🥀26🥃
Narrador: (horas antes: 4:32 AM)
El pesado sonido de ambas respiraciones se combinaban en el frío ambiente. El rápido sonido del cierre del pantalón del pelinegro siendo subido llamo la atención del chico que aun se encontraba fatigado y exhausto en la enredadera de sabanas de la gran cama.
El pelinegro abotono su camisa blanca y la sacudía levemente para deshacerse de cualquier rastro de polvo que haya adquirido al haberla lanzado al suelo en la noche anterior, luego de empezar con el acto carnal y los juegos lujuriosos y libidinosos.
Sintió como la cama se movió y rechino un poco a sus espaldas, siendo hundida levemente en una de las esquinas y sintiendo el leve toque caliente del otro cuerpo en su hombro.
—Taehyung...¿porque? —pregunto con un cierto tono abatido, tratando de que el pelinegro por lo menos volteara a verlo—.
Sin embargo el joven al sentir el toque se exaltó ligeramente y se paró de la cama, poniéndose los zapatos y ignorando olímpicamente al confundió y abatido chico.
—Taehyung...—llamo nuevamente con la voz ahogada, sintiendo como su pecho se apretaba y su garganta se cerraba en un fuerte dolor al ver la fría actitud que estaba tomando el pelinegro y lo poco que le importaba su incertidumbre—.
—Vístete por favor —salto mientras se volteaba y enfrentaba a los rotos y lloroso ojos del contrario—.
El joven abrió los ojos con ligera sorpresa al escuchar la orden, frunciendo el ceño y apretando sus dientes con fuerza mientras sentía como las lagrimas bajaban con agresividad por sus cansados ojos.
—¡NO! —grito, sorprendiendo al contrario que no se esperaba la exaltación—no hasta que no me explique el porqué hiciste eso ¿¡Porque juegas así!? ¿¡Yo que te hice!?
—¡NO HAY UN PORQUÉ, JUNGKOOK! —grito, viendo como el menor se asustaba, arrepintiéndose inmediatamente al ver los lloroso y rojos ojos del castaño—.
El menor bajo la mirada, sintiéndose asquerosamente utilizado luego de las mentiras y engaños dichos en la noche anterior, antes de haberse entregado completamente al pelinegro.
—Escúchame muy bien, jungkook—advirtió con un tono áspero y profundo mientras tomaba con algo de brusquedad el mentón del menor y lo obligaba a mirarlo a los ojos—no quiero que nada de lo qué pasó anoche salga de esta habitación ¿me entiendes?
—P-pero Taehyung...—no pudo terminar sus palabras al sentí como el mayor apretaba con mas fuerza en su mentón y lo obligaba a callarse por el dolor—.
—¿ENTENDISTE?—pregunto nuevamente, haciendo énfasis en sus palabras con dureza y un tono frío y muy grave—.
El menor asintió levemente, sintiendo como sus ojos nuevamente se aguaban y como el sentimiento de la humillación rompían su frágil corazón.
—Cuando regrese no quiero verte en mi casa y tampoco merodeando por mi alrededor—aclaro con voz fría mientras se colocaba el carísimo saco negro y se dirigía hacia la puerta—más te vale que obedezcas o tu querida familia va a ser la que sufra las consecuencias.
Sin mas el pelinegro abandono la habitación, dejando al pobre castaño sumido en una gran tristeza y desilusión, sintiendo como sus ojos ardían por la cantidad de lagrimas derramadas y como su corazón apretaba con fuerza, se sentían tan estupido por haber caído antes las dulces palabras del mayor.
Se sentía como una basura que todo el mundo podía utilizar para luego desechar...
(Horas antes: 1:48 AM)
Prendas de ropa se encontraban en el suelo, siendo lanzadas sin cuidado alguno por todas lados de aquella habitación de hotel. El sonido lascivo de los besos se escuchaba por todas partes.
El pelinegro separo su boca de los labios del rubio, viendo y gruñendo con fastidio levemente al ver el estado completamente dormido del mayor.
Llevo el lijero cuerpo del rubio hacia la gran cama y lo acostó suavemente, besándolo con avidez en el cuello, preocupando dejar todo tipo de marcas que indicaran y gritara a los cuatro vientos que el mayor le pertenecía solo a el.
Se coloco encima del rubio y beso nuevamente los labios del mayor con fuerza y deseo, sintiéndose estupido al segundo de hacerlo, pues claramente se sentía como besar a la pared...
Se sentía vacío...nada a lo que penso que sentiría una vez que probara los labios del mayor.
Dejo el cuerpo semi-desnudo del rubio sobre las sábanas y se reincorporó nuevamente para sentarse en una de las esquinas, agarrando su pelo y tirando de el con fuerza, sintiéndose profundamente fastidiado y confundido.
Esto estaba mal...estaba muy mal.
Gruño con fuerza y se levanto de la cama rápidamente. Él no podía hacer eso, no podía hacerle eso al mayor.
Agarro su teléfono de la pequeña mesa y marco rápidamente para realizar una llamada.
—Padre, si, hola...—saludo con voz apagada—necesito que mandes a Jackson para el hotel Myeondong, necesito su ayuda para llevar a alguien—dijo con dificultad, no pudiendo creer lo estupido que se estaba sintiendo y lo malo de la situación—lo espero en la habitación doscientos vertí tres y dile que se encargue de la recepcionista, adiós—colgó rápidamente luego de escuchar un afirmativa por arte de su padre—.
Volteo ligeramente y vio sobre su hombro al dormido rubio, lleno de marcas que comenzaban a ponerse rojas y moradas.
Se acerco al mayor y acaricio levemente la mejillas de este, viendo con pena a como había terminado las cosas entre su hyung y el.
—Perdóname, yoongi hyung...—dijo con pesar para luego cambiar su pesada expresión a una aviesa sonrisa—pero no puedo dejar mi plan de lado.
Dijo antes de tomar nuevamente su teléfono y marcar un numero que tenía muchas ganas hace tiempo de llamar.
—Jungkook, hola...—hablo, cambiando radicalmente el tono de voz a uno seductor y coqueto—Te necesito en mi casa dentro de una hora, podemos hablar y arreglar unas asuntos de tu linda familia—ofreció descaradamente, sabiendo de ante mano que el menor aceptaría—te esperó
Colgó la llamada con una sonrisa. Podría sentir pena por el mayor, pero nadie salvaría a jimin de aprender una lección, ni siquiera su arrepentida y patética conciencia...
Se acerco nuevamente al rubio y con esfuerzo coloco la ropa otra vez en el cuerpo del mayor, cargándolo con facilidad al escuchar el timbre de la puerta siendo tocado.
Sonrió macabramente mientras agarraba de dentro del cajón de la pequeña mesa de noche el sobre roto y lo colocaba dentro del bolsillo del pantalón del rubio.
Ya no lo necesitaba para ejecutar el plan y era claro lo que venia para el mayor en cuanto esta noche termine y el pequeño y adorable jimin ya no lo quiera ver ni en pintura...
Narrador;
El viento soplaba intensamente y el sol no daba ni atisbo de querer asomarse por las grises nubes.
El joven rubio corría lo más rápido que podía, chocándose ocasionalmente con las personas de la transitada calle, sin darle importancia lo desaliñado que se veía o lo desarreglado de su ropa.
En la mañana mientras lloraba toda la impotencia y dolor que sentía se percato que Jimin había bloqueado su número telefónico.
Salio corriendo de su casa lo más rápido que pudo, tenia que buscar a Jimin y explicarle todo y del porque no había asistido a la cita que le peligris había organizado con tanto esmero.
El primer lugar que se le ocurrió ir fue la empresa en la que el menor había comenzado a trabajar hace unos meses.
Paró un momento frente las puertas de las instalaciones y suspiro cansinamente por haber corrido tantas cuadras en tan pocos minutos.
Subió las escaleras lo más rápido que pudo e ignoro a la recepcionista y al guardia de seguridad que entraron en alerta por el estado casi lunático que se encontraba el rubio.
Y ahí...frente a sus ojos se encontraba jimin, modelando una prenda de color blanco mientras seguía las instrucciones del que suponía que era el coordinador de la pasarela.
Espero pacientemente a que terminara de desfilar, soltando de vez en cuando una sonrisa boba al ver con la gracia con la que el menor movía sus caderas y el profesionalismo de sus pasos al pasearse de un lado a otro.
Cuando termino y el menor se vio solo y un poco alejado de todos los demás fue cuando decidió qué era una buen momento para acercarse al hermoso peligris que estaba de espaldas de el.
Rozó levemente sus dedos con le hombro del menor y no tardó mucho en sentir como su mundo se hacia pedazos delante de sus ojos.
Jimin había volteado, clavando sus ojos con dureza y sin pizca de emoción en ellos...
—Jimin...—inicio, sintiendo como la mirada del menor viajaba de sus ojos hacia su cuello, viendo claramente las marcas rojas y moradas que decoraban la blanquísima piel—yo vine a explicarte del porqué...
El mayor no pudo terminar sus palabras porque cayo al suelo al recibir una fuerte cachetada por parte del menor, callándolo en el acto y haciéndolo sentir sumamente desorientado.
—Por un momento le creí a mi corazón cuando me dijo que todo podía ser un error...—hablo con la voz ahogada y los ojos comenzando a derramar lagrimas—le creí estúpidamente cuando me dijo que tu eras diferente a los demás...—pauso un momento mientras veía a los ojos del mayor y se tapaba la boca para ahogar los fuertes sollozos que querían escapar de sus labios—pero ya vi que me equivoque al créele ciegamente.
El mayor trato de levantarse, pero al hacer el brusco movimiento del bolsillo de su pantalón cayeron trozos de papel roto, llamando la atención del peligris, quien con cautela levanto uno de los trozos del suelo y lo vio, percatándose y reconociendo inmediatamente el tipo de papel con la marca impresa...
Ambos cruzaron miradas y el mayor no supo que hacer ante la desesperación de ver como todo se estaba destruyendo delante suyo.
Por segunda vez en el día...quería morirse.
♡•○●◇●○•♡
Aquí puedes escribir tu comentario triste y lleno de odio :(
Espero que les haya gustado y perdón por la tardanza ❤️
Las amo mucho y gracias por todo el apoyo que me han estado dando❤️
He estado viendo que gente nueva y personitas que nunca habían comentado comenzaron a hacerlo...Y ESO ME ENCANTA! ❤️
💜MUCHAS GRACIAS BEBÉS PRECIOSAS💜
Nos leemos pronto amores~🥀🥃
Pd:perdonen las faltas de ortografía o puntuación, la corregire después♡
Futuro: falso Moon, cállate
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