
—¡Ni se te ocurra parar ahora!.
Al cabo de un buen rato, Tn estaba tumbado y cubierto de sudor. Trataba de recobrar el aliento, nunca antes se había sentido con tan poca fuerza. Miércoles le dio un poco de agua antes de beber ella también.
—Ha sido genial...aunque me encuentro muy cansado
—Tienes diez minutos, luego lo haremos de nuevo
—¿Qué?, no tengo fuerzas
—Pues la sacas de donde sea, todo es tú culpa por besarte con la loba
—Pero...si tú la hubieras escuchado.
Ella le fulminó con la mirada.
—No es mi culpa que Enid se pase el día hablando
—Besa muy bien je,je.
Miércoles se acercó y le dio un pequeño mordisco en los labios de nuevo.
—No vuelvas a sacar ese tema, te permito que hagas la obra pero no ensayarás más el beso. A la única persona que puedes besar es a mí, ¿queda claro?—preguntó fríamente.
—Si
—¿Sí qué?
—Si...mi amada reina.
Ella le acarició el rostro.
—Ese es mi chico—le dio un beso en la mejilla—trata de no hablar para no perder más fuerza.
En la noche, Tn llegó a casa y después de cenar se subió a su cuarto cuando fue parado por sus padres.
—Cariño, ¿te encuentras bien?—preguntó su madre.
—Si, ¿por?
—Te veo caminar raro
—Ah, es que estoy agotado, nada más.
Al llegar a su cuarto se tumbó completamente agotado. Le dolía la cadera, las piernas y sus labios estaban con cierto dolor por los mordiscos y besos.
—Esa chica va a matarme—pensó mientras cerraba los ojos para quedarse dormido.
Mientras tanto, en su cuarto, Enid no sacó el tema mientras su gótica compañera de habitación miraba un libro con una sonrisa satisfactoria de haber cerrado la investigación.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
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