Un mundo feliz ( Omegaverse)

Normal's Pov
- Buenos días y bienvenidos al aeropuerto internacional de Narita, la temperatura es de - 7 ° .....
Una suave voz anunciaba la llegada a su país destino, después de cinco años en donde se descubrió a si mismo. Con pereza abre sus ojos adornados con pestañas rubias para acostumbrarse a la luz matutina que entraba por la gruesa ventana de la aeronave.
Una, dos, tres veces pestañea hasta que finalmente los abre para ver blancas y grises nubes a fuera. Era invierno, más específicamente 24 de diciembre, sabía que en cualquier momento nevaria reemplazando las nubes blancas en su totalidad.
Con un poco de zarandeado el avión aterriza, el rubio nunca le ha gustado los aterrizajes. Espero hasta que la luz que indicaba que debía de desabrochar su cinturón de seguridad cambiará a verde, mientras que acomodaba sus cosas en su mochila: cartera, celular, pasaporte, anillo...
En cuanto puso su mano venosa sobre el pequeño estuche de terciopelo rojo no pudo evitar en pensar en el peliverde,  en su pálida y lechosa piel adornada con cientos de estrellas esparcidas en sus mejillas y hombros, aquellas que se permitió  descubrir la única noche que pasaron juntos hace cinco años, en su sonrisa blanca y también en sus ojos esmeraldas tristes llenos de dolor

Flashback

15 de diciembre del 2021, diez días antes del final.

- Entonces le dije que ya había encontrado  a mi ¡¿ Kacchan me estas escuchando ?! -  Expreso un tanto divertido el omega pecoso, al notar que el rubio se había detenido a mirar un escaparate de una joyería. El rizado caminó hasta donde estaba el rubio y sus ojos esmeraldas viajaron en dirección a donde miraba el alfa: Un anillo de compromiso con un enorme diamante adornando lo. De pronto toda su alegría se esfumó en el aire, Sabía que su Alfa destinado pensaba en su pareja.
- ¿ Crees que le guste a Kirishima ? - preguntó el alfa rubio sin apartar la vista de la preciosa joya ni tampoco inmutarse de la tristeza reflejada en los esmeraldas del menor. - ¿ Crees que es bonito ese anillo, Deku ? - Al percatarse del silencio, el ojos rubí voltio su vista al pecoso. Este miraba con dirección hacía la calle, su aliento caliente escapaba de sus labios rojos formando vapor al hacer contacto con el frío, sus pálidas y delicadas manos enguantandas estaban dentro de su grande y algo soso abrigo, una suave y discreta lágrima bajaba por sus blancas mejillas ahora rojas a causa de la baja temperatura. Con agilidad obtenida de tanto llorar en el pasado, sus manos rápidamente limpiaba el rastro que dejaban las gotas saladas al contacto con su pecosa piel.
- Si es muy bonito Kacchan, yo creo que a Kirishima le encantará- Dijo el peliverde. El alfa al notar el tono de voz empleada por su omega destinado intento acercarse pero el más bajo sólo le sonrió y volteo su cuerpo para seguir con su camino y su conversación sin rastro de alegría que hace unos instantes tenía el omega. El alfa sólo alcanzó a su destinado y retomaron su camino juntos.
- Entonces él dijo....

Fin de Flashback

El aeropuerto era caos, más en estas épocas del año. Muchas personas viajaban para pasar las fiestas decembrinas con sus familiares y seres queridos. Aunque nunca mencionan que todo el complejo está abarrotado de gente yendo y viniendo. El alfa caminaba hasta la salida con su gran maleta, esquivando a cada transeúnte que le estorbaba en el camino. Tras una larga odisea con una señora que le golpeó con un baguette alegando que ella había parado ese  taxi, logró subirse al vehículo.  El taxista, un beta, le preguntó a donde iba  el alfa le contestó que a Nerima.
Ir a casa de sus viejos no era una opción.
Iría a su viejo departamento, encontraría sus cosas tal y cómo las dejó, tal vez con una gruesa capa de polvo.  Sabia de antemano que no encontraría a su omega ahí. Él se había mudado al departamento de en frente para según él estar juntos. Recordó de pronto el olor de las galletas que solía hornear y que le llevaba a su casa para comer juntos. Recordó igualmente cuando se enfermaba y el esmeralda lo iba a cuidar ocasionando uno que otro enfrentamiento con su pareja Kirishima. recordaba cómo decoraba su departamento de acuerdo a las fechas, guirnaldas de colores o corazones según la ocasión. Para darle vida al lugar solía decir él. El alfa siempre le dejaba. Total si no iba a estar con su destinado tampoco le  negaría todo lo que este quisiera. Aunque no siempre  había sido así. Había aprendido a lidiar con el amor del omega. En el pasado solía insultarlo y golpearlo. Tal vez por que quería ir en contra del destino, queria ser él el que escogiera su vida y no aceptaba la idea de que le impusieran a alguien a quien amar.

Flashback

29 de febrero de 1996

Supo que eran destinados a la edad de cuatro años. El hilo rojo se presentó atando sus meñiques. El esmeralda río con sus mejillas encendidas, el alfa gruño y le propinó un puñetazo en las feas pecas( según él ) del menor.
Desde ahí tuvo pegado cómo chicle al esmeralda, gracias en gran parte a sus madres. Ellas creían que debían estar siempre juntos y el amor nacería por sólo. ¡ Que equivocadas estaban ! pensaba el rubio, él nunca se enamoraría de alguien tan feo cómo Deku. Con esa tonta sonrisa que siempre tenía en la cara. Le daban ganas de tumbarle todos sus dientes de leche.  Sus madres no sabían que lo único que estaban haciendo era que el ojo de rubis odiara al pequeño esmeralda.

En la navidad que ambos niños cumplieron cinco años, el esmeralda estaba muy feliz, le gustaba pasar tiempo con Kacchan. Sabia que cuando fueran grandes el rubio lo amaría cómo él lo hacía y se casarían y vivirían en  una bonita casa de azucar con una puerta roja y tendría un perrito y lo llamarán Ponta, cómo el perrito que su héroe favorito de caricaturas salvó una vez, ya que lo había soñado...
Sus pensamientos fueron interrumpidos por los gritos de su mejor amigo Kacchan. Este era llevado al jardín de su propia casa a la fuerza por su madre la señora Mitzuki.
- ¡ Sultáme, vieja no quiero jugar con el inútil de Deku !- vociferaba el menor, mientras su madre lo jalaba del pequeño brazo.
- ¡ Si, si quieres es tu destinado y debes de estar con él de lo contrario lo lamentarás siempre! - le contestaba la rubia mayor. Era bien sabido que los que rechazaban a sus destinados vivían en la tristeza cómo si algo importante les faltara " su otra mitad". Hasta que eventualmente  morían de tristeza. También eran considerados parias sociales y egoístas. Ni hablar de los que eran rechazados. Si un omega  era rechazado sufrían tanto que incluso algunos llegaban al suicidio y cómo buena madre no quería que su bebé le pasara eso ni tampoco quería que se llevara a ese hermoso niño por delante debido a su testarudez. Ambos niños se saludaron mientras que el más pequeño tomaba la mano del rubio para llevarlo a jugar con la nieve.
- ven Kacchan, hagamos muñecos de nieve! -  le decía el pecoso mientras seguía sosteniendo la mano del alfa. A pesar de traer guantes podía sentir la calidez que sólo su destinado podía brindarle, aunque aún era joven y tonto para notarlo, asociaba las mariposas en su estómago con algún malestar estomacal y sus rojas mejillas al clima. Se dejó llevar por el menor. Mientras este jugaba  a hacer muñecos el mayor sólo deseaba poder irse a jugar con su game boy que sus padres le regalaron en su cumpleaños. Al cabo de un rato el esmeralda terminó de hacer sus muñecos nieve. Llamó al ojos rojos. Este de mala gana se acercó a observar tres figuras amorfas de diferentes tamaños.
- ¡Mira, mira Kacchan ! - expecto el menor, señalando su creación con gran orgullo. Mientras sostenía la mano del rubio - El grande eres tú, el mediano soy yo y el más pequeño es Ponta, el perrito que tendremos cuando nos casem... - No terminó de hablar debido a que su mano fue soltada de golpe mientras recibía un empujón de parte del de ojos rojos. El esmeralda cayó sobre sus preciados muñecos de nieve, con lágrimas en los ojos. - Kacchan por...
- Escúchame bien Deku, jamás de los jamases me casaría contigo- gritó el explosivo niño mientras pateaba lo que restaba de los muñecos de nieve - toma tu estúpido amor y llevátelo contigo, no lo quiero - Exlamaba el mayor mientras le empezaba a lanzar con fuerza trozos de nieve en el rostro del esmeralda. Éste sólo lloraba.
- Para Kacchan, me estas lastimando- era verdad la nieve era muy dura - Basta- lloriqueaba el pecoso mientras sentía el dolor del impacto de la nieve que seguía llegandole.- Basta,Kacchan - gimoteaba el esmeralda, le dolía, no sólo  físicamente si no igual su corazón. Este era estrujado con gran fuerza cómo si espinas se clavaran en él. Con los años se acostumbraria a ese dolor. - Ya basta Kacchan, eres un tonto ! -  Gritó el menor con todas sus fuerzas para levantarse y empujar al mayor y salir corriendo hacia la casa del rubio.  El ojos rojos podía sentir cómo si le arrancarán algo de su cuerpo.
Así empezaría el dolor de los rechazos. Dolor que Kacchan ocasionaba en ambos, con el tiempo los abusos se hicieron presentes todos los días. Ese dolor desencadenó el abuso escolar por parte Kacchan hacia su omega destinado.













Izuku nunca volvió a mencionar el casarse con Kacchan








Fin del Flashback

El alfa abría sus ojos, se había quedado dormido en el taxi. Tocó sus mejillas. Lagrimas, habían lágrimas bajando por el recuerdo que acababa de tener. Desde hacía cinco años, el pecoso inundaba su mente. Con fuerza metió su mano en su bolsillo, traquilizandose de sentir la pequeña caja de terciopelo rojo en el interior. Era el anillo que compró para Deku hace seis meses cuando decidió que volvería a buscarlo.

- Yo también quiero casarme contigo, Deku- murmuró el rubio contra el pequeño estuche.
- Dijo algo, señor ?- preguntó el taxista, nada dijo el rubio.

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Al abrir la puerta de su departamento lo encontró igual que la última vez que lo vio. Sus muebles viejos. Sus tazas de café, la vieja fotografía de él y Deku en la mesa del centro. La sostuvo entre sus manos callosas mientras veía la sonrisa radiante del esmeralda, el por su parte, se veía serio en la foto. Recordaba el día que Deku la tomó. Fue cuando decidieron ser amigos nuevamente en el bachillerato. Dejando atrás todas sus diferencias e infantilismo, además por que el rubio se había cansando de sufrir. Había descubierto que podía ser feliz y pleno con la simple presencia del peliverde. Aunque él mismo había salido con otros omegas y betas e incluso se los presentó al esmeralda para que entendiera que nunca iba a suceder nada entre ellos.Sin embargo, su destinado había crecido para convertirse en un hermoso omega que atraía alfas y betas e incluso otros omegas, aunque este siempre los rechazaba diciéndoles que ya había encontrado a su destinado. Con tranquilidad había dejado la fotografía en su lugar para recorrer el lugar. Aún colgaban las luces navideñas que Kirishima colgó. Con pasos lentos las enchufo. Luces de diferentes colores iluminaban la habitación.  Mientras el silencio era rompiendo por la melodía de las luces.

Flashback

20 de diciembre del 2021, cinco días antes del final.

La mañana era fría, tan fria como podían ser en diciembre. Con pereza se levanta de su cama. Sabía que hoy Deku vendría a decorar su departamento. Para que haya vida decía él.   Siempre lo hacía, aunque  él no entendía porque el adornar, si de todos modos volverían a recoger todo cuando las fiestas terminen.  Con desánimo camina hacia la puerta para abrirle al pecoso. Este traía una caja gigante con adornos, luces, esferas todo.
- Buenos días Kacchan !- saludó el omega,mientras entraba al departamento. Con pasos algo torpes llegó a la sala para poner la pesada caja en la mesa de café.
El rubio sólo observaba al esmeralda mientras este le contaba mil cosas y a la vez nada.
De pronto la armonía del lugar se rompió
Por el sonido del teléfono sonando. Este fue a contestar. En tanto Izuku se subía a una silla a colgar las luces. Le hacía feliz el poder estar cerca del ojo rubi. Pensaba que no importaba que el alfa no lo amara con su sola presencia le bastaba para sentirse el omega más afortunado del mundo. Minutos después el rubio volvía al salón para ver al omega batallar debido a su baja estatura.
¿Cómo le diría su destinado que Kirishima quería decorar el departamento el mismo? ¿cómo le diría que había comprado ese anillo que vio el otro día para casarse con el omega?. Él había tomado una decisión. Había escogido al pelirrojo. Había escogido a alguien que no era su destinado y estaba feliz por eso. Pero, ¿ por qué sentía que estaba cometiendo un grave error ?
- Izuku- salió de sus labios, el omega paró en seco para girarse a ver a su destinado. Él nunca le había llamado por su nombre, salvo para cosas extremadamente importantes.
- Si, Kacchan ? - preguntó el esmeralda, - Si no te gusta puedo cambiar las luces por una calidas, sé que no te gustan los colores..
- Kirishima va a adornar esta navidad - Dejó salir de sus labios el rubio, de pronto sintió un pinchazo en su corazón. Sabia que Deku lo estaba ocasionando.
- Oh, bueno, yo puedo decorar en san Valentí...- fue silenciado por ojos rubi
- Y san Valentín, el día del blanco, si él quiere tal vez las siguientes festividades del resto de mi vida - espetó el alfa, el omega lo miró con
ojos acuosos y confundidos  - porque voy hacerlo mi esposo- Soltó y miro a otra parte, no quería mirar a su destinado, sabía que estaba sufriendo. Él lo sentía, sentía el dolor de su omega. El silencio se instauró en el departamento. Con cuidado  se bajó de la silla para descolgar las luces. Con silencio las acomodó en la caja. mientras gimotaba en silencio. Se limpiaba sus lágrimas con las mangas de su infantil y enorme sweater.
- Entiendo- manifiesta el pecoso con gran dolor, sabia de antemano que su destinado no lo amaba y que en cualquier momento lo iba a dejar por alguien más. Aunque siendo sinceros, nunca tomó en serio a todos los omegas y betas que el rubio le paseó en frente.  Sabia que lo hacía para que ya no insistiera en un "ellos" . Todos esos olores, todos esas personas gimiendo, porque si, se escuchaban hasta su departamento. Todas esas noches llorando. Sabía que iba a ser algo pasajero hasta que el alfa conoció a Kirishima. Sabía que  con él, el rubio lo dejaría, era cuestión de tiempo.
- No te sientas mal, Deku. Tú también encontraras a alguien y ese alguien te va a amar,  cómo lo mereces, te va amar cómo yo amo a Kirishima.

- Te amo Kacchan - dijo con dolor y algo de desesperación el peliverde. Mirándolo a los ojos.
- No, Izuku, no, tu vas a conocer a alguien, te casarás y lo amarás cómo a nadie. Vivirás y morirás por él porque así eres  y quien sabe, tal vez hasta ya lo conociste. Tal vez sea tu amigo, ese alfa y tu aquí aferrado a algo que nunca va a pasar- No era tonto sabia que había un alfa detrás de Izuku desde hacía meses. Comenzó con un aroma sutil a pino, para después eclipsar por completo el aroma a vainilla del chico pecoso.
- ¡ Pero si puede pasar ! ¡Tú y yo podríamos ser felices, sólo tienes que aceptarlo y yo rechazaré  a Todoroki! - Le imploro el omega a su destinado. Era cierto, había estado viéndose con el bicolor en un intento desesperado de poner celoso a su destinado para que este por fin lo escogiera pero no habia funcionado. El alfa heterocromico era agradable, sabía que podía llegar a quererlo pero su corazón y su instinto le gritaban seguir a ese alfa rubio.  Le gritaban que no se rindiera, que era cuestión de tiempo para que el de ojos rojos lo amara. Lo hacía por los dos, para evitarles el dolor de estar separados. Para evitar que uno de los dos muriera, esa era la única forma de salvarlos a ambos, pero Kacchan era terco. Él estaba dispuesto a firmar su sentencia de muerte con tal de llevar la contraria a los decenios del destino. El rubio no dijo nada, sólo le reafirmo su amor por el pelirrojo, rompiendo en pedazos el corazón de ambos. Con tristeza el esmeralda salió del departamento del alfa y se fue al suyo.
Con el alma arrancada el ojos rojos se sentó a esperar por el pelirrojo, mientras planeaba cómo pedirle matrimonio, porque ya había escogido una fecha: Navidad.

Si amaba a Kirishima, ¿ por qué le dolía rechazar a Deku ? ¿Por qué su alfa le gritaba que fuera por el peliverde ? Debía de marcar rápido a Kirishima, sólo así podría romper en definitiva y para siempre su lazo con Izuku.

Fin del Flashback


Con tranquilidad limpio todo el departamento, poniendo la música que a su omega le gustaba. Recordaba verlo moverse con ritmo y alegría en la sala, recordaba su risueña risa. Recordó la vez que el omega había entrado en celo por primera vez y este le imploro para que lo tomara. El rubio sin embargo lo rechazó y lo llevó a la enfermería. Desde entonces el esmeralda llevaba un collar anti mordidas para evitar meterse en problemas. Incluso el alfa le regalaba unos cuantos para evitarle problemas a ambos. Entre sus cosas encontró supresores para el omega y viejas fotografías. Todas ellas con el aroma a vainilla del peliverde. Él solía pasar mucho tiempo en su departamento que había dejado, sus cosas, discos, tazas, todo. Aún después de cinco años el aroma de su destinado estaba de forma sutil en el ambiente.
Cuando terminó de limpiar el alfa tomó una ducha, el agua caliente relajaba sus músculos de forma casi inmediata. Recargo su frente sobre la baldosa fría, ¡ rayos ! no podía dejar de pensar en el esmeralda.
Recordaba todo, desde que puso un pie en Japón los recuerdos lo bombardearon sin cesar. Su risa, su carisma, sus pecas, aquellas que odiaba de niño ahora se le hacían las cosas más bellas del mundo, recordaba lo que fue y lo pudo haber sido. En la felicidad y plenitud que sintió aquella noche que compartió con su destinado. Sus gemidos, sus Te amo, sus arañazos en su espalda, Así cómo también el dolor que sintió el día siguiente cuando lo abandonó.

Aún esa noche lo recuerda algo borrosa. Recuerda una propuesta, un Pelirrojo rechanzandolo ya que esa mañana vio su hilo rojo amarrado a otro chico en el metro. Y no quería sufrir cómo sabía que sufría el rubio por no querrer estar con su destinado. Recordó el dolor y el alcohol, recordó todo el alcohol que bebió ese día hasta altas horas de la noche. Recordaba senderos de árboles sin hojas adornados con luces artificiales. Recordó el dolor y desesperación de sentirse sólo, tonto y sólo. Las memorias venían una a una, donde arrojaba un anillo al lago congelado. Él lanzándose por el anillo pero el hielo se rompe y la joya termina en el fondo del lago del parque cercano a su casa. 

Flashback

25 de diciembre del 2021, día final.

El dolor de mil agujas enterrándose en su cuerpo debido al agua helada. Gritando a todo pulmón el nombre del omega pelirrojo mientras lágrimas de dolor bajaban por sus mejillas.
- ¡ Renuncié a todo por ti !- Vocifero el alfa rubio
Mientras luchaba por su vida para salir del agua helada. Cuando se cansó de luchar sólo cerró sus ojos. Pensó en Kirishima en sus sonrisa y en cómo le había roto el corazón. De pronto, sintió ser jalado hacia la súperfice por alguien. Siendo salvado por un alfa de cabellos bicolores que pasaba casualmente por ahí. Olía a pino, a vainilla y a sexo, mucho sexo.
El más alto lo saca del lago, después charlaron un poco mientras este le prestaba su abrigo al más bajo. El rubio siguió bebiendo del vodka que tenía en su mochila. Ni siquiera recordaba donde había estacionado su auto. La conversación se volvió un poco amena. Hablaron de todo lo que tenían en el alma. El bicolor le contó de cómo había perdido a su destinada en un accidente de auto hace ya muchos años, mismo en donde él mismo había resultado quemado de un lado de su rostro. Que se había sentido sólo y perdido por mucho tiempo hasta que conoció al omega más bello del mundo. Y que ahora es feliz con él. El rubio le contó su desdicha y su infortunio, que él mismo ocasionó todo eso. Que ahora no tenía ánimos de vivir y que no creía que alguien le sanaría el corazón. El heterocromico lo miro un par de segundo hasta voltear su vista al lago congelado. Sabia quien era y estaba dispuesto a renunciar  a felicidad para que Izuku fuera feliz. Amaba tanto al pecoso que alentaba al rubio a perseguir al esmeralda.
- Deberías buscar a tu destinado, estoy seguro que volverá contigo si se lo pides - el ojos rojos no sabía, pero cada palabra se incrustaban cómo vidrios quebrados en el corazón del bicolor. Sabia que no tenía oportunidad contra el destinado del esmeralda, pero aún así le rogó por estar con él. Creía esta noche estar un poco más cerca del omega, debido a que pasaron su celo juntos, aunque claro el pecoso nunca se quitó su collar anti marcas. Cuanto había deseado marcarlo y así liberarlo del alfa egoísta al que estaba atado, pero descubrió que sólo es un infantil que no sabe lo bueno que tiene frente a sus ojos. Se levantó, mirando el cielo, estaba nevando. Le deseo la mejor de las suertes al rubio y se marchó con pasos lentos y con la cabeza baja. Había perdido.
El rubio aún con gran cantidad de alcohol en sus sistema llegó hasta su departamento cuando un fuerte aroma a vainilla y a pino le envolvió, provenía del departamento del pecoso. Su alfa interno se alteró y removió ocasionando que el rubio tocara a la puerta del esmeralda. Éste abrio la puerta con delicadeza.
- ¿ Que pasa Todoroki-kun, olvidaste algo ? - preguntó un poco soñoliento y satisfecho Izuku. El rubio al verlo perdió el control.
¿ Desde cuándo Deku era tan sexi ? o sea si, si sabia que era hermoso pero la imagen frente a él le dejaba sin aliento. Cabello alborotado y esponjoso cual nube. Su lechosa y pecosa piel se dejaba ver por el baby doll transparente que usaba. Sus pezones rosados y erectos por el frío se veían apetitosos. Su vientre plano y la pequeña tanga de encaje lo hacía verse endemoniadamente seductor. Claro que ignoraba las marcas de mordidas en sus areolas, su cuello, vientre y hombros, sus rodillas estaban cubiertas de moretones que contrataban el tono rosado de ellas. Incluso ignoro el semen que le escurría de entre las piernas de su omega destinado. No sabía que el esmeralda pasó los últimos tres días encerrado con el alfa bicolor, montandolo, gimiendo y siendo llenado por éste. Esperaba por él en la sala para otra ronda más mientras este sólo había salido para ir a traer su ropa a su departamento  cuando el alfa rubio había tocado a su puerta. Con salvajismo el ojos rubi entró al departamento para besar con fiereza mientras sus manos tocaban los pechos del omega, este sorprendido intento empujarlo. Su corazón y su omega interior le gritaban que se abrira de piernas ante el rubio, que se dejara embarazar pero su mente le gritaba que parara, que pensara en el bicolor. El alfa que le susurraba te amo con cada embestida, aquel que le traía flores y el que lo aceptó sabiendo que amaba a alguien más. De pronto las ágiles manos del ojos rubis bajaron a su miembro para masturbar lo y su  mente se volvió en blanco.
- Perdóname, Todoroki-kun - fue el último pensamiento del pecoso antes de ser penetrado por los dedos del rubio en su resbaladiza entrada, aún llena del semen del bicolor.
Lo hicieron en todas las posiciones posibles y en todos los lugares del hogar del peliverde.
El rubio lo penetraba sin piedad por ese agujero lleno de fluidos. Sabía que el omega no era virgen. Sabia que antes de Todoroki, había estado Shinsou, Lida, Shigaraki y varios más. Su omega era alguien experimentado. Que sabia que hacer y cómo moverse. Mientras gemía y gemía. Con cada embestida se sentía en el paraíso. Así que esto es hacerlo con tu destinado pensó el alfa, se sentía en total plenitud. Era sin dudas el mejor sexo de su vida. Gemia ronco y sonoro con cada rasguño del peliverde en su espalda, mientras este gritaba que lo amaba, mientras su pene era chupado por la hambrienta entrada del peliverde. Queria marcarle, cuanto lo deseaba e incluso el peliverde trato de quitarse el collar sin éxito, así que opto por morder cada rincón del esmeralda.
Al fin estaban juntos pensó el pecoso ahora todo estaría bien y serían felices.

26 de diciembre del 2021, el primer día del resto de nuestras vidas.

Cerca de las tres de la tarde el alfa se levantó con un terrible dolor de cabeza. Tardo varios segundos en darse cuenta en donde estaba, se encontraba en la habitación de su destinado. La sola palabra le hacía temblar, Recordó todo de golpe. Se dio cuenta que todavía estaba dentro del omega,  despacio saco su miembro del interior del esmeralda mientras veía como salía su semen de la entrada el pecoso. Le dio pavor, miedo de que el peliverde se hiciera ideas que no eran y que se tomara atribuciones que no le correspondían. Rogaba que el omega no despertara, quería huir de ahí, del lugar más cálido del mundo, en donde se sentía cómo en casa. Él amaba a Kirishima. Lo de la noche anterior fue un error. Él no quería amar al pecoso. Se levantó inmediatamente de la cama para vestirse y salir corriendo del departamento del esmeralda. Hizo rápido su maleta, tendría que salir por un tiempo ya que le iría a rogar a su ex pareja que lo aceptara de nuevo. Con pasos rápidos salió del edificio. Se subió a un taxi y se fue. Al cabo de unos minutos Sintió un increíble dolor en su pecho, su destinado había despertado. No había marcha atrás.

Desde entonces el alfa rubio viajó por todo el mundo, trabajando de cosas eventuales, de pescador en Alaska. De cocinero en Tailandia. De vendedor de camellos en El Cairo. Con el tiempo dejo de pensar en el omega pelirrojo y al cabo de unos tres años empezó a pensar en su destinado, luego de que sintiera un increíble dolor en el corazónCreía que iba a morir, pensaba si su omega estaría bien. Se sentía realmente sólo. Antes no se sentía así. Sabia que su destinado estaría ahí para él. Pero un 18 de julio del 2024 sintió que lo había perdido todo.  Aún así no pensó en volver. Necesitaba tiempo para analizar, quería estar lejos de su omega para pensar. Nunca había estado tanto tiempo separado del esmeralda.
Intentó olvidar a su pecoso , acostándose y saliendo con otros pero nada funcionaba. Incluso cuando iba a fiesta en clubes nocturnos pensaba en el pecoso, mientras se metía un gramo de cocaína por la nariz. Lo intentó todo para olvidarse de su destinado. Despertando en moteles en la madrugada. Llorando y abrazándose a si mismo, con pinchazos de agujas en su brazo...
Intentó suicidarse varias veces pero siempre se arrepentía ya que quería volver a ver su omega.  Habia tocado fondo.
En enero del 2025 decidió iniciar un programa de desintoxicación, no quería que Izuku lo viera en ése estado. Para verano estaba limpio listo para volver a buscar a su destinado.
Cuando una carta le había llegado a sus manos. Hacia mucho que no sabía de esa persona.

Fin del Flashback

Ahora estaba en un taxi de camino a la casa del esmeralda. Si lo que decía la carta era verdad, tendría una nueva oportunidad con su destinado, la oportunidad de ser feliz. Con cuidado de no maltratar su ramo de flores ni su caja de bombones esperaba inpaciente para llegar al hogar del peliverde. En la radio, sonaba una canción navideña que Izuku solía cantar, algo acerca de un reno, nunca le había puesto atención hasta ahora ya que la ventana congelada apenas lo dejaban ver hacia fuera. Las casas se empezaron a ver cada vez más lujosas con grandes jardines estilo europeos con cada calle que avanzaba el vehículo. Habia entrado a Den-en-chōfu, el hogar de su omega. La nieve seguía cayendo cuando el taxi paró frente a una bonita casa con grandes jardines. Con paredes amarillas y techos azules. El alfa le pagó al taxista y salió del auto. Este se desapareció por las lujosas y congeladas calles.
Con nervios a flor de piel camino hasta la entrada de la casa de su destinado. Notó que había muchas luces en los árboles y arbustos de diferentes colores. Un santa Claus en su trineo con renos luminosos y un pequeño taller de elfos. En la entrada había cuatro muñecos de nieve, esta vez bien hechos. Dos grandes, uno pequeño y algo que parecía un perro. Con cuidado camino sobre el empedrado y congelado camino. Se acercó hasta la puerta roja que lo separaba de su felicidad y su amado omega. Pero antes de tocar vio por la ventana de a lado una lujosa y cálida sala. Por supuesto adornada con el espíritu navideño. Su vista se detuvo a una diminuta persona que lo miraban con pequeños y expresivos ojos rojos.
Era una niña de unos cuatro años, con cabellos rizados y rubios. Comía una galleta de jengibre en forma de hombrecillo. esta levanto su mano en forma de saludo. El alfa atónito le saludó de vuelta. Esa niña era idéntica a él. Con sorpresa se acercó más a la ventana para ver más de cerca a la niña y observar la mejor.
- ¿ Dónde está tu mamá ?- preguntó en susurros el alfa a la menor. Esta sólo señaló al fondo.  Al asomarse más vio a su destinado con su cabello más alborotado si era posible, mientras  bailaba y cantaba. Llevaba puesto un delantal con flores que dejaba entre ver su visible vientre de embarazo. Se veía realmente hermoso. Lagrimas se apoderaron de los ojos rubis al notar que su omega no traía su collar anti marcas y que dejaba a la vista la marca que tenía en su blanca nuca. Luciendo la con orgullo.
De pronto noto cómo un auto se acercaba a la casa, con toda velocidad corrió a esconderse entre los árboles aledaños. Con sus ojos llorosos miro la escena que se suscitaba ante él : un alfa bicolor, el mismo que lo ayudó hace cinco años, bajaba de su lujoso automóvil. Con un maletín en su mano izquierda y con la derecha buscaba sus llaves en el bolsillo de su saco. Se acercó a la puerta pero antes de abrir fijo sus ojos desiguales a los árboles. 

Todoroki's pov

Había alguien ahí  estaba seguro y sabía exactamente quien era. No dejaría que se acercara a su omega. Hace cinco años lo permitió y se arrepentía con el alma. Ese rubio le rompió el corazón a su amado y lo abandonó cuando este más lo necesitaba. Le costó mucho hacer que el esmeralda dejara de llorar por las noches para que volviera a suceder. Sentía que la rabia lo cegaba a la par que sus colmillos crecían dispuesto a atacar. Se iba a acercarse cuando la puerta se abrió y salieron su omega, ahora esposo, su pequeña hija y el perrito de la familia que daba brincos de alegría. La furia se disipó  en automático. Su familia siempre tenía ese efecto en él, de tranquilidad. Ellos eran su hogar, eran su todo su mundo.

Fin de Todoroki's pov

- ¡Papi, papi llegaste! -  expresaba la niña rubia mientras era cargada por el alfa bicolor.
- Princesa! ¿ Cómo estás ?- decía el bicolor mientras le daba besos a su hija. Miraba al frente al ver a su omega embarazado. Dios cómo le agradaba ver a su pecoso en cinta. Le recordaba que habia encontrado la felicidad que tanto buscaba. Que éste al fin había olvidado a su destinado y ahora lo amaba a él.
- Hola, Mi amor - besaba en los labios a su esposo, este se sonrojada y ocultaba su cabeza en el cuello del bicolor. Este le soplaba a la marca de la nuca de su omega y este temblaba de deseo. Se sentía pleno, sabía que Izuku lo amaba. Con tranquilidad se puso a su hija en el suelo y esta se fue a traer al perro.
- Te ves precioso con ese delantal , mi amor- le susurraba en el oido. El omega sólo soltó un gemido para llevar la mano del alfa a su entrada que ya estaba lubricada. Incluso había mojado sus bragas.
- Mi Shou-chan - gemía despacio el omega - te extrañe mucho- Gimio al sentir un dedo del mayor deslizándose por entre sus glúteos- Ah , ah Shou-chan aquí no, ah-
- Pero tú eres el que me provoca, mi amado pecoso - Susurro el alfa para meter otro dedo en el interior de su omega-
- Ah, aquí no por favor,espera a que estemos en el cuarto ah, ah - gemia despacio el esmeralda mientras colocaba una pierna en la cadera del alfa, para acercar más el roce de sus sexos.  El mayor de pronto sacó sus dedos del interior de su esposo. Ocasionando que este dejara escapar un leve quejido de sorpresa.
- Bien, pero tendrás que recompensarmelo - dijo el bicolor para llevarse sus dedos a la boca para probar los fluidos de su omega.
- Ah si mi amor-le contestó el pecoso a su esposo, ¡ Dios cuanto lo amaba !- Hazme olvidarme de todo, cómo sólo tú puedes- le susurró el esmeralda al oído  del más alto. El alfa  con todo el autocontrol del mundo se separó de su flamante y lujurioso esposo.
- Hiromi, entra hace frío, ah y trae a Ponta- llamó el bicolor a su hija. Esta vino corriendo para acercarse a sus padres junto con su perrito. La hermosa familia se adentraron a la casa, para pasar la navidad con sus seres queridos.
El alfa de cabellos rubios no supo cuánto tiempo se quedó escondido entre los árboles.¿ Habían sido horas o sólo minutos ?Ni sabía que algo podía dolerle más. Su omega destinado estaba emparejado con alguien más y ese alguien más estaba criando a su hija cómo suya .
Las luces de la casa se apagaron. El alfa rubio suponía que se habían ido a dormir.
¡ Que ingenuo ! De pronto escucho gemidos que el reconoció que eran provenientes de su destinado.
- ah, sí ah, más rápido, te amo, Shuchan- levantó su cabeza para ver la ventana del segundo piso. Justo ahí, su destinado era embestido por el alfa bicolor. Estaba desnudo, su enorme vientre de embarazado estaba contra la ventana mientras era sostenido por alfa más alto, mientras entraba y salía de él. De pronto vio cómo los bicolores ojos se posaban en su dirección. Le levantó la  pierna al esmeralda para que viera cómo el pene del mayor entraba en la humedad de su omega.  Cómo si quisiera que el alfa rubio supiera que el pecoso le pertenecía a él. El ojos rubis simplemente salió huyendo el ahí. No quería ver más, había tenido suficiente. Con las piernas a todo lo que daba. Con la respiración acelerada, podía escuchar los latidos de su corazón en sus oídos.
Había sido un tonto, Tonto por creer que Izuku lo esperaría para toda la vida. Tonto por esperar tanto tiempo, tonto por no amarlo desde el principio. El esmeralda tuvo razón, pudieron haber sido felices.
Si tan sólo no hubiera sido testarudo y se hubiera dejado llevar por su corazón. Ahora su alfa interior no estaría revolcándose de dolor .
Llegó a su departamento. Donde rompió todo lo había a su paso. Sus platos, tiro su sofás. Iba a romper la foto de su destinado cuando su enojo se disipó al escuchar su teléfono sonar.
Con amargura descolgó el aparato y acercó el auricular a su oído.
- ¿ Los viste ? -  Se dejó escuchar una voz que reconocía muy bien. Sus instintos se enfurecieron de pronto. Dejo escapar un alarido de rabia. - Jaja No has cambiando en nada, Katsuki-
- Me engañaste, Kirishima-  expresó con un tono de voz sombrío  - Me dijiste que lo buscara y que aún podía tener una oportunidad de ser feliz - Con rabia le recriminó el rubio al pelirrojo. Mientras apretaba sus puños. Podía sentir sus uñas clavarse en sus palmas.
- Yo nunca te dije que tendrías una oportunidad con Midoriya, digo Todoroki- con toda la calma del mundo, mientras se acomodaba en la cama junto a sus esposo - Yo te escribí que tenías una oportunidad de ser feliz. No con Mido... Todoroki.  Si no con tu hija. Puedes intentar estar cerca de ella.  Y vivirás para y por ella,  A veces no conseguimos lo que queremos pero nos acercamos demasiado.-
- Parece que son más felices sin mi, Izuku ni siquiera notó mi aroma.  Si aparezco ahora exigiendole ver a la niña, Sé que lo molestare y no quiero causarle más disgustos. Suficiente con haberlo lastimado todos estos años - Un silencio predominó en la línea, hasta que el pelirrojo le dijo que entendía y colgó el teléfono. Dejando al rubio analizar sobre los acontecimientos recientes.
El rubio se tranquilizó un momento.  Colocó la foto de Izuku, que sabía que atesoraria a partir de ahora. Pensó en muchas cosas, pensó en su destinado y cómo este estaba con otro. Pensó en el alfa bicolor, el cual, pra ser sinceros nunca lo vio cómo un peligro,¡Que estúpido fue !. Pensó en su hija y cómo ella le decía papá a otro. Eso fue un golpe bajo, maldito Karma. Analizó todas las posibilidades y pensó que todo lo que hizo trajo consecuencias. Pudo haberles evitado tanto dolor. Con ese pensamiento el alfa de ojos rojos se dirigió a su cuarto para acostarse en su cama. No iba beber ni tampoco iría a buscar al peliverde otra vez. Pero si se permitiría soñar.  Cerro sus luceros de fuego para ir al mundo de morfeo . Un mundo donde él, el esmeralda y su hija vivían juntos. Cómo una familia feliz. Sin llantos ni dolor. Sin grintos ni abandonos. Un mundo donde él podía decir Te amo al pecoso y este con sus mofletes sonrojados le contestaba que él también lo hacía. Con los últimos latidos de su corazón dejó salir lágrimas que bajaron por su fria mejilla. Al fin estaba en su mundo feliz.






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Muchas gracias por leer !
Hace mucho que no escribía algo. Esta historia se me ocurrió hoy en la mañana y pues tenía que escribirla.
Para los que leen una segunda oportunidad quiero decirles que ya empecé el capítulo pero no encuentro inspiración para continuar lo. Tal vez tenga algo para enero. No la quiero abandonar porque fue el primer fic que escribí pero quiero mejorar y hasta que no sienta que esté bien no habrá capítulo.
So, Si llegaron hasta acá muchas gracias por leer

See you soon ❤❤❤💋💋💋

Ah y felices fiestas v: 🎄🎄🎄

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