" A veces la decepción puede más que la cordura"

Abrí la puerta de mi departamento y dejé mi cartera en mi habitación.

-- Hola hija ¿¿cómo te fue? Estábamos esperándo que regreses  para conversar.

Me colocó una taza de té en mis manos.

-- Muy bien gracias mami por preguntar fue una tarde bonita, ¡lástima que ya se terminó!

Se acercó a mí, me dirigió al sofá y se acomodó.

-- Bueno hija ahora si entremos en materia de conversación.

Me tomó de la mano y me senté a su lado, Rosmery tomó asiento del otro lado del sofá y me colocaron en la mitad.

Rosmery tomó la palabra.

-- Haber Cárol, lo que dijo Marifer, es verdad yo soy tu mamá biológica. Para evitarte sufrimientos acordamos mantener este secreto oculto.

Guardó silencio un instante para ver mi reacción.

Sólo la miré y respondí oscamente.

-- ¡Gracias por decírmelo luego de dieciocho años! Si pretende que le diga mamá, no lo haré.

Me temblaba la voz, respiré profundo para no llorar de indignación.

No sé qué pretendía Rosmery, pero, esto no era un cuento de hadas y yo no le diría mamá solo porque me tuvo en su vientre21 semanas.

Intentó retomar la conversación y soltó un suspiro.

-- Déjame contarte mi historia

-- Está bien, la escucho.

Me acomodé en el sofá y tomé las manos de mi mamá Marifer mientras Rosmery relataba su historia.

-- Yo me enamoré de un muchacho llamado Ronnye, tenía dieciocho años, empezaba a estudiar medicina y me embaracé de ti. Le informé a Ronnye, pero no me creyó nada. Tenía miedo de mi papá y lo oculté.

Me levanté del sofá.

-- Haber, haber Rosmery, déjeme ver si entendí bien su historia.

Tenía la vos firme y sorprendida;

-- ¿Usted me entregó en adopción por miedo?

-- No, Cárol, no es así, yo no noté el embarazo y se me rompieron las membranas por eso cuando tenía 21 semanas de gestación naciste.

Coloqué mis brazos sobre mis caderas y la miré con ira

-- ¿Y qué hizo cuando nací? ¿sólo me regaló ?
Es  increíble y aun así es médico.

Solté todo el aire contenido y me apoyé contra la pared del living, ya no quería escucharla.

Rosmery continuó.

-- Yo te entregué a Marifer y a tu papá para que te adopten, sólo deseaba lo mejor para ti y en ese momento no podía dártelo.

-- ¡Adopten! Esa palabra rasgaba mi corazón con sólo escucharla.

-- ¡Gracias Rosmery! Ahora comprendo porque no puedo ver, ni escuchar; usted fue egoísta, me obligó a nacer prematura sólo para regalarme.

-- Pero hija, entiende yo era joven.

-- ¡No me diga hija, mi mamá se llama Marifer!

Crucé los brazos para darme fuerzas y no desmoronarme. Sólo sentía indignación y le grité:

-- ¡No justifique sus acciones! hay muchísimas mujeres más jóvenes que son madres y no abortan diciendo tenía miedo de mi papá. ¿Qué clase de mujer es usted?

No podía creer todo lo que había relatado Rosmery, mis lágrimas caían.

Me limpié las lágrimas y fui a mi habitación"

Tenía una sensación de ira y confusión.

Mi madre me dijo que no sea grosera, pero en ese momento no me importaba si era o no grosera con Rosmery, me sentía indignada y no necesitaba escucharla más; sin embargo, mi mamá Marifer insistía, creo que ella intentaba ser hospitalaria con su sobrina.

-- Cárol, abre la puerta.

Me dejé caer contra la cama y le respondí llorando:

-- No insistas mamá, no voy a salir ya escuché suficiente. ¡Rosmery me dio en adopción, no voy a decirle mamá nunca!

-- Si piensa que voy a aprobar su supuesta decisión extrema de haberme abortado para ser profesional está equivocada.

Lloraba y no podía controlarme.

-- Ya escuché suficiente, tú sobrina se deshizo de mí, me regaló y cumplió su sueño de ser doctora a costillas de mi sufrimiento.

¡Que egoísta! ¿Qué le hice yo? ¿Por qué no se aguantó los nueve meses para regalarme?

-- Sácala de mi departamento porque no quiero verla nunca más, Rosmery ya tiene familia no me interesa saber nada.

Mis lágrimas parecían un río interminable sentía un ahogo y una desesperación.

"Mis lágrimas son cristalinas, y expresan dolor

Mis lágrimas son el resultado, de un profundo dolor

Mis lágrimas han hablado, y no necesitan compasión

Han roto el cristal, que protegía mi corazón...