13. DESAHOGO
"Los amigos siempre están en el momento indicado y es afortunado quien conserva uno a su lado"
Cuando llegué a la puerta Gabriel estaba parado contra la pared del pasillo esperándome. No entraba mucha luz por eso pude verlo
-- ¿Qué haces aquí?
Le pregunté mientras buscaba la llave en mi mochila.
Cerré mi bastón y abrí la puerta;
-- ¿Puedo pasar? Sólo quería saber cómo estabas y si necesitabas algo
Yo asentí, Gabriel entró, pasó y me esperó en el sofá del living.
Mientras me cambiaba en mi habitación
Gabriel me explicaba lo sucedido en clases, las tareas y los chismes
-- Cárol ¿Sabías que no habrá pruebas trimestrales sólo finales y la monografía?
--¡Eso es genial!
Terminé de colocarme los zapatos.
Salí de mi habitación lista con un conjunto rosado deportivo.
-- ¿Cómo me veo?
Me coloqué frente a él.
-- ¡Santo cielo! ¿Qué te pasó en la nariz?
-- Tranquilo Gabriel no fue el gran accidente. Me golpeé afuera con el árbol.
Me tomó de la mano y me hizo sentarme a su lado en el sofá.
-- Ay mujer no hay día que no te golpees. Eso ya es típico en ti. No puedo dejarte un día sola porque ya te lastimas. Pareces niña pequeña.
-- Ya entendí, no me regañes Gabriel, fue un accidente, el sol estaba muy fuerte y no pude ver la rama.
-- ¿De dónde venías?
Me lo cuestionaba mientras buscaba una crema para los golpes que siempre tenía en su mochila por si nos lastimábamos en el colegio.
-- Estaba con Rónal.
Se giró para mirarme y sentí su molestia. Me causó gracia su preocupación, traté de explicar lo sucedido.
-- No es lo que piensas, Rónal quiso ayudarme, pero no le permití hacerlo.
-- Ay Cárol, un caballero no deja sola a una dama, y más tratándose de ti.
-- Lo sé, pero tuve un día agotador.
Le dije con voz triste.
-- Como sea Cárol él no debió dejarte sola así tú le negaras ayudarte; se nota que nunca se tomó la molestia de saber cuándo necesitas ayuda y cuando puedes hacer las cosas tu sola.
-- Basta Gabriel ya pasó, no es tan grave sólo un raspón, no es necesario que exageres.
-- ¿Un raspón? Tienes la nariz inchada, eso no es un raspón; déjame colocarte la crema, arderá un poco, pero en unos minutos ya no tendrás esa nariz como Rodolfo.
Ese comentario no me lastimó al contrario me hizo sonreír, pues visualicé en mi cabeza mi nariz inchada, grande y roja y eso me causó gracia.
Para que no me sintiese mal por tener la nariz lastimada Gabriel cambió de tema.
-- Perdón que sea curioso ¿Cómo va tu asunto? ¿Has hablado con tu mamá?
-- No, Gabriel no quiero saberlo. me engañaron, me ocultaron mi origen y pretenden que sonría y festeje la realidad. Simplemente no quiero saberlo.
La nariz me dolía, pero, Gabriel tenía razón porque no podía evitar el tema para siempre.
-- Cárol ¿puedo preguntar algo?
Yo asentí
-- ¿Ronal y tú salían con frecuencia cuando estaban juntos?¿ Cómo se dio la situación entre ustedes? ¿Por qué terminaron?
Me senté a su lado nuevamente y le tomé la mano, necesitaba desahogarme con alguien que me escuchara sin preguntar tantos detalles.
-- Te voy a contar brevemente cómo se dio la situación entre Rónal y yo, pero los detalles los dejaré de lado porque no quiero sentirme triste de nuevo.
Gabriel asintió mientras me ayudaba a colocarme hielo.
-- La relación entre Rónal y yo terminó luego de dos años por falta de comunicación, sinceridad, afecto y complicidad.
Lo nuestro se transformó en costumbre, pero no era amor, era cariño. Él me engañó con Sofía y muchas más y yo jamás hablé de eso aun sabiéndolo. Me mentí a mí misma creyendo que todo podía solucionarlo y hace nueve meses después de la última vez que me engañó haciéndome creer que estaba enfermo y resultó que estaba en una cena romántica con Sofía tomé una decisión firme y sana para mí y di por terminada la relación tóxica que tuve con Rónal, dolió, no fue sencillo, pero si necesario para que yo pueda continuar. Ahora no estoy bien emocionalmente.
No pude evitar llorar un poco mientras le confesaba todo eso, dolía admitir que me había dejado engañar por no quedarme sola.
Gabriel no indagó más en el asunto y me frotó la cabeza en un gesto tierno como siempre lo hacía cuando me ponía un poco sentimental.
-- Lo entiendo princesa no debió ser fácil para ti mantener una relación que debió ser bonita y resultó algo frustrante, jamás imaginé que Sofía se involucraría con alguien del colegio, sobre todo porque ella decía que no necesitaba estar con nadie para sentirse plena. ¡qué falsa!
-- Así es Gabo y por eso no quiero involucrarme con nadie más en este año y quizá no lo haga por mucho tiempo. Entendí que no es sano estar con alguien que no tengo futuro.
Me hice bolita en el sofá. Dejé caer mis lágrimas y con voz baja cuestioné:
-- ¿Dime Gabo quien se quedaría con una mujer sorda y ciega? ¿de qué me sirve tener ojos verdes, cabello castaño y un bonito cuerpo? De nada sirve todo eso, yo no puedo ver.
Gabriel guardó silencio y me abrazó, desde mi caída en el colegio él era más cuidadoso conmigo y eso para él no era recurrente.
Soledad que confunde y atrapa al lastimar
Soledad que entristece la mirada de un ser angelical
Soledad es un abismo, y la pudo atrapar
Renunciar a todo y no dejarse engañar...
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