Después volvería.

Era miércoles y Jackson no trabajaba, antes eso significaba que se levantaría muy tarde esperando la salida de Jin young e iría recogerlo, pero por la situación en la que estaban no podía hacerlo comoquiera por un simple gesto de amabilidad. Así que se dedicó a limpiar el cuarto que estaba desocupado, no quería dormir en la sala lo que restaba del mes. Más que nada en la habitación vacía encontró cajas, la mayoría de ellas llena de cosas inútiles o ropa vieja de Jin young, había una cama, al final de cuentas no necesitaba más, pues después volvería con el menor.

Fue a lo que era su habitación con Jin young y busco en el armario, encontró mantas, pero además una caja, era verde, rectangular, de un tamaño mediano, Jackson sonrió, era de Jin young, dudo entre abrirla o no, de todas maneras no se daría cuenta. Había cartas, fotos, envolturas de dulces, estampas pequeñas y cosas que Jin young guardaba como recuerdos. La mayoría de las fotos eran de ellos juntos, desde que se conocieron hasta las últimas no tan recientes, Jackson sintió una pequeña opresión en el pecho.

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Decidió ir por él a la Universidad, tal vez podían ir a comer después o simplemente regresar juntos a casa, pero sus planes no salieron exactamente como quería, ya que al salir todos, Jackson no vio a Jin young, espero un poco, más y nada, entonces se decidió a llamarlo pero el menor no contesto, volvió al departamento y no había señales del castaño, incluso llamo a Youngjae pero este tampoco le contesto, - extraño...- decía él.

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-¡Te vez espectacular!- gritaba el chico con gran parecido a una nutria.

-Claro que no, Youngjae, no me siento cómodo, ¿y si mi cabello se maltrata? ¿Y si me quedo calvo? ¿Y si la decoloración fue demasiada? ¿Y si...?-

-Cállate Jin youngie,aparte cual decoloración ,estas genial y a tu cabello no le pasara nada, ¿ok?, ahora mírate, estas guapísimo, te sienta de maravilla el color.-

Y valla que Youngjae tenía razón, Jin young paso de un casual pelinegro a un castaño muy llamativo y novedoso, que resaltaba gracias al color de piel que tenía. Su primera reacción ante el espejo fue suspirar y después sonreír, le gustaba el cambio, aun no le convencía del todo por la decoloración, pero le gustaba.

-Ahora que eres un sexy castaño, ¿Qué te parece un cambio de ropa?-

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