El día llegó, y con ellos una mezcla de nerviosismo y emoción. Caminando a través del portal, descubrieron un mundo diferente; una mezcla de sus culturas y tradiciones, donde las llanuras de Europa se encontraban con las vibrantes calles de Sudáfrica y los bosques de Japón. Sin embargo, esta nueva realidad también estaba plagada de peligros desconocidos y desafíos.

Mientras exploraban, comenzaron a enfrentar pruebas que los forzarían a trabajar en equipo. Una de estas pruebas fue un terreno montañoso, donde una tormenta repentina los atrapó. De repente, todos comenzaron a discutir, enfrentándose entre sí. Sin embargo, Lectora, al notar cómo cada uno luchaba con sus inseguridades, se dio cuenta de que debían aprender a confiar el uno en el otro.

En una conversación sincera, compartieron sus miedos más profundos, revelando su humanidad. Alemania confesó su temor de no ser lo suficientemente fuerte; Francia, su inseguridad acerca de ser visto solo como un romántico superficial; e Italia, el temor de perder todo lo que amaba. A través de esa vulnerabilidad, se fortalecieron mutuamente y su lazo se hizo más profundo.