Maratón 2/4

Madison quedó sin aliento con sus palabras. Lo siguiente que supo fue que Jos la había besado de tal manera que casi caía de rodillas. El la sostuvo fuerte contra su cuerpo y sintió su erección contra su vientre.

Un escalofrío recorrió su columna vertebral y acarició el cabello de él. Madison gruño contra sus labios al sentir como una mano desaparecía bajo su camisa. Jos se separó al momento que comenzó a acariciar su espalda.

Ella le miró confusa cuando el frunció el ceño.

--¿Qué te dije sobre la ropa interior?
--dijo con una voz ronca.

Las mejillas de Madison se sonrojaron al recordar lo que había dicho.

--Dije que no quería verlas cuando estuviese cerca y en estos momentos, estoy cerca.

Este saco su camisa por su cabeza y desabrochó su sujetador en menos de un minuto. Madison jadeo al estar desnuda de la cintura para arriba al frente de Jos.

Su mirada hambrienta paso por sus senos y sonrió.

--Ves Cher, así te ves mejor.--le dió un suave beso en el cuello.--Ahora a deshacernos del resto.

Ella temblaba cuando sintió que le desabrochaba sus pantalones y bajaba la cremallera con una lentitud que hacia que suplicará. Se arrodilló y quitó sus zapatos. Luego deslizó por las delgadas y largas piernas los pantalones y solo quedo en sus bragas rosadas.

Acarició su cadera y subió hasta uno de su cara para besarla. Le mordisqueo el cuello y bajo hasta uno de sus senos para  tomarlo con su boca. Jadeo y cerró sus ojos cuando el cambio de pezón. Dios, se sentía como en el paraíso con todas esas sensaciones. Jos dejo el edurecido pezon y bajo por su estómago dejando besos. Ella contuvo la respiración al sentir su pesado y cálido aliento cerca de su sexo, puso un dedo en la cinturilla elástica de sus bragas y comenzó a bajarlas.

Cuando finalmente estuvo desnuda ante el, ella sintió la necesidad de cubrirse, era la primera vez que estaba asi de expuesta con un hombre. Miró a Jos que la examinaba con una mirada hambrienta que la hizo temblar.

--Estas hermosa así.

--Se lo debes decir a muchas.

El sonrió.

--Me descubriste, lo hago.--confeso.--Pero ninguna luce como tú.

Se acercó a sus hinchados labios para besarla. Madison puso una mano sobre su hombro y la separó.

--Tu deberías quitarte la ropa. Me siento extraña siendo la única en cueros.

Jos soltó una risa y desabrochó los botones de su camisa, cuando la retiró por sus anchos hombros Madison se mordió el labio. Tenía un abdomen duro y músculos bien definidos. Ese hombre era la verdadera definición del pecado.

--No sabía que los científicos tuviesen un cuerpo así.--dijo ella.--Podria confundirte fácilmente con una  carrera de modelo.

El chasqueo la lengua.

--Ni de coña me haría un puro musculitos sin cerebro.

--¿Cómo puedes estar en forma?

--Hago ejercicio para relajarme y concentrarme. Basta de hablar, tenemos mucho tiempo para eso.

El la tomo en brazos como si no pesará nada y la sentó encima del piano. Beso su hombro y cuello suavemente, y abrió sus piernas con sus manos.