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Ambos avanzaron por el puente hasta llegar a la entrada de Mondstadt, lugar donde un par de guardias los detuvieron.
—Sr. Diluc, perdone pero...la chica que viene con usted, no podemos dejarla entrar, por seguridad. —dijo uno de ellos.
—¿Eh? Es una viajera y conocida mía, ¿Necesitan más para dejarla entrar? —su voz era seria— Es más, ¿Desde cuándo cumplen con su deber "caballeros"?
—L-lo sentimos Sr. Diluc, pu-pueden pasar. —habló el otro caballero.
El pelirrojo solo soltó un "hump" para comenzar a avanzar con la chica siguiéndole el paso.
—E-esto es increíble... —murmuró ella en cuanto vio la arquitectura de las casas y la forma de vestir de los habitantes— Dios, creo que me voy a desmayar, o gritar, lo primero que pase. —su mente estaba en shock ante todo lo que veía.
—Si haces alguna te dejaré aquí a tu suerte, —advirtió Diluc— y no creo que sea tan buena si te caen rayos encima.
—¡Pero te conocí! Así que no creo que tenga una tan mala después de todo. —declaró la chica con una alegre y sincera sonrisa.
[N/A: Las images que ponga no es que sea un OC, serán solo de referencia para que imaginen mejor las expresiones y tal. -Créditos de la imagen a quien corresponda 💙]
Él la miró por unos segundos, hasta que al final desvío la mirada. —Si tu lo dices. —acabó por decir sin aparente interés.
El chico la guío hasta su taberna, aunque de a ratos tenía que llamarla ya que se distraía viendo cualquier cosa.
Al llegar la invitó a sentarse y envío a su trabajador a llamar a Jean.
—Así que de otro mundo. —repasó Jean luego de que le contarán todo e incluso le mostraran imágenes.
—Si, ¿Increíble verdad? Al principio pensé que estaba soñando. —comentó ____.
—La verdad si, pero tu caso me recuerda un poco a un viajero que busca a su hermana. Y tampoco parece de por aquí. —dijo Jean— Que la idea de que seas su hermana está descartada, no se parecen y él busca a su gemela.
—Entiendo...tal vez pueda ayudarlo de vez en cuando. —los otros la miraron extrañados— Jeje en lo que busco qué hacer para ganarme la vida.
—Busca un trabajo. —aconsejó Diluc.
—Ya pero, ¿Qué trabajos hay disponibles en este lugar? Porque seguro no se parecen en nada a lo que estoy acostumbrada... —mencionó con un poco de pena de que pensaran que no puede hacer nada.
Jean pareció pensar un poco. Hasta que al final dijo las opciones que creyó eran mejores.
—Me parece haber oído que necesitaban una mesera en la taberna Cola de gato. —dio la sugerencia.
«Taberna...mesera...dos cosas que no me gustan en una sola frase, genial» pensaba con disgusto. —Si, bueno, antes llegué a trabajar de mesera y no era muy buena, no quiero causar problemas en la taberna. —acabó por decir.
—Entiendo, entonces puedes hacer de sirvienta en la sede de los Caballeros de Favonius, básicamente trabajarás bajo mi mando. —cuando mencionó a los caballeros enseguida Diluc soltó un leve sonido de queja y se veía algo molesto.
La chica rascó su nuca apenada. «soy el ser más perezoso del mundo, y lo que más odio es el quehacer» pensó. —Si es la única opción, está bien.
—Aunque también está el gremio de aventureros, tal vez si te interesa podrías ir a ver qué tal. —agregó Jean, que al ver la duda en el rostro de ____ comenzó a explicar— Te harán encargos diarios por los cuales te pagarán cuando los cumplas, y para la gran mayoría tendrás que salir de aquí, la ciudad de Mondstadt, así que puede ser peligroso...
—¡Lo tomo! —exclamó la chica con una sonrisa.
—Bien. —sonrió Jean también— Pero primero te llevaré con alguien para que te consiga las cosas necesarias, te explique de nuestro mundo, y también te daré un lugar en la sede dónde quedarte.
La joven asintió y ambas se despidieron de Diluc para seguidamente salir de la taberna.
—¡Mucho gusto soy Lisa! —se presentó la atractiva mujer de ojos verdes, con ella había llevado Jean a ____ y se encontraban en la biblioteca— ¿Cómo te llamas linda?
—So-soy ____ Alcott, puede decirme solo ____ si gusta. —habló. «¡Woah! Es verla a ella y me despiertan todas las inseguridades, es muy linda.» pensaba la chica.
—Oh vamos, háblame de "tu" que no soy tan vieja, dime, ¿Tu cuántos años tienes?
—Dieciocho...pronto diecinueve. —respondió un poco apenada.
—¡Oh tu edad es perfecta! —le guiñó un ojo— Quizá deberías usar un poco menos de...ya sabes, tela; te cubres casi por completo.
—Es que no me gusta mostrar tanto, de hecho m-me incomoda mucho.
—Mm...entiendo, está bien entonces. —sonrió.
Luego Jean comenzó a hablarle a Lisa de la situación de ____.
La de morado sin duda tenía mucha curiosidad por la recién llegada, pero aún así guardó sus dudas y comenzó a darle una clase de todas las cosas básicas que debía saber sobre Teyvat. Le habló un poco de los Hilichurls, los magos del abismo, la mora, las visiones y los arcontes, los minerales, etc.
Siete horas después ____ salió de la biblioteca con muchos nuevos conocimientos además de un montón de libros sobre diferentes cosas como las flores, hiervas, algunos que hablaban de temas y lugares en específico como Espinadragon, magia, historia y demás cosas muy interesantes para la joven.
No se preocupaba ya por un lugar para dormir, ya que Jean le dió un techo en la sede de los caballeros de Favonius —cosa que ____ agradecía mucho—.
Ya se estaba ocultando el sol, así que debía apresurarse para ir al gremio de aventureros y que le explicaran mejor en qué consistía el ser un o una aventurera.
Fue hacia allá.
Al llegar, una chica que se presentó como Katheryne se dedicó a explicarle a lujo de detalle todo sobre el gremio.
—¡Genial! Desde hoy seré una aventurera. —murmuraba emocionada. «Oh...pero debería tener un equipo, porque podría ser peligroso, pero veamos...no creo que el Sr. Diluc quiera formar parte, además Jean ya tiene un trabajo al igual que Lisa...¡No hay nadie con quien podría!» pensaba.
—¡Hola Katheryne! Ya terminé los encargos de hoy. —se escuchó una animada voz; ____ volteó a ver encontrándose con un chico de cabello albino y ojos verdes.
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