____ salió del baño, lista ya para dormir, con un pijama conformado por un cómodo pantalón holgado de tela delgada, y una camisa también holgada, del mismo tipo de tela; ambas piezas de color azul cielo

Cuando iba caminando por el pasillo, de regreso a su habitación, se encontró con atractivo chico que se le acercó en cuanto la vió, casi invadiendo su espacio personal.

—¿Ho-hola...? —inquirió la joven, nerviosa y hasta cierto punto incómoda por la cercanía del otro. 

—Mm... —él puso su mano en su barbilla, pensativo.   

Su cabello era azul obscuro y utilizaba un parche, su piel era morena y la ropa que usaba era un tanto extravagante. Su sonrisa era lo más...¿Inquietante? Podía causarte muchas emociones si te tomaba desprevenida.

—Tu debes ser la viajera de la que habló Jean. —habló por fin, en un tono amable— Me llamo Kaeya, es un placer señorita. —hizo una pequeña reverencia, como si fuera un caballero ante su princesa.

—Y-yo soy ____ Alcott, puede solo decirme ____, Sr. Kaeya. —respondió la joven, un poco nerviosa aún. 

—Vamos no me digas así, llámame solo por mi nombre. —se notaba muy amigable— Bien, por desgracia debo irme ya, pero espero otro día poder platicar más tranquilamente contigo. —sonrió de forma un tanto coqueta para luego comenzar a caminar, sacudiendo su mano en forma de despedida— Nos vemos.

Y así, tan rápido como apareció, se fue.

«Eso fue raro...» pensaba ____.

Regresó a su habitación, ahora sí, sin ninguna interrupción.

Al llegar, lo primero que hizo fue aventarse a la cama.

—¡Que cómoda! —exclamó bajito— ¿De qué estará hecha? —se preguntó.

Y luego de revisarla un poco, descubrió que era de paja; cosa que la hizo chillar de emoción.

—Es como la cama de Heidi, siempre quise dormir en una así cuando era niña. —murmuraba para si misma.

Luego de contemplar un poco más la cama y de girar en ella, se acostó como cualquier persona normal.

Sacó su celular para revisar la hora, aunque después recordó que aún no la arreglaba; pero sirvió para notar que ya tenía 65% de batería, lo cual la puso a pensar.

«Debo buscar la forma de hacer un cargador...Ahhh pero con mi conocimiento no bastará, ojalá haya algún especie de ingeniero o científico en algún lugar de Teyvat»

Al día siguiente, gracias al sonido de la trompeta para despertar a los caballeros, ____ despertó también...a las 6:00AM

—!! Pero qué- —se había levantado de golpe, alterada por el alboroto.

Se asomó por la ventana y pudo ver a Kaeya tocado la trompeta. Y como si la hubiera visto, sonrió divertido, cosa que la chica alcanzó a ver.

Bufó molesta, no había dormido minimo sus 10 horas.

Se vistió con su ropa y tomó sus cosas para salir en busca de Lisa; buscaría a Jean, pero sabía que tenía demasiado trabajo y no quería molestar.

Cuando encontró a la linda mujer de ojos verdes, esta enseguida se acercó a a hablarle.

—¡Hola cariño! ¿Cómo dormiste?

—E-eh bien...la cama es muy cómoda. —dijo al principio un poco avergonzada por el apodo pero luego más tranquila— La verdad es que te estaba buscando...

—Adivino, quieres saber más de Teyvat.

—Si, ¿O no? O sea si pero no. —suspiró— En realidad, me uní al gremio de aventureros, a la brigada de Benny, y se supone que hoy saldremos de expedición a las 8...pero lo pensé y no creo que pueda sobrevivir allá afuera.

—¡Oh pero eso se puede arreglar! Vamos a que elijas un arma, sígueme.

La chica asintió y comenzó a caminar detrás de la de vestimenta morada.

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¿Qué arma les gustaría que usara la rayis?