Capítulo 050;
Último capítulo.
El trago saliva y sintió como su cuerpo se ponía rígido al escuchar su dulce voz. Desearía poder correr y estrecharla entre sus brazos, sentir sus suaves labios sobre los de el, embriagarse de su aroma de melocotón y hacerle el amor una y otra vez hasta que ambos estuvieran cansados. Si, debía de estar feliz, debería, pero solo si estuviera siendo apuntado por una pistola..
La pelinegra camino por el vestíbulo para localizar a Jos. El nunca dejaba la puerta principal abierta, nunca. Camino hasta encontrarse con su mirada color oscura. Madison se paró en seco cuando vio la cara pálida y asustada de Jos. Algo le decía que debía salir de ahí, correr y volver a casa, pero algo más le decia que no debía moverse que eso sería aún más peligroso. Ella observó cómo tragaba saliva constantemente y no se había dado cuenta del otro hombre en la sala hasta que esté se dió la media vuelta y le sonrió.
--Cariño, tu no eras parte de la fiesta pero siempre puede haber un invitado más.
El tono de voz del desconocido la asustaba por completo, este estiro un gran brazo hacia ella y la sujetó cerca de su cuerpo. Su corazón había comenzado a latir rápidamente y la sangre empezó a bombear por todo su cuerpo aumentando su miedo, la cara de Jos seguia del mismo pálido. Madison jadeo y respiró entrecortadamente cuando algo frío y metálica sintió en su cintura, bajo su mirada cuidadosamente y observó una pistola, levantó la mirada y la encontró con Jos el cual reflejaba temor en sus ojos.
--Jack...
--Nikola.--gruñe el hombre.
--Nikola, no es necesario que la metas a ella en esto.
--¿Acaso eso interesa?
Jos se relamio los labios.
--Es muy preciosa.--acaricio el brazo de ella suavemente. Madison hizo una mueca de repugnancia e intento calmarse a sí misma.--Seria una pena matarla.
Matarla, la pelinegra hizo un ruido agudo.
--¿Me darás el proyecto?--volvio a pedir.
--¡He dicho que no! --espeto Jos.
--¿Ni siquiera por ella?
Jos miro a Madison la cual estaba a punto de llorar. Su corazón dió un vuelco y suspiró.
--Si, por ella si, pero no puedo darte el proyecto....ni por mi vida lo daría.
Nikola endureció su mandíbula y resopló.
--Entonces eso es todo, di adiós a tu zorra.
--Mierda ¡no! --grito Jos.
Nikola la tiró hacia un lado y en menos de un segundo ya había cargado el arma y apuntado directamente a su pecho. Madison dejo escapar un grito agudo seguido por lágrimas, cuando Nikola apretaba el gatillo un chillido resonó en el lugar seguido por un grito masculino. Zafiro se había aferrado del brazo del hombre haciendo soltar el arma, este se zafo rápidamente del gato intentando llegar al arma a un metro de distancia.
Jos corrió rápidamente hasta la pistola y la sostuvo con sus manos temblorosas apuntando a Nikola.
Uno, dos, tres balas. Nikola cayó al suelo dejando un rastro de sangre en el suelo, su pecho subía y bajaba irregularmente intentando lograr respirar, miro al techo y sus ojos se desorbitaron viendo casi todo borroso. Este levantó su cabeza con suavidad y miro a Jos dedicándole una sonrisa.
--Si yo muero, la mujer también lo hace.
--metio la mano en su chaqueta sacando una segunda pistola y disparó, una y dos veces.
Madison se tambaleó y puso su mano en el pecho después de jadear fuertemente. Nikola soltó un último aliento de morir, Jos grito y corrió hasta la pelinegra que caía en el suelo, sangrando. El sostuvo su cabeza y se sentó a su lado sosteniendo sus suaves y pequeñas manos.
--Madison lo siento demasiado.--los ojos de el comenzaron a arder por las lágrimas.
La pelinegra lo miro y sonrió.
--Eres un idiota por haber mandado esa nota.--dijo con voz rasposa.--Pero te sigo amando.
--Lo siento, solo te quería a mi lado. Yo...yo también te amo.--una lágrima cayó por su mejilla, ella sonrió.--Lo siento tanto, por lastimarte, lo siento por todo. Llamaré a emergencias.
Intento moverse pero ella no se lo permitió, sostuvo aún más fuerte su mano.
--No me dejes.
--No lo haré.--susurro.--Tengo que llamar a urgencias.
--Ya no me duele tanto.--respiro irregularmente.--En realidad casi lo siento nada.
--Tengo que llamar a emergencias.
Cogió su móvil y marcó el número de emergencias para luego poner el auricular en el oído.
--Sabes.....de repente tengo sueño.--ella hizo una mueca cuando se movió y puso una mano en la mandíbula de Jos.--Te extrañe.
Jos hablo con la operadora y un gran alivio traspaso por su cuerpo al saber que todo estaría bien en unos minutos.
--Tienes que aguantar, se fuerte, Cher.
--No puedo, casi no siento mi cuerpo.
Ella cerro los ojos poco a poco.
--¡Madison, no cierres los ojos! Maldición no te vayas a morir, no en mis brazos.--rogo con su voz temblorosa por las lágrimas.
--Gracias por todo, Jos. Te amo..
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