De una manera extraña el peligris sentía llevar las cosas demasiado bien. A pesar de haber sido despedido y ser el centro de atencion de todos los medios y revistas posibles las cosas estaban fluyendo demasiado bien, al igual que la relación de "amigos" que había entablado con yoongi, que si lo pensaba mejor era más bien una relación de compañeros de copas, pero con la ventaja de que podían confiarse pequeñas cosas o contarse cosas humillantes no muy importantes.

Su primera vez como compañeros de copas fue la misma noche que el pelirubio le ayudó con el tema del nuevo empleo.
Luego de ver opciones tras opciones de posibles empleós el rubio sugerio un empresa de moda que si bien no era la más conocida era bastante buena en reseñas por partes de los clientes y modelos que llegaron a trabajar ahí.

Sun Corporation sorpresivamente era dirigida por una mujer muy amable a la vista del peligris. Cuando se presentó a la entrevista de trabajo (por insistencia del rubio) no fue más que abrir la puerta para encontrarse con halagos y cortesías por parte de la mujer de nombre YongSun, que no fue ni necesario decir su nombre para que la mujer lo atacará con evidencias de que ella era fan de su trabajo y que seguía su carrera de modelaje desde que empezó en la industria de la moda.

-Yo estaría más que encantada de que trabajes en mi pequeña empresa. Si un modelo de tu porte llegará a modelar una de mis prendas las ventas se irían al cielo.

Y eso fue lo único que tuvo que escuchar el peligris para aceptar la propuesta de la amable mujer.

Ahora el trabajaba en esa empresa en donde el sueldo no era lo mejor y ni se asomaba a lo que ganaba en su anterior puesto, pero que se recompensaba con el buen trato de su jefa y de sus nuevos compañeros modelos.

Además el diseñador era muy divertido y agradable, siempre mantenía un buen trato con él y era muy respetuoso a pesar de tener muchos años más que el.

¿Y yoongi...?

Cuando menos se dio cuenta le permitió al rubio y a la vida sorprenderlo día a día con cosas que hacían la gente "normal", como tomar café enfrente de la chimenea o lo que últimamente amaba hacer con el mayor era ver estrellas a compañía de una pequeña fogata.

Justo lo que estaba haciendo ahora...

El tenue ruido de la madera quemándose y la suave melodía de los grillos hacia un ambiente perfecto, que era acompañado de anécdotas graciosas por parte del mayor.

No sabía con exactitud cuál eran sus emociones, ya que cada vez que escuchaba al rubio hablarle en tono tan bajo y áspero le hacía producir un raro estrago en su estómago.

No quería admitirlo, pero el rubio comenzaba agradarle más de lo que le gustaría admitir.

Las noches pasaron a convertirse en una escusa para ver al rubio y el vino un perfecto acompañante de las anécdotas contadas por ambos.

Ahora se sentía extrañamente bien...aunque aún sentía el vacío de su amistad perdida.

Aún no podía olvidar la manera tan tonta de perder la amistad de Taehyung, su amigo, su "alma gemela" no volvió a contactar con él luego de irse de la empresa.

A pesar de que seguía sin entender completamente del porque de la ruptura tan repentina de su amistad él aún quería estar a su lado, aún y si el menor parecía querer borrarlo completamente de su vida.

Hace unos días mientras estaba moviendo y acomodando algunas cajas en su nueva casa, porque claramente luego de ser despedido no podía costear el arrendamiento del costoso piso de departamento en el que anteriormente vivía.
Así que opto por algo más pequeño y simple, pero que no dejaba de ser lujoso y moderno.

Hace unas semanas atrás el menor había aceptado la ayuda de yoongi con la búsqueda de una nueva vivienda. El mayor le sugería lugares que se ajustarán con su nuevo sueldo, lo cual le sorprendió porque sacaba cálculos mentalmente sin necesidad de una calculadora o un papel donde anotar. El realmente era un muy buen economista y no temía de demostrarle al mundo el esfuerzo que sus títulos le otorgaron.

Visitaron casas y departamentos de la inmobiliaria de Seoul. Le había pedido amablemente al rubio si lo podía acompañar a elegir la casa indicada para el. Todo el día el menor se la pasó riendo en silencio al ver la expresión de asombro con cada casa o piso de departamento que visitaban.
Ni hablar de la cara que ponía cuando el asesor inmobiliario dictaba el precio de la vivienda.

-Esta es la más barata dentro de todos los lugares que ya visitamos -hablo él hombre de traje y sonrisa impecable-si lo redondeamos en un total fijo solo le saldría un total de siente millones de dólares.

-¿¡Solamente!? -gritó desde las escaleras de arriba- uy hasta ganas de cómprame dos me dieron-dijo con sarcasmos y esta vez no pude evitar soltar una pequeña risa. No quería admitirlo, pero amaba el humor sarcástico del mayor-.

El hombre en traje sonrió de manera coqueta al pasarle un papel con el precio y especificaciones de la casa. El menor lo analizó un poco, aunque de que entró a la casa ya tenía una aprobación de su parte al ver que era la única que tenía una bonita chimenea a leña.

Eso era algo que estaba buscando en su nuevo hogar desde que lo hizo por primera vez en la casa del mayor.

-Me gusta el precio y la casa es agradable, firmaré el contrato ahora-dijo con seguridad y una sonrisa emocionada. El asesor le entregó una pluma y firmó el contrato y un cheque por 7 millones de dólares.

-Felicidades señores Park -habló el hombre, dirigiéndose al menor y al rubio que bajaba por las escaleras-espero que vivan una linda vida de casado en esta hermosa casa, verá que no arrepentirá de su compra-.

En ese momento el menor abrió los ojos y no pudo evitar sentir sus mejillas arder por el gran y incómodo malentendido que se creó con el mayor. Vio de soslayó a yoongi y vio su pálida piel ser teñida de un color rojizo que se notaba a simple vista al tener la piel tan blanca.

Quiso decir algo y actuar a la defensiva con la insinuación del hombre, pero algo dentro suyo se lo impidió y no pudo hacer más que sentirse avergonzado y desviar la mirada.

Ese día lo iba a catalogar en la lista de sus momentos más vergonzosos...

El hombre en traje abandonó la casa con una sonrisa y un guiño hacia el peligris. Gracias a él ahora el ambiente estaba algo tenso y muy silencioso.

-Felicidades...-habló muy bajo el rubio, usando su voz ronca, provocando un casi escalofrío en el peligris-tu nueva casa es muy...wow-dijo mirando a su alrededor como un pequeño gatito sorprendido y lleno de curiosidad-supongo que quieres estar solo con tus cosas, así que mejor me voy a mi casa.

-¡No, espera! -gritó el peligris exaltando un poco al mayor y sorprendiéndose a sí mismo por casi gritar y no saber porque detuvo al rubio-. ¿Te apetece tomar...una copa de vino? -dijo, siendo lo primero que se le vino a la mente y lo que menos estaba alejado a lo que realmente quería hacer-.

El mayor sonrió de aquella manera que ya se le había hecho una costumbre al menor, mostraba levemente sus rosadas encías y lucia sus blancos y pequeños dientes.

-Me encantaría...-dijo el mayor mientras regresaba en sus pasos y se sentaba en el sofá mientras veía atentamente al peligris-.

El sol comenzaba a esconderse y el ambiente anteriormente tenso se había roto para convertirse en uno sumamente agradable y extrañamente cómodo y hogareño...

Esa noche tomaron vino y comieron brochetas de cordero a domicilio, enfrente de la gran chimenea blanca, que consumía la leña lentamente y creaba un ambiente cálido en risas y anécdotas de "terror" por parte del mayor.

Sonrió levemente al recordar aquella noche, gracias a que su nueva jefa le había dado el permiso de ausentarse unos días para poder organizar la mudanza y acomodarse cómodamente.

El menor ahora acomodaba unas prendas que se encontraba esparcidas por toda su cama. agarro una buena cantidad de prendas perfectamente dobladas y se confió que podría con el peso.
Poca fue su sorpresa cuando no obtuvo el suficiente equilibrio y tiro la mayoría de las prendas al suelo.
En aquel desastre sin querer tiro una pequeña pila de cajas al suelo, provocando que se abriera y que todo su contenido se esparciera por la alfombra.

El peligris suspiro y miro el suelo cansinamente. Así no iba a terminar nunca.

Dejo la ropa de lado y se agacho para levantar el contenido de las cajas, pero para nada se espero encontrar en una de aquellas viejas cajas fotos y objetos viejos.

Por un momento sintió sus ojos cristalizar al ver que aquella caja era la caja de la "amistad". Aquella en donde el en el pasado guardaba fotos y recuerdos junto a Taehyung.

Miró a más detalle y sus ganas de llorar habían incrementado. En el fondo de la caja se encontraba unos viejos y desgastados par de anillos.
Estos tenía el símbolo del yin y el yang, que al juntarse formaba una esfera que simbolizaba la amistad...

El anillo estaba oxidado y se podía ver los años que llevaba ahí guardado. El peligris recordaba perfectamente el día que se lo entregó al menor.
Tiempo después Taehyung se lo entregó para que lo cuidara por el cuando él se había ido de Busan de vacaciones.

Taehyung luego de volver de vacaciones no quiso volver a usar el anillo y se convirtió en un objeto más de aquella caja...

El peligris suspiró cansinamente y se limpió una rebelde lagrima que trtaba de bajar por su mejilla.

Extrañaba a su amigo, a su alma gemela. Quería saber que era ahora de la vida del pelinegro y deseaba volver a compartir comentos con él como antes.

¿Que había hecho mal para que la amistad se rompa de esa manera?¿que había cambiado en el?

-Te extraño mucho...

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Sigue abajo mielcitas mías
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