Respondiendo preguntas!
Un nuevo día comenzaba en un paraíso dorado. En una oficina inundada de luz cálida, un joven de porte elegante, con un impecable traje blanco de corbata oscura y camisa roja por debajo, con un cabello pelirrojo que brillaba al sol, se encontraba sentado con aire de concentración. Frente a él, sobre la mesa, descansaba una máquina de escribir antigua, con teclas dispuestas a recibir el peso de sus pensamientos.
Era Battler Ushiromiya, quien hojeaba con paciencia una pila de preguntas que aguardaban ser respondidas. Sabía que debía apresurarse y tener todo en orden antes de su cita semanal con Beatrice, un momento que ambos esperaban con ansias. Una falta de puntualidad o un olvido de su parte bien podrían despertar el lado más implacable de su amada bruja.
El joven de traje blanco exhaló, relajándose en su silla de cuero mientras observaba el abanico de preguntas apiladas frente a él. Con una leve sonrisa, Battler Ushiromiya se inclinó hacia la máquina de escribir y murmuró para sí mismo, empezando a organizar sus pensamientos en voz baja.
—Así que...estas son las preguntas, eh? Vaya, parece que el público realmente está interesado en nuestro querido Magnamalo —dijo, con una mezcla de orgullo y curiosidad reflejada en su mirada— supongo que también era de esperarse; no todos los días se reencarna como un monstruo colosal en una región tan peculiar como Alola.
Acariciando su mentón, comenzó a revisar cada pregunta con detenimiento, reflexionando sobre la mejor manera de abordarlas. Mientras su mente navegaba entre los posibles enfoques, se dio cuenta de que debía también preparar un espacio adecuado para traer a los personajes de la historia. Era su primera vez realizando una actividad de este estilo, y aunque había una leve ansiedad en su pecho, el entusiasmo prevalecía.
—Esto no es un simple evento de preguntas y respuestas...ess una oportunidad para hacer que Magnamalo y todos los detalles que lo rodean cobren vida, al menos por un rato. Y vaya que es importante! Los lectores merecen que todo sea perfecto, especialmente si es la primera vez que interactuamos así —dijo en voz baja, con una chispa de emoción en los ojos— ahora, solo tengo que asegurarme de completar todo antes de la cita...Beatrice sería capaz de aparecer en este mismo espacio y convertir esta oficina en un caos si llego tarde —rió para sí, aunque había una pizca de preocupación en su tono.
Con renovada determinación, Battler se puso de pie y comenzó a transformar la oficina: ajustó el lugar, agregó algunos detalles que evocaban los paisajes de Alola y dispuso un par de sillas frente a su escritorio. Imaginaba a los personajes de su fanfic entrando, listos para responder y compartir con sus seguidores, toda la realidad de ese lugar se deformaba, y todo era encerrado en una caja dimensional meta-física.
Mientras se aseguraba de que todo estuviera perfecto, el joven dejó salir un último susurro, lleno de expectativa.
—Muy bien...es hora de comenzar! Que empiece la sesión de preguntas y respuestas.
Con un chasquido elegante, los personajes principales fueron traídos. De la nada, comenzaron a materializarse figuras: el imponente Magnamalo, con su aura feroz y majestuosa; un pequeño y curioso Ralts que miraba a su alrededor con timidez; y, finalmente, la elegante y etérea Gardevoir, quien observaba el entorno con una calma mística. Battler esbozó una sonrisa orgullosa al ver a los personajes principales de su historia reunidos ante él...aunque, al mirarlos detenidamente, se dio cuenta de que el grupo se veía un tanto reducido para una sesión de preguntas y respuestas.
—Hmm...bueno, esto parece más una reunión privada que una sesión interactiva completa, no creen? —musitó para sí, frotándose la barbilla. Con una sonrisa de autosuficiencia, añadió— supongo que para la próxima deberé hacer una invitación más extensa. Quizá incluso podríamos invitar a algún otro habitante de Alola...o de otros mundos. Eso haría las cosas interesantes.
Sacudió la cabeza para volver al momento presente y, con aire de anfitrión, se acercó a los tres. Extendiendo los brazos en un gesto amistoso, los saludó, su voz resonando con un tono cálido y acogedor.
—¡Bienvenidos, Magnamalo, Ralts, Gardevoir! Este será un momento especial; hoy responderemos a las preguntas de aquellos que han estado siguiendo sus aventuras de cerca. Y, por supuesto, ustedes tendrán la oportunidad de compartir sus pensamientos también. Así que, tomen asiento, pónganse cómodos, y...demos inicio a esta sesión de preguntas y respuestas!
Justo en el momento en que Battler exclamo esas palabras, ocurrió algo inesperado. Magnamalo, habitualmente comunicándose solo a través de la mente con la ayuda de los poderes psíquicos de Gardevoir, sintió cómo su propia voz se manifestaba de manera real, vibrando en el aire. Una profunda exclamación, grave y poderosa, resonó en aquel lugar:
—Pero qué es todo esto? Qué...está pasando aquí?
El desconcierto era evidente en su mirada feroz, y a su alrededor, las llamas purpúreas que solían rodearlo chisporrotearon brevemente, reflejando su confusión. Ralts y Gardevoir, igualmente perplejos, intercambiaron miradas y se volvieron hacia Battler, esperando alguna respuesta.
Battler, sorprendido y algo divertido por la reacción de sus personajes, levantó las manos en señal de calma.
—¡Tranquilos, tranquilos! —dijo, mirando a cada uno— todo esto puede parecer extraño, pero les aseguro que no hay nada que temer. Están en un espacio especial, algo así como...una realidad meta-física entre sus mundos y el paraíso dorado. Hoy, su audiencia está ansiosa por conocer más sobre ustedes y sus aventuras. Así que pensé que sería una gran idea reunirnos para responder sus preguntas.
Gardevoir, serena pero evidentemente confundida, inclinó la cabeza levemente.
—Entonces...estos "seguidores" de los que hablas son quienes ven nuestra historia? —preguntó, su voz sonando como un suave eco mental.
Battler asintió con entusiasmo.
—Exactamente, Gardevoir. Ellos son los que han estado atentos a cada uno de sus movimientos, de sus luchas y logros! —giró hacia Magnamalo, quien todavía observaba todo con escepticismo— y a ti, Magnamalo, especialmente han estado siguiéndote en cada paso que das en Alola. Hoy es su oportunidad de escuchar directamente de ustedes.
Ralts, que hasta entonces había estado mirando a su alrededor con curiosidad, se animó a preguntar.
—Entonces...solo tenemos que responder lo que ellos quieran saber?
Battler le dio una sonrisa tranquilizadora.
—Exactamente, pequeñín. Solo relájense y disfruten de esta experiencia. No siempre se tiene la oportunidad de hablar con quienes les admiran, cierto?
Con esta breve explicación, las dudas de sus personajes comenzaron a disiparse, y cada uno tomó asiento, esperando la primera pregunta.
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Battler sonrió al leer la primera pregunta que apareció en el aire frente a él, flotando como si estuviera escrita en un pergamino dorado.
—"una pregunta r3434r3 de conde salio la idea de un mostruoso samurai ? y por sierto tu historia es muy inmersiva" —leyó en voz alta, deleitándose un poco con la forma en que el usuario se había expresado. Luego, con una sonrisa, se acomodó en su silla, cruzando una pierna sobre la otra mientras preparaba su respuesta.
—Ah, buena pregunta —dijo, con un tono reflexivo—. La idea de un monstruoso samurái no fue algo que surgiera de la nada. De hecho, me inspiré en otra historia que toca esa misma temática. En ella, el protagonista reencarnaba en un monstruo de Monster Hunter, en este caso en un Zinogre, la verdad se las recomiendo mucho.
Battler hizo una pausa, lanzando una mirada a Magnamalo, quien escuchaba con una expresión intrigada.
—Y al momento de escribir, quería darle a Magnamalo no solo la apariencia de un monstruo formidable, sino también una esencia digna de un guerrero que sigue su propio código. Esa combinación hace que cada combate suyo sea más que una simple pelea; es una especie de danza letal, como la de un samurái en batalla.
Se recostó en su asiento, con una sonrisa de satisfacción.
—Y, bueno, me alegra mucho que sientas la historia inmersiva. Eso es lo que más disfruto de escribir...hacer que se sientan realmente dentro del mundo, viviendo cada instante junto a los personajes. Gracias por la pregunta!
La siguiente pregunta apareció de inmediato en la pantalla, resaltada con letras claras y nítidas:
—"¿Vas a incluir el mineral vinculante de 'Monster Hunter Stories'?"
Battler frunció el ceño ligeramente al leerla, su dedo pausándose sobre la máquina de escribir que usaba como manera de relajarse mientras pensaba en la respuesta. Después de unos segundos, exclamó con una sonrisa amable, mirando a los personajes alrededor.
—Hmm...esa es una buena pregunta, pero no, no voy a incluir elementos de Monster Hunter Stories en esta historia. Aunque me encanta esa saga, quiero mantener el enfoque en el universo de la saga principal de Monster Hunter —dijo, levantando un dedo como para subrayar su punto— las historias de Monster Hunter Stories tienen su propio tono y elementos, como el mineral vinculante, que no encajan exactamente con la atmósfera y las reglas que sigo aquí. Lo que sí voy a hacer es incluir muchas cosas de la saga principal, como las criaturas, los entornos y, por supuesto, las mecánicas de combate. A medida que avance la historia, podrán ver cómo los elementos tradicionales de Monster Hunter se integran más y más.
Magnamalo, que había estado observando a Battler con atención, frunció el ceño, su cola levantándose levemente como si estuviera evaluando las palabras del joven. Luego, su voz resonó, aún sorprendido por la posibilidad de nuevas sorpresas.
—Hmm...eso suena...interesante —dijo, mirando con cautela hacia el horizonte de su mundo recién descubierto— espero con ansias ver qué más se nos presentará. Habrá algo aún más fuerte que yo a futuro?
Battler, sonriendo ante la curiosa naturaleza de Magnamalo, asintió con seguridad.
—Oh, sin duda. Hay muchas criaturas poderosas por descubrir, Magnamalo. Pero no te preocupes, siempre estarás en la cima...por ahora.
Magnamalo, satisfecho con la respuesta, dejó escapar un rugido bajo, como si se preparara para enfrentar cualquier desafío que el futuro le trajera.
La siguiente pregunta apareció con una simplicidad encantadora, causando que Battler soltase una ligera risa al leerla:
—"Pizzas o hamburguesas?"
Por un momento, se quedó pensativo, como si estuviera eligiendo entre dos grandes placeres. No podía evitar divertirse con lo simple y directa de la pregunta, un respiro entre todas las cuestiones más profundas. Miró a los personajes a su alrededor, y luego, con una sonrisa divertida, se inclinó hacia la cámara imaginaria como si estuviera a punto de hacer una revelación épica.
—Bueno, esa es una pregunta que realmente no esperaba, pero me gusta —dijo, alzando una ceja en un gesto juguetón— a decir verdad...si tuviera que elegir, probablemente me quedaría con una pizza. Es fácil, deliciosa y se puede personalizar de tantas maneras. Y quién no disfruta de una buena pizza, verdad?
Se echó hacia atrás en su silla, riendo levemente.
—Aunque, las hamburguesas también tienen su encanto, no lo voy a negar. Nada como una buena hamburguesa jugosa cuando tienes hambre! Pero, en esta ocasión, la pizza se lleva el primer lugar.
Magnamalo, que había estado observando con atención, inclinó la cabeza de forma curiosa, como si estuviera interesado en comprender la importancia de tal elección.
—Pizzas? Hamburguesas? —dijo, confundido pero intrigado— creo que me quedo con las hamburguesas.
Ralts, que había estado quieto y en silencio hasta ese momento, levantó las manos de forma inocente.
—Yo no conozco esas cosas...son buenas para comer?
Battler rió por la espontaneidad de sus amigos y les explicó rápidamente.
—Sí, son...alimentos comunes en nuestros mundos. Tal vez algún día lo pruebes, aunque no sé si una pizza sería adecuada para ti Ralts.
Ralts asintió en silencio, como si la idea de una pizza le pareciera extraña, pero al mismo tiempo, no dijo nada más, como si estuviera dispuesto a dejarse sorprender.
La siguiente pregunta apareció casi inmediatamente, causando que Battler frunciera un poco el ceño al leerla:
—"Goku o Saitama?"
Un suspiro escapó de sus labios, ya sabiendo que esta sería una de esas preguntas complicadas que lo hacían dudar. Sin pensarlo demasiado, exclamó de manera rápida y casi automática:
—Goku.
Se quedó mirando la pregunta por un momento, como si estuviera considerando añadir algo más. Luego, levantó las manos, tratando de explicarse con un tono tranquilo.
—A ver, no es que me entusiasme demasiado ninguno de los dos. Ambos tienen sus...peculiaridades que me hacen fruncir el ceño. Pero si tuviera que elegir, me quedo con Goku, principalmente porque...bueno, me gusta cómo disfruta de superar sus propios límites. Es alguien que constantemente busca formas de mejorar y escalar su poder, lo cual es algo que puedo respetar, aunque, admito, su entusiasmo por pelear se vuelve...un poco molesto a veces.
Hizo una pausa, buscando las palabras correctas.
—En cambio, Saitama...es un personaje que, si bien es increíblemente fuerte, no me termina de atraer. Tiene todo ese poder sin la misma motivación o desarrollo. Es como si fuera el poder puro y absoluto sin ningún tipo de desafío real, y...eso no me termina de agradar. No sé si me entienden, pero Goku me cae mejor, por lo menos tiene mas razones para pelear.
Magnamalo, quien había estado observando todo esto en silencio, observó atentamente a Battler, con la comprensión de un guerrero experimentado.
—Así que Goku...un guerrero que disfruta del desafío de escalar sus poderes? —dijo, sus ojos brillando con una luz pensativa— quizá eso es algo que puedo entender. Después de todo, siempre busco oponentes que desafíen mis límites.
Battler sonrió, asintiendo con aprobación.
—Exacto, Magnamalo. Eso es! El desafío y la superación personal son lo que realmente importa para muchos de esos personajes. Aunque bueno, Goku a veces puede ser un poco...excesivo.
Ralts, aún un poco confundido por las referencias, miró a Gardevoir y preguntó en voz baja.
—Goku? Saitama? Son...amigos?
Gardevoir, con una ligera sonrisa en el rostro luego de que Battler le mandará información de los dos personajes, se inclinó hacia él.
—No exactamente, Ralts. Son personajes de diferentes historias, pero ambos son conocidos por su increíble fuerza. Aunque creo que Battler tiene su preferencia clara por uno de ellos.
Ralts asintió, todavía procesando la información mientras escuchaba atentamente.
La siguiente pregunta apareció ante Battler, claramente detallada y con una serie de subpreguntas que lo hicieron pensar un momento antes de responder:
—"Cual es tu juego de Monster Hunter favorito, y cual es tu juego favorito de Pokémon? Y de paso, cual es tu pokemon y monstruo favorito?"
Battler no dudó ni un segundo. Con una sonrisa nostálgica, respondió de inmediato:
—Ah, esa es fácil. Mi juego favorito de Monster Hunter es Monster Hunter Portable 3rd. Ese fue el primero que realmente jugué de la saga, cuando aún era un niño y no sabía nada sobre el mundo de Monster Hunter. Recuerdo la emoción de cazar monstruos gigantes por primera vez, y la sensación de estar completamente inmerso en un mundo tan vasto. Aunque hoy en día hay muchos otros títulos increíbles, Portable 3rd siempre tendrá un lugar especial en mi corazón.
Se acomodó en su silla, levantando una mano como si estuviera compartiendo un secreto con los personajes presentes.
—Y en cuanto a Pokémon, mi favorito tiene que ser Pokémon Esmeralda. Fue el primer juego que jugué en la saga y me introdujo a todo el universo Pokémon. Recuerdo las largas horas en las que me perdía en Hoenn, eligiendo mi primer Pokémon y viviendo cada aventura. Esmeralda fue el que me hizo amar a la serie, por lo que tiene un valor sentimental muy grande para mí.
Luego, mirando hacia los personajes de su fanfic, una sonrisa aún más amplia apareció en su rostro mientras respondía a las últimas partes de la pregunta.
—Mi monstruo favorito de Monster Hunter tiene que ser Tigrex. Esa bestia salvaje, feroz y con un poder destructivo...simplemente me encanta. Tiene esa esencia primitiva que me atrae, un verdadero reto para cualquier cazador. Cada encuentro con él es épico, y siempre me ha parecido un monstruo impresionante.
Battler hizo una pausa antes de agregar con un brillo en los ojos:
—Y en cuanto a Pokémon, no puedo evitar decir que Skeledirge es mi favorito. Me encanta su diseño y su tipo, y su estilo de combate...es todo lo que busco en un Pokémon. Además, esa mezcla de fuego y espíritu que tiene...es simplemente genial!
Magnamalo, que había estado escuchando atentamente, se acercó un poco más, observando con interés.
—Tigrex...recuerdo que me enfrente al guadaña —dijo, sus ojos resplandeciendo con una chispa de emoción— tal vez algún día me enfrente a al original o a sus variantes.
Battler rió ante la idea.
—Oh, sin duda, Magnamalo. Tigrex es un monstruo feroz, pero si alguien puede enfrentarse a él, ese serías tú.
Ralts, mirando hacia arriba, expresó su curiosidad.
—Skeledirge? Es un Pokémon...de fuego?
Gardevoir, sonriendo suavemente, asintió.
—Sí, Ralts. Skeledirge es un Pokémon de fuego y fantasmal, muy diferente a nosotros, pero también con una gran fuerza y una conexión con su espíritu. Creo que Battler tiene un gusto muy particular por los seres poderosos.
Battler asintió con una sonrisa orgullosa.
—Exactamente. Nada como los poderosos monstruos y Pokémon para mantener las cosas interesantes!
La siguiente pregunta apareció, y esta vez parecía más bien un desafío interesante:
—"Si pudieras lanzar un kamehameha una vez durante toda tu vida, dónde lo lanzarías?"
Battler, sin pensarlo demasiado, respondió con rapidez y una sonrisa juguetona.
—Ah, fácil. Lo lanzaría en Uruguay.
Hizo una pausa, viendo las caras curiosas de los demás personajes mientras se acomodaba en su silla, ya preparándose para continuar.
—Para erradi- —añadió, pero se detuvo de inmediato al notar una mirada fulminante proveniente de Gardevoir.
Antes de que pudiera decir más, Gardevoir, con una seriedad inesperada, levantó un dedo y lo miró de manera imponente. Ralts, al ver la atmósfera tensa, cubrió sus oídos de inmediato, confundido pero claramente alarmado por la repentina tensión en el aire.
—Battler —dijo Gardevoir, con voz baja pero clara— eso no es algo que se deba decir, ni siquiera en broma. Todos los lugares merecen ser respetados.
Battler, sintiendo el peso de la mirada de Gardevoir, levantó las manos en señal de rendición.
—¡Lo siento, lo siento! No quise ofender a nadie. Estaba bromeando, claro, pero entiendo que no es algo para tomar a la ligera jaja.
Magnamalo, que había estado escuchando en silencio, no pudo evitar soltar una risa baja, alzando su gran cola y cruzando sus patas.
—¡Jajaja! Uruguay, eh?, recuerdo que era un lugar lleno de idiotas. Aunque prefiero no lanzar rayos de energía, yo voy mas a lo clásico, un combate cuerpo a cuerpo.
Battler, aliviado por la intervención de Magnamalo, se recostó un poco más en su silla, rascándose la cabeza.
—Sí, tienes razón, Magnamalo. Lo que realmente importa es estar listo para la acción directa cuando llegue el momento. Pero también debo recordar que algunas bromas pueden ser mal interpretadas.
Gardevoir suspiró suavemente, relajando su postura mientras sonreía levemente.
—Me alegra que lo entiendas, Battler. Ahora, tal vez deberías elegir un lugar...menos problemático para tu kamehameha.
Battler sonrió tímidamente, asintiendo.
—De acuerdo, de acuerdo. Vamos a decir que lanzaría el kamehameha en algún lugar tranquilo, tal vez...no sé...en una montaña solitaria. Así, nadie sale herido.
Ralts, aliviado por el cambio de tema, asintió con una gran sonrisa.
—Sí! Montañas solitarias suenan bien!
Battler asintió con una sonrisa sincera, sintiendo que todo había vuelto a la calma.
La siguiente pregunta hizo a Battler arquear una ceja, preguntándose si acaso alguien intentaba hacerle una broma divertida:
—"Machete o katana?"
Battler soltó una risa rápida antes de responder con facilidad, como si ya hubiera pensado en esto alguna vez:
—Machete, definitivamente. A ver, aunque las katanas tienen un diseño impresionante y son verdaderamente elegantes, hay algo práctico en un machete. Es sencillo, útil, y siempre a la mano si necesitas defenderte. No es tan estilizado como una katana, pero cuando se trata de estar listo para cualquier situación, el machete es la mejor opción.
Se quedó pensando sus propias palabras, casi como si estuviera considerando una vez más las ventajas de cada arma.
—Pero eso no quita que admire las katanas. Son obras de arte, en cierto sentido. Su diseño, el filo, el balance...tienen toda una historia detrás, una tradición que me atrae muchísimo. Así que, aunque elegiría el machete por cuestiones prácticas, el respeto por la katana siempre está ahí.
Magnamalo asintió lentamente, comprendiendo las palabras de Battler.
—Eso tiene sentido. Un arma que puedas utilizar de inmediato, sin importar dónde estés. En combate, siempre es mejor algo sencillo y eficaz, aunque...admito que me atrae la idea de una espada elegante como la katana.
Gardevoir, que había estado observando con interés, inclinó la cabeza y preguntó:
—Pero de verdad importa tanto el arma que uses? Si tienes la habilidad suficiente, hasta una rama serviría para defenderte, no?
Battler asintió, sonriendo ante la sabiduría de Gardevoir.
—Exactamente, Gardevoir. Al final, no es el arma, sino el usuario quien marca la diferencia. Pero, a veces, el estilo y la esencia de un arma también inspiran.
Ralts, en su inocencia, se inclinó hacia Gardevoir y susurró.
—Qué es un machete? Es...algún tipo de cuchillo grande?
Gardevoir asintió, respondiendo suavemente.
—Algo así, Ralts. Es un arma que, como dice Battler, puede ser muy útil en combate.
La siguiente pregunta apareció en la lista, y Battler apenas pudo leerla antes de quedarse en silencio, procesando la simplicidad de la cuestión:
—"Por qué la gallina cruzó la calle?"
Por un segundo, la expresión de Battler fue de completa seriedad, como si estuviera reflexionando profundamente sobre la filosofía de aquella pregunta ancestral...pero un instante después, no pudo contenerse más y estalló en carcajadas.
—Jajajaja! De verdad me preguntaron eso?! "Por qué la gallina cruzó la calle"?! —exclamó entre risas, llevándose una mano a la frente mientras trataba de recuperar el aliento.
Los personajes presentes lo observaban, algunos más confundidos que otros. Ralts ladeó la cabeza, visiblemente perplejo.
—Qué es tan gracioso? —preguntó Ralts, mirando a Gardevoir en busca de respuestas.
Gardevoir, quien también se veía un tanto intrigada, explicó con calma.
—Es un chiste muy antiguo, Ralts. Algo así como...una broma que no tiene mucho sentido, pero que hace reír a la gente por su simplicidad.
Magnamalo, aún sin entender completamente el chiste, observó a Battler, quien seguía riendo sin poder detenerse.
—Así que la gallina cruzó la calle...ohhhh ya entendí jajajajajaja! —comenzó a reír Magnamalo de igual manera que Battler.
Battler, tratando de calmarse, asintió entre risas.
—Son ese tipo de cosas que no necesitan una buena pregunta jajajaja! Solo hay que reírse!
Tras un buen rato, finalmente logró calmarse, secándose las lágrimas de los ojos.
—Bien, bien...me encantan estas preguntas inesperadas. Sigan así!
La siguiente pregunta en la lista era algo más seria y estaba claramente dirigida hacia Magnamalo, quien la leyó en silencio antes de responder con calma:
—"Y para el prota, durante la pelea contra Tapu Koko, lo diste todo (sin contar la técnica perfecta) o te contuviste a propósito?"
Magnamalo, pensativo y con una mirada serena, se tomó un momento antes de responder.
—La verdad, fue más una prueba de fuerza que un combate real —explicó, sus palabras firmes pero llenas de respeto hacia su oponente— más allá de un enfrentamiento serio, lo vi como una oportunidad para medir el poder de ambos...como un sparring o entrenamiento un poco más intenso, por decirlo así.
Gardevoir asintió, entendiendo perfectamente la mentalidad de su compañero.
—Así que no te estabas esforzando al máximo, sino que querías ver hasta dónde llegarían ambos sin cruzar los límites de un combate a muerte.
Magnamalo asintió.
—Exacto. En ese encuentro, no era cuestión de derrotar a Tapu Koko, sino de aprender y entender cómo nuestros poderes se enfrentaban. Aunque si llegara el momento en que ambos lucháramos en serio...eso sería una historia completamente diferente.
Ralts miró a Magnamalo con ojos llenos de asombro.
—Wow! Eso suena increíble! Así que Tapu Koko es realmente fuerte, verdad?
—Bastante —respondió Magnamalo, con una ligera sonrisa— su fuerza y velocidad son algo a resaltar. Pero el día que demos todo lo que tenemos...el verdadero poder de cada uno saldrá a la luz.
La siguiente pregunta parecía despertar una chispa especial en Battler, quien la leyó en voz alta:
—"El equipo rocket va a aparecer?"
Sin pensarlo ni un segundo, Battler respondió con una exclamación llena de entusiasmo.
—Sí, absolutamente! Claro que el Team Rocket va a aparecer. Sería una locura que no estuvieran aquí...esto no sería una buena historia de pokemon sin ellos!
Magnamalo, curioso, giró ligeramente la cabeza hacia Battler.
—El Team Rocket? Enserio van a aparecer? Voy a tener que enfrentarlos?
Battler rió al escuchar las preguntas y negó con la cabeza.
—Bueno, depende de cómo vaya todo. No creo que tengas que enfrentarlos, pero tendrán sus momentos...y, voy a admitir algo, su perseverancia es admirable. Tienen esa habilidad de aparecer cuando menos te lo esperas, causando caos por todos lados.
Gardevoir asintió, sonriendo suavemente.
—Parecen...como una especie de antagonistas cómicos, entonces?
Battler asintió, divertido.
—Exacto. Pero no los subestimen...aunque sean algo graciosos, a veces también pueden sorprender con sus planes. Y créanme, traerán más de un buen momento a la historia.
La siguiente pregunta captó la atención de todos en la sala, y hasta provocó una carcajada en Battler antes de que respondiera:
—"Ash será quien lo capture?"
Battler negó tranquilamente, recuperándose de la risa mientras lanzaba una mirada a Magnamalo, como si la idea fuera más absurda de lo que parecía a simple vista.
—No, no... —explicó, sonriendo con confianza— Magnamalo es un espíritu muy libre. No es el tipo de ser que alguien pueda capturar fácilmente, ni siquiera alguien como Ash. Además, dudo mucho que alguien pueda convencer a Magnamalo de quedarse en una pokebola...él tiene su propio camino y su propia voluntad.
Magnamalo, al escuchar esto, levantó la cabeza con orgullo, visiblemente complacido con la respuesta.
—Así es. —Su voz sonó profunda y decidida— no tengo intención de pertenecer a nadie. Mis decisiones, mis batallas y mi libertad no están a disposición de nadie más que de mí mismo.
Ralts miró a Magnamalo con ojos brillantes, impresionado por su respuesta.
—Eso es genial, Magnamalo! Eres como...un guerrero solitario!
Battler asintió, sonriendo ante la admiración de Ralts.
—Exactamente, Ralts. Y eso es lo que hace a Magnamalo tan especial en esta historia...su independencia, su poder, y su espíritu.
Cuando Battler leyó la siguiente pregunta, su expresión cambió, y con un gesto decidido detuvo el tiempo en aquel espacio meta-físico. La pregunta, tras leerla en voz baja, lo hizo pensar:
—"Podrá aparecer Magnamalo humillado como un enemigo en el futuro o estará la posibilidad de que el prota se vuelva uno, teniendo un enfrentamiento con su aprendiz cuando ya esté totalmente entrenado?"
Tras un momento de silencio, Battler suspiró y murmuró su respuesta en voz baja, como si compartiera un secreto.
—Eso...eso será algo que se verá a futuro. Hay muchas posibilidades en esta historia, y aunque me encantaría compartir más detalles, creo que es mejor mantener ciertas sorpresas.
Miró a Magnamalo, quien permanecía inmóvil, ajeno al tema, y sonrió para sí mismo.
—No puedo revelar demasiado ahora, pero lo que sí puedo decir es que, a veces, las relaciones y los caminos pueden cambiar de maneras inesperadas. Dejaré que esa posibilidad quede abierta y que todos ustedes sigan especulando...es lo que hace que todo esto sea tan emocionante, no?
Con eso, Battler chasqueó los dedos y restauró el tiempo, volviendo al momento en que las preguntas continuaban. Para todos los demás, nada había pasado...y la curiosidad continuaba sin respuesta.
Cuando el tiempo en el espacio metafísico volvió a fluir con normalidad, una nueva pregunta se manifestó, llamando la atención de todos en la sala:
—"¿El Magnamalo va a tener nombre? Yo recomendaría Kenpachi o Nozarashi."
Battler, con una sonrisa, leyó la pregunta en voz alta y asintió ante la sugerencia.
—Me alegra que lo pregunten. De hecho, Magnamalo, Gardevoir y Ralts ya tienen nombres asegurados, pero estos se van a revelar más adelante en la trama. Quiero que esos nombres tengan un significado especial, que reflejen lo que cada uno de ellos representa o ha llegado a ser a lo largo de la historia.
Magnamalo escuchó con una leve sonrisa, sabiendo perfectamente que pronto su identidad sería revelada mas a futuro.
—Puedo directamente revelarlo pero...siento que hay algo que me lo impide —comentó, de manera mas tranquila.
Ralts, emocionado, preguntó de inmediato:
—Enserio voy a tener nombre? Cual será!
Battler negó suavemente con la cabeza, mirando a Ralts con una sonrisa divertida.
—Tendrás que esperar un poco más, amigo. A su debido tiempo, tu nombre también será revelado, y estoy seguro de que te encantará.
Battler leyó el comentario en voz baja, apenas conteniendo una pequeña risa cuando llegó a la parte entre paréntesis:
—"Tengo ganas de verlo pelear contra las espadas de Unova (los unicornios esos)."
Se detuvo un momento, claramente entretenido por la forma en que estaba escrito, y luego explicó con una sonrisa:
—Bueno, aunque no es una pregunta, la idea de ver a Magnamalo enfrentarse a las Espadas de Unova no está fuera de consideración. Es algo que podría suceder en el futuro...aunque, como ya saben, eso dependerá de cómo evolucione la historia.
Magnamalo, al escuchar la mención de aquellos guerreros legendarios, entrecerró los ojos, pensativo.
—Espadas de Unova? Los recuerdo bastante bien, en algún momento deseo enfrentarme a alguno de ellos.
Battler asintió, notando el interés de Magnamalo.
—Es probable que esos "unicornios" tengan mucho por ofrecer en cuanto a desafío y honor, así que...quién sabe. Quizás algún día ese combate entre guerreros de distintos mundos llegue a suceder.
La siguiente pregunta llegó acompañada de una imagen intrigante que parecía hacerle una pregunta a Magnamalo directamente. Battler observó la imagen con atención, y al captar el contenido del comentario, intercambió una mirada con Magnamalo.
Por un instante, pareció que el gran guerrero de Alola iba a responder, pero en cambio, guardó silencio, sus ojos brillando con un enigma impenetrable.
Battler se encogió de hombros y sonrió, manteniendo el mismo aire de misterio.
—Bueno, parece que esa pregunta quedará sin respuesta... —dijo con una calma que apenas disimulaba su propio interés— Magnamalo es un ser con secretos, y aunque quisiera revelarlos, creo que no lo hará. Y aunque pudiera...hay cosas que deben permanecer en las sombras por ahora.
Magnamalo asintió, dejando que una sonrisa apenas perceptible curvara sus labios feroces.
—Mi nombre es algo que aún no revelaré aunque quisiera.
Con eso, ambos volvieron a sus posiciones, dejando el misterio en el aire y la pregunta sin responder.
La siguiente pregunta llegó, esta vez un tanto técnica y llena de curiosidad:
—"Una pregunta más a qué nivel están Magnamalo y Gardevoir?"
Battler se tomó un momento para reflexionar, y luego comenzó a responder con seriedad, explicando el poder de ambos personajes de una manera clara.
—Bueno, para Gardevoir, si hablamos de niveles dentro de los legendarios, ella se encuentra en el puesto 11, rivalizando en poder con Mewtwo. Es un ser increíblemente poderoso, con habilidades psíquicas que la colocan muy cerca de algunos de los más fuertes dentro del universo Pokémon. No es una simple pokemon, es una campeona entre los poderosos.
Gardevoir, al escuchar la descripción, sonrió con humildad, aunque sus ojos brillaban con confianza.
—Es cierto que mi poder es considerable, pero me esfuerzo constantemente por mejorar. No me conformo con ser fuerte, quiero ser una verdadera protectora.
Luego, Battler dirigió su atención hacia Magnamalo, quien lo observaba con atención.
—En cuanto a Magnamalo, en términos físicos, es igual de poderoso que los que comparten el puesto 9 entre los más fuertes, como Xerneas e Yveltal. Tiene una fuerza bruta impresionante, y sus habilidades de combate son prácticamente inigualables en el mundo físico. Si hablamos de pura agresividad y capacidad destructiva, no hay muchos que puedan competir con él.
Magnamalo, al escuchar esto, hizo una ligera reverencia, mostrando su orgullo por su poder.
—Es la pura verdad. Mi fuerza ha sido forjada a través de batallas y desafíos constantes. Pero aún tengo mucho que aprender y muchas pruebas que superar.
Battler sonrió, satisfecho con la respuesta.
—Exacto! Ambos son increíblemente poderosos, pero como siempre dicen, el poder no lo es todo. Es la forma en que lo usas lo que realmente marca la diferencia.
Una nueva pregunta apareció, breve y directa:
—"Pregunta rápida vincularás a Monster Hunter con pokemon?"
Battler se quedó mirando la pregunta por un momento, sus ojos se tornaron en blanco mientras pensaba en una respuesta adecuada. Finalmente, soltó una ligera risa y respondió con tranquilidad:
—Bueno...ya con la presencia de Magnamalo, se da a entender que los mundos de Monster Hunter y pokemon ya están vinculados, ¿no? Es algo natural, no se puede negar. Magnamalo mismo es una representación de ese cruce de mundos. Además, las influencias de Monster Hunter se verán reflejadas en cómo se desarrollan los personajes y las aventuras, pero como siempre, manteniendo la esencia de pokemon en su propio universo.
Magnamalo, al escuchar la mención de su propio rol como el nexo entre esos mundos, asintió con una leve sonrisa.
—Ciertamente eso es algo que me sorprende en verdad.
Battler continuó, con una sonrisa divertida:
—Y esa es la belleza de esta historia. Aunque pokemon y Monster Hunter tienen mundos muy distintos, las conexiones entre ellos son lo que hace todo más interesante.
La siguiente pregunta apareció en la pantalla, esta vez con un tono más curioso e interesante:
—"Otra pregunta les mostrarás a los protas a los cazadores de Monster Hunter?"
Battler se detuvo por un momento, analizando la pregunta con más profundidad. Había algo en ella que lo hizo pensar en el futuro de la historia, sobre cómo los cazadores, personajes esenciales en el universo de Monster Hunter, podrían integrarse en el mundo de pokemon. Finalmente, con una mirada más seria, comenzó a dar su respuesta:
—Es una buena pregunta, y tiene mucha relevancia para el desarrollo de la historia. La verdad es que, sí, posiblemente algún cazador pueda aparecer en el futuro, pero...no será uno de los cazadores tradicionales del lore de Monster Hunter. Estoy tratando de mantener una separación entre los universos, aunque hay muchas formas en las que podría haber interacciones.
Battler pausó por un momento, como si estuviera considerando todas las posibilidades. Luego, continuó con una leve sonrisa en el rostro, consciente de que la trama podría tomar giros inesperados.
—Pienso que un cazador en este contexto podría ser alguien semejante al jugador, alguien perseverante y que este decidido a ganar siempre.
Magnamalo, escuchando con atención, miró a Battler antes de intervenir, mostrando su propia perspectiva.
—Eso suena interesante. Si un cazador aparece, tendría que ser alguien que entienda el valor de la lucha y el honor. Pero podría ser bastante peligroso para el ecosistema.
Battler asintió, agradecido por la perspectiva de Magnamalo.
—Exactamente. Y eso es lo que quiero explorar. Habrá momentos de conflicto, pero también oportunidades para el crecimiento y la camaradería. No será fácil, pero será emocionante ver cómo todo se va desarrollando.
Finalmente, Battler se giró hacia la cámara invisible para hablar.
—Así que, sí...habrá cazadores en la historia. Pero como siempre, serán parte de un mundo más grande y lleno de sorpresas. Aún tenemos mucho que explorar juntos!
Ante la nueva pregunta, tanto Battler como Magnamalo se miraron por un instante, captando el tono serio de la interrogante:
—"El prota sería capaz de ser capturado? Porque tengamos en cuenta que él no es un pokémon, sino un monstruo de otro mundo. Quizá eso lo haga imposible de capturar."
Battler tomó unos segundos para procesar la pregunta y luego, con un aire pensativo, comenzó su respuesta. Sabía que esta era una duda lógica y bien planteada, especialmente considerando las diferencias entre el mundo de pokemon y el de Monster Hunter.
—Es una excelente pregunta, y la respuesta...digamos que es un 50/50. La razón es que, al venir de otro mundo y tener habilidades y resistencias que no pertenecen naturalmente al universo de pokemon, Magnamalo no es como los pokemon que normalmente podrían ser capturados por una pokebola. No es una criatura que encaje en las reglas de este mundo de forma tan sencilla. De hecho, si alguien intentara capturarlo con una pokebola común, creo que probablemente fallaría de inmediato.
Battler hizo una pausa, observando las reacciones de sus personajes antes de continuar con una leve sonrisa.
—Ahora bien, si hablamos de la posibilidad de capturarlo, teóricamente, con una pokebola especializada, algo que esté diseñado exclusivamente para criaturas tan resistentes y ajenas como él, entonces sí...quizás tendría algo de sentido. Pero sería un esfuerzo enorme, uno que requeriría tecnología avanzada o incluso el uso de materiales especiales que los humanos de este mundo aún no tienen.
Magnamalo asintió, satisfecho con la respuesta de Battler, y exclamó con orgullo:
—Es cierto. No soy una criatura que se dejaría atrapar con facilidad, no sólo por la fuerza de mi cuerpo, sino por la libertad que llevo en mi espíritu. Soy un guerrero y un monstruo que desafía las reglas de este mundo.
Battler sonrió al ver la reacción de Magnamalo, comprendiendo el valor de lo que representaba su libertad.
—Y eso es lo importante. Magnamalo, como personaje, no sólo es poderoso físicamente. También es una criatura de otro mundo que sigue sus propias reglas y valores. Así que, por el momento, su libertad está asegurada...aunque siempre cabe la posibilidad de que un desafío mayor lo ponga a prueba.
Terminando con un toque de misterio, Battler se acomodó en su asiento y dirigió una mirada cómplice hacia Magnamalo, quien sólo asentía, manteniendo su postura firme y orgullosa.
Battler no pudo evitar reír al leer la pregunta que acababa de aparecer en la pantalla:
—"Arma principal en Monster Hunter? (si dices espada larga me mato, si dices lanza te invito cordialmente a ser panas en discord)"
Entre risas, se acomodó en su asiento y respondió con entusiasmo:
—Bien, bien! Supongo que puedo evitar cualquier tragedia. Aunque he probado varias armas, debo decir que las espadas dobles y la lanza son mis favoritas. Con las espadas dobles, puedo desatar ataques rápidos y precisos, me siento como un vendaval en pleno combate. Pero la lanza...ah, la lanza tiene algo especial, esa mezcla de defensa sólida y ataques calculados me permite pelear con una elegancia única.
Battler hizo una breve pausa, mirando con simpatía la pantalla, antes de añadir:
—Así que, ya sabes, podría considerar pasar mi Discord para una charla de Monster Hunter. Parece que compartimos gusto por una de las mejores armas del juego, no? Sería un honor discutir estrategias de combate y misiones épicas contigo!
Magnamalo, observando desde el fondo, no pudo evitar comentar.
—Espadas dobles, eh? son el tipo de armas con una velocidad a la que en verdad estoy acostumbrado...aunque entiendo la lanza; es algo que un guerrero sabría aprovechar.
Con una sonrisa y una inclinación de cabeza hacia Magnamalo, Battler terminó de responder, contento de haber encontrado afinidad con otro entusiasta de Monster Hunter.
Battler leyó la pregunta y, por un momento, puso una expresión completamente seria, intentando analizar el tono detrás del símbolo familiar:
—"Qué opinas de los moai? (🗿)"
El silencio duró apenas un instante antes de que su seriedad se rompiera y una risa tranquila escapara de él. Luego de un par de risas, se acomodó en su asiento y respondió:
—Ah, los moai! Qué puedo decir? El meme de los moai siempre me saca una sonrisa; ese emoji tiene una expresión tan neutra y absurda que se vuelve perfecto para cualquier situación. Es como si dijera "he visto todo en esta vida y nada me sorprende".
Luego, con un toque de admiración en su voz, agregó:
—Pero, hablando en serio, los moais de la Isla de Pascua siempre me han parecido fascinantes. Hay algo misterioso en ellos; son monumentos que han observado la historia pasar en silencio, como guardianes de un tiempo antiguo. Así que, sí, digamos que tengo un respeto tanto por el meme como por los moais reales. Ambos son, en su forma, símbolos de algo más grande.
Gardevoir y Ralts miraron con curiosidad mientras Battler terminaba su respuesta, y hasta Magnamalo inclinó ligeramente la cabeza, como si también encontrara algún significado oculto en esos enigmáticos rostros de piedra.
La siguiente pregunta apareció en la pantalla, y Battler apenas pudo leerla antes de empezar a reír sin poder controlarse:
—"Aguacate, palta o testículos de árbol?"
La risa le duró un buen rato, con lágrimas en los ojos y sujetándose el estómago mientras repetía en voz baja "testículos de árbol". Finalmente, recuperó la compostura y, limpiándose las lágrimas, ofreció su respuesta:
—Bueno, normalmente las llamo aguacates, pero admito que lo de testículos de árbol es...innovador! Creo que ese apodo se quedará grabado en mi mente por un buen tiempo. Aunque, en ocasiones, también suelo llamarlas paltas, especialmente cuando estoy bromeando con amigos de otros países.
Luego, aún sonriendo, se volvió hacia los demás personajes, como si esperara que alguno compartiera su risa. Magnamalo y Gardevoir lo miraban con cierta confusión, pero Ralts, aunque no entendía del todo el chiste, soltó una risita contagiosa.
Battler se recostó en su silla, satisfecho por el buen humor de la pregunta, y pensó para sí mismo que los seguidores tenían una creatividad única cuando se trataba de hacerle reír.
La siguiente pregunta dejó a Battler en un silencio pensativo por unos segundos:
—"Qué opinas de los leaks de Pokémon? (Typhlosion, lore descartado, Arceus peleando con seres cósmicos no más nacer)"
Battler frunció el ceño, como si estuviera evaluando la seriedad de cada parte de la pregunta. Luego, tras una pausa, comenzó a responder:
—Bueno...no voy a mentir, algunos de esos leaks me dejaron bastante sorprendido, por no decir perturbado. Pero hablemos en serio: siempre es fascinante descubrir historias descartadas, lore que nunca llegó al juego. Saber que Arceus podría haber tenido enfrentamientos cósmicos apenas naciendo le da una nueva dimensión al personaje, haciéndolo ver aún más imponente.
Hizo una pausa, riéndose un poco para sí mismo antes de continuar:
—Pero debo admitir que lo que menos me esperaba era ver a Typhlosion metido en situaciones tan...cómo decirlo...obscenas. Nunca pensé que tendría que ver a un Typhlosion en situaciones tan raras! Pero bueno, supongo que cada franquicia tiene sus momentos extraños.
Magnamalo y Gardevoir intercambiaron miradas algo desconcertadas mientras Battler trataba de contener una sonrisa y añadió, dirigiéndose a ellos:
—Así es el mundo de pokemon, lleno de misterios, secretos y, a veces, cosas que probablemente deberíamos haber dejado sin descubrir.
Cuando Battler leyó la nueva pregunta, frunció el ceño con una mezcla de sorpresa y seriedad:
—"Tienes un consejo para quitar el dolor de espalda? (pregunta urgente)"
Se quedó en silencio por un momento, preguntándose si realmente esperaba que él tuviera la respuesta a una cuestión médica, pero decidió que, si alguien estaba en busca de ayuda, lo menos que podía hacer era dar algún consejo útil.
—Bueno, primero que nada...—empezó, cruzando los brazos y adoptando un tono reflexivo—si el dolor de espalda es muy fuerte o ha durado varios días, lo mejor que puedes hacer es consultar a un médico. No quiero darte consejos que puedan empeorar las cosas, así que tómalo con calma y escucha a tu cuerpo.
Luego, después de una pausa, añadió:
—Pero si es un dolor leve, te sugiero que hagas algunos estiramientos suaves para relajar la zona lumbar. También podrías probar poner una almohada firme detrás de tu espalda baja cuando estés sentado, eso suele ayudar a aliviar la presión. Y claro, una bolsa de agua caliente o una toalla tibia en la zona puede hacer maravillas.
Battler hizo una pequeña pausa, mirando a la cámara con una expresión de genuina preocupación:
—Y no lo dejes pasar si empeora! No queremos que te arriesgues por nada, así que cuida bien esa espalda, de acuerdo?
Los demás personajes miraban a Battler con una mezcla de curiosidad y respeto, notando cómo su humor habitual daba paso a una preocupación sincera por sus seguidores.
Cuando Battler leyó la siguiente pregunta, su expresión cambió de inmediato a una de sorpresa mezclada con resignación:
—"Culos o tetas?"
Sin pensarlo dos veces, chasqueó los dedos y, en un destello de luz, hizo desaparecer a Ralts temporalmente del lugar. No quería que el pequeño pokemon estuviera presente para este tipo de conversación.
Una vez seguro de que Ralts no estaba, soltó un suspiro entre divertido y algo avergonzado, y con una sonrisa medio irónica respondió:
—Bueno...si insisten en preguntarlo, diré que tengo una ligera preferencia por los pechos.
Battler miró a Gardevoir de reojo, sabiendo que el tema era algo...personal. Pero ella solo levantó una ceja con una mezcla de indiferencia y resignación, mientras Magnamalo emitía un suave gruñido de lo que parecía ser incomodidad. Battler rió y levantó las manos, como quien se rinde:
—Tranquilos, tranquilos. Solo es una respuesta rápida para el público. Además, Ralts ni siquiera estuvo aquí para oírlo, así que no hay problema...
Cuando Battler chasqueó los dedos, Ralts apareció nuevamente, sin saber exactamente lo que acababa de suceder, pero seguro de que el ambiente había cambiado un poco. Sin darle más vueltas al tema, se centró en la siguiente pregunta que acababa de aparecer en la pantalla. Su rostro pasó de una ligera diversión a una risa a carcajadas al leerla:
—"Pa cuando la boda?"
En ese momento, la risa de Battler se dejó escuchar por todo el lugar, como si un peso se hubiese soltado de su espalda. Miró a Gardevoir y Magnamalo con una expresión mezcla de diversión y sorpresa, como si fuera una broma que jamás había imaginado.
Magnamalo, que tenía una expresión generalmente seria, se quedó inmóvil por un segundo, claramente confundido y algo avergonzado. Si pudieras ver su rostro con más detalle, notarías cómo una especie de sonrojo aparecía en su rostro, el cual se veía como un tono rojizo en sus mejillas que solo se notaba ligeramente por la textura de su piel.
Gardevoir, por otro lado, no tuvo ningún problema en mostrar su nerviosismo. Su rostro, siempre tan sereno, se iluminó con un claro sonrojo. Dada su piel blanca como la nieve, era imposible no notar su vergüenza. Ella cruzó los brazos y desvió la mirada, mientras murmuraba:
—Esto no es...—su voz quedó apagada por la risa continua de Battler.
—Jajajajaja!—exclamó Battler entre carcajadas, que ya no podía contener— esto está demasiado bueno! Pero...sinceramente no espero que haya boda entre estos dos pronto.
Magnamalo cruzo sus patas aun sentado, con una ligera mueca en su rostro, como si quisiera desviar la atención. Gardevoir, sin embargo, se encogió ligeramente de hombros, intentando calmarse.
—Tendrán que esperar, una boda no está en nuestros planes!—respondió finalmente Magnamalo, con una voz profunda y algo irritada, aunque seguía evitando la mirada de los demás.
Battler, ya más tranquilo, se dio un respiro y se preparó para la siguiente pregunta, sin dejar de sonreír por lo que acababa de pasar.
Cuando la siguiente pregunta apareció en la pantalla, el ambiente en el lugar pareció relajarse un poco después de la tensión creada por la anterior. Esta vez, la pregunta estaba dirigida a Magnamalo, quien aún llevaba el ligero sonrojo de la anterior interacción. La pregunta era sencilla, pero profunda:
—"Si tuvieras la oportunidad de cambiar algo de tu nueva vida, qué sería?"
Magnamalo, al leerla, hizo una pausa por un momento, como si estuviera reflexionando sobre la vida que había dejado atrás y la nueva existencia que ahora llevaba. No era fácil para él, ya que en algún momento, su vida como humano había quedado atrás, y ser un monstruo en el mundo de pokemon le había traído muchos cambios. Sin embargo, su rostro seguía mostrando un atisbo de incomodidad, debido a la anterior pregunta.
Finalmente, levantó la cabeza, mirando a todos los presentes en la sala, y respondió con una calma que contrastaba con la pregunta tan directa:
—La verdad...estoy bien con la vida que tengo ahora. No cambiaría nada de nada. Aunque pueda parecer extraño para algunos...esta oportunidad me da una nueva perspectiva. Todo lo que soy ahora me hace sentir más fuerte, más en control...y eso es algo que no cambiaría por nada.
Battler asintió con una expresión pensativa, notando la seriedad en las palabras de Magnamalo. Sabía que, aunque la vida de Magnamalo había cambiado radicalmente, él había encontrado un propósito en su nueva forma. Gardevoir, que estaba observando la conversación en silencio, le dio una sonrisa suave, aprobando la respuesta de Magnamalo.
—Parece que estás contento con tu camino—comentó Gardevoir con una pequeña sonrisa. Magnamalo asintió con firmeza, como si confirmara sus propias palabras.
Battler, al ver que la conversación tomaba un giro más tranquilo, se sintió aliviado por la sinceridad de la respuesta de Magnamalo. Luego miró a la pantalla y se preparó para la siguiente pregunta.
La última pregunta apareció en pantalla, y al leerla, Battler no pudo evitar soltar una pequeña risa. Esta vez, la pregunta iba dirigida al más pequeño del grupo, Ralts, quien miraba curioso la pregunta.
—"Entre Magnamalo y Gardevoir, ¿a quién quieres más?"
Ralts se quedó en silencio un momento, inclinando la cabeza mientras reflexionaba en su respuesta. El pequeño miraba primero a Gardevoir, luego a Magnamalo, y parecía medir cada pensamiento con cuidado. Después de un par de segundos, finalmente alzó la voz, con una expresión de felicidad inocente:
—Quiero mucho a mamá y papá!
Las palabras de Ralts cayeron como una sorpresa que parecía llenar la habitación. Al escucharlo, tanto Magnamalo como Gardevoir reaccionaron de inmediato, casi como si un rayo hubiera caído sobre ellos. La expresión de Magnamalo era una mezcla de asombro y desconcierto, mientras que Gardevoir, con las mejillas encendidas, cubría su rostro con una mano, completamente avergonzada.
—Ma-mamá? Pa-papá?—balbuceó Magnamalo, intentando procesar lo que acababa de escuchar. Su aspecto imponente parecía menos intimidante y mucho más...vulnerable, como si esa palabra hubiera tocado algo profundo en él.
Gardevoir, aún recuperándose del impacto, miró a Ralts con una mezcla de ternura y vergüenza. Aunque su expresión no mostraba fácilmente sus emociones, el rubor que cubría su rostro delataba lo que estaba sintiendo en ese momento. Ralts, completamente ajeno al revuelo que había causado, simplemente sonrió, encantado de ver a los dos tan cerca de él y sin comprender del todo la magnitud de su declaración.
Battler, con una sonrisa traviesa y una risa contenida, miró a ambos, claramente disfrutando del inesperado giro de los acontecimientos.
—Vaya...parece que el pequeño ha hablado, verdad?—bromeó, dirigiéndose tanto a Magnamalo como a Gardevoir, quienes apenas podían mantener la compostura.
Finalmente, tras unos momentos de nerviosismo, Magnamalo y Gardevoir intercambiaron una mirada, cada uno con una ligera sonrisa, aceptando con calidez el aprecio de Ralts, aunque todavía algo sonrojados. La ternura de esa escena quedó grabada en la mente de todos los presentes, y, en silencio, Battler dejó que aquella tierna escena se desarrollara sin interrupciones, dejando que esa pregunta final fuera un cierre perfecto para el evento de preguntas y respuestas.
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Al concluir la última pregunta, Battler mostró una amplia sonrisa, irradiando una mezcla de satisfacción y genuino afecto hacia el trío que tenía frente a él. Sabía que, aunque sus caminos aún tenían muchos misterios y desafíos, había algo especial en esos momentos compartidos que merecía ser guardado.
—Bueno, ha sido un placer tenerlos aquí—exclamó con entusiasmo, su voz cálida llenando el ambiente— no quiero borrar este momento de sus memorias. Así que, en su lugar, guardaré sus recuerdos para dárselos cuando vuelvan a futuro. Será una manera rápida, así que pueden estar tranquilos.
Magnamalo, Gardevoir y Ralts lo miraban con expresiones de agradecimiento y curiosidad. Quizá no comprendían del todo las dimensiones de lo que sucedía, pero sí captaban el significado emocional de las palabras de Battler. Él sabía que sus caminos estaban destinados a cruzarse de nuevo.
Con un chasquido de sus dedos, el trío fue envuelto en un destello brillante, y al desaparecer del espacio meta-físico, solo quedó una ligera brisa en la habitación, como una última despedida. Battler suspiró, contento de haber guardado esas memorias en el proceso. La sonrisa que le quedaba en los labios era la de alguien que había encontrado algo valioso en el simple acto de escuchar y compartir.
—Nos veremos pronto...—murmuró para sí mismo, mientras apagaba las luces de aquel espacio que, por ahora, quedaba vacío, pero que pronto, sin duda, volvería a cobrar vida con nuevas historias y preguntas por responder.
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Apenas había salido de aquél espacio meta físico, convirtió ese espacio en un simple cubo que dejo sobre su escritorio y en el proceso trono sus dedos para relajar su mente. Todo parecía bien hasta que el estruendoso grito de su nombre resonó por toda la oficina, logrando que cada fibra de su cuerpo se estremeciera.
—USHIROMIYA BATTLER!—La voz de Beatrice, su temible y encantadora Beatrice, atravesó el aire como un relámpago, teñida de un enojo profundo.
Battler sintió cómo el color desaparecía de su rostro y cómo un frío sudor empezaba a formarse en su frente. Ese tono de voz no auguraba nada bueno. Tragó saliva, reconociendo que quizás había perdido completamente la noción del tiempo mientras organizaba el evento de preguntas y respuestas.
—Oh, no...—murmuró, su voz apenas un susurro. Miró de reojo el cubo sobre el escritorio, como si de alguna manera, el recuerdo de ese evento pudiera darle el valor para enfrentar lo que venía. Pero sabía que nada en este mundo podía realmente salvarlo de la ira de Beatrice cuando él incumplía sus promesas.
Por un instante, su mente trató de idear alguna excusa, pero antes de que pudiera juntar una idea coherente, la puerta de su oficina se abrió de golpe. Beatrice apareció, envuelta en su característico aire de misterio y con una expresión que dejaba claro que no tenía intenciones de pasar por alto su retraso.
Battler respiró hondo y se giró hacia ella con una sonrisa nerviosa.
—Beato! Justo iba a...a terminar aquí y...—intentó decir, aunque las palabras se le escapaban entre la tensión y el nerviosismo. Era obvio que tendría que hacer algo excepcionalmente bueno para apaciguar su ira esta vez.
Beatrice lo miró fijamente, sin pestañear, como si pudiera leer cada uno de sus pensamientos y excusas, dejándole claro que su única opción era sincerarse y esperar lo mejor.
Battler, aún tembloroso, le explicó apresuradamente cómo había organizado todo para el evento de preguntas y respuestas y, sin darse cuenta, se había dejado llevar por el entusiasmo, perdiendo completamente la noción del tiempo. Miraba de reojo el rostro de Beatrice, esperando el inminente sermón o alguna reprimenda mágica, pero en lugar de ello, solo escuchó un suspiro.
Con una tranquilidad que no había anticipado, Beatrice se acercó a él y, para su sorpresa, se sentó en su regazo, entrelazando sus brazos alrededor de su cuello en un gesto cariñoso. Al sentir su cálida cercanía, el miedo de Battler comenzó a desvanecerse, aunque el temblor aún no se había disipado del todo.
—Está bien...—murmuró Beatrice, esbozando una sonrisa que aliviaba y cautivaba a Battler a partes iguales— pero escucha, Battler...la próxima vez que olvides nuestra cita, no seré tan indulgente—dijo, acercándose un poco más hasta que sus miradas se encontraron.
Battler tragó saliva, sintiéndose afortunado por el perdón inesperado. Lentamente, una sonrisa genuina y relajada apareció en su rostro mientras sus brazos rodeaban la cintura de Beatrice.
—Prometo no dejar que pase de nuevo, Beato—le aseguró en voz baja, disfrutando del raro instante de calma entre ambos.
El momento de calma se rompió cuando Beatrice, con esa picardía que solo ella podía desplegar, se inclinó y le susurró al oído, su aliento cálido provocando un leve escalofrío en la piel de Battler.
—Sabes, Battler...tus manos, tan fuertes y cálidas...podrían hacer maravillas si las usaras de otra manera...—murmuró en tono bajo, sus palabras impregnadas de una intención que hizo que el rostro del pelirrojo enrojeciera al instante— quizá podríamos...seguir en tu oficina, pero te aseguro que no podrías concentrarte en el trabajo...te tienta la idea?
La sonrisa traviesa de Beatrice dejaba en claro que estaba disfrutando el efecto que tenía en él, observando cómo Battler intentaba recomponerse de la provocación. Las palabras de Beatrice, susurradas como si fueran un secreto prohibido, habían logrado atraparlo en una mezcla de nerviosismo y fascinación. Sin duda, Beatrice sabía cómo hacerlo perder la compostura...
Battler, con el rostro todavía ligeramente ruborizado, desvió la mirada con una sonrisa mezcla de diversión y nerviosismo. Después de un suspiro y una última mirada a Beatrice, se volvió hacia la nada, como si anunciara su decisión al público invisible.
—Bien, bien...la sesión ha terminado, señoras y señores—dijo con una sonrisa cautivadora, dejando claro que hasta aquí llegarían las preguntas y respuestas por hoy—. Lo siento, pero el resto...queda fuera del alcance de ustedes.
Con un chasquido de dedos, la realidad comenzó a desvanecerse en un suave destello, como si una cortina imaginaria cayera sobre el escenario, cerrando el telón sobre aquella escena. Los espectadores quedaban así, con una pizca de curiosidad y un suspiro de resignación, al verse apartados de lo que ocurriría después entre el joven de cabellos rojos y su enigmática y seductora bruja dorada.
FIN.
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