4

—Ad astra abyssosque. Bienvenido al gremio de aventureros. —se dirigió de forma verbal Katheryne al chico— Hola Bennett, me alegra que estés bien. —sacó un saco pequeño de debajo de su mesa de recepción; luego se la entregó al joven.  

—Gracias. —recibió su pago.
Entonces notó la presencia de ____ y la volteó a ver con una gran sonrisa— ¡Hola! ¿Eres nueva por aquí? Nunca te había visto...Yo soy Bennett, ¿Y tú?

—¡Hola! Me llamo ____ Alcott, un gusto Bennett. —se presentó también ella sonriendo— Y si, acabo de llegar hoy a Mondstadt, así que vine a unirme al gremio.

—¿Enserio? —Se notaba emoción en los brillantes ojos del chico— ¿Ya te uniste a un equipo? Si no, te invito al mío ¡La brigada de Benny!

—No me he unido, sería genial unirme a tu brigada, me agradas. —respondió ella.

—¡¿De verdad?! Es que acaso...¿No has oído de mi mala suerte aún? —cuestionó, estaba emocionado por la respuesta de ____, pero al pensar que lo rechazaría luego de saber de su mala suerte, se desanimó un poco— Verás, tengo muy mala suerte y afecta también a las personas a mi alrededor...

—Mm... —ella puso una mano en su barbilla, como pensando un poco— Bueno, a mi me cayó un rayo, así que no me quejo de ti, ¡Seremos un gran equipo de seguro! Y si nos pasan cosas malas...pues solo tendremos que esforzarnos más.

—¡¿En-enserio?! —estaba feliz— Espera- ¡¿Te cayó un rayo?! Es un milagro que sigas viva...supongo que tendré que enseñarte a esquivarlos.

—¡Si por favor!

—¡Eres la segunda miembro en La brigada de Benny! Antes yo era el único por mi mala suerte... —comentó— Realmente me alegra que aceptaras, espero luego se unan más personas a nosotros.

—Yo también...y espero podamos ser buenos amigos.

—¡Sii!

Se fueron a sentar hasta la orilla de la fuente para así hablar más tranquilos sobre diferentes cosas y conocerse mejor.

No fue hasta que anocheció por completo cuando decidieron dejarlo hasta ahí, después de todo, ya tendrían más tiempo para platicar; solo que por lo menos ahora ya no eran completos desconocidos.

—¡Reunámonos mañana a las 8 en el gremio de aventureros! —exclamó alegre Bennett— Haremos encargos y luego exploraremos.

—Me parece bien. —Sonrió feliz— Hasta mañana Bennett, ¡Que descanses!

—¡Igualmente!

Y así se despidieron, yéndose cada uno por diferentes calles.

____ se dirigía a la taberna Obsequio de Angel, quería hablar con Diluc un rato antes de irse a la Sede de los caballeros para bañarse y dormir.

Al llegar, como era de esperarse, había más gente en el lugar que por la mañana, pues claro, la gente prefiere beber por la noche.

Por suerte el pelirrojo estaba ahí, limpiando algunas copas con una servilleta.

—Buenas noches Sr. Diluc. —saludó entusiasta la joven. Él solo la volteó a ver e hizo una casi imperceptible mueca de confusión.

—Buenas noches. —respondió— ¿Qué haces aquí? —preguntó directo.

—Quería hablar contigo un rato, aún hay mucho de Teyvat que deseo que me cuentes, además, yo también quiero hablar del lugar del que vengo. —expresó encogiéndose de hombros.

—¿No pudiste ir con alguien más? —Él seguía con lo suyo mientras hablaba.

—Pues...tal vez si, pero tú me das más confianza, no sé, tal vez porque te conocí primero y me ayudaste...

Diluc suspiró, entendiendo el punto de la chica; luego habló listo para platicar de lo que ella quería.

—¿Qué quieres saber? —Ella hizo una mueca de obviedad ante tal pregunta— Ah cierto...bueno entonces supongo que te contaré un poco de...Stromterror.

La expresión de ____ enseguida cambió a una curiosa y emocionada.

—Había oído hablar a la gente de él, pero muy por encima y me daba vergüenza preguntar. —comentó la joven.

Pasada una hora, siendo las 9, ____ decidió regresar a la Sede para ya descansar y prepararse para el día siguiente.

Estaba feliz, Diluc le había contado mucho sobre Mondstadt y cuando ella le dijo que iría a explorar al día siguiente, le dió algunos consejos para sobrevivir.

Además, tenía ganas de ver algún a vez a Dvalin —el pelirrojo también le había contado que así se llamaba en realidad Stromterror— aunque sea de lejos.
E incluso la historia de dicho Dragon y el Arconte Anemo había hecho que su corazón se ablandara.

Pues si, Diluc le había contado la verdad que él sabía gracias a los recientes hechos con Stromterror y el viajero —aunque claro, exceptuando varias partes, como que él ayudo en parte, o como que conocía la identidad de Barbatos—

Regresando a lo de antes; cuando ____ llegó a la Sede de los caballeros de Favonius, se encontró con Lisa quién al parecer estaba a punto de salir.

—¡____! ¿Donde te habías metido? —dijo la mujer al verla, por alguna razón parecía aliviada— Apenas iba a buscarte. Por los siete, ¿Acaso no has visto la hora?

—Eh...pero si el Sr. Diluc me dijo que son apenas las nueve. —respondió ella con confusión.

—¿"Apenas"? Ya casi todo el Teyvat está dormido a esta hora. —suspiró— Jean se preocupó y pensó que te habías perdido, así que me mandó a buscarte, pero parece ser que estabas con Diluc.

—Si, estaba en su taberna mientras él me hablaba de Mondstadt. —le hizo saber— Y por lo de la hora...lo siento, de dónde vengo es normal, la mayoría de la gente duerme incluso hasta las once o más.

—Ya, entiendo. —sonrió— ya me contarás más después de tu mundo, ahora debes bañarte e irte a dormir, tendrás que adaptarte a aquí. Ven, sígueme.

____ hizo caso a la de lindos ojos verdes, siguiéndola hasta que llegaron a una habitación, la suya, la que Jean le había dado.

—Ve por tu ropa, te dejé una cambia en tu cama. —dijo ella, la chica asintió e hizo caso.

Cuando salió, con la ropa en manos, volvió a seguir a Lisa.

Luego de un rato, la de morado paró en seco.

—Estos son los baños de mujeres. —dijo— ya conoces el camino de regreso. Yo debo ir a la biblioteca.

—¡Si! Y gracias por todo. —habló con una amable sonrisa, la cual Lisa correspondió, para luego despedirse.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top