Capitulo 19: Moviendo fichas... Los planes deben cambiar.
Las cosas pueden ir de mal a peor en cualquier momento sin que te des cuenta, y las cosas así se pudieron en el instante en el cual se dieron cuenta de que algunos alumnos habían desaparecido de la nada sin que la profesora de diera cuenta de esto.
Las actividades programas se habían quedado pausadas ante esta repentina desaparición en donde están, entre los desaparecidos se encontraba Saya; el día había pasado tranquilo mientras las actividades se realizaban hasta que notaron su ausencia junto a la de otros alumnos, la profesora Liz se dediico a buscarlos, uno pensaría que las cosas se calmarían rápidamente, pero gran fue la sorpresa al ver que las cosas de los alumnos también habían desaparecido.
El autobús seguía en su lugar por lo que no había forma de que se fueron además de que las cámaras no habían captado a ninguno de los estudiantes.
Como si la tierra se los hubiera tragado misteriosamente.
Esto no dejo tranquila a la profesora Liz quien exigió a las autoridades del lugar que buscaran a los estudiantes, aunque la profesora de educación física quiso calmarla, sugiriendo que de seguro estaban en algún lugar haciendo una fiesta o echando desmadre como cualquier joven. Esto no calmo a Liz para nada pues los estudiantes estaban bajo su cuidado y también el de la institución de Indianapolis, por lo que se podían meter en problemas ante su ausencia.
Además de que Saya era alguien de una familia adinerada, si desaparecía y no se lograba encontrar, la familia de la joven metería las manos y no saldrían bien parados.
Así es como había terminado.
Y que estaba haciendo nuestro antagonista favorito, bueno, al igual que el resto de los alumnos este se encontraba en su habitación pues se les ordeno que no se salieran de esta hasta nuevo aviso. Leo estaba solo en su cuarto que compartía con Liz pues estaba junto a los demás maestros y las autoridades buscando a los alumnos.
Leo se encontraba meditando sobre su cama con los ojos cerrados, sentía como una energía distorsionada se hacía cada vez más grande con forme el tiempo pasaba, intentaba buscarla la fuente principal de esta, pero al intentar usar su instinto algo lo había sado por completo de control, y es que todo este lugar en su plenitud era lo que se lo provocaba.
No era lo mismo como cuando estaban en la playa algo apartados del gran barco, allí podía notar con facilidades las señales de infidelidad o cualquier otra que implicara un nauseabundo acto sexual, literalmente Indianapolis le hacía sentir todo eso.
–Mierda –chisto mientras abría sus ojos–. Creo que esto se puso más serio de lo que me había imaginado.
El morenazo se hacía una idea de lo que podía estar sucediendo, después de todo en este lugar estaba esa peculiar fábrica de leche de vacas humanas, aunque recordaba que todas lucían sumamente felices, pero eso no evitaba que su instinto se activara, tenía planeado una vez terminara este viaje el "conversar" con la persona encargada de todo esto para llegar a un acuerdo de beneficio mutuo, donde Leo obtenía mano de obra y dinero por esto, a cambio de tomar la vida de todos aquí y no chistar nada, el plan perfecto de beneficio mutuo.
Pero las cosas se complicaban ahora que sus compañeros, entre ellos Saya, también habían desaparecido; para Leo sería tan fácil que reaparecieran como si nada con solo un chasquido, pero debía ser sumamente cuidadoso, no lo sabía pero tenía el presentimiento de que algo lo estaba observando, era igual que aquella vez en la escuela cuando esos terroristas atacaron, no podía interferir como si nada y arriesgarse a ser descubierto, de lo contrario toda la diversión se echaría a perder por completo y esta historia se hubiera acabado desde el capítulo uno.
Una parte de él quería terminar con esto de una vez para así regresar a su casa y encerrarse en su cuarto el resto de las vacaciones jugando Smash Bros y Fornite, pero, por otro lado, resolver un caso de desaparición de alumnos y que es obvio involucraba una especie de trata de leche vacuna humana era bastante interesante de hacer.
–... Muy bien, está decidido –se levantó de la cama mientras se acomodaba el cabello–. Es hora de hacer caso de crímenes especiales.
Se dirigió hacia la salida, con todo listo para actuar.
–Por cierto, ¿Qué onda con el nuevo formato?
(No lo sé, al parecer al autor se le ocurrió el cambiarlo después de todos estos años)
–No pues que pinche holgazán para apenas hacerlo.
Abrió la puerta solo para llevarse la sorpresa de que Rin ya estaba en la puerta esperándolo.
–Ay wey, ¿en qué momento...?
–Te estabas tardando en salir y pues decidí venir a verte de una vez, ¿te estabas masturbando?
–Vete a la verga –suspira–. ¿para qué me estabas esperando? ¿Que necesitas?
– ¿Cómo que qué necesito? Es obvio que tú tienes una idea de lo que está pasando y como es que nuestros compañeros.
–Algo así, la verdad –asintió.
–Entonces ¿no es tu deber como Soul el ir y descubrir que está pasando? –le señalo la oni.
Aunque Leo le termino haciendo una cara de fastidio por esto.
–A ver, para que te claro, yo no soy un héroe o algo por el estilo, no tengo ni el deber ni la obligación de ayudar o buscar a un momento de rellenos que no volverás a aparecer en la trama –aunque Rin solo se quedó parpadeando sin entender nada–. Sin embargo, esto es más interesante de lo que alguien se imagina, por lo que sí, saldré a ver qué está pasando.
Salió del cuarto cerrando la puerta con cuidado.
– ¿Interesante para ti? –alza la ceja.
–Digamos que hay muchas cosas que llaman la atención, pero esta es una en particular, más que nada porque yo ya tenía cierto conocimiento de algo que, sinceramente no me esperaba que estuviera aquí, por lo que usare esta situación para poner todas las piezas a mi favor –voltea a verla–. Y al ser ¡tú! Una nueva integrante de mi armada, estás en tu derecho de obtener parte de lo que se avecina.
Rin entrecerró sus ojos antes estas palabras, acercándose a Leo de forma lento y coqueta.
– – – – –
En otro lado, en la entrada de gran barco la maestra Liz estaba tallándose las cienes pues llevaban todo el día buscando a los estudiantes, pero no daban con nada, como si de verdad la tierra se los hubiera tragado.
– ¿Qué clase de mala broma es esta? ¿en dónde pudieron haberse metido? –se sentía frustrada hasta que sintió algo frio en su mejilla sacándola de sus pensamientos.
–Sí que estas muy estresada –dijo Azalea con un vaso de leche en su mano y otro cerca de Liz–. Te saldrán arrugas si no relajas tu ceño un poco.
–Dios Azalea, ¿Cómo carajos esperas que me relaje cuando varios de mis alumnos están desaparecidos? No sé en donde rayos pudieron haber metido, esto es muy estresante, si algo malo pasa esto quedara marcado en mi historial o peor, me veré involucrada en un fuerte tema legal.
La castaña solo negó con la cabeza mientras se pone a su lado con tranquilidad.
–Estas preocupándote de mas, hay cosas más importantes en las cuales pensar que en si te despedirán o no, en este maldito país la educación es casi lo último en lo que los políticos piensan –toma un poco de su vaso con leche–. Hay cosas más preocupantes como lo es ese maldito asesino.
–No creo que sea ese el caso –termina aceptando el vaso con leche, jugando con este–. Nos salvó de unos malditos criminales, además, que el resto de los maestros no les importen sus estudiantes no es mi caso, realmente veo potencial en los jóvenes.
–Bueno, es agradable el conocer a alguien que tiene esperanza en el futuro. Pero vamos Liz, con una buena revolcada que te des con un pez gordo hará que te perdonen por perder a unos cuantos alumnos, no te preocupes.
Este último comentario solo provoco que la profesora se terminara por sonrojar, algo que no paso por desapercibido por Azalea que abrió bien los ojos.
–No me jodas, ¿aun sigues siendo virgen? ¡¿a tu edad?!
– ¡Cállate ¿sí?! ¿Qué te importa que aun siga siendo virgen? –toma un poco de la leche para calmarse.
–No... en lo absoluto, es más, me parece complemente perfecto –esboza una sonrisa mientras mira a Liz.
–¿Mmm? ¿A qué te refieres con es...?
Su mano termina soltando el vaso, rompiendo al impactar con el piso, su vista se nubla y siente como sus piernas apenas pueden sostener su peso, haciendo que caiga de rodillas.
–Lo siento mucho Liz, tenía la intención de que formaras parte de esto como mi mano izquierda, pero veo que no se podrá al ver tu mentalidad, pero de un modo otro formaras parte de esto –bebe más de su vaso–. Y es que la leche virgen, es simplemente, exquisita.
Se acerca a ella y comienza a acariciar uno de sus pechos, sacándole un gemido a Liz.
–Por desgracia esta tierra no tiene suficientes nutrientes, pero tranquila, Azalea se encargará de esto por ti –sigue manoseando a Liz hasta que la parte de su pecho empieza a humedecerse–. De eso estaba hablando querida... Haibara.
De entre las sombras salió la oficial a la cual le brillaba uno de sus ojos con intensidad mientras fuma un cigarrillo con suma tranquilidad.
–Encárgate de los estudiantes, ninguno saldré de aquí de nuevo.
–Muy bien, al menos no tuve que usar mi hipnosis con esta profesora.
–No te hagas la tonta conmigo, note a distancia como la devorabas con la mirada –la mira de forma burlona–. Eres demasiado obvio querida –esto hace que la oficial chista la lengua.
–Cierra tu maldita boca, nuestro trato sigue en pie.
–Por supuesto, no lo he olvidado, y dime, lograste averiguar algo al respecto de Soul.
–Por quien me tomas –de entre sus bolsillos saca una bolsa en la cual estaba un cabello de color azul pálido–. Algo tan insignificante que casi pasa inadvertido, claro, salvo para mí.
Azalea sonríe con malicia ante esto.
–Las pruebas deja claro que es el cabello de una chica joven con ascendencia del clan Oni, una mestiza para ser más específica –se quita el cigarrillo de la boca–. Algo muy peculiar si me lo preguntas, ¿Cómo es posible que el cabello de una mestiza oni haya llegado a la escena del crimen donde solo había humanos?
–Sí, sin duda alguna es algo muy... peculiar.
Su mirada se dirigió hacia el barco pues estaba al tanto de que entre los estudiantes había varios demi-humanos, pero solo uno, era un oni, o más bien, un semi-oni.
–Efectuar el plan de inmediato, aprovechando que están en sus habitaciones, y una vez que hagamos una fortuna, te dare a esta pequeña perra –mira a Liz, alzando su blusa con su sostén deportivo, mirando como sus pechos producían leche–. Puedes olerlo, el tiempo que lleva esperando esta leche por ser ordeñada y saboreada.
Lleva su boca a uno de estos, comenzando a chuparlos, provocando que Liz comience a gemir, aunque estos parecían más bien mugidos. Retira su rostro saboreando la leche y exhalando con placer.
–Oh si, añejada como me gusta, y no dejar de estar fresca y dulce –relame sus labios–. Le sacaremos todo el dinero posible.
Ríe como villana de telenovela ante la atenta mirada de Haibara la cual no deja de observar a Liz, solo para enfrente de ella se abra un portal que la lleva hacia la cima de Indianapolis.
– – – – –
Dentro de esta iban caminando se encontraban Leo y Rin, este mismo comprando de una máquina expendedora una galleta emperador de limón.
–No mames que te gustan esa madre.
–Yo no les veo lo malo, además, si un día te quedan sin nada que comer y solo encuentras esto, pues entonces no estarán llorando, la comida es sagrada perra, no se desperdicia –comiendo sus galletas.
–Como tú digas –rueda los ojos–. Bueno, ¿Cuál es tu plan?
–Lo primero, es asegurarse de que todos nuestros compañeros sigan sus cuartos sanos y a salvo –dice mientras come–. Intente identificar donde pudieron estar los demás o en que parte se encuentran la extraña fábrica de leche, pero por alguna razón no puedo ubicarla, es como si de la nada, toda su esencia se hubiera esparcido a todo este lugar.
– ¿En serio? –sorprendida–. ¿y cómo sabrás entonces como localizarlos?
–De hecho, es simple, habrá que estar vigilando a los demás y en el instante en el cual uno de nuestros compañeros desaparezca, podre identificar la fuente externa y el método que se utiliza para hacer esto.
–Realmente me impresionas Leo, veo que tienes bien calculado este tipo de cosas.
Rin sonríe con cierta admiración el cómo piensa y realiza las cosas el pelinegro.
–Mi trabajo es pensar igual que estas personas, debo imaginar los múltiples escenarios que pueden llegar a suceder, por más pequeña sea la probabilidad de algo, uno debe de estar atento a todo.
–Pero si te asustas bien fácil Leoncito, ¿de qué hablas?
Y recargada en su hombro esta vampy comiendo una barra de All-Bran tranquilamente, sacándole un buen susto a Rin, pero Leo estaba tranquilo.
–Me temo que esta vez no mi estimaba súcubo –la mira–. Tenía el presentimiento de que aparecerías en cualquier momento sin que me diera cuenta.
–¿En serio pensaste en eso? –Dice Rin mientras calma–. A mí me tomo bien desprevenida.
–Impresionantes Leoncito –esto hace que este men ría un poco por esto.
(Déjate de jaladas vato, te asustaste también, solo te aguantas el salto)
(–Si, pero a ti nadie te pregunto así que calla boca)
–Pero bueno, ¿Qué haces fuera de sus cuartos? –pregunta vampy
–Eso mismo podríamos decirte a ti ¿Qué haces fuera? –cuestiona Rin.
–Me aburrí de estar en mi cuarto, así que salí a ver que había por el lugar, pero todo está en silencio y vacío, pero logro escuchar algo y antes de darme cuenta vi que eran ustedes.
–Bueno, para resumir, estamos aburridos igualmente, así que salimos a explorar un poco.
–Pero que no...
No termino de hablar pues Leo le metió una galleta emperador de limón provocándole náuseas y mucho asco.
–Humm, me huele a que andan planeando algo –dice de forma sugerente–. Será que al fin el pequeño leoncito ¿se animó a que le azucararan el churro?
–Primero, no seas naca Vampy, segundo, vete a la verga, tercero, solo estamos explorando eso es...
Todo su ser se puso en alerta máxima, no supo porque, pero chasqueo sus dedos al instante generando alrededor de ambas chicas una burbuja invisible mientras una extraña energía pasaba por todo el lugar. Rin y Vampy solo sintieron como si una corriente eléctrica pasara por el cuerpo de ambas provocándoles un fuerte escalofrió.
– ¿Qué demonios fue eso? –Rin miro confundida ante lo que paso.
–No lo sé, pero es como si sintieras una corriente eléctrica pasar por todo tu cuerpo –la peli morada mira alrededor detectando algo–. Lo que paso, fueron restos de magia.
Leo la miro y al instante tomo a ambas del brazo llevándolas consigo.
– Pero ¿qué? –exclamaron.
–No tengo tiempo para andar explicando, solo síganme antes de que nos noten.
Las llevo a ambas del brazo corriendo, sacándolas un poco de onda por su cambio de actitud pues es raro para ellas verlo tan dominante, aunque Rin ya lo había visto así cuando era Soul. Solo corrieron hasta llegar al cuarto de Leo, metiéndose dentro de este y cerrando la puerta con seguro.
–Oye, oye ¿Qué paso? ¿Por qué nos trajiste aquí? –lo mira confundido la súcubo.
–Sí, pensé que íbamos a ver a...
Pero Leo haciendo una seña las callo, tenía una expresión seria en su cara por lo que decidieron mantenerse en silencio. Leo con su oreja pegada en la puerta chasqueo sus dedos para ampliar su audición y escuchar más claramente.
Notaba como iban pasando pisadas de tacones por los pasillos, aunque casi no se notaban pues iban bastante tranquilos y silenciosos; haciendo una seña le pidió a Rin que apagara la luz de su cuarto por lo que esta capto rápido y lo apago, los tres se mantuvieron a oscuras y en silencio.
Nuestro antagonista solo escuchaba como las pisadas iban poco a poco acercándose hacia donde estaban ellos, algo no le confiaba por lo que una vez más volvió a chasquear sus dedos y se apartó de la puerta y aun haciendo la seña para que estuvieran calladas les indico que se escondieran en las partes más oscuras.
Ambas chicas no entendían el porqué de esto, pero simplemente se limitaron a hacerle caso, yendo cada una a un rincón del cuarto; Leo miraba la puerta con atención escuchando como las pisadas se detenían en la entrada, la cual era forzada hasta que finalmente se abrió, dejando ver a la oficial.
Leo miraba impaciente mientras que las chicas se mantenían calladas, Haibara admiraba todo el entorno como si estuviera buscando algo en específico, y Leo notaba como uno de sus ojos destacaba mas que el otro, como si brillara.
Pasaron varios segundos que lucían interminables hasta que finalmente esta se terminó por ir, cerrando la puerta para dejar todo a oscuras nuevamente, sacándole un suspiro silencioso a Leo el cual se acercó a Rin y Vampy nuevamente, indicándoles que se sentaran en el piso.
Los tres hicieron esto y nuevamente chasqueando los dedos, fueron cubiertos por un domo haciéndolos intangibles; dentro de esta ambas rodeados de una tenue luz que daba un ambiente cálido.
–Listo, ahora si podemos hablar tranquilamente –esto hizo que ambas lanzaran un suspiro largo de sumo alivio–. Perdónenme por esto, pero tenía que estar seguro.
– ¡¿pero qué mierda es lo que acaba de pasar?! –exclamo Vampy.
–Si, todo eso fue muy extraño, ¿Qué estaba buscando esa mujer?
–Si, digo, ¿esta no es la habitación de la profa Liz?
–Oh vaya que, si lo es, pero no tengo idea de quien era o que hacia aquí, simplemente tuve un mal presentimiento, de que algo malo estaba por pasar y, mi primera acción fue evitar que las vieran.
Esto sonrojo un poco a ambas.
–Bueno, gracias supongo, nos salvaste el cuello de lo que sea que fuera eso.
–Si, gracias Leo –dice Rin con una sonrisa.
Este igual le correspondo con una.
–Pero tienes razón, algo malo acaba de pasar, no sé porque, pero había restos de magia en nuestro alrededor –dice Vampy–. Fue algo, sumamente raro, creo que paso por todo el barco.
– ¿Tan grande fue ese hechizo o conjuro?
–Creo que sí, no sé qué pudo ser, pero tengo el presentimiento de que no era algo bueno.
Vampy muy dentro de si, sintió que eso podría hacerlos afectado, pero no lo hizo, algo no le cuadro del porque no fue así, no tomando en cuenta que Leo las había protegido, ya sabía que este tenía capacidades especiales, pero no se imaginaba que estas eran, infinitas.
El moreno notaba los sentidos de esta, tal y como se espera de una súcubo que manejaba la magia.
–Bueno, ¿y ahora que haremos? –pregunto Rin.
–La verdad no lo se –Leo suspira–. Lo mejor será el quedarnos aquí hasta mañana –dice tranquilo, chaqueando una ultima vez, generando en los cuartos de todos multiples ojos para saber como estaban.
Podia ver como todos estaban... ¿normales?
O bueno, eso notaba, incluso Hancock estaba como si nada, y algunos ya se encontraba descansando en sus camas.
(–Todo parece estar bien... esto no me gusta para nada)
–Bueno, si vamos a pasar la noche aquí, entonces que tal si hacemos una especie de pijamada –sugirió Vampy.
–Me gusta esa idea, y técnicamente ya estamos en pijamas –dice divertida la oni pues ella estaba en camisón.
Vampy solo tenía un tap-top con su escote expuesto y un parte shorts cortos, y Leo solo traía un pans y una camisa que decía: Humongosario por siempre.
–Bueno, supongo que se podría considerar una pijamada como tal –suspira–. No puedo creer que mi primera pijamada en años sea con dos chicas que han intentado hacerme cosas turbias.
–Oh vamos, tampoco seas sensible, hay que pasárnosla bien, esta es primera vez que estamos así –dice Rin–. Aunque también, creo que esta es la primera vez que tú y yo estamos juntas como tal, ¿no Vampy?
–De hecho, como siempre ando con las chicas, pero te he visto y te me haces buena onda, tienes un excelente gusto con tu ropa.
–Gracias, también me gusta el tuyo.
Ambas chicas sonríen divertidas, Leo solo suspira ante esto, solo llevaban unos cuantos minutos juntos y ya se estaba aburriendo de manera exponencial, por lo que solo extendió su mano hacia afuera del domo, trayendo consigo una buena cantidad de botanas y refrescos.
–En serio que tú eres toda una caja de sorpresas Leoncito.
–Ñe, solo hago lo que se me venga en gana.
–Bueno, esto ahora si se puede considerar una pijamada ahora –Rin ríe de forma divertida.
–Si lo es entonces ¿Qué chingados se supone que hagamos ahora? –Leo solo se recuesta de lado mientras abre una bolsa de chetos.
–Pues lo que sea se puede hacer, ten más imaginación Leoncito –para este punto ya no le molestaba que le dijera asi, solo lo pasaba por alto–. ¿Qué tal su contamos un poco de nosotros?
–Por mi adelante –dice Rin.
–Bueno, supongo que no pierdo nada con eso, asi que vale.
Vampy aplaude con cierta emoción ante esto por lo que toma una Sabritas y una coca cola.
–Vale, ¿por qué cosa les gustaría empezar?
–Mmm, que tal si... ¿empezamos por decir de donde provenimos cada uno? –sugirió Rin.
– ¿En serio Rin? –Leo la mira–. Creo que es obvio que los tres nacimos en Rotter City.
–No realmente, –dice Vampy–. Por lo que se y me ha contado mi madre, yo provengo de otro lugar, del extranjero mas exactamente.
– ¿El extranjero? –la oni la mira con suma curiosidad.
–Si, me han dicho que venimos de otro país el cual se encontra afiliado con este, pero solo se eso, jamas me han contado de como es.
–Bueno, supongo que es similar conmigo –Rin suspira–. Mi abuela una vez mas conto que nuestra familia es proveniente del lejano oriente, pero por muchas cuestiones que implican guerras territoriales nos venimos a mudar aquí para no tener que competir contra nadie. Claro, todo esto fue antes de que yo naciera.
–Eso si que es muy interesante, ¿y tu, Leo?
El pelinegro las miro son simpleza.
–No hay mucho que decir, nadie en la capital y me he criado en ese nido de ratas desde que tengo conciencia.
–Pues que simple la verdad, ¿y algo interesante de tu vida o tu familia?
–... Bueno, mi abuela era una mujer de la vida galante y... –hizo una pequeña pausa ante esto–. Mi abuelo era alguien que se encargaba de sacar la basura.
Rin lo mira con los ojos entrecerrados pues sabia que significaba eso.
–Ya veo, supongo que entonces vienes de una familia en cierto modo, acomodada.
–Tuche, literalmente vives solo, bueno, salvo por el señor que se encarga de darte de comer –vampy rie un poco–. Pero si, por como vives, parece que vienes de una buena familia.
–Si, supongo que en cierto modo tienen razón con eso.
Leo ya se estaba incomodando con esto, no le gustaba hablar de su familia en general, le hacía tener malos recuerdos por lo que se acomodó mejor.
–Mejor olvidemos esto, toquemos otro tema.
–De acuerdo, ¿Cuánto te la jalaste por primera vez? –dice juguetona.
–Tenías que comenzar ¿verdad? –la mira con cara de palo.
–Tu quisiste cambiar de tema, ahora te jodes.
Esto solo hizo que la mirada de mala forma, por lo que solo se limitó a suspirar.
–... Jamás me he masturbado.
– ¿Qué? –dice con sorpresa.
–Que jamás me he tocado en mi vida, ¿de acuerdo?
Vampy lo mira como cierta incredulidad.
–Mmm, yo te creo –dice Rin ganándose la mirada de Leo–. No lo sé, pero de algún modo pareces el tipo de persona que aparte de jamás haber tocado a una mujer, parece que jamás te has masturbado.
–Pues para que te digo que no si siempre si –dice tranquilo.
–Pero ya, estando entre amigas –señala a Rin también–. Jamás en tu vida has tenido una pareja, ¿jamás?
Leo se mantuvo callado uno momentos, no era necesario el decir algo que era evidente, dejando bastante sorprendida a Vampy.
–En momentos así no se sí que esperaban.
– ¿Y porque no decides tener una? Digo, tampoco es que te cueste trabajo ¿sabes? –dice Rin de un modo muy obvio–. Además, te recuerdo que me invitaste a salir.
– ¿En serio lo hizo? –Vampy mira con sorpresa–. ¿y porque te negaste cuando yo lo sugerí? –lo mira con indignación.
–Perdón, pero no soy fan de que intenten hacerme cosas turbias en pleno patio de la escuela –la mira con cara de palo.
–Bueno está bien, fue mi error lo admito, pero vamos no es una mala propuesta.
–Oye, ¿sigo aquí sabes? –Rin la mira inexpresiva–. Además, nunca le di una respuesta como tal, asi que puedo...
–No eso ya no cuenta, expiro, por lo tanto, no hay nada entre nosotros.
– ¡Oye eso no es justo!
–Para que andas de hocicona –la peli morada se burla y sacándole una leve sonrisa al moreno.
(–Quizás no así, pero del otro modo, técnicamente soy tuya, hasta que se lo implante bien en su dura cabeza)
Pensó de forma victoriosa pues su vida estaba al cuidado de Leo al ahora pertenecer a su grupo, por lo tanto, podría considerarse la más cercana hacia su persona.
–Bueno, pero si, jamás he tenido novia ni he hecho cosas así, no me llaman la atención en lo absoluto –dice tranquilo y despreocupado–, solo me importa estar tranquilo y disfrutar de la vida a mi pleno y absoluto modo.
Las chicas miran con curiosidad ante lo que dice.
– ¿Y cuál es tu "modo"? –pregunta Vampy con diversión.
–Solo me gusta ver pasar la vida sin tener que estarme preocupando por las cosas, es decir, soy demasiado joven para pensar si quiero tener pareja o cosas como, el que me deparara el futuro, solo disfruto del hoy, mi única preocupación es saber si pasara las clases de matemáticas –dice divertido.
–Ni que lo digas –Rin ríe por esto.
–Si... Solo quiero hacer así mi vida, no quiero hacer cosas para las cuales no me siento listo solo porque el mundo parece exigirme o querer obligarme a hacerlo, solo vivir mi vida como yo quiero y hacerme cargo de las cosas que yo haga... A veces me pregunto ¿es mucho pedir tener una vida que no me exija madurar de una vez?
Rin y Vampy lo miraban sin saber que decir, desde su punto de vista, sus palabras estaban cargadas de mucha verdad, cosas que incluso a ellas las ponían a reflexionar con respecto a lo que hacían, ambas querían tener una vida libre y hacer las cosas como ellas quisieran, y ver a alguien con un pensamiento tan libre y despreocupado, les hacía pensar quizás, era posible estando con él, aunque muchas veces pareciera estar loco.
Algo que para ellas no era algo realmente malo, su forma de ser era atrayente, Rin lo sabía, había visto de ser como era más a profundidad y las cosas que mantenía solo para él, pero, sentía que ella podía ser la indicada para él, después de todo ambos tenían química.
Aunque eso también podía decirse de Vampy, aun teniendo pocas interacciones, las que han tenido han demostrado que ambos tienen una gran dupla en sus locuras, era como tener un amigo que aunque jode mucho, le tienes estima, aunque Vampy sentía algo mas que estima.
Lastimosamente, Leo más que hablar de libertad y esas cosas, hacia mas referencia al hecho de que el mundo quería verlo cogiendo como un puto animal sin remordimientos, algo que él no quiere y le provoca mucho asco.
Y buscaría el modo de destruir todo para volver este mundo, un poco mas divertido, tanto para él como para Neon.
– ¿Sabes algo? Usualmente no me la paso muy bien con la gente en general, pero están asi tranquilos, hablando de cosas mundanas como personas normales... Realmente es algo me gusta –dice con una sonrisa.
–La verdad, a mi también, es bastante tranquilizante aun tomando en cuenta que afuera las cosas están medio raras.
–Sin duda alguna, así que por lo mientras, disfrutes de este tiempo juntos, total, ya estamos aquí –sugirió Rin.
Y así los tres se pasaron platicando de cosas mundanas de la vida, los gustos de cada uno y las cosas que no les gustaban, con uno que otro chascarrillo de Vampy siendo igual de alburera, sacándole risas a Rin y Leo aunque no lo aceptara, este tipo de convivencia, le gustaba.
Estas con una chica de forma tranquila sin la necesidad de caer a la fuerza en lo sexual o un intento de aparente violación, solo personas conviviendo juntas, nada más.
Son cosas como estas las que le alegran la vida y le hacen sentir que no todo es una mierda la cual deba borrar o alejarse.
Y así la noche paso para estos tres, entre platicas y comida chatarra, tomándose la molestia de conocerse cada uno, aunque por lo mismo de la situación, se quedaron dormidos en ese lugar, quedando Leo en medio de ambas, mirando fijamente hacia el techo.
Esta situación ya le era un poco más incómoda, pero comparada con las otras veces que técnicamente estuvo al lado de una chica, era más normal, nadie estaba desnudo o pegado de manera provocativa, bueno, Vampy estaba un poco mas pegada a él, pero nada lo bastante incomodo como para tener que mandarla a otro lado.
Leo solo un suspiro intentando conciliar el sueño, pensando en lo que estaba por suceder mañana, algo le decía que las cosas estaban por estallar, no se preocupaba realmente, solo dejaría que todo siguiera su curso mientras ideaba el mejor plan durante la marcha.
Después de todo, la gracia de ganar no es simplemente obtener el premio y listo, sino todo el proceso para lograrlo, ese esfuerzo de ser tú quien se lleva todo.
–Veo que aún no te has dormido –escucho el susurro donde estaba Rin, volteando a verla–, estoy igual la verdad –ella lo miro.
–Sí, solo pienso que esto se descontrolo mas rápido de lo que me imagine.
– ¿Crees que esto tiene algo que ver con lo que me contaste? –Leo miro hacia arriba pensando.
–Es posible, pero solo lo podremos descubrir mañana, no quiero arriesgarme y hacer algo que termine echando a perder un negocio que nos beneficie.
–Sin duda alguna eres todo un caso –le sonríe–. Me alegra mucho el haberme unido a ti.
–Aun no cantes victoria linda, tenemos mucho trabajo que hacer.
–Sin duda alguna –sonríe.
Leo igual le sonríe por esto, intentando esta vez el quedarse dormido después todo lo que ha pasado, aunque por andar platicando no se percató que cierta súcubo tampoco había conciliado el sueño del todo.
Y asi transcurrio a la mañana siguiente, los tres se despertaron y sabiendo que cualquier cosa podía suceder, se dispusieron para salir del cuarto, abriendo la puerta de esta.
– ¿Listas, señoritas? –las mira.
–Más que lista.
–A darle caña se ha dicho.
Asintiendo mutuamente salen del cuarto, pero lo que no se vieron venir fue que los estudiantes estaban como si nada caminando por los pasillos.
Leo miro algo confundido el ambiente, pues veía a todos estar como si nada, pero sobre todo ver a algunos de sus compañeros el convivir con el resto como si fueran compañeros de toda la vida, mas que nada porque bien a Hancock platicando con algunas chicas que jamás había visto.
Entre los tres se miraron confundidos hasta que uno los miro.
–Vaya vaya, las chicas parecen haberse divertido con el emo.
–Que pésimo gusto tienen la verdad.
Varios estudiantes se burlaban y otros miraban con celos pensando que algo había pasado entre ellos, aunque nuestros tres personajes solo miraban confundidos pues no tenían ni idea de que había sucedido, los trataban como si de algún modo u otro los conocieran.
–Como sea, haya ellas, pero ni creas que te duraran por mucho tiempo idiota.
–Si, hay que ir al patio, la profesora Azalea nos llama a clases.
Varios iban para allá, incluyendo a sus compañeros que iban como si nada, y Hancock los paso de largo como si ni siquiera los conociera.
–Oye ¿Qué mierda está pasando? –Vampy miraba completamente confundida.
Incluso miraba a Skarpne iré toda tranquila y a Panty con un grupo de chicas como si nada o como si no las conocieran.
–Leo –Rin lo miro con preocupación y este sin mirarla tenía un gesto de seriedad.
–Sí, lo sé –Sus ojos se tornan amarillos–. Han tomado la delantera.
To Be Continue...
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