Kazuma había estado ejercitando su cuerpo con la ayuda de varios guerreros poderosos del rey demonio, estos lo habían entrenado en pelea cuerpo a cuerpo donde; resultó ser muy bueno ya que a medida que se hacía más rápido y ágil, logró bloquear todos los ataques de ellos regresando al menos dos o tres golpes más potentes.

Se vio obligado a no depender mucho de sus inventos, si bien eran fundamentales si el enemigo rompía sus filas delanteras; los francotiradores estarían muertos, fue así que Kazuma decidió optar por crear una escopeta con cuchilla en la poca de la escopeta.
(como las que solían usarse en el siglo XVIII)
Estuvo aprendiendo a canalizar la energía interna, la cual se denomina chakara. Kazuma había desarrollado una habilidad de rayo, la cual parecía tener un increíble poder cortante.
Se dio cuenta que esta energía podía ser moldeable en las cuatro naturalezas elementales, por lo que aparte de centrarse en su entrenamiento físico. Estuvo practicando poco sobre el chakara, Kazuma tenía una vaga idea de esto. Ya que en su mundo, había visto naruto por lo que; procedió a hacer el signo de mano para tratar de hacer un "clon de sombra", obteniendo un resultado aceptable para su primer intento.

Estuvo al menos dos semanas mejorando su control de chakara, una vez logró crear clones de sombra eficientemente. Los puso a que hicieran los entrenamientos de control por el, así el se enfocó en su estilo de pelea. El cual se trataba de repeler los golpes y contraatacar, sus ojos jugaban un papel importante ahí. Pero sabía que no siempre podía contar con ellos, por lo que había desarrollado un gran sentido del peligro del cual se podría denominar como "reflejos".
Entreno contra sus propios clones, si bien al principio fue difícil; una vez se acostumbró a pelear contra al menos 5 de copias de si mismo, se le facilitó ir incrementando esta cantidad. Su chakara aumentó, teniendo una cantidad aceptable. Había dejado a clones suyos estudiando los signos de manos que, al menos el logro recordar. Por suerte los recuerdos lo golpearon, por lo que una vez recordó todos estos; los anotó en una libreta especial, para posteriormente crear técnicas que le fueran de utilidad.

Por otro lado, Aqua y Megumin habían mejorado su relación. Aqua veía a la niña como una hija, y bueno no hacía falta decir que Megumin sentía lo mismo por la diosa. Ambas solían dormir juntas, la diosa siempre acariciaba la cabeza de esta antes de dormir. Para la Megumin, esto era reconfortante. Logró sentirse demasiado tranquila cuando, a quien consideraba una "madre" le acariciaba la cabeza para que durmiera.

Aqua veía como Kazuma se esforzaba, ella sabía que el lo hacía para liberar a sus hijos; los cultistas de Axis. Y en si también era porque, ella mejor que nadie era consciente que para derrocar a los dioses... el chico debía esforzarse demasiado para hacerlos retroceder.

Paso un mes de todos estos acontecimientos, Kazuma ya había dominado su cuchilla de rayo. La cual era su técnica favorita, vio diversas formas de potenciar la; lo cual hizo, teniendo una que superaba a la primera que hizo.
Su objetivo actual era la casa Dustines, estos eran unos nobles los cuales; tenían muchos esclavos, sin embargo no sería fácil por tanta seguridad. Kazuma fue solo con Vanir a la casa Dustines, esto serviría también para irse deshaciendo de la "gente" que Kazuma considero que no merecía vivir por esclavizar.

Al llegar a la mansión con Vanir, este saco una guadaña.

-Moi sabe que ganaras muchacho, pero aún así ya sabes que vine solo por las emociones negativas. Y también porque quiero ver tu progreso - Vanir sonrió al decir esto, ellos dos se habían hecho grandes amigos. Al menos aquel demonio lo respetó por su fuerza e inteligencia.

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-Te aseguro que no te decepcionaras, y espero disfrutes el banquete - Dicho esto, Kazuma desapareció en un salto. Este estaba en frente de la entrada a la mansión, un guardia le habló.

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-¿Necesita algo? - Aquel guardia iba a desenfundar su espada, pero fue decapitado con la guadaña de Kazuma en segundos. Acto seguido atravesó el pecho del guardia que estaba al lado del que había decapitado, perforó el corazón del segundo. Una alerta sonó y muchos guardias empezaron a llegar, estos empezaron a rodear a Kazuma; el cual simplemente cerró sus ojos y los abrió, dominó sus ojos para no lanzar accidentalmente el efecto que tenía de hipnotizar por así decirlo. Ya que eso lo hacía que se cansara mucho.

Kazuma guardo su guadaña en un pergamino, los guardias se sorprendieron al ver esto. Pero salieron de su estupor, para atacar con sus espadas a Kazuma. El simplemente las desvió con sus manos o las esquivó, Kazuma creo dos cuchillas de rayo en sus manos; con estas empezó a golpear en el pecho a los guardas, haciendo que estos sufrieran ataques cardiacos por la descarga eléctrica la cual recorrió sus corazones. Una vez mató a los guardias, entró a la mansión donde vio a; una chica peli rubia con una armadura de caballero, la cual  se veía excitada. Esta se abalanzó contra Kazuma, este no tuvo que esquivar ya que la chica falló el golpe. El la sometió y ella no se esforzó en resistirse, ella tuvo un gran rubor en sus mejillas.

-¿Me vas a hacer cosas perversas?, seré acaso el juguete sexual de todos los demonios; ¿me convertiré en la esclava y seré usada como inodoro humano? - La cara de la chica se veía demasiado feliz.

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-Bueno, no soy ese tipo de personas. Odió las violaciones, por lo que a menos que hallas hecho eso. Te lo devolvere con la misma moneda - Kazuma cargo a la chica y se la llevo cargando como saco de papas.

Vanir estaba afuera, este sonrió mientras se deleitaba con el olor a sangre y a las emociones negativas. Este se lamió los labios, una vez Kazuma llego con el, este le hablo.

-No esperaba menos de ti joven Kazuma, siempre me das tantas emociones exquisitas. - Vanir hizo una reverencia, estos se fueron al castillo del rey demonio.
Habían liberado a los esclavos que tenían en la casa Dustines, estos estaban contentos una vez se les puso al tanto de la situación respecto a su diosa.

Ya en el castillo, Kazuma tomo una ducha. Decidió que se dejaría crecer un poco el cabello.
(al estilo de Sasuke en borurrito juasjuas)
Una vez se ducho, se puso una pijama y fue a descansar. A la paladina la dejo en una celda, el la iba a interrogar al siguiente día por la mañana.

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—Omake—

Megumin y Aqua estaban juntas, la maga se había encariñado demasiado con la Diosa. Estas eran muy unidas, Aqua trato como una hija a Megumin; ambas solían jugar e incluso charlaron sobre sus vidas privadas. Megumin abrazo a quien consideraba una madre, y le juro que les regresarían a esos estupidos dioses diez veces lo que le hiciero. Yunyun pasaba gran parte del tiempo espiando a Kazuma, esta se vio sorprendida ante la inteligencia de este. Ella lo consideraba alguien a quien admirar, por lo que se decidió a hablarle. Ella tocó la puerta de la habitación de Kazuma, este se levantó de su cama y abrió la puerta.

Este vio a la maga, la cual tenía un cesto con panecillos de Canela. Ella le ofreció el cesto, el tomo uno y la dejo pasar. Estuvieron  hablando sobre anécdotas pasadas, las cuales atesoraban. Kazuma no tenía muchas y Yunyun tampoco, así que después de hablar sobre eso; hablaron de gustos y disgustos, y metas o sueños.
La maga le dio un ligero beso en la mejilla a Kazuma, este se sorprendió un poco pero decidió no decir nada. Ella salió de la habitación, le había dejado el cesto de panecillos a Kazuma.

En la celda "de la masoquista", de la prisionera. Esta se había atado así misma con unas sogas, tenía una cara de placer. No había nadie vigilando, ya que no la consideraron peligrosa.
La paladina de la casa Dustines estaba disfrutando fortar su cara contra el pozo. Esta se había dormido con una expresión de satisfacción.

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Fin del capítulo, perdón por la demora. Pero fue un día muy atareado.

-¡Nos vemos mañana chicos!, el autor-sama se dormira temprano hoy. Ayer no quiso dormir temprano y he ahí la consecuencia de que actualicé a estas horas, una disculpa por parte del autor-sama que no admitirá nada.

tsk... asistente chismosa... *sale de su oficina de escribir junto a su asistente, mientras se despide con la mano* nos vemos mañana

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