Capitulo 012;
Madison quedó boqueando observando el pedazo de tela que Jos le había regalado. ¿En serio el pensaba que se pondría eso? Ni de coña.
Paso un fino dedo por la tela roja, que era casi transparente, del neglige y lo puso encima de la cama. Vio como había otras piezas, una diminuta braga roja y un sostén de encaje que hacia juego.
Lanzó el resto de las cosas en la cama y termino su magdalena de un bocado. Idiota, ¿no podía esperar aunque sea una noche? O tan urgido se sentía para hacerla usar aquel atuendo.
Desvío su mirada hasta los objetos y levantó el neglige rojo para observarlo mejor. Lo puso sobre su pecho y se acercó a un largo espejo que estaba en un rincón. Una picada sonrisa se asomó en sus labios. Aunque pensándolo se le vería bien.... Sacudió su cabeza y pestañeo quitando de su mente el pensamiento.
Le lanzó una mirada asesina al pedazo de tela y lo guardo de nuevo en la caja azul. De ninguna manera se lo pondría aquello, por nada del mundo.
Mucho hacia al presentarse en aquel lugar para salvarle el pellejo a su viejo, como había dicho Jos en la carta. Guardo la caja debajo de la cama y luego se sentó. Aún no entendía que podía ver Jos en ella, era algo que no se lo explicaba. No era exactamente una modelo o diosa. Sus senos no eran tan grandes como muchas mujeres y su cuerpo no era muy menudo o esbelto, tenía algunas curvas pero nada de que envidiar. ¿Qué le veía a ella? No podía ser que creía que tuviera alguna experiencia porque no era así. Más bien era una absoluta inexperta en el tema del sexo.
Escucho algunos pasos por el pasillo y su corazón se aceleró. ¿Será Jos? Mordisqueo su labio y miró atenta esperando que la puerta se abriera, nada. Los pasos se alejaron, pero su corazón seguía latiendo como loco. Soltó el aire y camino hasta el cuarto de baño. Puso su mano en la pared fria y busco el interruptor, cuando las luces iluminaron el lugar, quedó sin aliento.
Genial, aquel baño parecía a aquellos que salían en las revistas y sin duda que era mejor que esos.
Observo la bañera, ducha y el jacuzzi con rapidez. A continuación, lavo su rostro y lo secó con una pequeña toalla. Apagó la luz y cerró la puerta del cuarto de baño.
--Hola, mon cher.
--dijo una voz totalmente masculina. ___ se sobresaltó.
--¡Joder!
--exclamo y se giró hacia la voz.
Jos en el lumbral de la puerta viéndola, de brazos cruzados y con una sexy sonrisa en la cara. Su corazón automáticamente comenzó a latir con rapidez y se quedó sin aliento al verlo por completo. Santo Dios, si diez años atrás el había llegado ser un hombre sexy, aquella palabra no llegaba a alcanzar en aquellos momentos. Tenía una camisa azul que se ajustaba a sus músculos y unos pantalones negros que le quedaban de muerte. Su corte de cabello le daba el toque profesional y sus ojos color negros....aquellos ojos oscuros que siempre habían logrado hecho derretirle de joven la miraban con intensidad. Sin duda que no parecía a un hombre que fuese científico. Más bien parecía un modelo de Levi's. Ella se aclaró la garganta e intento ignorar el nudo que se formaba en su estómago.
--Tambien es un gusto verte, cher.
*Mon cher: Cariño o querida.
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