Battler dejó escapar un suspiro teatral, estirando los brazos hacia el techo mientras miraba con una sonrisa orgullosa la lista recién completada sobre su máquina de escribir.

—Quinientas cosas en tiempo récord!—exclamó, casi como si buscara un aplauso inexistente. Luego, giró su silla hacia la pantalla que conectaba con los espectadores en el paraíso dorado, mostrando su típica energía jovial y un entusiasmo contagioso.

—Bienvenidos, damas y caballeros, al especial de hoy!—anunció, levantándose y extendiendo los brazos como un showman presentando su espectáculo —hoy nos adentraremos en el corazón mismo de mis personajes: sus poderes. Qué habilidades los hacen únicos? Qué secretos albergan en sus capacidades? Pues bien, quédense conmigo, porque vamos a desglosarlo todo. Acompáñenme!

Battler chasqueó los dedos, y de inmediato la oficina comenzó a transformarse. Las paredes se desvanecieron, reemplazadas por un inmenso salón con vitrinas que mostraban imágenes flotantes de los personajes, cada una rodeada de un aura que reflejaba su esencia. Beatrice apareció elegantemente a su lado, sosteniendo una taza de té, con una sonrisa algo sarcástica.

—Espero que al menos lo hagas interesante, Battler—comentó con un tono juguetón, mientras tomaba un sorbo.

Él le guiñó un ojo antes de dirigirse de nuevo a la audiencia.

—Comencemos con el primero de nuestra lista!

Un gran telón cubrió la pantalla de los espectadores, dándole dramatismo al momento. El escenario se llenó de luces doradas y púrpuras cuando el gran telón se abrió lentamente, revelando a Beatrice sosteniendo un letrero decorado con letras brillantes que decía: "Vartan". Su sonrisa era tan encantadora como afilada, y dio un pequeño gesto teatral hacia Battler, invitándolo a continuar.

Battler dio un paso al frente, ajustándose la corbata mientras aclaraba su garganta con dramatismo.

—Señoras y señores! Hoy les traemos al extravagante y enigmático Vartan, el Nargacuga Lunar. Un ser cuya existencia desafía toda lógica y cuya habilidad es tan impresionante como peligrosa—comenzó, extendiendo un brazo hacia la vitrina de Vartan, la cual mostraba una figura brillante bajo la luz de la luna, con su pelaje plateado resplandeciendo.

—Vartan posee una habilidad única: la capacidad de robar cualquier cosa. Y cuando digo cualquier cosa, me refiero a todo lo que puedan imaginar. Desde habilidades y emociones hasta conceptos abstractos como el habla o incluso el "ser completo" de una persona. Pero, como todo gran poder, hay un precio—continuó Battler, su tono volviéndose más solemne.

Las luces del escenario bajaron ligeramente, y Beatrice levantó un dedo, acompañando la explicación con un gesto elegante.

—La condición de esta habilidad es tanto su bendición como su maldición—añadió Beatrice, con un brillo en sus ojos que dejaba claro que disfrutaba del dramatismo del momento—para que Vartan pueda tomar algo, debe obtener la victoria contra ese ser, sin importar los métodos. No se trata solo de combate físico, sino de cualquier enfrentamiento donde las apuestas sean claras.

Battler asintió, levantando la mano para continuar.

—Sin embargo, el precio del fracaso es tan severo como el poder mismo. Si no logra la victoria, la muerte lo reclama. Un castigo justo y cruel para equilibrar una habilidad tan devastadora—concluyó, cruzándose de brazos y mirando hacia el público con una expresión seria.

Beatrice dejó caer el letrero teatralmente al suelo y se giró hacia Battler con una sonrisa traviesa.

—Y no crees que estás dramatizando demasiado, Battler?—bromeó, aunque su tono indicaba que estaba disfrutando del espectáculo.

—Dramatizar es mi estilo, Beato!—respondió él con una risa jovial, antes de girarse hacia el público—ahora bien, sigamos adelante con el próximo personaje! No se despeguen!

Con un chasquido de dedos, el telón volvió a caer lentamente, ocultando el escenario mientras se preparaba la siguiente presentación.

El telón se abrió con un aura de misterio y elegancia, revelando a una figura inesperada: Bernkastel, la Bruja de los Milagros. Su presencia imponía una calma inquietante mientras sostenía un letrero con el nombre "Asterion" en letras doradas que parecían chispear con un brillo contenido. Su expresión era completamente neutral, como si estuviera ahí solo por compromiso, pero la intensidad de su mirada desmentía esa idea.

Battler, con una mezcla de entusiasmo y respeto, dio un paso al frente.

—Damas y caballeros, una de las invitadas del día! Nuestra estimada amiga, Bernkastel, ha decidido acompañarnos en esta sección—exclamó, haciendo un gesto hacia ella.

Bernkastel inclinó ligeramente la cabeza en señal de reconocimiento antes de hablar, su tono tan frío como siempre.

—Estoy aquí porque Beatrice insistió. Así que hazlo rápido, Battler—dijo con suavidad, pero sin ningún interés real en su voz.

Battler rio nerviosamente y aclaró su garganta antes de retomar el hilo.

—En fin! Hoy hablaremos de Asterion, el Malzeno Primordial y Santo Rey de Vimoksha. Uno de los personajes más poderosos y enigmáticos de esta obra. Comencemos por una de sus habilidades más temidas: las llamas de la inutilidad—dijo, su tono ganando intensidad.

Señaló la vitrina donde se proyectaba una imagen de Asterion, rodeado de un fuego oscuro que parecía devorar incluso la luz.

—Estas llamas no son ordinarias. A primera vista, su efecto es simple: pueden quemar cualquier cosa, desde materia hasta conceptos. Pero lo que las hace realmente aterradoras es su capacidad de anular completamente cualquier forma de regeneración, inmortalidad o resistencia a la muerte. Si te alcanzan, no hay vuelta atrás, no hay escapatoria. Incluso los seres que desafían la lógica del universo sucumben ante ellas.

Battler hizo una pausa dramática, mirando a los espectadores con una expresión seria.

—Sin embargo su debilidad es enorme! Si no recuerda los nombres de cada una de las personas de su reino, morirá, y eso es solo la punta del iceberg. Hay mucho más que podría decir sobre el verdadero alcance del poder de Asterion, pero...—hizo un gesto de suspenso, llevándose un dedo a los labios —es un secreto que dejaremos para más adelante.

Bernkastel soltó un leve suspiro, entre aburrida y satisfecha.

—Eso es todo? No es tan impresionante como esperaba. Aunque, supongo, tiene cierto mérito—comentó, su tono tan cortante como siempre.

Battler rio de nuevo, esta vez con algo de resignación.

—Gracias por tu entusiasmo, Bernkastel. Bueno, sigamos con el siguiente personaje!—anunció, mientras el telón caía una vez más, dejando el escenario listo para la próxima revelación.

El telón se abrió con un destello de luces vibrantes, y esta vez, una figura llena de energía y actitud tomó el escenario: Lambdadelta, la Bruja de la Certeza. Con una sonrisa amplia y un aire de absoluta confianza, sostenía con ambas manos un letrero adornado con destellos dorados y púrpuras, en el que se leía claramente el nombre "Arkalion", el nombre de nuestro protagonista Magnamalo. A diferencia de Bernkastel, Lambdadelta irradiaba entusiasmo, incluso agitó el letrero como si quisiera destacar su importancia.

—Tachán! Es mi turno de iluminar este show con mi magnificencia!—declaró con orgullo, guiñando un ojo hacia los espectadores.

Battler rio al verla tan animada, aunque se apresuró a retomar el control.

—Gracias por esa entrada espectacular, Lambdadelta. Ahora, vamos a hablar del poder central de Arkalion, nuestro imponente Magnamalo—dijo, ajustando su postura como si estuviera a punto de narrar un relato épico.

En la pantalla, se proyectó una imagen de Arkalion, su figura oscura y colosal destacando bajo una luna llena, con sus llamas espectrales crepitando alrededor.

—La habilidad de Arkalion lleva por nombre "Apex Predator"—anunció Battler, su tono grave pero emocionante —es una capacidad única y aterradora: permite a Arkalion convertirse en el depredador supremo de cualquier rival. Una vez que identifica a alguien como su presa, no importa cuán fuerte o invencible sea el oponente, Arkalion comenzará a fortalecerse de manera progresiva, superando cualquier límite hasta derrotarlo. Este poder asegura que ningún enemigo quede fuera de su alcance, incluso permitiéndole adaptarse a las habilidades de su rival.

Lambdadelta asintió vigorosamente, claramente disfrutando del tema.

—Así es! Este tipo no se anda con tonterías. Si te elige como presa, básicamente ya firmaste tu sentencia...—comentó, con un tono divertido pero escalofriante.

Battler levantó un dedo, añadiendo un detalle crucial.

—Pero, como todo gran poder, Apex Predator no es perfecto. Su mayor debilidad está relacionada directamente con la confianza de Arkalion. Si él comienza a dudar de sí mismo o de su capacidad para vencer, el efecto de su habilidad puede debilitarse considerablemente, hasta el punto de volverse ineficaz. Es un juego mental tanto como una habilidad física.

Lambdadelta chasqueó la lengua, con un toque de dramatismo.

—Tch, qué fastidio. Imagina tener tanto poder y que todo dependa de tu estado mental. Pero bueno, supongo que eso hace las cosas más interesantes—dijo, encogiéndose de hombros.

Battler rio una vez más, mirando a los espectadores con una sonrisa cómplice.

—Así es. Arkalion no solo tiene que ser fuerte físicamente, también debe enfrentar sus propias inseguridades si quiere alcanzar la cima como depredador supremo. Bueno, es hora de movernos al siguiente personaje!—anunció, mientras el telón descendía nuevamente, dando fin a esta electrizante presentación.

El telón se abrió por última vez, revelando una imagen inesperada y enternecedora: Maria Ushiromiya, la pequeña prima de Battler, apareció en escena. Con su encantadora coronita y un vestido que irradiaba ternura, la niña de 10 años sostenía con cuidado un letrero donde se leía en letras llamativas: "Kian". Su dulce sonrisa iluminó la pantalla mientras saludaba con entusiasmo a los espectadores.

—Uu-uu! Hola a todos! Es un honor estar aquí!—exclamó, mientras Battler la miraba con una mezcla de cariño y ligera preocupación, como si esperara alguna travesura.

—Gracias por acompañarnos, Maria. Pero ten cuidado con lo que dices, no queremos que te metas en problemas—bromeó Battler, guiñándole un ojo antes de dirigirse al público.

—Ahora, hablemos de Kian, uno de los personajes más intrigantes y peligrosos de la obra. Este cazador no es solo un adversario más; su habilidad lo coloca en un nivel completamente diferente...—hizo una pausa para aumentar el suspenso —Kian tiene el poder de transformar cualquier pensamiento en realidad. Sí, escucharon bien: puede convertir lo imposible en posible, moldeando la realidad y la creación a su voluntad.

Maria asintió con entusiasmo, abrazando el letrero mientras añadía con dulzura:

—Es como un hechizo mágico, uu-uu! Pero más fuerte y aterrador, porque no hay límites...verdad, Battler?

Battler asintió, aunque levantó una mano para señalar algo importante.

—Exacto, pero incluso un poder tan abrumador tiene una restricción. Kian necesita verbalizar lo que desea que ocurra en forma de una oración específica. Por ejemplo...—hizo una pausa dramática y luego agregó con un tono juguetón—algo como: "Mi amor por Lusamine me permitirá superar cualquier velocidad."

Maria soltó una risita, ladeando la cabeza mientras miraba curiosa a Battler.

—Eso fue un ejemplo...o es verdad?—preguntó, causando que Battler se rascara la nuca, claramente incómodo.

—Eso...es un misterio que dejamos para los lectores. Pero volviendo al tema, esta limitación significa que Kian debe ser extremadamente cuidadoso al formular sus oraciones. Un error en las palabras, y podría debilitarse en un momento crucial—explicó Battler, retomando su tono serio.

Maria levantó el letrero una vez más, asegurándose de que todos pudieran leer el nombre claramente.

—Kian es peligroso, pero interesante! Uu-uu! Me gusta su poder, aunque creo que debería usarlo para cosas bonitas, como flores o dulces...no para pelear. Qué opinas, Battler?—preguntó, mirando a su primo con ojos brillantes.

Battler soltó una carcajada, acariciándole la cabeza con cariño.

—Eso sería ideal, pero Kian tiene sus propios motivos, y no son precisamente tan dulces como tus ideas, Maria. Bueno, eso es todo por hoy, espectadores! Gracias por acompañarnos en este especial de poderes. Nos vemos la próxima vez!—anunció, mientras el telón descendía una vez más, cerrando el episodio con la inocente risa de Maria resonando en el fondo.

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Cuando el telón finalmente desapareció, la oficina de Battler regresó a la normalidad y a su habitual quietud. Se lo veía inclinado sobre su escritorio, terminando de escribir algo con una pluma elegante. Luego de unos segundos, se levantó, caminó hacia una pared decorada con notas y listados, y con un gesto ceremonioso clavó el papel recién escrito en el centro de la pared. Este papel tenía un título que destacaba en letras grandes y firmes:

"Top de los personajes más poderosos de 'Un Monstruoso Samurái'"

Battler retrocedió unos pasos para admirar su trabajo y leyó en voz alta:

Top 1: Arceus
Top 2: Giratina, Kian, Arkalion (ruta carnicería y versión del futuro)
Top 3: Palkia y Dialga, Vartan
Top 4: Asterion (inmutabilidad completa)
Top 5: Arkalion (actual)
Top 6: Asterion (inmutabilidad incompleta)
Top 7: Negin
Top 8: Gardevoir
Top 9: Kirlia

Al terminar, dio un paso atrás y se cruzó de brazos, examinando el listado como si buscara algún posible error. Después de unos momentos, asintió para sí mismo con satisfacción.

—Perfecto. Esto debería poner las cosas en perspectiva para quienes se preguntan sobre el nivel de poder en la obra...aunque seguro habrá quienes debatan el orden—comentó, con una sonrisa ligeramente traviesa.

En ese momento, la puerta de la oficina se abrió, y Beatrice apareció con una taza de té en las manos. Al ver lo que había hecho Battler, arqueó una ceja y se acercó a leer el listado.

—Un ranking de poder? Qué típico de ti, Battler. Aunque...—hizo una pausa, llevándose una mano al mentón—...realmente era necesario poner a Kirlia en el último lugar? Seguro que alguien se quejará de esto, quien sabe.

Battler se encogió de hombros, tomando una taza de té que ella le ofreció.

—Bueno, no se trata de subestimarlo, pero vamos, es Kirlia. Tiene mucho potencial, pero aún no está al nivel de los otros. Ahora, si fuera Ralts, ni siquiera lo habría puesto en el top.

Beatrice suspiró, con una sonrisa irónica.

—Seguro esto generará una guerra entre los lectores...pero bueno, dejemos que se diviertan. Al menos alguien apreciará que Gardevoir quedó en un lugar respetable.

—Exacto, siempre hay espacio para debates. Ahora bien, qué tal si celebramos con un juego?—preguntó Battler, tomando asiento en su sillón y señalando un tablero de ajedrez en la mesa.

Con una sonrisa, Beatrice se sentó frente a él, mientras ambos dejaban de lado el listado para sumergirse en otra de sus interminables partidas estratégicas, el eco de sus risas llenando la oficina del paraíso dorado.

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El listado es uno que puede cambiar con el tiempo dependiendo de como vaya la trama.

Y por cierto, estaré haciendo una sección donde mostraré a los personajes que uso, así que...con esto dicho, nos vemos mis queridos lectores! No olviden comentar que les pareció y dar su opinión!

FIN.