Llegar al Imperio Tora no Kiba había sido un logro, pero pronto me di cuenta de que enfrentaba un desafío aún mayor: comunicarme con los humanos y, en particular, con el gobernante del imperio. Sabía que necesitaba obtener información y aliados para continuar volviéndome más fuerte , pero mi incapacidad para hablar o comprender el lenguaje humano me dejaba en una posición complicada.

Mientras exploraba la capital de Hiryu, me encontré pensando en una habilidad maestra que había conocido en el juego "Eterna Aventura". Esta habilidad se llamaba "Cambia Formas" y permitía al jugador asumir la apariencia de cualquier ser con el que hubiera interactuado previamente. Era una habilidad poderosa pero costosa, ya que requería cuatro puntos de habilidad para desbloquearla.

Mi reciente enfrentamiento con los cazadores me había llevado a subir cuatro niveles de habilidad en poco tiempo, lo que me otorgó suficientes puntos para considerar seriamente el uso de "Cambia Formas". Cada nivel ganado había venido con desafíos y batallas emocionantes, y había utilizado mis nuevas habilidades para vencer a criaturas poderosas y superar obstáculos.

Con mi nivel 16 recién alcanzado, había ganado seis puntos de habilidad en total, ya había usado dos pero me sobraban los cuatro puntos exactos. La idea de usar la habilidad "Cambia Formas" para comunicarme con los humanos y el gobernante comenzó a cobrar vida en mi mente. Si podía obtener una apariencia similar a la de alguien con quien había interactuado, podría usar gestos y movimientos para expresar mis intenciones. La pregunta era si estaba dispuesta a gastar esos valiosos puntos de habilidad en esta capacidad.

Me senté en un rincón tranquilo de Hiryu, contemplando mis opciones. Sabía que cada punto de habilidad era importante y que gastar cuatro en "Cambia Formas" era una inversión significativa. Pero también sabía que necesitaba una forma efectiva de comunicarme con los humanos y, en última instancia, con el gobernante.

Finalmente, tomé una decisión. Recordando todas las criaturas amigables con las que había interactuado desde que llegué a este mundo, sabía que tenía una lista de opciones para mi "Cambia Formas". Elegí una apariencia que parecía noble y respetable, una que esperaba que me permitiera obtener audiencia con el gobernante.

Con un pensamiento firme, gasté los cuatro puntos de habilidad en la habilidad "Cambia Formas". Una luz brillante me envolvió mientras mi apariencia comenzaba a transformarse. Durante unos minutos, experimenté una sensación extraña mientras mi cuerpo se ajustaba y tomaba la forma de la criatura elegida.

Cuando la luz finalmente se desvaneció, me encontré mirando a través de los ojos de una figura humana. Vestía ropas elegantes y llevaba una expresión digna en el rostro. Había asumido la apariencia de una figura bastante linda de este mundo, alguien que esperaba que llamara la atención y el respeto del gobernante. Mi intención inicial era la forma de un humano convencional pero supongo que debido a que no tengo practica mi apariencia tomo esta forma.

Con mi nueva apariencia, me dirigí hacia el palacio del gobernante de Hiryu pero antes de entrar en la ciudadela escondí mis orejas y cola con ayuda mi abrigo. Los guardias en la entrada me miraron con curiosidad y algo de duda, pero me dejaron seguir mi camino gracias a mi apariencia ¿inofensiva? o eso fue lo que dijo uno de ellos. Avancé con confianza hacia el interior del palacio, donde esperaba obtener una audiencia con el gobernante y, finalmente, comunicar mis intenciones y buscar su apoyo.

Mi viaje en este mundo estaba lleno de desafíos y sorpresas, y mi capacidad para adaptarme y utilizar mis conocimientos del juego "Eterna Aventura" estaba demostrando ser esencial. Estaba lista para enfrentar lo que viniera a continuación y continuar mi búsqueda de respuestas y justicia, en este mundo en constante cambio.