A medida que continuaba mi preparación en el Imperio Tora no Kiba, me di cuenta de que necesitaba un plan maestro sólido si quería tener alguna posibilidad de enfrentar al poderoso Reino Shuilong y sus cazadores. Había aprendido mucho sobre la situación política y militar de la región, y estaba lista para dar el siguiente paso en mi misión.

Mi tutor de lenguaje, el erudito amable que me estaba ayudando a comunicarme verbalmente, se había convertido en un valioso aliado en mi búsqueda. Él no solo me enseñaba el idioma, sino que también compartía su conocimiento sobre la historia y la política del continente. Me había proporcionado una comprensión más profunda de la situación y me había ayudado a identificar posibles puntos débiles en la alianza del Reino Shuilong.

Después de consultarlo con mi tutor, decidí que era hora de reunir a un grupo de aliados dispuestos a unirse a mi causa. Tenía en mente a dos posibles reinos: el Dominio de Yure y la República de Orzaz. Ambos eran relativamente pequeños en comparación con el Reino Shuilong, pero tenían recursos valiosos que podrían ser útiles en la lucha contra los cazadores. Además de esta manera podría dejar sin aliados al Reino Shuilong. 

Mi plan consistía en visitar primero el Dominio de Yure, ya que estaba más cerca del Imperio Tora no Kiba. Utilizaría mi habilidad de "Cambia Formas" para adoptar mi apariencia humana. Esperaba ganarme la confianza de los líderes del Dominio de Yure y persuadirlos para que se unieran a mi causa.

Antes de emprender mi viaje, me aseguré de estar bien preparada. Cargué una mochila con suministros esenciales y mapas de la región. También llevé conmigo las cartas que había encontrado en el campamento de los cazadores, las cuales contenían información incriminatoria sobre el Rey Sebastián Shuilong II. Estas cartas serían una herramienta poderosa para ganar la confianza de los líderes del dominio más fácilmente.

Con mi mochila al hombro y mi capucha bien ajustada para ocultar mis rasgos felinos, partí hacia mi destino. Surque el mar en barco hasta llegar a la tierra nevada que indicaba el inicio del territorio. A medida que avanzaba, empezaba a visualizar muy a lo lejos la capital.

Sin duda era un lugar de belleza salvaje y misterio. El bosque estaba lleno de árboles altos y densa vegetación, y podía escuchar el suave susurro del viento entre las hojas. Me adentré en el territorio, tratando de parecer lo más natural posible mientras observaba a la gente de esa tierra.

Con el tiempo, logre llegar a la ciudadela y conseguir una audiencia con el gobernante, Lord Reiwa. El día llego, me acerqué para luego hacer una reverencia y poco después comenzar a explica la situación sobre como el Rey Sebastián había cazado Jachikas y capturado las crías de estas, inicialmente se negaron a creerme al igual que con Lord Takeshi mostré una vez más las cartas que tengo en mi poder y traté de transmitir la gravedad de la situación.

Lord Reiwa miro las cartas con sorpresa y preocupación. Parecían entender la amenaza que representaba el Rey y sus cazadores. Una vez su expresión comenzó a presentar esas emociones les expliqué que necesitaba su ayuda para detener a estos cazadores despiadados y que el Imperio Tora no Kiba estaba dispuesto a unir fuerzas con ellos.

Después de una larga discusión, Lord Reiwa accedió a discutir que conllevaría esto. Había ganado su confianza inicial, pero sabía que aún tenía mucho trabajo por hacer para convencerlos por completo.

Mi viaje hacia el Dominio de Yure era solo el comienzo de mi plan maestro. Sabía que enfrentaría desafíos y obstáculos en el camino, pero estaba decidida.